Por Ernesto Damián Sánchez Ance
Existen distintos tipos de Democracia. Uno de ellos es el denominado “Democracia Liberal. Esta es la definición que da el portal Wikipedia al respecto:
“La democracia liberal es una forma de gobierno que consiste en una democracia representativa donde la capacidad de los representantes electos para la toma de decisiones políticas se encuentra sujeta al Estado de Derecho y normalmente moderada por una Constitución que regula la protección de los derechos y libertades individuales y colectivas, estableciendo restricciones tanto a los líderes como a la ejecución de la voluntad de una determinada mayoría.
Los derechos y libertades garantizados por las constituciones de las democracias liberales son variados, pero normalmente incluyen gran parte de los siguientes derechos: a un debido proceso, a la intimidad, a la propiedad privada y a la igualdad ante la ley, así como las libertades de expresión, asociación y culto. En las democracias liberales esos derechos (a veces conocidos como "derechos fundamentales") suelen estar regulados bien constitucionalmente o bien mediante ley. Además generalmente existen instituciones civiles con la capacidad de administrar o reforzar dichos derechos.
Las democracias liberales se suelen caracterizar por la tolerancia y el pluralismo; las ideas sociales y políticas diferenciadas, incluso las más extremas, pueden coexistir y competir por el poder político siempre sobre una base democrática. Las democracias liberales celebran periódicamente elecciones donde los distintos grupos políticos tienen la oportunidad de alcanzar el poder. En la práctica, estas elecciones las ganan los grupos que defienden la democracia liberal, de modo que el sistema se perpetúa a sí mismo.
El término "liberal" dentro de la expresión "democracia liberal" no implica que el gobierno de una democracia de este tipo deba seguir estrictamente la ideología política del liberalismo, si bien el concepto puro de "democracia liberal" nace de la corriente del liberalismo político”.
Lo que esta enciclopedia virtual denomina “grupos políticos”, son en realidad los partidos políticos. Al estar el acceso al Poder, en la Democracia Liberal, monopolizado por los partidos políticos, la llamaremos también “Partidocracia”, puesto que ningún ciudadano puede acceder al Poder si no es a través de un partido (esté o no afiliado). De modo que ningún representante de centro vecinal, ni de gremio, ni de colegio profesional, ni de sindicato, ni del clero, ni de las Fuerzas Armadas… en fin… NADIE puede candidatearse, si no es con la “bendición” de un “sacro santo” partido político, pilares éstos de “su majestad”, la Democracia liberal, que a los argentinos “tanto nos costó recuperar”. ¿Para qué? Para que, entre otras cosas, muchos partidócratas lleguen a la función pública con una mano adelante y otra atrás, y terminen ellos y sus círculos íntimos con cuentas bancarias y propiedades que ningún trabajador honesto, ni en cinco vidas podría conseguir, mientras se ve cada vez mas niños lavando parabrisas en los semáforos, más desnutrición infantil, más drogadicción, mas inseguridad, y una importante lista de flagelos que surgieron o se agudizaron desde la llegada de la Democracia liberal.
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Es justo dejar aclarado que, dentro de la Partidocracia, hay mucha gente de bien, sean funcionarios públicos, militantes o simples afiliados a los partidos. Sin embargo, nuestro país está siendo devorado por la partidocracia, sistema que se basa en el número. Esto significa que aquel candidato que reciba la mayor cantidad de votos (en muchos casos conseguidos de las maneras más sucias y reñidas con la dignidad humana), durante un determinado periodo ejercerá el gobierno, sin importar si se trata de un narcotraficante, un estafador, un proxeneta, un coimero, un motoarrebatador, un pedófilo, un vaciador de empresas, o un cristófobo, característica esta última de los liberales del pasado (también del presente) y de los marxistas de siempre, porque como dice el Padre Julio Menvielle en la Revista Verbo, en Septiembre de 1986: “Los enemigos de la civilización cristiana, en cambio, siguiendo las huellas del diablo, que es Dios invertido, y del Anticristo, que es Cristo invertido, y usando las palabras cristianismo y democracia, invierten este orden, y en nombre de los derechos de la persona humana destruyen al Estado y en nombre de los derechos del estado, Dad al César lo que es del César, destruyen a la Iglesia. En nombre de la dignidad de lo inferior se destruye la jerarquía superior de la que aquélla está pendiente y se prepara el camino para la entronización de peligrosos amos. En esto radica el provechoso juego de la democracia”.
Está perfectamente demostrado que la Partidocracia no resolvió problemas básicos de amplias franjas de la población. De hecho, en un país en el que sobran campos fértiles y aptos para las más variadas plantaciones y la cría los mejores ganados, el sistema no ha solucionado los flagelos de la desnutrición y el hambre.
La Democracia liberal es un sistema por el cual se hace creer al pueblo que es el verdadero soberano, mientras que el auténtico poder está en manos de partidos políticos, y estos, a su vez, están al servicio de intereses que el común no conoce. Se miente vilmente a las masas diciendo que “el pueblo nunca se equivoca”, cuando vemos como desde la vuelta a la Democracia en 1983, el pueblo se viene equivocando de la peor manera comicio tras comicio. No solo eso, sino que viene errando de la peor manera al elegir a sus mismos verdugos en cada elección.
También, la Democracia liberal ha impuesto el dogma de la Igualdad. Se trata de una falacia, ya que un hombre que produce no puede ser igual que aquel que vive de la especulación; un ciudadano que vive de su trabajo no puede ser igual que un prestamista; un individuo que se preocupa por perfeccionarse laboralmente no puede recibir igual trato que aquel que se conforma con cobrar un plan social. Sin embargo, vaya paradoja, vale igual el voto de un obrero especializado que el de un usurero; vale lo mismo el voto de un humilde docente rural que el de un proxeneta; vale lo mismo el voto de un universitario que ha hecho grandes esfuerzos para graduarse que el de un ladrón de autos.
Pero no todo termina ahí. Aunque resulte paradójico, una persona con antecedentes penales como asesinatos, asalto seguido de muerte, narcotráfico y abogados especialistas en sacar de las cárceles y en lograr que los peores delincuentes tengan las penas mas leves, pueden presentarse como candidatos.
Y como si con todo esto no bastara, podemos decir que al sistema de partidos políticos le cabe el calificativo de NARCOPARTIDOCRACIA. Para justificar este término, recurrimos a citas de referentes de la mismísima partidocracia.
El Domingo 4 de Enero de 2009, el diario La Gaceta, publicó en su portada el título “La política se aprovecha del Paco, según un legislador”, haciendo referencia a declaraciones del legislador Pedro Balceda, del Partido Justicialista, quién sostuvo: “Los narcotraficantes se ligan al poder económico, político y policial para actuar impunemente. Las autoridades saben perfectamente quiénes son y dónde realizan sus operaciones. No se puede desconocer que algunos políticos se aprovechan de esto. El Estado no puede quedarse de brazos cruzados”. Así también, en la misma edición del matutino de mayor tirada en Tucumán, Alfredo Córdoba, jefe del Departamento Toxicología de la Municipalidad, apuntó contra la Justicia Federal y la Policía: “esto se sabe desde hace meses, y jamás se hizo nada para reprimir a los narcotraficantes”.
La Gaceta del 19 de Enero de 2009 dice: “Referentes de organizaciones sin representación parlamentaria defienden al legislador... Desde las organizaciones de izquierda señalan que desde el PE se pretende anular la independencia de los poderes. “Estoy convencido de que los narcotraficantes se ligan al poder económico, político y policial para actuar impunemente”. Estas palabras del legislador Pedro Balceda bastaron para desatar una tormenta política en la Legislatura tucumana, y parece que todavía faltan algunos aluviones. Luego de denunciar la vinculación entre la política y el narcotráfico, recibir amenazas, declarar en la Justicia Federal, fundar su bloque unipersonal en la Cámara y votar en contra de una iniciativa oficial, el parlamentario disidente disparó nuevamente contra sus ex compañeros de bancada. Balceda, cansado de las críticas -según reveló-, denunció que legisladores del bloque “Tucumán Crece” trabajan para lograr la intervención federal del Poder Judicial. Además, detalló que sería para evitar llegar a los tribunales y para asegurarse la re-reelección en el año 2011”.
A su vez, en Perfil del 9 de Enero de 2009, encontramos un artículo firmado por Fabián Páez con este título: “Un legislador tucumano denunció que políticos regalan drogas para llevar gente a los actos”. Transcribiremos algunos párrafos del artículo:
El legislador tucumano Pedro Balceda, integrante del partido oficialista reconoció que muchos punteros regalan "paco" para movilizar gente a los actos políticos.
En declaraciones a la prensa, el legislador Pedro Balceda, del oficialista Frente para la Victoria dijo que la situación es conocida por sus compañeros de bancada y recordó que presentó un proyecto que duerme en los cajones del ejecutivo. Además admitió que la situación es utilizada por punteros que les regalan drogas a los jóvenes de estos barrios marginales para que asistan a los actos proselitistas.
Pero no es Balceda el único demócrata que habla de la relación entre política y narcotráfico. El 20 de Febrero de 2010, en La Gaceta, Gumersindo Parajón dice que “existe una relación directa entre la impunidad y la falla de la Justicia… Y cargó contra los políticos. "Hay punteros que venden droga, otros que se quedan con la mitad del dinero de los planes sociales de la gente; si son detenidos, nunca falta padrino que los libera. Eso me confesaron algunos comisarios", dijo.
Balceda, un legislador de bajo perfil y poco renombre, salvando las distancias, vino a convertirse en el “Cobos tucumano”, al que la mayoría de los pejotistas-alperovichistas lo tienen “entre ceja y ceja”.
Dudamos que a Balceda lo haya llevado a decir estas cosas el altruismo. No se puede ser altruista si se es alperovichista. Pero lo que dijo Balceda es lo que todo el mundo supone, o bien sabe, puesto que es vox populi que a tal dealer o a tal delincuente lo banca el concejal o el legislador de su barrio…porque es hermano del puntero, o es directamente el puntero. Sucede que nuestros funcionarios no son tontos. Pero sí piensan que la gente lo es. Así, mas de un politiquero salió a decir que, si Balceda tiene pruebas de la relación que existe entre los funcionarios y el narcotráfico, que lo denuncie. Claro… ¡¿quien va a ser el estúpido funcionario que se ponga en evidencia?!…aunque ya ha habido casos de funcionarios acusados de narcotráfico y a los que los descubrieron con las manos en la masa, que jamás fueron presos.
Ya nadie, por más inocente ni bien pensado que sea, puede dudar que los narcos y muchos delincuentes cuentan con la complicidad de la dirigencia política. Imposible o, por lo menos, en extremo difícil encontrar pruebas. Pero de otro modo no se entiende cómo es que en Tucumán los adolescentes y niños consigan marihuana, cocaína y paco, como quien compra un kilo de azúcar en el almacén del barrio.
Todo este escándalo generó una serie de opiniones estúpidas, como ser que el problema de la droga se tiene que solucionar con el acercamiento de los jóvenes a los clubes deportivos. Al practicar una disciplina deportiva, se alejarán de los vicios que los acechan. Parecen desconocer estos aspirantes a “sociólogos” que en muchos clubes gobiernan los politiqueros asistidos por las barras bravas que son sus grupos de choque, y no pocos de ellos con antecedentes penales. Otros salieron a decir que este drama social se soluciona con la erradicación de las plantaciones de coca. Otra estupidez. La hoja de coca no es droga. Que a partir de la coca se elabore la cocaína, es algo muy distinto. Además, para un importantísimo número de tucumanos y norargentinos, la coca es un hábito arraigadísimo por su ancestral uso. La coca forma parte de la cultura de una importante franja poblacional de nuestra región que no distingue color de piel, edad, ni clase social.
Terminemos con la mentira y la hipocresía, y digamos lo que muchos piensan, pero que para no quedar como “fachos” no quieren decirlo: El problema del narcotráfico se soluciona de una sola forma: Pena de Muerte para los “dealers”, “transas”, o como se los quiera llamar.
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El día 7 de Enero de 2009, el diario El Tribuno, de Tucumán, presenta un título escalofriante: “El gobierno admitió que hay 400.000 pobres en Tucumán”. En una Provincia que apenas supera 1.400.000 habitantes, que haya 400 mil personas en situación de pobreza es realmente grave, y ni oficialismo ni oposición pueden, por más excusas que pongan, justificar tal situación por los siguientes puntos, que dimos a conocer por distintos medios virtuales en esos días:
1º. Tucumán es una provincia con un territorio apto para realizar los más variados tipos de cultivos.
2º. El territorio de Tucumán presenta amplísimos terrenos para la cría de distintos tipos de animales.
3º. Se dice que el mejor sistema es la democracia. Bien, ya llevamos casi tres décadas de democracia y estamos peor que en la época de Onganía, cuyo gobierno destruyó la principal industria tucumana, obligando a una migración masiva de tucumanos a otras provincias, produciéndose así una tremenda merma en la densidad de población. Tampoco están en el gobierno los milicos con Martínez de Hoz ni con Cavallo asesorándolos en materia de economía.
4º. El gobierno provincial convive en perfecta armonía (corresponde decir genuflexión) con el gobierno de los Kirchner, lo que quedó demostrado en el conflicto del campo el año 2008.
5º. El gobernador Alperovich cuenta con una corte adicta y con absoluta mayoría en la Legislatura, con legisladores completamente sumisos y obsecuentes.
6º. Una oposición completamente heterogénea y fragmentada.
En el artículo de El Tribuno, en página 11, el gobernador se jacta de haberle hecho, en la precaria vivienda de una vecina de Villa 9 de Julio, una pieza digna, a lo que agrega: “se puede dar dos tipos de soluciones: darle una vivienda nueva o, en su propio terreno, mejorar su calidad de vida”. Esa es la mentalidad de este gobierno: el asistencialismo con el dinero que pagan los contribuyentes. En vez de crear las condiciones para que los habitantes de la provincia tengan un trabajo digno y bien remunerado, los alperovichistas prefieren solucionarles (parcialmente) a los tucumanos pobres sus problemas básicos como el habitacional.
Después de ocho años de gestión, (puede decirse que son mas, puesto que durante un muy buen tiempo Alperovich fue ministro de economía de Miranda), este gobierno no ha solucionado el problema de la pobreza, mientras dilapida el dinero de los tucumanos como en el circense y payasesco encuentro de presidentes del Mercosur en Julio de 2008, que ni siquiera sirvió para promocionar turísticamente a Tucumán.
Pero como es sabido, la culpa no es del chancho, sino de quien le da de comer. Está perfectamente claro que con el sistema de partidos no vamos a llegar a buen puerto, y mientras sigamos creyendo en la partidocracia, estaremos en un círculo vicioso que nos llevará a una realidad más oscura aún: la consolidación de la desocupación, del narcotráfico, de la delincuencia, y del hambre:
“Mucho se habla de que Argentina hoy en día es un país distinto, un país en vías de desarrollo, un país progresista, con un gobierno que responde cada vez más a las necesidades del pueblo... Claro, mucho se dice desde el oficialismo pero la realidad que nos abraza es otra: mayor delincuencia, mayor inseguridad, una inflación que no tiene techo, menos trabajo y más planes subyugantes que depauperan a la población encausándola cada vez más a la ignorancia, más niños y jóvenes desamparados que caen en el consumo de drogas y tantas otras cuestiones que se mantienen bajo la alfombra. Una de ellas es la desnutrición. Ante esto me pregunto ¿Cómo es posible que en Argentina, un país tan rico en tierras y producción, posea un importante número de personas en su población que padezcan desnutrición, sea cual fuese el grado, o estén con bajo peso?
En un tiempo fue Tucumán, recientemente Misiones. Lo lamentable de esto es que "porque los medios de comunicación no los dan a conocer o pasan como tema de la actualidad" se ignora el hecho de que hasta el día de hoy se mantenga esta situación en importante número. Y, peor aún, saber que esto es consecuencia de la malnutrición ocasionada por la inestabilidad económica y la falta de empleo. Y que de toda la Argentina el NOA sigue siendo desde hace décadas el más afectado.
Pero mi intención aquí no es un análisis estadístico o pormenorizado de esta realidad, sino, una reflexión, como ciudadana más, no tanto de Argentina en general más aún si de mi Tucumán en particular. Reflexión que será extendida desde el punto de vista de la cotidianeidad. Pues, en Tucumán, existen numerosos barrios sometidos a condiciones precarias, con sectores en zonas de extrema indigencia y familias arrojadas a la suerte del día. Es increíble como cada hogar encierra una historia profunda e irónicamente común a otras abandonadas al desasosiego. Aunque pocas son aquellas que deciden armarse de coraje y valor para dar batalla en la lucha de la vida.
Como católica activa que trata de estar en constante actividad con mi comunidad capilla y barrial debo decir que no soy tan ajena a las necesidades que sufren las familias de mi zona. Cierto es que hay hogares de bien (económicamente hablando), se hacen sentir aquellos que no lo son. Mucho de esto se puede comprobar si uno camina y recorre las calles, y cuanto más si se conversa con las personas de cada hogar. He descubierto que dentro de toda la humildad y pobreza de la que tales familias son víctimas, ellas sienten una profunda necesidad de simplemente ser escuchadas y contenidas. ¿Cómo puede ser que padres e hijos vivan en "seudocasas", por así decir, que tienen paredes de material de piletas, puertas de chapa, piso de tierra, una o dos piezas cuanto mucho y baños improvisados? He aquí que citaré cierto fragmento del "concejo de Pastoral para la Salud del Consejo Episcopal Latinoamericano", en los siguientes ítems:
1- Dichas condiciones de vida no permiten una alimentación adecuada, debido al poco o nulo poder adquisitivo de los ingresos.
2- La falta de higiene y condiciones básicas de salubridad por el hacinamiento o villas miserias se deben a la imposibilidad de adquirir vivienda.
3- Propagación de enfermedades infecciosas debido a la inexistencia de servicios de agua potable y alcantarillado.
4- Enfermedades degenerativas, consecuencia de la violencia y de la polución ambiental de las grandes ciudades.
¿Qué hace el Estado por esta gente que vive en completo estado de indigencia en las condiciones más paupérrimas?
Hay terrenos en los que podremos encontrar como mínimo tres familias conviviendo absolutamente hacinadas. Entonces saldrán a decir que el número de pobreza e indigencia ha disminuido considerablemente según datos estadísticos del INDEC todo gracias a programas de ayuda social que se vienen incorporando desde hace unos cuantos años tales como: "Operativo rescate, La copa de leche, Inclusión social, Familia por la inclusión social, Manos a la obra, Asignación universal por hijo, y tantos otros etcétera". Pero lo cierto de esto es que son soluciones temporales y lo que verdaderamente necesita este sector tan afectado es nada más y nada menos que "trabajo" como solución de base que comience por erradicar esta situación endémica en la que nos encontramos. Es así que se disfraza el desempleo con planes sociales
Mencionada franja de la población con tal precariedad económica se torna vulnerable a los diferentes factores del medio social, biológico y ecológico que terminan por agredirla de sobremanera; y se podrá comprobar que en cada hogar viven niños con desnutrición o de bajo peso o algún miembro del grupo que sufra alguna patología considerable para la situación en la que se encuentran. Son típicas las enfermedades respiratorias en niños que no son producto de la dejadez o descuido de los padres sino porque muchas veces falta el abrigo y el calzado en los días de frío; otra es la diabetes o aquellos que son celíacos y que precisan de una dieta rigurosa no tan accesible. ¿Será que una gestión sustentable y la creación de fuentes de trabajo auténticas puedan dar una solución a estos problemas?
Considero que se debe dejar de lado la "política del bolsón" para dar respuestas a esta situación. Lo lamentable de esto es que aquellos que viven en estado de indigencia hacen de ello común y cotidiano resignados a la realidad que les tocó, sin un estímulo y acompañamiento que los anime a salir adelante (más allá de toda ayuda que reciban).
Si no hay trabajo es poco posible que los chicos puedan estudiar, así nos encontraremos con una población analfabeta que no produce. No estaría mal que de vez en cuando se analice con mayor detenimiento los artículos 14 y 14bis de nuestra CN sobre los derechos del ciudadano. Basta de políticas que solo favorecen a los intereses de la partidocracia.
(LUZ GABRIELA GARNICA: “Desempleo, Pobreza, Hambre: flagelos que determinan las condiciones de vida de un sector social”. Noviembre de 2010).
http://redpatrioticargentina.blogspot.com/2010/12/los-verdaderos-pobres.html)
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Y para profundizar aun más las diferencias con quienes defienden este sistema que está llevando a nuestros pueblos a la decadencia moral y a la absoluta ruina material, en un país en el que habiendo riquezas naturales incalculables y con una población pequeña de apenas 40 millones de habitantes haya gente que vive en la mas absoluta pobreza, con niños desnutridos, analfabetos y sin ningún tipo de futuro, cuando en realidad cada argentino debiera tener un muy buen nivel de vida, declárome a favor de la pena de muerte para los funcionarios corruptos, como sucedía en la cultura incaica a la que mucho admiro. Porque no se puede tolerar que en un país con el potencial de la Argentina, un importante porcentaje de sus habitantes viva por debajo de la línea de la pobreza, lo que se agrava infinitamente cuando estamos gobernados por un partido político y por dirigentes que hablan de un proyecto nacional y popular.
Sin pretender idealizar el pasado indígena de nuestro continente, la cultura Inca, a la que perteneció el antiguo Tucumán, y en la que nadie hablaba de soberanía popular ni de democracia, no tenía constituciones redactadas por notables egresados de prestigiosas universidades, como tampoco tenía elecciones. Y a las escuelas solo iban los niños de la nobleza. Pero en esa cultura, no había niños desnutridos. Y a diferencia de nuestra sociedad, a los gobernantes corruptos se los castigaba de la forma más humillante. Rescatamos un relato de un anciano con el que tuvimos contacto en Perú: “Entre nuestros ancestros los incas solo podían acceder a los altos cargos de gobierno los nobles, pero quienes cayeran en actos de corrupción eran deshonrados por la plebe y posteriormente muertos. Hubo un año en el que el inca mandó a su hermano a sofocar una rebelión en una colonia del imperio, pero llegaron a sus oídos noticias de que éste había actuado mal, robando y asesinando a gente inocente, permitiendo que sus soldados cometieran todo tipo de tropelías contra las poblaciones. Entonces el inca mandó a un chaski diciéndole que estaba anoticiado de sus malos actos, y que sería muy triste para él verlo como moría deshonrado por la plebe”.
Cualquier ciudadano formado dentro del sistema democrático puede pensar que el inca le recomendaba al su hermano no regresar al Cusco ante la inminencia de un cruel ajusticiamiento, pero el relato terminó con un final poco esperado: “luego de escuchar las palabras del chaski, su hermano del inca se suicidó”. El mensaje del Inca fue tan claro que el corrupto entendió perfectamente e hizo lo que su hermano le pedía.
Otro hecho que es necesario destacar, y que va mas allá de la tradición oral, pues está perfectamente documentado y que forma parte de una herencia cultural felizmente no terminada de los pueblos andinos es ejecutar a los gobernantes deshonestos, como cuando el 26 de Abril de 2004 en Ilave (Puno, Perú), el pueblo aymara de esa localidad ajustició de la manera mas implacable al corrupto alcalde Cirilo Robles. La comunidad de Ilave (indígenas con todas las letras, no como los mestizos acriollados y occidentalizados que tenemos en Tucumán que se hacen llamar “indígenas” únicamente con el fin de lucrar) no hizo otra cosa que ajusticiar a un ladrón de guantes blancos, lo que causó “horror” a los políticamente correctos. Pero entre nosotros, gracias a este sistema que emana el pus mas infectado por donde mínimamente se lo apriete, sucede todo lo contrario. De ese modo es que en las elecciones de 2003, en nuestra provincia sucedió algo que, aunque debiera, no llamó la atención de nadie. A fines de 2002, Tucumán estuvo en boca de todo el mundo al haber muerto por desnutrición más de 20 niños. Cualquier persona medianamente sensata, pensaría que los funcionaros públicos de ese entonces debieron mantener un bajo perfil por un buen tiempo para volver a candidatearse en el 2007”. Pero no sucedió nada de eso. Todo lo contrario. Quien era gobernador de Tucumán en el período 1999 – 2003, Julio Miranda, fue electo Senador Nacional. El que fue su ministro de Economía en la primera parte de la gestión, José Jorge Alperovich, fue elegido gobernador de la Provincia, y al secretario de Minoridad, Familia y Tercera Edad en la gestión Miranda, repartición que debió haber resguardado a la niñez tucumana, Daniel Heredia, el “soberano” lo premió eligiéndolo para ocupar un escaño en la Legislatura. El caso de los niños muertos en Tucumán generó que la entonces precandidata del ARI, Elisa Carrió, dijera que "lo que no puede suceder es la obscenidad de que todo el mundo se escandalice porque los chicos se mueren. Los chicos se están muriendo desde hace mucho". Para ella, "corrupción e indiferencia" son las dos causas principales que llevaron a esta situación y en el caso puntual de Tucumán, dijo, "la corrupción política". (Diario La Nación–20 de Noviembre de 2002). A lo que Carrió denomina “corrupción política”, nosotros llamamos “corrupción democrática”.
Es la democracia liberal la causante de muchos de los actuales males, como lo que el periódico Patria Argentina denomina GUERRA SOCIAL, de la que recién ahora se está tomando nota con los casos de Villa Soldati y Club Alvariño en Bs As, pero que ya en realidad se la viene fogoneando desde el comienzo de los movimientos piqueteros que, emergentes del desastre liberal capitalista, comenzaron con justos reclamos de los sectores mas desposeídos, pero que hoy se sienten amos y señores del país, sean piqueteros oficialistas u opositores, dueños de bloquear rutas, impidiendo la libre circulación de ciudadanos que nada tienen que ver con sus problemas y no permitiendo llegar a sus lugares de trabajo a quienes, con sus impuestos, hacen posible que el gobierno “nacional y popular” les de dinero para mantener una tensa paz social. Paz social bastante frágil lograda en base a planes sociales (como Asistencia Universal por Hijo) que ya no debieran existir luego de mas de siete años de gobierno “nacional” y “popular”, tiempo suficiente para poner de pié a un país con escasa población y con el potencial tan soberbio de la Argentina, haciendo innecesaria la existencia de estos planes sociales que ya ni siquiera merecen ser calificados de “paliativos”, puesto que los paliativos son aplicables en situaciones imprevistas de catástrofes naturales, como ser un terremoto, un alud, una sequía o una inundación. El caso de las inundaciones es bastante conocido en Tucumán, sino preguntémosles a los habitantes de Alpachiri.
Los efectos de las inundaciones pueden ser muchas veces disminuidos por obras de ingeniería preventivas que por desidia de nuestros gobernantes o directamente por corrupción no se realizan. En esos casos sí se justifican los paliativos. Pero en un país como el nuestro, que apenas tiene 40 millones de habitantes y millones de hectáreas propicias para el mejor ganado y la más diversificada agricultura, hablar de indigentes y de paliativos para los pobres, lo consideramos una burla.
Hablábamos de corrupción y desidia de nuestros gobernantes ante ciertos casos de emergencia. En el año 2007, AYOHUMA emitió un comunicado al respecto:
LA CULPA ES DE LOS SUCESIVOS GOBIERNOS PROVINCIALES
San Miguel de Tucumán, 17 de Enero de 2007
La Agrupación Nacionalista AYOHUMA, ante la grave crisis que atraviesa la Provincia de Tucumán debido a las inundaciones, expresa que este desastre pudo haber sido minimizado si los distintos gobiernos provinciales (republicanos y peronistas), hubieran actuado en forma honesta, haciendo las obras de ingeniería de las que siempre se habla para evitar catástrofes como las presente.
Estos graves contratiempos pudieron haberse evitado con solo:
1º. Hacer obras de drenaje de los ríos, para que se impidiera que los basurales contengan y desvíen los cursos de agua.
2º. Prohibir el desmonte de los cerros, como así también, castigar a empresas e individuos que no respeten la naturaleza.
Esta situación no solo se debe al cambio climático global, sino también a la falta de voluntad de las sucesivas administraciones provinciales para evitar la destrucción de bosques nativos y prohibir ciertas prácticas agrícolas reñidas con el medio ambiente.
La autoridades de los distintos gobiernos provinciales debieran rendir cuentas de porqué permitieron la tala indiscriminada de árboles, la contaminación de los ríos y los basurales a cielo abierto.
También, a causa de esta catástrofe, Canal 10 y LV 12 (propiedad del Gobernador Alperovich) solicitaron donaciones para los damnificados, cuando hay un superávit millonario como resultado de recaudación impositiva
Por último, ha habido declaraciones a emisoras como Radio del Plata en las que el locutor Jorge Catalán puso al aire llamados de oyentes denunciando que mucha de la ayuda llegada de la Nación ha quedado en manos de punteros del Partido Justicialista, lo que merece nuestro mas enérgico repudio.
Reiteramos. Los funcionarios de las distintas gestiones provinciales deben rendir cuentas, y en especial los actuales, por los tucumanos muertos y que han quedado sin viviendas.
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Sentimos un extremo rechazo hacia muchos periodistas y medios del sistema, hacia los partidos políticos y sus punteros que juntan a la gente para llevarla a votar en decenas de remises contratados por los candidatos para la elección a cambio de un bolsón, o de un par de zapatillas, o de cualquier cachivache. Nos molesta que para desacreditar a alguna persona o para condenar alguna actitud se recurra al estúpido calificativo de “antidemocrático”, como si la democracia fuera un fin y no un medio. Medio que, como está ampliamente demostrado, ha fracasado de la forma más estrepitosa. Y lo que es peor… elección tras elección, el pueblo más se equivoca. Al comienzo podían justificarse los defectos de la democracia liberal diciendo que era resultado de tantos años de gobiernos de facto, ya que no tenía este pueblo “cultura democrática” y que los problemas de la democracia se solucionarían con más democracia. ¡Qué estupidez más grande! Ahora que el pueblo sí tiene cultura democrática, luego de casi tres décadas de “soberanía popular”, la realidad del país, por donde se la analice, es peor de lo que nos dejó el gobierno cívico militar de 1976 – 1983. Porque así como el Proceso de Reorganización Nacional mataba, aunque en algunas ocasiones se exageren los hechos, con armas y torturas, hoy los gobiernos partidocráticos asesinan con la desnutrición infantil y hacen asesinar con la inseguridad, resultado ésta de una guerra social que cada vez se va evidenciando más. La democracia liberal, al permitir la venta de drogas hace que el drogadicto se prostituya, asalte, asesine y muera, igual que lo que sucede al permitirse la venta prácticamente indiscriminada de bebidas alcohólicas, porque como dice La Gaceta en su edición del Martes 4 de Enero de 2011: “Por extensión, las otras bebidas alcohólicas tienen un poder similar, el de desinhibir a las personas. Pero cuando el consumo es excesivo, se pierde el control sobre sí mismo y las consecuencias son imprevisibles. En muchos casos, conduce a la violencia. De acuerdo con los informes de la Policía, en el 80% de los homicidios hubo ingesta de alcohol por parte de los agresores o de las víctimas. Se indica que la violencia vecinal es uno de los principales problemas que deben atender en las distintas seccionales de la capital”.
No estoy proponiendo que se prohíba la venta de bebidas alcohólicas. Pero, sin caer en el extremo del Islamismo, que prohíbe la ingesta de alcohol, sí sería necesario que los comercios que vendan bebidas alcohólicas deban pagar impuestos elevados a los efectos de desestimular la venta de estos productos que, mezclados con la difusión diaria y en todo momento de partidos de Futbol por televisión, programas imbecilizadores como los de Tinelli o Gran Hermano, crean un importante estado de estupidización en amplios sectores de la población, que no llega ni siquiera a sospechar de las fechorías de gobernantes como Kirchner, cuya muerte fue llorada por miles de hipócritas que hablan de justicia social, pero que nada les importó una desgraciada noticia, difundida por distintos medios, que quedó en un tercer o cuarto plano por la muerte del plutócrata: “Alrededor de 6 mil niños desnutridos en Misiones. El gobernador de Misiones, Maurice Closs, admitió ayer que en lo que va del año "ya murieron 206 niños en la provincia" y precisó que hay unos 6000 desnutridos; 1000 de ellos, de extrema gravedad. El gobernador, un radical cercano al gobierno de la presidenta Cristina Kirchner, formuló esas declaraciones en el día en que se conoció una nueva muerte de un niño desnutrido, beneficiario del plan Hambre Cero”, informa ambito.com del 25 de Octubre de 2010.
Artistas, politiqueros, intelectuales, deportistas, periodistas, miembros de grupos homosexualistas agradecidos por el apoyo que este mal gobernante les dio a la hora de legalizar la sodomía en nuestro país. Todos pasaron por frente a su cajón. Pero ni uno se solidarizó con las pobres víctimas de estas políticas destinadas a cumplir con la usura internacional. Políticas falsamente llamadas de tendencia “nacional y popular”. Hipócritas. Esa es la mejor forma de adjetivizarlos.
Sin defender a determinados sectores del campo, los hipócritas calificaban de “oligarcas” a los agricultores que en 2008 enfrentaron (incluso desde lo ilegal bloqueando rutas) al gobierno de Cristina Kirchner, cuyas ropas, irónicamente hablando, son mas caras que los tractores de los agricultores. Nunca los obsecuentes del proyecto pretendidamente nacional y popular criticaron la fortuna de los plutócratas K. Al respecto, Perfil del 14 de Julio de 2009 dice: “…El patrimonio personal del matrimonio Kirchner es, justamente, uno de esos fenómenos, y entre alquileres, préstamos y notables inversiones surge como saldo un enriquecimiento asombroso: en un año la fortuna familiar K creció nada menos que 158,2 por ciento. Y si se mira a 2003, momento en que la pareja patagónica llegó a Olivos, la "redistribución de la riqueza" (propia) lograda por los Kirchner es impactante: llegaron con dos millones de pesos y hoy ya acumulan más de 46 millones”.
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La Democracia liberal depende del poder del dinero. Nadie, ningún ciudadano puede candidatearse con alguna probabilidad de éxito si no tiene una buena cuenta bancaria o, en su defecto, si no está respaldado por dinero proveniente de terceros que tienen sus intereses depositados en el candidato al que financian. Este es un sistema perverso que impide a una persona que no tiene plata pero sí honestidad y patriotismo acceder al Poder, siendo muy raro que pueda acceder a una banca un sencillo profesional de la salud, un pequeño comerciante, un recolector de basura, un humilde docente, si no tiene por detrás suyo a uno de los nefastos aparatos partidarios. Por lo tanto, en este sistema, no es el pueblo el que gobierna, sino los dueños del dinero, sean empresas nacionales o trasnacionales que están por detrás de los partidos políticos, cuando lo lógico sería que los gobernantes no se deban a éstos, sino a sus pares. Nos referimos a que los gobernantes representen a sus colegios profesionales, a sus gremios, a sus colegas en definitiva, como por ejemplo artesanos, amas de casa, fuerzas del orden, clero. Gente que, después de tres décadas de haberle confiado el poder a los partidos políticos representados por señores de saco y corbata, como uno que le mintió al pueblo argentino en 1983 que con la democracia se come, se educa y se cura, pueda gobernar con más sentido común y honestidad que estos señores que han llevado a nuestro país a arrodillarse ante el imperio de la usura. Manifiéstome a favor del Corporativismo, sistema defenestrado por el Poder Mundial, y adhiero a estos conceptos de la Agrupación Nacionalista LA BARBARIE, de la Ciudad de La Plata:
En la Edad Media, rigió el sistema corporativista en lo económico. Pero hoy, cuando alguien habla de régimen corporativo, pueden entenderse dos cosas muy distintas: los monopolios empresarios multinacionales, o una alusión a los regímenes europeos fascistas o nazis. Todo esto contribuye a convertir al corporativismo en una “mala palabra” para los ignorantes.
En realidad, los fascistas y los nazis en materia económica introdujeron los derechos de los trabajadores que habían sido negados tras la derogación de los gremios, y luego por el Estado comunista. Pero fueron los católicos Engelbert Dollfus, Franco y Oliveira Salazar quienes convirtieron el régimen corporativo en un sistema económico y político, y esa es una diferencia fundamental.
El Sistema Corporativo tiene raíces católicas y se funda en la Doctrina Social de la Iglesia. Es importante conocerlo, y buscar su aplicación política efectiva en la Argentina, porque después del Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas vino el período de la “Desorganización Política” de la mano de una Constitución liberal que nos rige hasta el presente, y que permite todos los males que hoy padecemos. Hoy, más que nunca, necesitamos volver a la “Santa Federación”.
Agrupación LA BARBARIE (La Plata)