El día 15 de septiembre de 2011
el Doctor Sergio Schoklender se
presentó ante la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados
de la Nación para explicar cómo funciona la Democracia, y cómo se desempeña la
Fundación Madres de Plaza de Mayo y su conexión con Meldordek, así como la red
de corrupción política que hay en el Gobierno democrático.
En la ronda de preguntas
posteriores a su declaración, Schoklender
ventiló que la jurisdicción provincial o municipal, era casi prearmado para que
el Estado no apareciera contratando directamente a la Fundación Madres de Plaza
de Mayo, reiterando que Fatala y Bontempo vivían en la Fundación. También involucró
a Capitanich, diciendo que es un “gobernador
fuerte”, al decir que tuvo una transferencia de fondos muy grande, a diferencia
por ejemplo de Santiago del Estero. Refirió que Hebe de Bonafini le dijo “dale para adelante” en Rosario, y que
después le dijeron que con Binner no
se podían realizar obras para que no aparecieran como fruto de su gestión.
También denunció que en el Norte de Santa Fe quedaron muchas viviendas sin
ejecutar del tiempo de Reutemann
cuando era gobernador. También delató que quien decidía dónde se realizaban
obras era el gobierno nacional, y que los pliegos de licitaciones son
incumplibles, reconoció “desprolijidades”, y afirmó que con el actual gobierno
hay que tener amigos y “pasar por caja”. Finalmente, consignó que Fatala y
Bontempo armaban un laberinto de expedientes para justificar el sistema de
contratación que sólo ellos entendían, a fin de que Obras Públicas manejara las
construcciones, a la vez que reconoció que no se hacían en general
licitaciones.
A continuación detallamos de modo
entrecomillado las citas textuales de lo expresado ante la Comisión, marcando
con cursiva las frases centrales:
“CASI PREARMADO”
La presidente de la Comisión de Asuntos
Constitucionales de la Cámara de Diputados de la Nación, Graciela Camaño, otorgó la palabra al diputado Jorge Álvarez.
Álvarez
(J.M.): Mis preguntas giran en la
relación entre la Nación, las jurisdicciones y la Fundación. Usted planteó que la relación era entre la
Nación y la jurisdicción, ya sea provincial o municipal y que ésta contrataba
con la Fundación.
Schoklender:
Sí, sí, pero eso es mentiroso, cuidado, porque
era casi prearmado. Es para que el
Estado no apareciera como contratando directamente a la Fundación para
hacer obras en el Chaco. Pero era decirle al Chaco: te doy este convenio de
cooperación y transferencia, te avalo este
convenio, porque lo estás haciendo con la Fundación. ¿Se entiende?
Álvarez
(J.M.): Ese es el motivo por el cual usted
dice que es mentiroso que Fatala y Bontempo no conocían. Que ellos iban a
la Fundación entre dos y tres veces por semana.
EL DOMICILIO
DE FATALA Y BONTEMPO
Schoklender:
Vivían ahí. Perdón, Fatala y su equipo. Bontempo había estado mucho tiempo. Nosotros habíamos empezado a trabajar con Bontempo, pero después todo salió del
área de Vivienda. Está la Secretaría de Obras Públicas, a cargo de José López, y tiene dos subsecretarías:
la de Vivienda y la de Obras Públicas, donde lo ponen a Fatala. Entonces todo sale de Bontempo
y comienza a quedar en lo de Fatala.
¿Cuál era la excusa que se daba? Que así competíamos menos y nos peleábamos
menos con las empresas constructoras digamos del grupo. Además así se podían financiar obras de
infraestructura que la Subsecretaría de Vivienda no podía financiar. Y
nosotros planteábamos hacer barrios integrales y no casas sueltas ni tiras de
casas. Por eso podíamos financiar las casas, la escuela, el hospital, el centro
de salud y el polideportivo.
Álvarez
(J.M.): Cuando los integrantes de la
Comisión de Vivienda fuimos al Chaco, el gobernador Capitanich una de las cosas que dijo fue que quien definió la
contratación con la Fundación fue el gobierno provincial, no el nacional,
después de haber hecho una evaluación previa.
Schoklender:
En el caso del Chaco sí.
Álvarez
(J.M.): Pero no es lo mismo que dijo antes.
CAPITANICH:
UN “GOBERNADOR FUERTE”
Schoklender:
En el caso del Chaco está hablando de un gobernador
fuerte; un tipo fuerte que tiene capacidad de decisión. Pero por ejemplo en el caso de Zamora, lo más
probable es que si no hubiese sido porque tenía que contratar... A ver, a Capitanich
le iban a dar la misma cantidad de viviendas del plan federal para construir
con cualquier otra empresa, porque de hecho tuvo una transferencia de fondos muy grande, contratara o no a la Fundación.
En el caso de Santiago del Estero es muy probable que no hubiese sido tan
sencillo. Es una impresión la que tengo.
Álvarez
(J.M.): Para tomar un ejemplo que usted nombró en un par de oportunidades,
el de Rosario, una de las ciudades que no
tiene gran afinidad con el gobierno nacional. ¿Ahí hubo algún procedimiento
de presentación de antecedentes, proyectos por los cuales se decidiera contratar
con la Fundación? ¿O quién tomó la decisión: el gobierno nacional o la
Municipalidad de Rosario? Me refiero a contratar con la Fundación.
HEBE: “DALE
PARA ADELANTE”
Schoklender:
Es así. En aquella época yo andaba por todos lados del país asesorando a un
montón empresas. Como siempre dije, además
de mi trabajo en la Fundación trabajaba asesorando a un montón de empresas y en
proyectos muy grandes. Y fui a asesorar a una de las empresas que está en
Rosario. Cuando pasamos por la avenida, veo un asentimiento y unos carteles que
decían: “Barrio toba. Asentimiento en Lucha.” Y justo el tipo que me llevaba me
dijo: “Este terreno me lo tienen ocupado acá estos que ya los voy a desalojar,
los voy a sacar a patadas.” Yo me quedé mirándolo y dije: ¿cómo es esto?
“Pará, pará, dejame ver.” Y él no quería parar porque si lo reconocían lo
sacaban a patadas. Entonces paro y empiezo a hablar con la gente y me entero de que era de un asentimiento
histórico en Rosario y que había habido infinidad de temas y que ya había una
orden judicial de desalojo que se estaba tratando de trabar. Entonces, hablo con el dueño del terreno –que lo tenía
ahí- y le digo: “¿Si nosotros te compramos el terreno?” “Bueno…” qué sé
yo... Empezamos con las tratativas y le
compramos el terreno, para que no desalojara a la gente y empezamos las
tratativas para conseguir otro terreno más en otra parte de Rosario,… de Rosario,
de la zona, porque no alcanzaba ese solo para todo el proyecto de urbanización.
Y me acuerdo que ahí fue simultáneamente la
llamo a Hebe y le digo: “Mirá, Hebe, estoy en Rosario. Estoy acá frente
al barrio Toba, qué sé yo, los quieren desalojar. Tendríamos la posibilidad de
hacer un trabajo con las comunidades originarias.” Me dice: “Eso me gusta. Dale
para adelante.” “Pero mirá que estamos en Rosario, Santa Fe.” “Dale nomás. No
hay problema.” Así arranca el tema.
Presentamos el proyecto, pero desde que pasé por ahí, compramos el terreno,
hasta que pudimos ponerlo en marcha, pasó más de un año, porque en el
ínterin hubo un cambio muy serio en la Comisión de Vivienda de la Ciudad, tuvo
que pasar esto por la Legislatura…
Favario:
Por el Concejo.
Schoklender:
Perdón, por el Concejo Deliberante; Lifschitz
lo… Y el que apoyó mucho era el ministro
de Desarrollo Social de la provincia. El se puso el tema al hombro junto
con Lifschitz. Cuando empezamos ahí, más los hospitales
que se estaban haciendo en Avia Terai, Concepción del Bermejo y en Santa
Sylvina, en Chaco empiezan a llamar los
intendentes del norte de Santa Fe.
Álvarez
(J.M.): ¿De qué partido político?
Schoklender:
Radical. Perdón, no. Socialistas.
Álvarez
(J.M.): No, radicales. No hay socialistas en el norte. Radicales.
Schoklender:
Radicales. ¿Qué sé yo?
Álvarez
(J.M.): No es lo mismo.
Schoklender:
Están cerca. Y me acuerdo que había una intendenta de una localidad muy pobre
en el norte de Santa Fe, Taco Pozo, ¿puede ser?
Álvarez
(J.M.): Pozo Borrado.
REUTEMANN
Y VIVIENDAS SIN EJECUTAR
Schoklender:
Bueno ése. Que desesperada llamaba, llamaba y llamaba, y nosotros empezamos a
pelear porque yo sabía que desde la época
de Reutemann había quedado el tendal
de viviendas sin ejecutar en el norte de Santa Fe. Porque Rosario tiene una
gran concentración de miseria y de marginalidad en las grandes villas, pero en
el norte de Santa Fe la miseria más espantosa es un problema de infraestructura
muy grande, y ahí podemos trabajar y nunca pude conseguir torcerles el
brazo. “Que no”; “Que con Lifschitz sí, pero con Binner no”. “Con Binner no”. “Con Binner no”. Como si cada cosa que se hiciera le iba a dar rédito
político a un candidato o a otro y ésa es la discusión cotidiana.
Álvarez
(J.M.): Pero, en definitiva, por ejemplo en Rosario, ¿quién definió hacer
las obras con la Fundación?
Schoklender:
Fue uno de los poquitos casos,… Fue, le diría, uno de los poquitos casos donde
logré que Hebe peleara el tema, fuera a pelear el tema, y no se animaron a decir
que no. Ya habíamos señado el terreno, ya estábamos ahí, ya habíamos
asumido el compromiso con la gente, era Rosario. Pero en otros lugares, es el gobierno nacional, siempre.
DECIDE EL
GOBIERNO NACIONAL
Álvarez
(J.M.): Es decir que, en definitiva, ¿en
todos, quien decidía qué jurisdicción y contratar con la Fundación era el
gobierno nacional?
Schoklender:
Sí. Siempre. Es más…
Álvarez
(J.M.): ¿Y pliego de especificaciones había?
Schoklender:
Sí. Pliego de especificaciones técnicas,…
Álvarez
(J.M.): ¿Eran comunes, estándar o había para…?
PLIEGOS
INCUMPLIBLES
Schoklender:
No, el pliego era recontra… Los pliegos son exigentes, pero adaptados al
sistema constructivo, pero son… Los
pliegos son recontra exigentes porque, en realidad, cada administración le
agrega más cosas sin limpiarlo; entonces, si uno lo tomara al pie de la letra
no existe empresa en el mundo que pueda hoy seguir esas regulaciones. ¿No?
Álvarez
(J.M.): ¿Quién firmaba el convenio
con las jurisdicciones?
Schoklender:
Normalmente, por una cuestión protocolar Hebe; digamos, salvo algún problema
de salud, de un viaje o de urgencia, pero sino siempre Hebe. Algún contrato menor o alguna
renovación he firmado yo, pero en los contratos generalmente se
aprovechaba, se hacía un acto y firmaba ella y era la presentación oficial.
Álvarez
(J.M.): Una última pregunta de mi parte. Cuando habló que para la
redeterminación...
Pérez
(A.J.): Señor diputado: ¿me permite una interrupción?
Álvarez
(J.M.): Sí, señor diputado.
DESPROLIJIDADES
Pérez
(A.J.): Da la impresión, conforme a lo que usted le respondió al diputado Álvarez, que hay una condición indispensable
por parte del gobierno para adjudicar una obra en un determinado lugar que es
que la haga la Fundación. Es decir, el gobierno nacional financiaba la obra en
la medida en que la jurisdicción la hiciera con la Fundación Madres de
Plaza de Mayo.
Schoklender:
Yo supongo que en algún caso era así. Lo que pasa es que era más la cantidad de obras que yo quería hacer que la que me autorizaban,
porque si fuera por López y Bontempo y compañía no se tendría que
haber hecho una sola casa más. Ellos, lo que menos querían era la Fundación, porque
la Fundación ponía en evidencia todo lo que no hacían. Es decir, todo lo
que se podía hacer y todo lo que no hacían, con sus desprolijidades y todo el
tema de la infracción de la ley electoral y cualquier otra desprolijidad que
hubiese, el incumplimiento de la ley de obras públicas por licitación.
Lo que sí hacíamos era poner en evidencia a todo el resto. Un tema más que yo
he incorporado en las obras era la sindicalización obligatoria. Por ley no es obligatoria
pero yo trataba de que toda la gente se sindicalizara y que votara y que
aprendieran a elegir delegados en los obradores y que aprendieran a dar
una lucha gremial y sindical. Es una condición que nosotros poníamos.
TENER
AMIGOS Y PASAR “POR CAJA”
Álvarez
(J.M.): Una última pregunta. Usted
planteó que para las redeterminaciones, además de tener que ser amigo, había
que pasar por caja. ¿En qué sentido lo dijo? ¿Cómo le consta? ¿A quién era que
iba? Y ¿por qué caja?
Schoklender:
Por el comentario de infinidad de empresarios
que circulan por los pasillos con los que uno se cruza normalmente cuando está
haciendo estos trámites, estas gestiones. “Me pidieron tanto” o “no sale porque
me pidieron tanto”. Es gente que por supuesto públicamente no se anima nunca a
denunciar estas situaciones porque saben que nunca más ligan una obra pública
en su vida.
Álvarez
(J.M.): ¿Pero usted lo puede decir acá o en la Justicia?
Schoklender:
Cuando esto vaya a la Justicia voy a repetir
esto mismo, que creo que es un secreto a voces, que habitualmente el anticipo
es la condición..., es la parte que tienen que dejar, pero también estoy seguro
de que nadie se va a animar a hacerse cargo de esto. Entonces yo me
comeré una causa por calumnias e injurias y otras yerbas o por falsa denuncia.
Pero por ahora no...
ARMADO DE “LABERINTO
DE EXPEDIENTES”
Alvarez
(J.M.): No me queda en claro por qué si era algo tan simple que decidía el
gobierno nacional qué jurisdicción lo hacía y todos lo hacían con la Fundación Madres
de Plaza de Mayo, cuál era el motivo por
el cual había funcionarios prácticamente permanentemente dentro del edificio
de la propia Fundación.
Schoklender:
Porque en realidad el laberinto de expedientes
que se armaba para justificar todo este sistema de contratación lo entendían
ellos solos.
Bullrich:
¿Por qué usa la palabra “justificar”?
FINANCIANDO
CAMPAÑAS
Schoklender:
Porque como hoy bien se dijo, esto no era un programa que le correspondía...
Eso fue una observación que hizo la presidenta de la comisión, y que comparto. Este no era un programa que le correspondía
a Obra Pública. Era un programa que le hubiese correspondido a Desarrollo Social
tal vez con Obra Pública o con alguna supervisión. Las características
sociales, la cantidad de gastos adicionales que después nosotros reclamábamos,
no eran propios de la Subsecretaría de Vivienda. No tenían previsto. No se
afanó ni se hicieron cosas malas. Que se financiaron
actividades que pueden ser discutibles políticamente, sí. Que se le haya
financiado la campaña a alguno, sí. El 99 por ciento fue a la obra que se
hizo. No es que los grandes fondos se desviaron o que los funcionarios se
enriquecieron a través de esto. Lo que digo es que había algo bueno que se
estaba haciendo y que no se blanqueó y no
se le dio la estructura legal y formal para hacerlo más transparente y más cristalino.
Entonces, se fueron forzando estructuras existentes. Es el mismo ejemplo
que hoy puse con el tema de los subsidios. Una
cosa es cuando vos querés contratar a alguien en forma trucha para tenerlo de
tu lado, comprado o cuando querés desarrollar un programa pero no tenés una asignación
de partidas que te permita hacer esto sino otra cosa y entonces lo
canalizas. En el caso del programa Misión Sueños Compartidos hubiese
necesitado, por la dimensión y el impacto social que tenía una legislación
ad hoc, una reglamentación estricta y una supervisión específica.
Álvarez
(J.M.): Si se hubiesen realizado las licitaciones correspondientes quizás
no estaríamos discutiendo. No comparto que haya excepciones…
Schoklender:
Se hizo una licitación en la ciudad de Buenos
Aires y la ganó la Fundación caminando. Y si la Fundación se presenta a
cualquier licitación –no digo hoy por el escándalo- supera ampliamente a
cualquiera. Me refiero a calidad, velocidad de ejecución, capacidad
de contratación, impacto social. ¿Qué licitación no podía ganar?
SIN
LICITACIONES
Álvarez
(J.M.): No comparto esas apreciaciones. Para mí se debería haber llamado a licitación. Si no, ¿cuál es el motivo de
este escándalo?
Schoklender:
Porque hay lugares donde... ¿Qué empresa constructora asume el compromiso de
construir en el barrio toba en el medio de Rosario dándoles trabajo y
capacitando a esos tobas y, además, comprando el terreno?
Álvarez
(J.M.): Yo conozco Rosario. La propia
municipalidad podría haber hecho la obra en el barrio toba. No estamos
hablando de un lugar impenetrable. Por lo menos en el caso del barrio toba.
Schoklender:
No, no, estamos hablando de un problema conceptual; no es un problema de
imposibilidad. Creo que es un problema de
mentalidad.