Mons. Héctor Aguer, arzobispo de La Plata, presentó la Encíclica Caritas in Veritate de Benedicto XVI, en el marco inaugural del ciclo que lleva a cabo la Pastoral Social de la Arquidiócesis platense.
A continuación, brindamos una síntesis no textual de los conceptos expresados por Mons. Héctor Aguer:
La Encíclica busca la armonía entre el principio de subsidiariedad y de solidaridad. Contiene también una dimensión histórica, con referencia a la Encíclica Populorum Progressio de 1967, en la que afirmaba que la cuestión social adquirió una dimensión mundial, enlazada con la Quadragesimo Anno, explicando y actualizando la Rerum Novarum, sumadas al mensaje de Pío XII en 1940, y la publicación por Juan XXIII de Mater et Magistra.
Asimismo, en 1971 Pablo VI publicó la Octogesima Adveniens y Juan Pablo II la Encíclica Laborem Excercens y en 1991 la Centesimus Annus y la Sollicitudo Rei Socialis.
Ahora, Benedicto XVI propone una relectura de la Populorum Progressio, manifestando que el enfoque de Pablo VI es el de la Tradición de la Iglesia, y que no existe lo preconciliar o postconciliar
La Doctrina Social de la Iglesia ilumina con una misma luz que no cambia en el tiempo. Así, la Iglesia en su ser y obrar, actuando en la Caridad, tiende al desarrollo integral de la persona humana. Por ello, San Pío X afirmaba que la Iglesia al predicar al Cristo crucificado promueve el auténtico desarrollo del hombre, porque la Iglesia transmite humanidad.
Por ello, el auténtico desarrollo supone la dimensión trascendente del hombre, ya que sin Dios no hay auténtico desarrollo.
Hay una Teología del desarrollo. El subdesarrollo se debe a un enfoque sobre la naturaleza del hombre y su destino, y sus causas son fallas de la inteligencia y la voluntad.
Benedicto XVI en la Encíclica Caritas in Veritate aborda el tema del desarrollo. En el mercado, la ganancia es considerada como un fin, excluyendo el Bien común. Se trata en realidad de un problema moral, pues mientras destruye la riqueza a su paso va generando pobreza.
La acción de ese mercado prescindente de la moral es descripta por Benedicto XVI como una denuncia contra la actividad financiera especulativa, los flujos migratorios, las amenazas ecológicas por explotación irracional, la concentración de la riqueza, la corrupción e ilegalidad, las Multinacionales y grandes grupos nacionales que tienen políticas contra los derechos de los trabajadores, los desvíos de ayudas internacionales en donantes y destinatarios, las patentes de las naciones industriales que tornan inaccesibles los productos a las naciones sumidas en la pobreza, la globalización de los mercados y la persistencia del hambre.
En cuanto a la sociedad civil, la Encíclica hace un llamado a los ciudadanos y en especial a los católicos a participar en la gestión de Gobierno.
Dice Benedicto XVI que ayudar a los países pobres no es una dádiva, porque favorece a la actividad económica de los países pobres, y también al movimiento de capitales de los países ricos. Respecto de la vida, consigna que hay que ampliar el sentido de pobreza al aspecto “antivida”, y además al derecho a la libertad religiosa. Se trata de una valoración espiritual del desarrollo, en la cual hay que dirigirse hacia una economía humana.
Otro tema que aborda el Papa es la fraternidad, el desarrollo económico y la sociedad civil, manifestando que el ser humano está hecho para el don. La justicia conmutativa es insuficiente para el buen funcionamiento del mercado, se necesita además de la solidaridad, ya que los agentes del mercado son personas concretas. Es en la sociedad civil donde pueden establecerse las formas de la economía de la gratuidad.
Acerca de la globalización y la idea de una autoridad universal, Benedicto XVI propone la idea de una auténtica autoridad universal, según los criterios mencionados. La idea de esta globalización sería la de un mundo de Patrias, un punto que ha sido deformado por los medios de comunicación al difundir la noticia.
Se trata de una Encíclica religiosa, con la centralidad puesta en la Adoración, que promueve el uso correcto de la razón, con una apertura de ella a la trascendencia. En la misma la crisis y los problemas económicos no se ven de forma apocalíptica, ni como una nueva utopía, sino que transmite el ideal de una cultura cristiana. Finalmente, el papel decisivo de la política es atribuido a la sociedad civil, al protagonismo de los laicos en los ámbitos de decisión de la cosa pública.
PASTORAL SOCIAL
El ciclo de la Pastoral Social, difundiendo la aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia, programó el ciclo de presentación de la última Encíclica de Benedicto XVI, “Caritas in Veritate”, que continúa el día 16 de septiembre a las 19 hs con el Enfoque Económico y Financiero por Adolfo Rodríguez Hertz y Enrique Julio Aliaga; y el día 23 del mismo mes con el Enfoque Político y Cultural por Jorge Stok, Fernando de Estrada. Y finalmente el enfoque de la Sociedad Civil por Alberto Rezzónico, Miguel Angel Iribarne, Eduardo Serantes. Siempre en el Salón de los Espejos, Catedral - Calle 51 e/14 y 15, La Plata