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lunes, 1 de noviembre de 2010

LA ESPELUZNANTE MUERTE Y CONDENACIÓN DEL DR. RAYMOND DIOCRÉS

La muerte de Raymond Diocres

Se trata de una historia real acerca de un ilustre profesor de la Universidad de la Sorbona, quien fuera condenado al infierno: el doctor Raymond Diocrés.

En la vida de San Bruno, fundador de los Cartujos, se encuentra un hecho estudiado muy a fondo por los doctísimos Bolandistas, y que presenta a la crítica más formal todos los caracteres históricos de la autenticidad. Se designa con el nombre de bollandistas al grupo de colaboradores jesuitas que prosiguió la obra hagiográfica que el Padre Jean Bolland (1596-1665) iniciada en el Siglo XVII en Amberes, y que se dedicó a la recopilación de todos los datos posibles sobre los santos católicos.

El verídico relato es sobre un hecho acaecido en París en pleno día, en presencia de muchos millares de testigos, cuyos detalles han sido recogidos por sus contemporáneos, y que ha dado origen a una gran Orden religiosa.

Acababa de fallecer un célebre doctor de la Universidad de París llamado Raymond Diocrés, dejando universal admiración entre todos sus alumnos. Era el año 1082. Uno de los más sabios doctores de aquel tiempo, conocido en toda Europa por su ciencia, su talento y sus virtudes, llamado Bruno, se encontraba en esos momentos en París con cuatro compañeros, y se hizo un deber asistir a las exequias del ilustre difunto, como lo hizo muchísima gente.

Se había depositado el cuerpo en la catedral de Notre Damme (Nuestra Señora). El cuerpo estaba expuesto en el centro de la nave central y una inmensa multitud de fieles, alumnos y profesores rodeaba respetuosamente la cama, en la que, según costumbre de aquella época, estaba ubicado el difunto cubierto con un simple velo.

Se leyeron una de las lecciones del Oficio de difuntos, que empieza así:

"Respóndeme. ¡Cuán grandes y numerosas son tus iniquidades!" (Cuarta lectura de Maitines del Oficio de difuntos: Job, 13, 22-28).

Al pronunciar tales palabras, sale de debajo del fúnebre velo mortuorio una voz sepulcral, y todos los concurrentes oyen estas palabras:

"Por justo juicio de Dios he sido acusado".

Acuden precipitadamente, levantan el paño mortuorio: el pobre difunto estaba allí inmóvil, helado, completamente muerto. La ceremonia, momentáneamente interrumpida, continuó luego dejando aterrorizados y llenos de temor todos los concurrentes.

Se vuelve a empezar el Oficio, y al llegar a la referida lección: "Respóndeme", y esta vez a la vista de todo el mundo el muerto se levantó, y con robusta y acentuada voz dijo:

"Por justo juicio de Dios he sido juzgado".

Después de decir esas palabras, vuelve a caer. El terror del auditorio llega a su colmo: dos médicos certifican de nuevo la muerte: el cadáver estaba frío, rígido.

Muerte de Raymond Diocres

A causa del temor, no se tuvo valor para continuar, y se aplazó el Oficio para el día siguiente.

Las autoridades eclesiásticas no sabían qué resolver. Unos decían:

"Es un condenado; es indigno de las oraciones de la Iglesia".

Decían otros:

"No, todo esto es sin duda espantoso; pero al fin, ¿no seremos todos acusados primero y después juzgados por justo juicio de Dios?"

El Obispo fue de este parecer, y al siguiente día, a la misma hora, volvió a empezar la fúnebre ceremonia, hallándose presentes, como en la víspera, Bruno y sus compañeros. Toda la Universidad, todo París había acudido a la iglesia de Nuestra Señora. Vuelve, pues, a empezar el Oficio.

A la misma lección: "Respóndeme", el cuerpo del doctor Raymond se levanta de su asiento, y con un acento indescriptible que hiela de espanto a todos los concurrentes, exclama:

"Por justo juicio de Dios he sido condenado para siempre", y volvió a caer inmóvil.

Raymond Diocres el difunto condenado al infierno

Esta vez no quedaba duda alguna: el terrible prodigio, justificado hasta la evidencia, no admitía réplica.

Por orden del Obispo y del Cabildo, previa sesión, se despojó al cadáver de las insignias de sus dignidades, y fue llevado al muladar del Montfaucon (muladar era el sitio donde se vacía el estiércol o basura).

Al salir de la Iglesia Bruno, que contaría entonces cerca de cuarenta y cinco años de edad, se decidió irrevocablemente a dejar el mundo, y se fue con sus compañeros a buscar en las soledades de la Gran Cartuja, cerca de Grenoble, a un retiro donde pudiese asegurar su salvación, y preparar su alma para los justos juicios de Dios.

Verdaderamente, esta es la historia de un condenado que "volvía del infierno" no para salir de él, sino para dar un irrecusable testimonio.

EL DESAFIO DE LA RECONSTRUCCION DE LA NACION ARGENTINA

reconstruccion

Por Tcnl. José Javier de la Cuesta Ávila (LMGSM 1 / CMN 73)

No hay dudas que la Nación que se construyo en el Siglo XIX fue demolida a lo largo del XX y que es una responsabilidad reconstruirla en el actual. Los que así no lo saben, es porque están aprovechando de su deterioro y no sienten la misma responsabilidad generacional de la que hicieron gala nuestros antepasados. Por ello, el desafío de nuestra hora es la "reconstrucción" de nuestra Argentina, conforme sus capacidades y posibilidades para que ello sea el legado para nuestros hijos.

La nación es la síntesis del país ajustado por las leyes.El país es la sumatoria de su territorio con su gente y las leyes el medio de amalgamar las acciones, optimizando los desarrollos del presente, para que sirvan de apoyos al futuro. Esta unión de país, leyes y futuro, es la tarea que cumplen los gobiernos que, acumulando esfuerzos y realizaciones, constituyen la estructura en la que se realiza la sociedad. Todo ello, consecuentemente, tiene su origen en la clase politica, que, así, es el medio que obra como esencia que aglutina los aportes individuales para sumarlos como efectos para el bien común.

El crecimiento de la población y el incremento de las acciones, hace imposible el accionar aislado individual que, para realizarse, necesita del entorno donde cada uno se integra con los demás, en los diversos escalones de contacto que tienen origen en la familia y fin en el universo. Esta cuestión, lleva a la necesidad de las representaciones sucesivas y al basamento de la democracia.

La democracia es, por lo tanto, el acuerdo para el aporte personal con respeto a la individualidad, aceptado, voluntariamente, bajo el objetivo que, con ello, se logra libertad y oportunidad. La libertad y la oportunidad, bajo el escenario de la democracia, son los carriles que llevan, en forma particular y plural, a la prosperidad, que es el mejoramiento de la vida logrado por el esfuerzo de cada uno dentro de los avances de los conjuntos.

La realidad de un planeta que, manteniendo su geografía, se empequeñece en los hechos por la comunicación, es la razón que exige consolidar las identidades, al mismo tiempo, que encontrar las formas de adaptarse ante las diferencias, para que ellas resulte innovación que suma capacidades que alcanzan, sucesivamente, la posibilidad del progreso y el bienestar.

Argentina, no existía como comunidad en el Siglo XVIII, ya que no era solo una idea en el sistema virreinal. Ella comienza a despertar como consecuencia de los efectos de la evolución europea, que moviliza, tras la búsqueda de respuesta a los nuevos escenarios. El país, realmente un desierto, se conforma con el trasplante a su territorio de la cultura hispanica, originada de la corriente occidental y cristiana, dando lugar al mas exitoso proceso de integración, alentado por la oferta de la evolución.

Es allí, donde se comienza a "construir" nuestra Nación. Vemos que, junto a los hechos de armas que conforman el escudo protector, se comienza la tarea de encontrar los medios para aglutinarnos, sobre los soportes de la ley. Cada paso que se da, cada tipo de autoridad que se fija y cada reunión que se realiza, giran sobre el mismo objetivo.

Encontrar una formula que nos haga iguales, pese a las naturales desigualdades. Es por ello, que se afirma que nuestra democracia nace de los acuerdos, y no es la resultante de las presiones de las masas o los aludes de las turbas. Esta forma de "construir" la Nación Argentina, no tan solo demuestra la nobleza de su nacimiento, sino es la mas clara muestra del "patriotismo" que alentaba a las mentes de aquellos prohombres.

De los múltiples aportes de aquellos genios, sin dudas, las ideas de Juan Bautista Alberdi Araoz, son las que sintetizan las ansias y las esperanzas, que son recogidas magistralmente en la redacción de la Constitucion Nacional del año 1853. Se llega al acuerdo por la "voluntad" de los "pueblos" (ciudades virreinales) con la amplitud de abrirse para que otros puedan acceder a un proceso, cuya finalidad, es dar oportunidades para lograr el éxito. La actualidad de "Las bases..." de Alberdi es tal, que su lectura en el presente, es una manera de encontrar en ella respuesta para el futuro.

Durante el Siglo XX, las "ideas" y los "intereses", privaron sobre la concrecion de las "necesidades y aspiraciones", y la "democracia del acuerdo" fue suplantada por la "democracia de masas". Se olvido que la base de la unión, era aceptar la "igualdad de la desigualdad", como sustento de las acciones comunes y, con ello, se volvió, anímicamente, al fragor de las dudas de los primeros pasos hacia la independencia.

La Nación Argentina llega al Siglo XXI con las mismas características como país (territorio y población), pero con deformación entre lo que se esperaba por la constitución y lo que determinan las leyes.

Argentina se "institucionalizo" en un perfil legal que no se ajusta, aun, en algunas casos hasta difiere, de lo que se acordó como base de la Carta Magna. Esta deformación en la ley hace que la comunidad se encuentre entre una aspiración pactada acordada y una realidad impuesta que la suplanta. Se evidencia esta drama en una serie de hechos, facilmente comprobables, que van desde la disminución de la participacion electoral hasta la "fuga" de capitales, para no decir el encumbramiento de una clase de dirigentes, la impunidad ante actos delictivos y, hasta, la indisciplina y la violencia que conducen al caos y el riesgo de continuidad.

En Argentina se ha montado un régimen durante el Siglo XX que esta basado en "ideologías" y "corporaciones", que atiende "ideas o intereses" administrados por las "cúpulas", las mas de las veces para su provecho propio,y que olvida el deber de satisfacer "necesidades y aspiraciones" de la sociedad con destino al bien común. El argentino se ha convertido en "habitante" dejando de ser "ciudadano" con lo que se ha destruido la esencia del "conciudadano" que nos hace uno desde el valor de todos.

El desafío de nuestro presente es, por lo tanto, encontrar las vías positivas que permita "reconstruir" el sistema para que el mismo se vuelva operativo, recupere los valores que en el pasado demostraron su conveniencia y descarte el "lastre" que le impide avanzar. Sin dudas, este devenir para volver a ser una Nación, tiene que ser encontrado en los mismos carriles de consenso inteligente y de actuación honesta que nuestros antepasados utilizaron en el Siglo XIX.

INVITAN AL ACTO DE LA CÁTEDRA LIBRE ARMENIA DE LA UNIV. ARGENTINA JOHN F. KENNEDY EL 10 DE NOVIEMBRE A LAS 19 HS

ACTO ARMENIO UNIVERSIDAD KENNEDY

La Cátedra Libre Armenia de la Universidad Argentina John F. Kennedy, en su 39° Aniversario, tiene el agrado de invitar a Ud. al acto académico en homenaje a dos instituciones armenias centenarias fundadas en la Diáspora: UGAB (1906) y HOM (1910).

Apertura: Dra. María Elisa Herren de David, Rectora de la Universidad Argentina John F. Kennedy.

Oradores:

Sr. Rubén V. Kechichian, Presidente UGAB – Unión General Armenia de Beneficencia en Buenos Aires. Miembro de la UGAB – Consejo Central, sede New York

Dra. Graciela Kevorkian, Miembro de HOM – Asociación Civil Armenia de Beneficencia en Buenos Aires. Integrante de HOM- Comisión Central, sede Boston.

Coordina: Dra. Rosa Majian, Directora de la Cátedra Armenia creada en 1971. Académica. Miembro en el Exterior de la Academia Armenia de Filosofía.

El acto tendrá lugar en el auditorio Presidencia Dr. Arturo Frondizi

Bartolomé Mitre 2152 (CABA)

Miércoles 10 de Noviembre de 2010 a las 19 hs.

LAS OBLIGACIONES PRIMARIAS

a provida

Por el Dr.Francisco Bénard

Abogado y Periodista

Las relaciones primarias surgen de las relaciones básicas que se sustentan en los lazos de sangre entre hijos y padres y de padres a abuelos. Llegada cierta edad y como una consecuencia natural en nuestra vida cronológica, nuestros hijos llegan a ser padres y nosotros abuelos.

Así como hay cuatro estaciones en el año que señalan cambios, nosotros transitamos un camino con varias estaciones.Se suele decir que los hijos de nuestros hijos son doblemente hijos nuestros y se suele decir que en determinada etapa de nuestra vida nosotros podemos llegar a ser hijos de nuestros propios hijos. Es la consecuencia natural del transcurso de nuestras vidas y así llegamos a ser hijos de nuestros hijos. En  cada etapa hay alegrías diferentes. Primero es el nacimiento de nuestros hijos.Después el nacimiento de nuestros nietos.

Dichosos aquellos que tienen vivos a sus padres. Mi padre está y lo sé junto a Dios y desde allí me protege y me cuida. Mi madre que aún vive  es casi una hija mía. Dicen que cada uno es prisionero de su propia historia. Ello es verdad. Mi madre perdió a su padre siendo una niñita de seis meses, se puede decir que creció sin padre. Mi padre no fue sólo su marido, sino también casi como un padre. Al morir mi padre ella pasó a ser como una hija mía no mucho más grande que yo. Era muy jovencita cuando me trajo al mundo. Sola y entonces , con todo mi amor, pasé a cumplir el "legado moral" que me dejo mi viejo. Como no cuidarla. Como no quererla "dos veces" , como a veces digo.

Así son las relaciones primarias. Son algo así como les cuento. Es el "amor" y la "sangre" que marca a fuego la relación entre estos seres que tanto se aman. Amo a mis hijos porque Dios nos los regaló después de momentos por demás complicados. Amo a mi mujer, porque me dio tres hijos. Apuesto al número tres porque a esa hora murió Jesús, porque a esa hora aproximadamente nacieron mis tres hijos y porque a esa hora aproximadamente mi mujer salvó su vida.

Gracias Señor por haberme dado la mujer que pusiste en mi camino. Gracias Señor por haberme dado los hijos que me diste,los yernos que me diste y los nietos que tenemos.Gracias Señor por tenerla a mi madre todavía viva. Gracias Señor por tenerlo a mi padre junto a Ti. ¿ Como lo sé? Lo percibo y lo siento y desde lo más profundo de mi corazón.