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jueves, 18 de junio de 2009

JUNIO: MES DE ELECCIONES PARA UN GOBIERNO INFANTIL EN LA REPÚBLICA DE LOS NIÑOS


En la foto: el intendente Pablo Bruera, durante el ejercicio de su función de presidente de la mesa masculina, durante las elecciones de junio de 2009 de las nuevas autoridades de la República de los Niños.

El intendente de La Plata Pablo Bruera, presidió una mesa en los comicios para elegir las autoridades del gobierno infantil
Bruera, presidió la mesa masculina de los comicios convocados para elegir a las nuevas autoridades del Gobierno Infantil de la República de los Niños.
Antes del inicio del acto eleccionario, el Jefe Comunal de la Capital bonaerense habló sobre la importancia del evento, y dijo en se sentido que “sirve para mostrarles a los más chicos la importancia de vivir en democracia, y el funcionamiento del sistema republicano”.
La votación se llevó a cabo a partir de las 14 horas, y formó parte del programa “Los Niños Gobiernan la República”, en el que participan más de 80 alumnos de quinto y sexto año de escuelas primarias de la zona sur de La Plata.
De la elección participaron cuatro listas. La ganadora fue la lista 15, quien impuso como presidente a Camila Song, alumna de la Escuela 64, ubicada en 54 y 20; y como vicepresidente a Nerea Gallano, de la escuela 58 de 18 y 71.
En concreto, las nuevas autoridades del Poder Ejecutivo del Gobierno de los Niños 2009, fueron elegidas por chicos de establecimientos de Los Hornos, Olmos, Villa Elvira, San Lorenzo y Casco Urbano, desde Avenida 44 hasta calle 72.
En esos colegios los niños ya nominaron a los Diputados y Senadores que integrarán el Poder Legislativo del XXVIII Gobierno Infantil, y de éstos surgieron las fórmulas para Presidente y Vicepresidente que resultaron electas.
Bruera presidió la mesa masculina acompañado por el titular del Concejo Deliberante local, Javier Pacharotti, y el delegado de La Plata en el Ministerio de Trabajo bonaerense, Hugo Mársico.
La mesa femenina, en tanto, estuvo presidida por la secretaria de Derecho Humanos municipal, Adelina De Alaye, y junto a ella estuvieron las concejalas Teresa Razzari y Silvana Soria.
Asimismo, los responsables de la iniciativa informaron que el próximo lunes 22, se realizará el acto de asunción y traspaso de mando del Gobierno de los Niños, en el predio de Gonnet.

EL ACTIVISMO GAY EXAMINÓ A LOS CANDIDATOS

Por Mónica del Río

En marzo de este año la FALGBT (Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans) hizo llegar a cada legislador nacional, una invitación para incorporarse al Frente Parlamentario por la igualdad de derechos para las personas LGBT.

La invitación estaba acompañada por folletería, una carta de adhesión que debía remitirse a María Rachid –presidente de la FALGBT y Coordinadora del Programa de Diversidad Sexual del INADI- y una encuesta sobre cuatro leyes que impulsan los activistas homosexuales. La encuesta se giró ahora a los candidatos.
Las cuatro leyes sobre las que la FALGBT requirió opinión son:

1.- Ley de identidad de género que le permitiría a las personas trans cambiar sus documentos sin pasar por una cirugía de “reasignación sexual”. Bastaría con acreditar “disonancia" entre el sexo y el nombre inscriptos, y la "identidad de género autopercibida". Con esta ley, por ejemplo, un travesti podría casarse con un hombre y adoptar niños.

2.- Modificación de la Ley antidiscriminatoria -para incorporar la no discriminación por identidad de género u orientación sexual- y del Código Penal -para sancionar estas discriminaciones-. Esto dispararía la persecución a todo aquel que defienda el orden natural. Como ocurre en otros países, no se podrá disentir, ni siquiera en la predicación religiosa, con el “estilo de vida homosexual” (Vid, entre otros, Notivida 193, 195, 508).

3.- Plan integral de igualdad de oportunidades para lesbianas, gays, bisexuales y trans. Las parejas homosexuales gozarían de los mismos beneficios sociales que los matrimonios, no se podría “discriminar” a un docente trans, se acabarían las terapias de recuperación de homosexuales, etc.

4.- Reforma del Código Civil para que los homosexuales puedan contraer “matrimonio”.

Las respuestas de los candidatos:
Fuentes: Crítica digital e Infobae, 16/06/2009

A favor de una Ley de identidad de género y de la Modificación de la antidiscriminatoria:

En provincia de Buenos Aires: Néstor Kirchner, Margarita Stolbizer, Martín Sabbatella, Néstor Pitrola y Myriam Bregman.

En la Ciudad de Buenos Aires: Gabriela Michetti, Alfonso Prat-Gay, Pino Solanas, Carlos Heller, Aníbal Ibarra, Héctor Polino, Jorge Altamira, Christian Castillo, Vilma Ripoll y Luis Zamora.

A favor del Plan de igualdad de oportunidades. Los mismos candidatos con excepción de Prat-Gay.

“Matrimonio” homosexual

A favor

En provincia de Buenos Aires: Sabbatella, Stolbizer, Pitrola y Bregman.

En la Ciudad de Buenos Aires: Solanas, Heller, Ibarra, Polino, Altamira, Castillo, Ripoll y Zamora.

Las otras respuestas

Michetti: rechazó el “matrimonio” homosexual, pero respaldó las uniones civiles de parejas del mismo sexo. Prat-Gay se manifestó en contra, pero en su espacio político hay activistas feministas como Marcela Rodríguez que es una de las principales impulsoras de estas iniciativas. Kirchner no se expidió en este punto, pero el cronista de Crítica, el activista homosexual Bruno Bimbi, añadió que “el gobierno de Cristina Fernández viene dialogando desde hace tiempo con la FALGBT en forma institucional” y que a ese diálogo se deben los grandes avances del lobby gay.

Los legisladores que ya se hicieron eco de estos reclamos

Ley de identidad de género

El proyecto (1736-D-09) fue elaborado por la FALGBT y lo presentó la santafecina Silvia Augsburger (PS), que en estas elecciones intenta renovar su banca al igual que algunos de los cofirmantes. La acompañaron sus compañeros de bloque Roy Cortina (Ciudad de BsAs), Laura Sesma (Córdoba) y Miguel Ángel Barrios (Santa Fe); los kirchneristas Remo Carlotto (BsAs) y María del Carmen Rico (BsAs); la juecista Norma Morandini (Córdoba); Marcela Rodríguez (ACS); el fueguino Leonardo Gorbacz y la porteña Delia Bisutti (ambos de Solidaridad e Igualdad - ARI Tierra del Fuego); Claudio Lozano (BsAs para todos en Proyecto Sur); Miguel Bonasso (Diálogo por BsAs; Ciudad de BsAs) y María Josefa Areta (Frente de Todos, Corrientes).

Modificación de la antidiscriminatoria

La primera en impulsarla fue la candidata del Acuerdo Cívico y Social, Marcela Rodríguez.

En este momento la Cámara de Diputados estudia los exp: 3067-D-2008 de Vilma Ibarra y el 2919-D-2008 de los socialistas Roy Cortina, Ricardo Cuccovillo, Miguel Ángel Barrios y Lisandro Viale.

Plan de igualdad de oportunidades

El expediente en trámite en Diputados (2918-D-2008) pertenece a los socialistas Cortina, Cuccovillo, Barrios y Viale.

“Matrimonio” entre personas del mismo sexo

El proyecto de la FALGBT (1737-D-2009) ingresó este año con la firma de la rosarina Silvia Augsburger a la que se sumaron los socialistas Roy Cortina y Miguel Ángel Barrios, y los oficialistas Juliana Di Tullio, Remo Carlotto, María del Carmen Rico y Nora César. El resto de los firmantes son: Norma Morandini, Marcela Rodríguez, Leonardo Gorbacz, Eduardo Macaluse, Claudio Lozano, Miguel Bonasso y María Josefa Areta.
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NOTIVIDA, Año IX, nº 601, 16 de junio de 2009
Editores: Pbro. Dr. Juan C. Sanahuja y Lic. Mónica del Río
Página web http://www.notivida.org
Email notivida@notivida.com.ar

DEUDA PÚBLICA Y ELECCIONES 2009. LA CRISIS DE LA DEUDA COMO CLAVE DEL ADELANTO DE LOS COMICIOS.

Por Alberto TOSTI.



La alianza y dependencia de los gobiernos de turno en relación al Capital Financiero se pone particularmente en evidencia en los períodos electorales, que son momentos sensibles clave para la toma de ciertas decisiones internas, reservadas y/o secretas que las administraciones políticas necesitan dejar acordadas previamente para no estar sujetas a los Golpes de Mercado y poder contar así con el apoyo de las grandes estructuras de poder.

En este sentido, el adelantamiento de las Elecciones Parlamentarias del 2009 por el Gobierno Kirchner no hace sino confirmar esta regla de condicionalidad financiera dadas las incertidumbres que debe afrontar durante el resto del tiempo de su gestión: 2009-2011.


Con fecha 26.3.09 el Congreso sancionó la ley 26.495, que fue promulgada el mismo día. Esta Ley es la que adelanta las elecciones legislativas de Octubre al 28 de Junio fijando esa fecha “por única vez y con carácter excepcional”.

En los Fundamentos del Proyecto – enviado por el Poder Ejecutivo el 16.3 (diez días antes) y aprobado con urgencia – se dice expresamente que el motivo de este adelantamiento de fecha de los comicios es “la profundidad y la extensión de la crisis económica internacional”.

La Argentina sería el único país del mundo que ha tomado una medida de este tipo invocando la Crisis Mundial (que, por otra parte, no es Económica sino Financiera). Y tal medida la toma precisamente un gobierno que se jacta de no estar tan expuesto a los cimbronazos externos como los Países Desarrollados y el resto del planeta.

El propósito de esta nota es analizar brevemente si, además de la maniobra partidocrática de anticipar las elecciones para estrangular los tiempos de organización y respuesta política de la Oposición, existe también en el Gobierno Kirchner otra motivación o necesidad del adelanto, ligada más específicamente a la Crisis de la Deuda Pública.


LOS VENCIMIENTOS DEL 2009.

El Estado Argentino tiene que afrontar este año vencimientos de Capital de su Deuda por más de 25.000 millones de dólares (MD) y de Intereses por un piso de 10.000 (la cifra de Intereses Devengados – nunca informada por el Gobierno – en realidad no sería menor a los 10.500 MD).

El Presupuesto 2009 – como es regla permanente dentro del Sistema de la Deuda – no prevé amortizaciones de Capital durante el Ejercicio (el Principal se refinancia en su totalidad) y sólo contempla pagar servicios de Intereses, aunque no en forma completa sino por el equivalente de 7.700 MD, capitalizando la diferencia por anatocismo.

Pero las dificultades de acceso al financiamiento externo (hoy, según los indicadores de Riesgo-País, la Argentina sólo podría tomar nueva Deuda pagando más del 30 % anual de intereses), el canje incompleto de los Préstamos Garantizados, el jaqueo legal por los juicios de los Acreedores que no entraron en el Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005 y que están pleiteando contra la Argentina (los Holdouts), las presiones para el arreglo de la Deuda Externa con el Club de París, la definición pendiente de los nuevos paquetes de préstamo del BID y el Banco Mundial, y la posible vuelta a requerir créditos del Fondo Monetario Internacional (FMI), configuran un nuevo cuadro de condicionamientos que se cierne sobre nuestro país.

Este conjunto de presiones combinadas no es casual ni coyuntural sino que forma parte del tejido permanente que condiciona cada vez más los ciclos políticos subordinándolos a los ciclos de Crisis de Deuda, que comunmente tienen una periodicidad entre 3 y 5 años.

Lo que en este momento la Administración Kirchner tiene en juego es el problema de su supervivencia financiera para el período de gobierno faltante 2009-2011.

Hoy estamos viviendo el fracaso del Megacanje de Junio de 2005 – suscripto por la actual administración - que, a tres años de presentado como la panacea o remedio exitoso para la salida del default, se revela sin embargo incapaz de responder a los compromisos financieros crecientes; y ello, en gran medida, es un derivado de las cláusulas pactadas en dicha reestructuración de Deuda.

En la actualidad la Argentina no cubre en forma completa los Intereses Devengados por año: sobre un total estimable en 10.500 MD anuales, el país está pagando las 3/4 partes (7.700/10.500). La diferencia – 2.800, casi 3.000 MD – la capitaliza por anatocismo.

Y los vencimientos de Capital no se amortizan sino que se cancelan con nuevas operaciones de Novación de Deuda, contraídas a tasas más caras.

Los Servicios de Intereses tienen así una inexorable tendencia creciente, que actualmente no baja de un piso del 15 % anual (lo mismo en Bonos del Tesoro que en Letras de Tesorería y del Banco Central).

Algunas operaciones recientes de importancia demuestran este cuadro en la práctica.


LAS NUEVAS OPERACIONES DE DEUDA.

Entre Febrero y Marzo pasado el Gobierno ha canjeado Préstamos Garantizados (PGN) por valor de unos 19.000 M$ (millones de pesos), cambiándolos por Bonos BOCAN 2014 que difieren esas obligaciones a 5 años aceptando el primer año una tasa fija del 15.4 % y para los restantes una tasa variable BADLAR (tasa mayorista entre Bancos Privados) más 2.75 puntos. Como la BADLAR está hoy en el orden del 12 %, la tasa resultante estaría así en el nivel o piso del 15 % citado.

Esto significa - en términos simples – que, sobre la base del Capital refinanciado de 19.000 M$, cuando llegue el año 2014 la Argentina habrá pagado 15.000 de Intereses (unos 3.000 por año durante 5 años) y estará debiendo los 19.000 originales. A la fecha de vencimiento del bono el quantum de los Intereses pagados durante el quinquenio equivaldrá así a un 80 % de la Deuda reprogramada (15.000/19.000: 79 %), cuyo Principal estará todavía a pagar.

El Gobierno Kirchner no ha explicado cuál es la capacidad de repago estimada para afrontar este compromiso a su fecha de vencimiento.

Días pasados se anunció otra operación relevante, antes de la fecha de las Elecciones, referida a los títulos BODEN 2012.

A principios de Agosto próximo caen vencimientos de BODEN 2012 por 2.250 millones de dólares (MD), producto de pagos concurrentes de Capital e Intereses; y los compromisos por este título son igualmente elevados en los próximos años. El Gobierno acaba de ofrecer el pago anticipado de este vencimiento, que se produce el 3.8, y estaría negociando un posible canje de las obligaciones remanentes por un nuevo Bono. La emisión de este eventual nuevo título, sin embargo, se encuentra condicionada a poder otorgar una tasa de “sólo” el 15 % frente al doble que hoy le marca la tasa de riesgo-país.

Los fondos previsionales traspasados del Sistema de Capitalización Privado constituyen otra fuente de financiamiento del Estado.

El Gobierno está canjeando las Letras de Tesorería emitidas a un año de plazo, por un valor total de 8.450 M$, por Bonos a 7 años: los BONAR 2016. Estos títulos pagan Tasa de Interés variable BADLAR más 325 puntos básicos (pb), lo que también confirma una Tasa total de no menos del 15 % anual; y son comercializables en Bolsa, de modo que la ANSES puede venderlos a Inversores Financieros Privados.

Todos estos ejemplos, tomados de las operaciones acordadas por la Administración Kirchner en los últimos tiempos, prueban la aseveración que nuestro país hoy está colocando Deuda Pública con el piso citado del 15 % de Interés anual y bajo vuelta al mecanismo de Tasa Variable, la modalidad de contracción de obligaciones que más graves problemas le ha traído históricamente a la Argentina y de la que las autoridades se jactaban hasta hace poco tiempo de haberse desprendido.


LA DEUDA INTRA-ESTADO.

El Gobierno viene apelando en forma creciente a la denominada Deuda Intra Sector Público: la colocación de Letras y Bonos en Organismos de la propia Administración del Estado.

Este procedimiento involucra principalmente al Banco Central (BCRA) y a la ANSES pero también, en menor medida, a otros Entes (como la AFIP y Lotería Nacional) y también Fondos Fiduciarios (como el de Reconstrucción Empresaria).

En la actualidad, el BCRA posee Títulos Públicos en cartera por unos 44.000 M$ y lleva dados otros 30.000 millones por Adelantos Transitorios a la Tesorería: un total de 74.000 M$ (equivalentes a unos 20.000 MD).

Paralelamente, la ANSES tiene Deuda Pública en cartera por unos 60.000 M$ (equivalentes a unos 16.000 MD): es el 60 % sobre el total de 101.000 $ del Fondo de Garantia de Sustentabilidad (FGS) del Sistema Previsional. Y las sumas prestadas por la ANSES a la Tesorería han venido teniendo un ritmo rapidamente creciente.

Las Deudas intra-Estado, en su mayoría Letras de Tesorería colocadas a plazos menores o iguales a un año, devengan intereses a tasas del 12.8 % y/o el equivalente de las LEBAC y NOBAC del BCRA, que hoy oscilan entre 14.5 y 16 % anual.

Este procedimiento generalizado de tomar fondos de la propia Administración como Deuda Pública obliga algunas consideraciones especiales.


QUÉ SIGNIFICA LA DEUDA INTRA-ESTADO?

La Deuda Pública de la Administración Central crece inercialmente al ritmo de unos 9.000 MD por año: 3.000 por Capitalización de Intereses, 4.000 por indexación de la Deuda en Pesos ajustada por CER (que se calcula con el IPC del INDEC y no por la Inflación Real, que lo duplica) y unos 2.000 de los pagos por cupones ligados al Crecimiento (UL PBI).

Sobre el stock total de la Deuda, que al 31.12.08 era de 175.000 MD, se estima que la Deuda Intra Sector Público es casi la tercera parte: el equivalente a unos 50.000 MD.

Cuál es el significado de esta importante proporción de Deuda Pública que está, directa o indirectamente, en manos del propio Estado?

En principio, el Gobierno pareciera haber “inventado”, no descubierto, algo así como la Piedra Filosofal: tomar dinero prestado de la propia Administración.

Pero, a poco que se analice, de este procedimiento surgen serios interrogantes y temores; y también explicaciones.

Cuando se dice que está aumentando la Deuda intra-Estado pero, a la vez, no decrece sino que sigue aumentando la Deuda Pública Total, eso quiere decir que no solamente se están tomando nuevas obligaciones con dinero público sino que esos fondos se están utilizando, en gran medida, para pagar “Deuda de Terceros”. Y esta deuda es la que corresponde a Acreedores Privados.

Dicho en buen romance: que el Gobierno está pagando Deuda a Inversores Financieros Privados con dinero que sustrae de otros fines del Gasto Público.

No se sabe a quién está comprando Deuda el Gobierno Kirchner a través de este traspaso de obligaciones con Acreedores Privados a nuevas obligaciones a cargo del propio Estado.

Pero, además del destino de estos pagos que se compensan con emisión de nueva deuda que se coloca en la Administración Pública, está el problema del endeudamiento interno público en sí mismo.

En la medida que crece la Deuda intra-Estado ello significa que la prioridad de pago a determinados acreedores privados está restando fondos a otros rubros de la Administración para cumplir con esos acreedores a costa del desfinanciamiento de otras áreas u organismos.

Así, el aumento de la Deuda con la ANSES implica que los fondos que el Gobierno debiera aplicar a la actualización de haberes jubilatorios – Fallo Badaro y conexos – se están demorando y desviando al pago de la Deuda Pública, con fuerte peligro de descapitaliación del Sistema Previsional dado que el Gobierno Argentino carece de la capacidad de pago para amortizar el Capital de la Deuda Pública.

Igualmente, el aumento de la Deuda con el BCRA implica que los Activos Financieros del Banco que están colocados en la Tesorería son de baja calidad (Valor Real de Cotización menor que el Valor Nominal) y no sólo afectan el Patrimonio Neto sino que comprometen el respaldo de la Base Monetaria, que es un Pasivo del Banco Central.

Paralelamente, la aplicación de fondos de la ANSES a sostener Líneas de Préstamos a Tasa Subsidiada implica la pérdida de rentabilidad de los ahorros previsionales que debieran garantizar el poder adquisitivo de los haberes jubilatorios mientras se convalidan los márgenes de ganancia bancaria, precisamente en un momento en que los bancos tienen excedente de Liquidez.

Siguiendo la lógica teórica de la Ley de la Oferta y la Demanda, las Tasas de Interés debieran tender a la baja en momentos como éste, en que existe dinero sobrante no colocado en la Economía a través del Crédito. Pero el Gobierno, con fondos de la ANSES, subsidia las tasas privadas garantizando así el mínimo de rentabilidad financiera bancaria y sosteniendo en la práctica el alto nivel de dichas tasas de interés.

Y el Banco Central, que está colocando semanalmente Letras y Notas a tasas que van entre el 14.5 y el 16.2 % frena simultaneamente el ritmo de devaluación del peso manteniendo elevadas las tasas de interés de plaza como forma de contener la Fuga de Capitales y de atraer Dinero Especulativo que ingresa para lucrar con el arbitraje de las altas tasas locales y el tipo de cambio real retrasado.

Por eso las Tasas de Interés, que se encuentran hoy a niveles bajísimos en el Mundo, ofrecen márgenes récord de ganancia especulativa en la Argentina.


EL PANORAMA INMEDIATO.

Cuando se observa este tipo de comportamiento gubernamental, no resulta extraño que los sectores productivos - del Agro y la Industria - estén protestando mientras las Entidades Financieras permanecen calladas.

Es que el alto piso de las Tasas de Interés, que es un derivado directo del nivel y costo del Endeudamiento Público, fija no sólo el Gasto del Fisco en Servicios de la Deuda del Estado sino también el piso de todas las tasas de interés del Mercado; y determina así el mayor Costo Financiero que pesa sobre la Economía en general.

La encerrona fiscal ante el grave perfil de vencimientos de la Deuda – merma en los superávits gemelos (Fiscal y Externo), cierre de los mercados de capital para reestructuración de pasivos y altas tasas de interés – determina las decisiones de gobierno para el corto y mediano plazo.

Cuando, en medio de una nueva Crisis de Deuda – concentración de vencimientos superiores a los flujos financieros fiscales – un Gobierno adelanta Elecciones la presunción lógica es que va a tener que tomar algunas decisiones que pudieran serle desfavorables ante la Opinión Pública si las comunicara antes de los comicios.

La Administración Kirchner habría cerrado ya trato en casi todos los principales frentes de sus problemas inmediatos relacionados con la Deuda Pública: canje parcial de Préstamos Garantizados (en su mayoría en poder de Bancos y Compañías de Seguro locales) por BONAR 2014, oferta de pago anticipado de los cupones por Capital e Intereses de los BODEN 2012, acuerdo en principio con la propuesta de los Bancos Barclays-Citi-Deustche para la reestructuración de parte de los Holdouts, pre-acuerdo de refinanciación de la Deuda Externa con los países del Club de París, nuevos paquetes de préstamos del Banco Mundial (por 4.000 MD) y del BID (por unos 2.000 MD), mantenimiento de las líneas de credito contingente del BCRA con el BIS de Basilea y swaps de monedas con China y con Brasil para refuerzo de reservas internacionales; e incluso una eventual vuelta al FMI.

Estaría todo “abrochado”, los pre-acuerdos en cada uno de estos frentes ya estarían cerrados, los compromisos de base – y también de procedimiento – se encontrarían allanados. Sólo falta esperar el resultado de las Elecciones del 28.6 para transmitirlos a partir de esa fecha a la Opinión Pública.

Se trata, como siempre, de lograr una prueba de apoyo del electorado o demostración de fuerza interna que los grandes Acreedores de la Argentina exigen periódicamente a los gobiernos de turno para acordar nuevas reestructuraciones de la Deuda Perpetua del país, cuyos resultados deberán ser presentados luego como “éxitos de negociación” y “confianza” de los Mercados de Capitales.

Este conjunto de acuerdos, dada la gravedad de la nueva Crisis de Deuda Argentina, no podía esperar definiciones político-partidocráticas hasta Octubre: las cosas, según el dictado de los Acreedores, debieran ser formalizadas antes.

Después del fracaso del Megacanje Kirchner-Lavagna de Junio de 2005 (la salida del default), en medio de una fuerte presión financiera para que el país aumente los recursos fiscales que se aplican al Servicio de la Deuda y bajo el condicionamiento de los acuerdos sectoriales que ya habrían sido arreglados, el Gobierno Kirchner avanza confiado en un resultado de las elecciones legislativas del 28.6, que le sería favorable ya no por mérito propio de su gestión sino por la orfandad y vacío de alternativas de la Oposición Política.

Es muy probable que el resultado de estas elecciones no sea vital para la continuidad de la actual gestión de Gobierno - a menos que se dé el hipotético caso de una derrota significativa - de modo que tales resultados lo que realmente allanarían no es un cambio de Políticas pero sí un cambio de acciones o medidas concretas a tomar desde el Gobierno a corto plazo. Y estas medidas estarían ligadas directa y necesariamente con los nuevos arreglos pre-acordados en materia de Deuda Pública.

Por eso el Gobierno Kirchner (sintomáticamente ayudado por el desafío del Jefe de Gobierno de la CABA, Mauricio Macri) necesitaba una excusa para adelantar las Elecciones de Octubre, ya que la presión de los Acreedores y las decisiones a tomar en consecuencia no podían dilatarse hasta esa fecha en momentos que el país amenazaba incurrir de hecho en alguna nueva variante de default.

De allí la realización de todo un conjunto de pasos convergentes dados por el Gobierno desde el año pasado hasta ahora en función del replanteo del tema de la Deuda Pública: a) recompras parciales de títulos por licitación, como muestra de rescate y como forma de compensación del aumento inercial de la Deuda, b) estatización de los fondos jubilatorios de las AFJP, como forma de rescate de Bonos del Estado y garantía de mayor capacidad fiscal de repago, c) freno a la devaluación del peso por el BCRA, con baja del Tipo de Cambio Real, d) aumento del piso de las Tasas de Interés de la Deuda y del Mercado, e) mantenimiento de las colocaciones de LEBAC/NOBAC pagando altas tasas de interés mayoristas, f) sostén del nivel de las ganancias bancarias a través de préstamos con fondos de la ANSES a Tasas de Interés subsidiadas, g) conversión de contratos de Préstamos Garantizados en Bonos cotizables en Bolsa, h) aumento sustancial de la Deuda Intra-Sector Público incrementando los pagos de Capital a los Acreedores Privados, i) conversión de Letras colocadas en la ANSES por Bonos también cotizables en Bolsa, j) pre-acuerdo con la propuesta bancaria internacional de reapertura del canje de bonos con los Holdouts, k) oferta de pago anticipado de los BODEN 2012, l) avance del arreglo de la Deuda Externa con el Club de París, y m) nuevos paquetes de préstamos de los Organismos Multilaterales de Crédito (Banco Mundial, BID y eventualmente FMI).

Los pasos ya estarían acordados, las señales ya han sido dadas, los arreglos ya estarían negociados: las concesiones ya fueron aceptadas por el Gobierno antes de las elecciones; y precisamente para poder llegar relativamente bien a esas elecciones.

La Administración Kirchner esperaría así confiada en allanar su gestión para el trienio 2009-2011, difiriendo fuertemente los compromisos de pago que le caen en un futuro cercano por medio de la emisión de Deuda Nueva, a tasa más cara, y pateando para más adelante parte de su perfil de vencimientos bajo las nuevas formas de re-endeudamiento público en curso.

A pocos días de los comicios y en el marco de la dependencia cada vez más acentuada que existe entre los ciclos políticos de Gobierno y los ciclos financieros de Deuda – que son los que determinan las grandes decisiones de Estado - por el momento sólo resta esperar este nuevo acto de la puesta en escena de una partidocracia agotada y vacía para enfrentarnos a la realidad post-electoral del Sistema de la Deuda.-


Alberto TOSTI
10.6.2009

CARTA A LOS PRESBITEROS POR EL AÑO SACERDOTAL

CIUDAD DEL VATICANO, 18 JUN 2009 (VIS).-El Papa ha dirigido una carta a los presbíteros del mundo con motivo del Año Sacerdotal, en el 150 aniversario de la muerte de Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars.

Mañana, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús y jornada de santificación sacerdotal, Benedicto XVI inaugurará este año jubilar durante la celebración de las vísperas en la basílica vaticana.

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"Queridos hermanos en el Sacerdocio:

He resuelto convocar oficialmente un "Año Sacerdotal" con ocasión del 150 aniversario del "dies natalis" de Juan María Vianney, el Santo Patrón de todos los párrocos del mundo, que comenzará el viernes 19 de junio de 2009, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús -jornada tradicionalmente dedicada a la oración por la santificación del clero-.Este año desea contribuir a promover el compromiso de renovación interior de todos los sacerdotes, para que su testimonio evangélico en el mundo de hoy sea más intenso e incisivo, y se concluirá en la misma solemnidad de 2010.

"El Sacerdocio es el amor del corazón de Jesús", repetía con frecuencia el Santo Cura de Ars. Esta conmovedora expresión nos da pie para reconocer con devoción y admiración el inmenso don que suponen los sacerdotes, no sólo para la Iglesia, sino también para la humanidad misma. Tengo presente a todos los presbíteros que con humildad repiten cada día las palabras y los gestos de Cristo a los fieles cristianos y al mundo entero, identificándose con sus pensamientos, deseos y sentimientos, así como con su estilo de vida. ¿Cómo no destacar sus esfuerzos apostólicos, su servicio infatigable y oculto, su caridad que no excluye a nadie? Y ¿qué decir de la fidelidad entusiasta de tantos sacerdotes que, a pesar de las dificultades e incomprensiones, perseveran en su vocación de "amigos de Cristo", llamados personalmente, elegidos y enviados por Él?

Todavía conservo en el corazón el recuerdo del primer párroco con el que comencé mi ministerio como joven sacerdote: fue para mí un ejemplo de entrega sin reservas al propio ministerio pastoral, llegando a morir cuando llevaba el viático a un enfermo grave. También repaso los innumerables hermanos que he conocido a lo largo de mi vida y últimamente en mis viajes pastorales a diversas naciones, comprometidos generosamente en el ejercicio cotidiano de su ministerio sacerdotal.

Pero la expresión utilizada por el Santo Cura de Ars evoca también la herida abierta en el Corazón de Cristo y la corona de espinas que lo circunda. Y así, pienso en las numerosas situaciones de sufrimiento que aquejan a muchos sacerdotes, porque participan de la experiencia humana del dolor en sus múltiples manifestaciones o por las incomprensiones de los destinatarios mismos de su ministerio: ¿Cómo no recordar tantos sacerdotes ofendidos en su dignidad, obstaculizados en su misión, a veces incluso perseguidos hasta ofrecer el supremo testimonio de la sangre?

Sin embargo, también hay situaciones, nunca bastante deploradas, en las que la Iglesia misma sufre por la infidelidad de algunos de sus ministros. En estos casos, es el mundo el que sufre el escándalo y el abandono. Ante estas situaciones, lo más conveniente para la Iglesia no es tanto resaltar escrupulosamente las debilidades de sus ministros, cuanto renovar el reconocimiento gozoso de la grandeza del don de Dios, plasmado en espléndidas figuras de Pastores generosos, religiosos llenos de amor a Dios y a las almas, directores espirituales clarividentes y pacientes. En este sentido, la enseñanza y el ejemplo de san Juan María Vianney pueden ofrecer un punto de referencia significativo.

El Cura de Ars era muy humilde, pero consciente de ser, como sacerdote, un inmenso don para su gente: "Un buen pastor, un pastor según el Corazón de Dios, es el tesoro más grande que el buen Dios puede conceder a una parroquia, y uno de los dones más preciosos de la misericordia divina". Hablaba del sacerdocio como si no fuera posible llegar a percibir toda la grandeza del don y de la tarea confiados a una criatura humana: "¡Oh, qué grande es el sacerdote! Si se diese cuenta, moriría... Dios le obedece: pronuncia dos palabras y Nuestro Señor baja del cielo al oír su voz y se encierra en una pequeña ostia...". Explicando a sus fieles la importancia de los sacramentos decía: "Si desapareciese el sacramento del Orden, no tendríamos al Señor. ¿Quién lo ha puesto en el sagrario? El sacerdote. ¿Quién ha recibido vuestra alma apenas nacidos? El sacerdote. ¿Quién la nutre para que pueda terminar su peregrinación? El sacerdote. ¿Quién la preparará para comparecer ante Dios, lavándola por última vez en la sangre de Jesucristo? El sacerdote, siempre el sacerdote. Y si esta alma llegase a morir [a causa del pecado], ¿quién la resucitará y le dará el descanso y la paz? También el sacerdote... ¡Después de Dios, el sacerdote lo es todo!... Él mismo sólo lo entenderá en el cielo".

Estas afirmaciones, nacidas del corazón sacerdotal del santo párroco, pueden parecer exageradas. Sin embargo, revelan la altísima consideración en que tenía el sacramento del sacerdocio. Parecía sobrecogido por un inmenso sentido de la responsabilidad: "Si comprendiéramos bien lo que representa un sacerdote sobre la tierra, moriríamos: no de pavor, sino de amor... Sin el sacerdote, la muerte y la pasión de Nuestro Señor no servirían de nada. El sacerdote continúa la obra de la redención sobre la tierra... ¿De qué nos serviría una casa llena de oro si no hubiera nadie que nos abriera la puerta? El sacerdote tiene la llave de los tesoros del cielo: él es quien abre la puerta; es el administrador del buen Dios; el administrador de sus bienes... Dejad una parroquia veinte años sin sacerdote y adorarán a las bestias... El sacerdote no es sacerdote para sí mismo, sino para vosotros".

Llegó a Ars, una pequeña aldea de 230 habitantes, advertido por el Obispo sobre la precaria situación religiosa: "No hay mucho amor de Dios en esa parroquia; usted lo pondrá". Bien sabía él que tendría que encarnar la presencia de Cristo dando testimonio de la ternura de la salvación: "Dios mío, concédeme la conversión de mi parroquia; acepto sufrir todo lo que quieras durante toda mi vida". Con esta oración comenzó su misión. El Santo Cura de Ars se dedicó a la conversión de su parroquia con todas sus fuerzas, insistiendo por encima de todo en la formación cristiana del pueblo que le había sido confiado.

Queridos hermanos en el Sacerdocio, pidamos al Señor Jesús la gracia de aprender también nosotros el método pastoral de san Juan María Vianney. En primer lugar, su total identificación con el propio ministerio. En Jesús, Persona y Misión tienden a coincidir: toda su obra salvífica era y es expresión de su "Yo filial", que está ante el Padre, desde toda la eternidad, en actitud de amorosa sumisión a su voluntad. De modo análogo y con toda humildad, también el sacerdote debe aspirar a esta identificación. Aunque no se puede olvidar que la eficacia sustancial del ministerio no depende de la santidad del ministro, tampoco se puede dejar de lado la extraordinaria fecundidad que se deriva de la confluencia de la santidad objetiva del ministerio con la subjetiva del ministro. El Cura de Ars emprendió en seguida esta humilde y paciente tarea de armonizar su vida como ministro con la santidad del ministerio confiado, "viviendo" incluso materialmente en su Iglesia parroquial: "En cuanto llegó, consideró la Iglesia como su casa... Entraba en la Iglesia antes de la aurora y no salía hasta después del Angelus de la tarde. Si alguno tenía necesidad de él, allí lo podía encontrar", se lee en su primera biografía.

La devota exageración del piadoso hagiógrafo no nos debe hacer perder de vista que el Santo Cura de Ars también supo "hacerse presente" en todo el territorio de su parroquia: visitaba sistemáticamente a los enfermos y a las familias; organizaba misiones populares y fiestas patronales; recogía y administraba dinero para sus obras de caridad y para las misiones; adornaba la iglesia y la dotaba de paramentos sacerdotales; se ocupaba de las niñas huérfanas de la "Providence" (un Instituto que fundó) y de sus formadoras; se interesaba por la educación de los niños; fundaba hermandades y llamaba a los laicos a colaborar con él.

Su ejemplo me lleva a poner de relieve los ámbitos de colaboración en los que se debe dar cada vez más cabida a los laicos, con los que los presbíteros forman un único pueblo sacerdotal y entre los cuales, en virtud del sacerdocio ministerial, están puestos "para llevar a todos a la unidad del amor: 'amándose mutuamente con amor fraterno, rivalizando en la estima mutua' (Rm 12, 10)". En este contexto, hay que tener en cuenta la encarecida recomendación del Concilio Vaticano II a los presbíteros de "reconocer sinceramente y promover la dignidad de los laicos y la función que tienen como propia en la misión de la Iglesia... Deben escuchar de buena gana a los laicos, teniendo fraternalmente en cuenta sus deseos y reconociendo su experiencia y competencia en los diversos campos de la actividad humana, para poder junto con ellos reconocer los signos de los tiempos".

El Santo Cura de Ars enseñaba a sus parroquianos sobre todo con el testimonio de su vida. De su ejemplo aprendían los fieles a orar, acudiendo con gusto al sagrario para hacer una visita a Jesús Eucaristía. "No hay necesidad de hablar mucho para orar bien", les enseñaba el Cura de Ars. "Sabemos que Jesús está allí, en el sagrario: abrámosle nuestro corazón, alegrémonos de su presencia. Ésta es la mejor oración". Y les persuadía: "Venid a comulgar, hijos míos, venid donde Jesús. Venid a vivir de Él para poder vivir con Él...". "Es verdad que no sois dignos, pero lo necesitáis". Dicha educación de los fieles en la presencia eucarística y en la comunión era particularmente eficaz cuando lo veían celebrar el Santo Sacrificio de la Misa. Los que asistían decían que "no se podía encontrar una figura que expresase mejor la adoración... Contemplaba la ostia con amor". Les decía: "Todas las buenas obras juntas no son comparables al Sacrificio de la Misa, porque son obras de hombres, mientras la Santa Misa es obra de Dios". Estaba convencido de que todo el fervor en la vida de un sacerdote dependía de la Misa: "La causa de la relajación del sacerdote es que descuida la Misa. Dios mío, ¡qué pena el sacerdote que celebra como si estuviese haciendo algo ordinario!". Siempre que celebraba, tenía la costumbre de ofrecer también la propia vida como sacrificio: "¡Cómo aprovecha a un sacerdote ofrecerse a Dios en sacrificio todas las mañanas!".

Esta identificación personal con el Sacrificio de la Cruz lo llevaba -con una sola moción interior- del altar al confesionario. Los sacerdotes no deberían resignarse nunca a ver vacíos sus confesonarios ni limitarse a constatar la indiferencia de los fieles hacia este sacramento. En Francia, en tiempos del Santo Cura de Ars, la confesión no era ni más fácil ni más frecuente que en nuestros días, pues el vendaval revolucionario había arrasado desde hacía tiempo la práctica religiosa. Pero él intentó por todos los medios, en la predicación y con consejos persuasivos, que sus parroquianos redescubriesen el significado y la belleza de la Penitencia sacramental, mostrándola como una íntima exigencia de la presencia eucarística. Supo iniciar así un "círculo virtuoso". Con su prolongado estar ante el sagrario en la Iglesia, consiguió que los fieles comenzasen a imitarlo, yendo a visitar a Jesús, seguros de que allí encontrarían también a su párroco, disponible para escucharlos y perdonarlos. Al final, una muchedumbre cada vez mayor de penitentes, provenientes de toda Francia, lo retenía en el confesionario hasta 16 horas al día. Se comentaba que Ars se había convertido en "el gran hospital de las almas". Su primer biógrafo afirma: "La gracia que conseguía [para que los pecadores se convirtiesen] era tan abundante que salía en su búsqueda sin dejarles un momento de tregua". En este mismo sentido, el Santo Cura de Ars decía: "No es el pecador el que vuelve a Dios para pedirle perdón, sino Dios mismo quien va tras el pecador y lo hace volver a Él". "Este buen Salvador está tan lleno de amor que nos busca por todas partes".

Todos los sacerdotes hemos de considerar como dirigidas personalmente a nosotros aquellas palabras que él ponía en boca de Jesús: "Encargaré a mis ministros que anuncien a los pecadores que estoy siempre dispuesto a recibirlos, que mi misericordia es infinita". Los sacerdotes podemos aprender del Santo Cura de Ars no sólo una confianza infinita en el sacramento de la Penitencia, que nos impulse a ponerlo en el centro de nuestras preocupaciones pastorales, sino también el método del "diálogo de salvación" que en él se debe entablar. El Cura de Ars se comportaba de manera diferente con cada penitente. Quien se acercaba a su confesionario con una necesidad profunda y humilde del perdón de Dios, encontraba en él palabras de ánimo para sumergirse en el "torrente de la divina misericordia" que arrastra todo con su fuerza. Y si alguno estaba afligido por su debilidad e inconstancia, con miedo a futuras recaídas, el Cura de Ars le revelaba el secreto de Dios con una expresión de una belleza conmovedora: "El buen Dios lo sabe todo. Antes incluso de que se lo confeséis, sabe ya que pecaréis nuevamente y sin embargo os perdona. ¡Qué grande es el amor de nuestro Dios que le lleva incluso a olvidar voluntariamente el futuro, con tal de perdonarnos!". A quien, en cambio, se acusaba de manera fría y casi indolente, le mostraba, con sus propias lágrimas, la evidencia seria y dolorosa de lo "abominable" de su actitud: "Lloro porque vosotros no lloráis", decía. "Si el Señor no fuese tan bueno... pero lo es. Hay que ser un bárbaro para comportarse de esta manera ante un Padre tan bueno". Provocaba el arrepentimiento en el corazón de los tibios, obligándoles a ver con sus propios ojos el sufrimiento de Dios por los pecados como "encarnado" en el rostro del sacerdote que los confesaba. Si alguno manifestaba deseos y actitudes de una vida espiritual más profunda, le mostraba abiertamente las profundidades del amor, explicándole la inefable belleza de vivir unidos a Dios y estar en su presencia: "Todo bajo los ojos de Dios, todo con Dios, todo para agradar a Dios... ¡Qué maravilla!". Y les enseñaba a orar: "Dios mío, concédeme la gracia de amarte tanto cuanto yo sea capaz".

El Cura de Ars consiguió en su tiempo cambiar el corazón y la vida de muchas personas, porque fue capaz de hacerles sentir el amor misericordioso del Señor. Urge también en nuestro tiempo un anuncio y un testimonio similar de la verdad del Amor: "Deus caritas est" (1 Jn 4, 8). Con la Palabra y con los Sacramentos de su Jesús, Juan María Vianney edificaba a su pueblo, aunque a veces se agitaba interiormente porque no se sentía a la altura, hasta el punto de pensar muchas veces en abandonar las responsabilidades del ministerio parroquial para el que se sentía indigno. Sin embargo, con un sentido de la obediencia ejemplar, permaneció siempre en su puesto, porque lo consumía el celo apostólico por la salvación de las almas. Se entregaba totalmente a su propia vocación y misión con una ascesis severa: "La mayor desgracia para nosotros los párrocos -deploraba el Santo- es que el alma se endurezca"; con esto se refería al peligro de que el pastor se acostumbre al estado de pecado o indiferencia en que viven muchas de sus ovejas.

Dominaba su cuerpo con vigilias y ayunos para evitar que opusiera resistencia a su alma sacerdotal. Y se mortificaba voluntariamente en favor de las almas que le habían sido confiadas y para unirse a la expiación de tantos pecados oídos en confesión. A un hermano sacerdote, le explicaba: "Le diré cuál es mi receta: doy a los pecadores una penitencia pequeña y el resto lo hago yo por ellos". Más allá de las penitencias concretas que el Cura de Ars hacía, el núcleo de su enseñanza sigue siendo en cualquier caso válido para todos: las almas cuestan la sangre de Cristo y el sacerdote no puede dedicarse a su salvación sin participar personalmente en el "alto precio" de la redención.

En la actualidad, como en los tiempos difíciles del Cura de Ars, es preciso que los sacerdotes, con su vida y obras, se distingan por un vigoroso testimonio evangélico. Pablo VI ha observado oportunamente: "El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan, o si escucha a los que enseñan, es porque dan testimonio". Para que no nos quedemos existencialmente vacíos, comprometiendo con ello la eficacia de nuestro ministerio, debemos preguntarnos constantemente: "¿Estamos realmente impregnados por la palabra de Dios? ¿Es ella en verdad el alimento del que vivimos, más que lo que pueda ser el pan y las cosas de este mundo? ¿La conocemos verdaderamente? ¿La amamos? ¿Nos ocupamos interiormente de esta palabra hasta el punto de que realmente deja una impronta en nuestra vida y forma nuestro pensamiento?". Así como Jesús llamó a los Doce para que estuvieran con Él (cf. Mc 3, 14), y sólo después los mandó a predicar, también en nuestros días los sacerdotes están llamados a asimilar el "nuevo estilo de vida" que el Señor Jesús inauguró y que los Apóstoles hicieron suyo.

La identificación sin reservas con este "nuevo estilo de vida" caracterizó la dedicación al ministerio del Cura de Ars. El Papa Juan XXIII en la Carta encíclica "Sacerdotii nostri primordia", publicada en 1959, en el primer centenario de la muerte de san Juan María Vianney, presentaba su fisonomía ascética refiriéndose particularmente a los tres consejos evangélicos, considerados como necesarios también para los presbíteros: "Y, si para alcanzar esta santidad de vida, no se impone al sacerdote, en virtud del estado clerical, la práctica de los consejos evangélicos, ciertamente que a él, y a todos los discípulos del Señor, se le presenta como el camino real de la santificación cristiana".

El Cura de Ars supo vivir los "consejos evangélicos" de acuerdo a su condición de presbítero. En efecto, su pobreza no fue la de un religioso o un monje, sino la que se pide a un sacerdote: a pesar de manejar mucho dinero (ya que los peregrinos más pudientes se interesaban por sus obras de caridad), era consciente de que todo era para su iglesia, sus pobres, sus huérfanos, sus niñas de la "Providence", sus familias más necesitadas. Por eso "era rico para dar a los otros y era muy pobre para sí mismo". Y explicaba: "Mi secreto es simple: dar todo y no conservar nada". Cuando se encontraba con las manos vacías, decía contento a los pobres que le pedían: "Hoy soy pobre como vosotros, soy uno de vosotros". Así, al final de su vida, pudo decir con absoluta serenidad: "No tengo nada... Ahora el buen Dios me puede llamar cuando quiera". También su castidad era la que se pide a un sacerdote para su ministerio. Se puede decir que era la castidad que conviene a quien debe tocar habitualmente con sus manos la Eucaristía y contemplarla con todo su corazón arrebatado y con el mismo entusiasmo la distribuye a sus fieles. Decían de él que "la castidad brillaba en su mirada", y los fieles se daban cuenta cuando clavaba la mirada en el sagrario con los ojos de un enamorado. También la obediencia de san Juan María Vianney quedó plasmada totalmente en la entrega abnegada a las exigencias cotidianas de su ministerio. Se sabe cuánto le atormentaba no sentirse idóneo para el ministerio parroquial y su deseo de retirarse "a llorar su pobre vida, en soledad". Sólo la obediencia y la pasión por las almas conseguían convencerlo para seguir en su puesto. A los fieles y a sí mismo explicaba: "No hay dos maneras buenas de servir a Dios. Hay una sola: servirlo como Él quiere ser servido". Consideraba que la regla de oro para una vida obediente era: "Hacer sólo aquello que puede ser ofrecido al buen Dios".

En el contexto de la espiritualidad apoyada en la práctica de los consejos evangélicos, me complace invitar particularmente a los sacerdotes, en este Año dedicado a ellos, a percibir la nueva primavera que el Espíritu está suscitando en nuestros días en la Iglesia, a la que los Movimientos eclesiales y las nuevas Comunidades han contribuido positivamente. "El Espíritu es multiforme en sus dones... Él sopla donde quiere. Lo hace de modo inesperado, en lugares inesperados y en formas nunca antes imaginadas... Él quiere vuestra multiformidad y os quiere para el único Cuerpo". A este propósito vale la indicación del Decreto Presbyterorum ordinis: "Examinando los espíritus para ver si son de Dios, [los presbíteros] han de descubrir mediante el sentido de la fe los múltiples carismas de los laicos, tanto los humildes como los más altos, reconocerlos con alegría y fomentarlos con empeño". Dichos dones, que llevan a muchos a una vida espiritual más elevada, pueden hacer bien no sólo a los fieles laicos sino también a los ministros mismos. La comunión entre ministros ordenados y carismas "puede impulsar un renovado compromiso de la Iglesia en el anuncio y en el testimonio del Evangelio de la esperanza y de la caridad en todos los rincones del mundo".

Quisiera añadir además, en línea con la Exhortación apostólica "Pastores dabo vobis" del Papa Juan Pablo II, que el ministerio ordenado tiene una radical "forma comunitaria" y sólo puede ser desempeñado en la comunión de los presbíteros con su Obispo. Es necesario que esta comunión entre los sacerdotes y con el propio Obispo, basada en el sacramento del Orden y manifestada en la concelebración eucarística, se traduzca en diversas formas concretas de fraternidad sacerdotal efectiva y afectiva. Sólo así los sacerdotes sabrán vivir en plenitud el don del celibato y serán capaces de hacer florecer comunidades cristianas en las cuales se repitan los prodigios de la primera predicación del Evangelio.

El Año Paulino que está para concluir orienta nuestro pensamiento también hacia el Apóstol de los gentiles, en quien podemos ver un espléndido modelo sacerdotal, totalmente "entregado" a su ministerio. "Nos apremia el amor de Cristo -escribía-, al considerar que, si uno murió por todos, todos murieron" (2 Co 5, 14). Y añadía: "Cristo murió por todos, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos" (2 Co 5, 15). ¿Qué mejor programa se podría proponer a un sacerdote que quiera avanzar en el camino de la perfección cristiana?

Queridos sacerdotes, la celebración del 150 aniversario de la muerte de San Juan María Vianney (1859) viene inmediatamente después de las celebraciones apenas concluidas del 150 aniversario de las apariciones de Lourdes (1858). Ya en 1959, el Beato Papa Juan XXIII había hecho notar: "Poco antes de que el Cura de Ars terminase su carrera tan llena de méritos, la Virgen Inmaculada se había aparecido en otra región de Francia a una joven humilde y pura, para comunicarle un mensaje de oración y de penitencia, cuya inmensa resonancia espiritual es bien conocida desde hace un siglo. En realidad, la vida de este sacerdote cuya memoria celebramos, era anticipadamente una viva ilustración de las grandes verdades sobrenaturales enseñadas a la vidente de Massabielle. Él mismo sentía una devoción vivísima hacia la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen; él, que ya en 1836 había consagrado su parroquia a María concebida sin pecado, y que con tanta fe y alegría había de acoger la definición dogmática de 1854". El Santo Cura de Ars recordaba siempre a sus fieles que "Jesucristo, cuando nos dio todo lo que nos podía dar, quiso hacernos herederos de lo más precioso que tenía, es decir de su Santa Madre".

Confío este Año Sacerdotal a la Santísima Virgen María, pidiéndole que suscite en cada presbítero un generoso y renovado impulso de los ideales de total donación a Cristo y a la Iglesia que inspiraron el pensamiento y la tarea del Santo Cura de Ars. Con su ferviente vida de oración y su apasionado amor a Jesús crucificado, Juan María Vianney alimentó su entrega cotidiana sin reservas a Dios y a la Iglesia. Que su ejemplo fomente en los sacerdotes el testimonio de unidad con el Obispo, entre ellos y con los laicos, tan necesario hoy como siempre. A pesar del mal que hay en el mundo, conservan siempre su actualidad las palabras de Cristo a sus discípulos en el Cenáculo: "En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo" (Jn 16, 33). La fe en el Maestro divino nos da la fuerza para mirar con confianza el futuro. Queridos sacerdotes, Cristo cuenta con vosotros. A ejemplo del Santo Cura de Ars, dejaos conquistar por Él y seréis también vosotros, en el mundo de hoy, mensajeros de esperanza, reconciliación y paz".

BXVI-CARTA/AÑO SACERDOTAL/... VIS 090618 (4000)

Carta del Sumo Pontífice Benedicto XVI para la convocación de un Año Sacerdotal con ocasión del 150 aniversario del dies natalis de Juan María Vianney (16 de junio de 2009)