Graciela Di Perna, que se abstuvo en la votación en particular del proyecto de Salud Mental, afirmó que le parece "contradictorio" que algunos hayan avalado la iniciativa pese a reconocer sus fallas.
Di Perna es la secretaria de la Comisión de Salud de la Cámara alta, declaró a un medio de información legislativa capitalino que se realizó este año la primera reunión del Consejo Federal Legislativo de Salud (COFELESA), que se hizo en el Senado, del que participaron el ex diputado Silvestre Begnis, Antonio Morante, presidente de la comisión de Acción Social y Salud Pública de la Cámara de Diputados, Yago Di Nella - quien estaba por hacerse cargo de la dirección nacional de salud mental y adicciones-, y el doctor Cohen, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Según la senadora urgieron la aprobación del proyecto sin haber "consensuado con las áreas respectivas de las provincias, que ya tenían una ley; sí con ciertas ONGs, pero no con asociaciones profesionales, jueces, ni por quienes llevan las actividades en el ejecutivo en las provincias, que ya tienen una ley de salud mental propia".
Asimismo, expresó que presentó un proyecto alternativo que tenía la coautoría con el senador Cabanchik (Proyecto Buenos Aires Federal), "el senador Cano -titular de la Comisión de Salud de la Cámara alta- y la senadora Fellner –vicepresidente del cuerpo que lidera el tucumano- impulsaron el proyecto venido de Diputados, sin cambiar una coma".
"Me parece contradictorio que algunos senadores reconocieron fallas pero votaron a favor, manifestando que hay que confiar en que el Ministerio de Salud los va a corregir en la reglamentación. Yo creo que debería haber sido una tarea de los senadores, porque nuestro papel es ser una Cámara revisora.
Es parte de nuestro rol como institución y por eso creo que la aprobación fue desprolija", declaró. Además, la senadora observó
que la iniciativa "no menciona en ningún punto el abordaje de la problemática ambulatoria", que "confunde la internación con institucionalización" ya que la internación "pasa a ser una decisión exclusiva del juez", que "burocratiza la internación de los pacientes".
"Por otra parte, esta ley crea un órgano supervisor de revisión que está por encima de los jueces, mientras que nosotros planteábamos que el órgano revisor debía ser el ministerio público de la defensa, que es una institución existente, en vez de burocratizar las estructuras... Otra de las cuestiones es que para llevar adelante una ley de desmanicomialización se necesita trabajar fuertemente en la infraestructura no sólo cerrando manicomios, sino abriendo dispositivos intermedios, llámese casas de medio camino, centros de día o centros de salud. Y la ley no estipula nada sobre estos dispositivos intermedios, que son fundamentales en el proceso de reinserción en la comunidad de estos pacientes. El Estado Nacional tampoco se compromete con un fondo para llevar adelante esta ley. Por eso las provincias van a ser las que se terminen de hacerse cargo, provincias que justamente no se consultaron en el tratamiento de este proyecto", afirmó Di Perna.
Por otra parte, consigna que "la ley plantea a los equipos interdisciplinarios no como una sumatoria de los saberes, sino que deja abierta la puerta a la intromisión en la competencia de cada profesión. Esto puede llevar al ejercicio ilegal de la medicina… También es un problema la indicación de medicamentos, que es una competencia médica".
La senadora aclaró que "se está replicando el modelo fallido que aplicó Brasil y que ha sido impulsado por organismos internacionales, como la OPS. También es un ejemplo la ley de Salud Mental de la ciudad de Buenos Aires, que tampoco se pudo aplicar. A mí me parece que sólo se tuvo en cuenta este criterio importado sin considerar aquellas excelentes experiencias nacionales, que a lo largo de muchos años se han ido perfeccionando y trabajado por profesionales argentinos de nuestro país. Las provincias se van a tener que hacer cargo de algo para lo cual no van a recibir ningún fondo", concluyó.
