domingo, 26 de diciembre de 2010

HUMOR: ESPERANDO AL HOMBRE Y A LA MUJER PERFECTOS

Esperando al hombre perfecto

 

Esperando a la mujer perfecta

Esperar al hombre o a la mujer perfectos es un gran obstáculo para quien espera hacer las cosas bien y alguna vez casarse.

Esperando al hombre perfecto, las telarañas acabarán cubriendo la calavera propia. Esperando a la mujer perfecta, las flores marchitas acabarán en manos del propio esqueleto.

No hay perfecciones después del Pecado Original, exceptuando a Jesús y a la Virgen María, exentos de él. El resto de los mortales somos imperfectos, y para hallar novio o novia, hay que aceptar primero las propias imperfecciones, y después aceptar convivir con las imperfecciones ajenas.

Si bien en algunos casos todo se inicia con un deslumbramiento por el cual toda la otra persona se ve con tantas perfecciones que incluso puede llegar tal idealización a justificar defectos, no siempre todo empieza con ese enamoramiento. Es más, el deslumbramiento puede llevar a errores, en tanto que una sana amistad, desde el conocimiento tranquilo de la otra persona, es el mejor modo de una convivencia “hasta que la muerte los separe” después del “sí” en el matrimonio católico.

mujer y problemas

El noviazgo es para conocer las imperfecciones de la otra persona. Pero las imperfecciones en las virtudes, no las físicas, que no serán tan graves como las otras en la convivencia.

Fundando el amor sobre la roca de Jesucristo, Dios bendecirá la unión.

Quien busque perfecciones naturales en vez de perfecciones sobrenaturales, quedará entrampado en el amor propio, buscando justificar el propio egoísmo, y jamás hallará el anillo que calce en su dedo.

Quien sepa hallar el amor en las perfecciones sobrenaturales, desde las virtudes y con intención de mejorar para evitar los vicios y defectos, encontrará en ello un ejercicio práctico del Don de Sabiduría, y seguramente Dios le dará una mano.

Porque buscando la “independencia” y el evitar la trascendencia para “darse” en recíprocos cuidados del matrimonio, la persona sólo se buscará a sí misma, perderá de vista a Dios, supliéndolo por la propia comodidad.

Aceptar el desafío de un noviazgo católico para un santo matrimonio, implica aceptar los cambios que cada uno debe realizar en el noviazgo como preparación para el matrimonio.

Es que sólo Dios es Perfecto. Porque buscando a Dios, se reconoce a la persona que Dios ha preparado desde la Eternidad a quien tiene vocación matrimonial. A veces se tardará más, a veces menos, pero siempre llega.

Lo extraño es que tanto para el varón como para la mujer, la expectativa de perfección es la misma… ¿o no?

Convencion de mujeres esperando al hombre perfecto

2 comentarios:

  1. Ja ja, muy buenas las imágenes, tienen razón. Sólo tratando de ser mejores en Dios los dos podremos hallar a ése perfecto... Personalmente sí espero que un hombre ame más a Dios que a mí misma...

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  2. Esa es la visiòn correcta. Si el cónyuge ama a Dios primero, ese amor a Dios se demostrarà en todo lo demàs incluyendo la vida matrimonial.

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