¿Se pueden separar los beneficios
para la salud que aporta el yoga, de su connotación espiritual? ¿Es incompatible
para un cristiano practicar el yoga?
Por su interés, ReL reproduce íntegramente
un artículo sobre la relación entre el yoga y el cristianismo del
profesor Joel S. Peters,
que enseña Teología en un Instituto católico de segunda enseñanza en
Montvale, New Jersey (Estados Unidos).
¿Es el yoga una amenaza para los cristianos?
«No es poco común en estos días ver propaganda y promociones del
yoga. Abundan los libros sobre el yoga; abundan los sitios en
el Internet que se ocupan de su filosofía y práctica; y seminarios de
divulgación son rutinariamente ofrecidos en gimnasios, clubs de salud e,
incluso, en algunas instituciones católicas. Ha penetrado tan
exitosamente en nuestra cultura que incluso a mucha gente no se le mueve ni un
pelo cuando eso se menciona. De hecho algunos cristianos han
incorporado al yoga a sus vidas y admiran su propia actitud
"inclusiva", o bien no ven nada incorrecto con practicar el yoga y
estarían muy sorprendidos de saber que representa alguna amenaza espiritual de
cualquier tipo.
Gran ignorancia sobre el yoga
»Es precisamente a causa de esta ignorancia sobre el yoga -- de
parte de quienes se declaran cristianos -- que elegí escribir este artículo. No
tengo dudas que la vasta mayoría de creyentes que practican el yoga es
felizmente inconsciente respecto de su verdadera naturaleza y
propósitos y que probablemente lo vea como "simplemente ejercicio".
Pero en eso radica su mayor peligro. Cuando el yoga es reducido a una
mera disciplina corporal, con poca o ninguna relación con sus
fundamentos espirituales, corremos el riesgo de ser engañados sobre algo que puede
tener mucho que ver sobre nuestro bienestar espiritual.
¿Qué es el yoga?
»Los orígenes del yoga se remontan hasta 5.000 años y durante mucho
tiempo sus principios se difundieron a través de la transmisión oral.
Finalmente esta tradición fue puesta por escrito y entonces el yoga hizo su
aparición en los cuatro antiguos textos hindúes conocidos como los
Vedas, el más antiguo de los cuales data del 1.500 a.C. Más tarde, un
individuo llamado Patañjali compiló y codificó la suma total del saber sobre el
yoga. Las fuentes discrepan sobre cuándo ocurrió esto, con fechas que van del
siglo IV a.C. al II d.C. Su obra, llamada el Yoga Sutra, es el texto de
más autoridad sobre el yoga, reconocido por todas sus escuelas.
Hinduismo y yoga, inseparables
»La palabra "yoga" deriva de la raíz sánscrita yuj, que
significa "unión" o "uncir". El sánscrito es la lengua
antigua del hinduismo y por tanto no debería sorprender el saber que el
yoga está relacionado inseparablemente con esta religión. En realidad,
el significado de "yoga" es muy similar a la palabra latina religio,
de la que deriva nuestra palabra "religión" -- que significa
"sujetar" o "atar". En el caso de ambas palabras, la clara
implicación es que la persona ha sido "acoplada" o "ligada"
a algo espiritual. Más significativa es aún la razón por la cual se ha
desarrollado el yoga.
»En el hinduismo existen tres vías para la salvación: las
obras (ritos, obligaciones, y ceremonias que deben agregarse al propio mérito),
el conocimiento (la comprensión de que la verdadera causa del mal y la miseria
no es el pecado sino la ignorancia sobre la verdadera naturaleza de nuestra
existencia) y la devoción (la adoración a los dioses y diosas hindúes).
El yoga es un sistema de la filosofía hinduista
»Son los brahmanes o casta sacerdotal (el estado social más alto)
los que en la sociedad hindú, los que más frecuentemente utilizan la vía del
conocimiento. Dentro de ella, existen tres escuelas filosóficas:
vedanta, sankhya y yoga. De modo que, dicho con sencillez, el yoga es
un sistema de la filosofía hinduista diseñado para conducir a quien lo practica
al alumbramiento espiritual o la salvación. Dentro de este proceso, el
mecanismo específico es la utilización de posturas físicas (asanas), unidas a
ejercicios respiratorios que son específicamente diseñados para estimular la
meditación y alterar el estado de la propia conciencia a fin de que quien
lo practica alcance la unión con una "realidad superior".
El objetivo final del yoga es el mismo
»Si bien es ajeno al propósito de este artículo tratar los diversos
tipos de yoga, es relevante notar que, no obstante que los componentes dentro
de sus ramas pueden variar, su objetivo final es el mismo, a saber, la
alteración de la propia conciencia para alcanzar un estado espiritual.
Yoga y religión, ¿hay conexión?
»Pero los recursos bibliográficos sobre el yoga ¿No repudian
la conexión religiosa?
»Ciertamente, Ud. encontrará negaciones de parte de algunos autores e
instructores sobre cualquier conexión entre el yoga y la religión. Considere
los siguientes ejemplos: "el yoga no es una religión, por lo tanto
puede ser practicada en armonía con cualquier creencia religiosa".
(Rammurti S. Mishra, Fundamentals of Yoga).
»"El yoga es un sistema integral sobre cómo vivir nuestras vidas. Él nos
conduce hacia una completa nueva forma de vida. No es una religión, por
tanto puede ser combinada con una religión para incrementar la riqueza
de cualquier tradición" (Mischala Joy Devi, The Healing Path of Yoga).
»"Algunos piensan que el yoga es calisténico, compendiado en los pies
arriba, la postura de loto u otra pose en forma de rosquilla. Otros piensan que
es un sistema de meditación. Sin embargo hay quienes lo miran, quizás
con temor, como una religión. Todos estos estereotipos son
falsos". (Georg Feuerstein y Stephan Bodian, editores, Living Yoga).
»"De todos modos ¿qué es el yoga? No es sólo relajación, sólo respiración
o sólo meditación. No es sólo cruzar las piernas, cerrar los ojos, juntar los
pulgares y índices y cantar ‘Om…’ Y ciertamente no es un culto o una
religión" (Larry Payne y Richard Usatine, Yoga Rx).
El
fin espiritual del yoga
»Todos son reconocidos maestros del yoga y sin embargo uno puede no
menos que detenerse ante la incongruencia de sus negaciones sobre las conexiones
religiosas del yoga y el material que exponen en sus libros, el cual muestra
claramente cómo la práctica del yoga tiende, formalmente, hacia un fin
espiritual dentro del contexto de una visión universal propiamente hindú.
Falsear el yoga
»Y si el yoga no es realmente una religión, entonces ¿cómo
explicamos el hecho que tenga un papel prominente en los Vedas, el
Bhagavad- Gita y los Upanishads, que son libros sagrados hindúes? De
modo que esas negaciones son, en el mejor de los casos, ignorancia de parte de
esos autores (lo que es insostenible a la luz del nivel de estos maestros del
yoga) y en el peor de los casos, un deliberado falseamiento de lo que
realmente es el yoga. Ambas explicaciones presentan problemas.
¿Por qué la práctica del yoga es un problema
para un cristiano?
»En el corazón del hinduismo hay una visión monástica -- la que
sostiene que toda realidad es, en última instancia, una sola y que ella tiene
una común "esencia" divina. En otras palabras, mi propio ser o
identidad tiene en realidad la misma identidad que todos los otros seres.
Aunque las etiquetas para esta esencia varían (p.e., ser universal, conciencia
cósmica, ser eterno, etc.), conllevan el mismo concepto básico, a saber, que el
universo es entendido como una energía eterna, divina y espiritual, y
que todas las entidades existentes -- incluyendo los humanos -- son extensiones
de ella.
»El yoga es el vehículo que une al practicante (varón= yogi, mujer= yogini)
con esta energía cósmica. La tarea del yogi es, por tanto, doble: (1)
descartar la noción "errónea" de que cada persona es un ser único
distinto del resto de la creación, y (2) "hacerse uno" con
esta energía cósmica conocida también como realidad superior.
Una cosmovisión ajena al cristianismo
»Los cristianos profesos deberían ya estar advirtiendo que
la visión mencionada es ajena -- incluso diametralmente opuesta -- a
la suya propia. De modo que el contexto real que define al yoga está desviado
radicalmente de la percepción cristiana de la realidad, por medio de la cual el
creyente en Cristo debe reconocer ciertamente que: (a) él es, realmente, una
creación única de Dios, (b) ni el hombre ni el universo creados son divinos, y
(c) la finalidad de esta vida es el crecimiento en la propia relación con un
Creador personal, amoroso y divino que, aunque eternamente distinto de lo que
ha creado, nos convoca a entrar en Su compañía. La discrepancia entre
estas dos visiones no puede ser más grande.
¿Y los beneficios de la salud del yoga?
»Pero ¿no es posible lograr los beneficios corporales del yoga
dejando de lado los aspectos religiosos?
Esta pregunta es engañosa y revela cierta ignorancia por parte de quien la
formula. Es engañosa porque presupone que puede plantearse una
dicotomía entre las posturas físicas del yoga y su espiritualidad subyacente;
revela ignorancia porque el cristiano practicante que la pregunta, muy
probablemente no ha investigado previamente al yoga. Si lo hubiese hecho,
debería haberse dado cuenta que es, en su verdadera naturaleza, una
práctica de la religión hindú.
Lo corporal y lo espiritual van unidos
»Sugerir que uno puede obtener del yoga solo beneficios corporales
sin ser afectado -- de alguna forma -- por su inherente fundamento espiritual,
es errar el golpe. El yoga no trata, primordialmente, de la
flexibilización del cuerpo; pero sí del uso de los medios físicos para
llegar a un fin espiritual. Por lo tanto el problema de separar en él lo físico
de lo espiritual es en verdad una contradicción en sus propios términos. De
hecho, si uno consulta la masiva cantidad de material disponible, se hace
patentemente claro que las consideraciones referidas a los beneficios
físicos son secundarias. Normalmente, el yoga es presentado como algo
que trata primordialmente de actualizar el potencial espiritual propio,
logrando "libertad", trascendiendo el ego y cosas semejantes.
El yoga tiene un componente espiritual
independientemente de sí se es consciente
»Quizás por analogía, un católico preguntaría si es posible recibir
la Eucaristía y no ser participe de algo religioso. O planteémoslo de otra
manera. Si un ateo toma y consume una Hostia consagrada ¿podemos sostener que
no ha recibido el Cuerpo de Cristo porque no cree que sea lo que es? ¿Podríamos
afirmar que simplemente ha "experimentado los mecanismos físicos" de
recibirlo pero no se ha involucrado en una actividad espiritual? Técnicamente
hablando, la Eucaristía tiene una realidad espiritual independiente de las
creencias de quien la recibe, y yo propongo que lo mismo ocurre con el yoga. Así
como la presencia real de Cristo está contenida dentro de la Hostia consagrada,
independientemente de si quien la recibe cree o no, así también el yoga
tiene un componente espiritual que es real, independientemente del propósito
específico de quien lo practica.
Efectos físicos positivos pero efectos espirituales sutiles
»"Pero, espere" -dice Ud.- "He estado practicando
yoga desde hace un tiempo, y como resultado me he vuelto más pacífico y ha
sobre mi tenido un efecto positivo de bienestar físico. Y ciertamente no me ha
apartado de mi fe católica". Bien, nuevamente no puedo negar que el
yoga produce efectos físicos en la gente, pero sospecho que sus efectos
espirituales deben ser más sutiles y por ende más esquivos de
identificar. Téngase en cuenta que los seres humanos somos espíritus
encarnados, de modo que cuando nos involucramos en una actividad espiritual
ella debe naturalmente producir algún tipo de resultado.
Impacto del yoga en un cristiano
»Entonces el asunto se convierte en una cuestión sobre qué tipo de impacto
debe producir el yoga en los cristianos que lo practican y si sus
beneficiosos efectos corporales significan o no que el practicante cristiano
está espiritualmente "okay". Aumentar la elasticidad corporal o
intensificar la paz mental no revelan realmente nada sobre el estado objetivo
del alma de uno, de modo que el último barómetro sobre cualquier práctica
espiritual desde un punto de vista católico es: este empeño ¿me está
conduciendo a una más profunda relación con Cristo? Considerando el
propósito expreso del yoga, es extremadamente difícil responder afirmativamente
a esta pregunta.
¿Tiene la iglesia católica algo que decir
formalmente sobre el yoga?
»Sí. En la Carta a los obispos de la Iglesia católica sobre algunos aspectos de
la meditación cristiana, de 1989 (de ahora en adelante: “Aspectos”), la
Congregación para la Doctrina de la Fe se centra en varias prácticas
espirituales orientales y en su inclusión en la vida espiritual de los
cristianos. En una nota al pie de página en el número 2, Aspectos afirma
específicamente que "Con la expresión ‘métodos orientales’ se entienden
métodos inspirados en el Hinduismo y el Budismo, como el ‘Zen’, la ‘meditación
trascendental’ o el ‘Yoga’. De modo que claramente, el magisterio tiene
en su mente al yoga al afrontar la cuestión de los cristianos que utilizan
prácticas espirituales orientales.
»No obstante que este documento no condena expresamente al yoga, recomienda
repetidamente prudencia en el uso de prácticas espirituales,
meditativas o místicas que estén desprovistas de un contexto claramente
cristiano. Por ejemplo, el número 12 afirma: "estas propuestas u otras
análogas de armonización entre meditación cristiana y técnicas orientales
deberán ser continuamente cribadas con un cuidadoso discernimiento de
contenidos y de método, para evitar la caída en un pernicioso
sincretismo".
»También afirma que los aspectos corporales (como, por ejemplo, las posturas en
el yoga) pueden afectar nuestra espiritualidad: "La
experiencia humana demuestra que la posición y la actitud del cuerpo no dejan
de tener influencia sobre el recogimiento y la disposición del espíritu. Esto
constituye un dato al que han prestado atención algunos escritores espirituales
del Oriente y del Occidente cristiano". (#26)
No confundir con el Espíritu Santo
»De entre todas las observaciones del documento, la más digna de
atención es la tan cruda sobre que la euforia espiritual y física -- que
debería resultar de la práctica del yoga -- no es siempre lo que parece ser:
"Algunos ejercicios físicos producen automáticamente sensaciones de
quietud o de distensión, sentimientos gratificantes y, quizá, hasta fenómenos
de luz y calor similares a un bienestar espiritual. Confundirlos con
auténticas consolaciones del Espíritu Santo sería un modo totalmente erróneo de
concebir el camino espiritual. Atribuirles significados simbólicos
típicos de la experiencia mística, cuando la actitud moral del interesado no se
corresponde con ella, representaría una especie de esquizofrenia mental que
puede conducir incluso a disturbios psíquicos y, en ocasiones, aberraciones
morales". (#28)
Difícil de reconciliar cristianismo y yoga
»En el 2003, el Consejo Pontificio de la Iglesia Católica para el
Diálogo Interreligioso publicó un documento titulado Jesucristo: Portador
del Agua de la Vida (de aquí en adelante: “Portador”). Aunque está
centrado en el movimiento de la Nueva Era, encontramos incluido nuevamente el
tema del yoga: "Entre las tradiciones que confluyen en la Nueva Era pueden
contarse: las antiguas prácticas ocultas de Egipto, la cábala,
el gnosticismo cristiano primitivo, el sufismo, las tradiciones de los druidas,
el cristianismo celta, la alquimia medieval, el hermetismo renacentista, el
budismo zen, el yoga, etc.". (#2,1)
»Como en Aspectos, que lo precedió, Portador aconseja cuidado
en el uso de prácticas no cristianas, pero va un escalón más arriba al
poner en duda el verdadero contexto que precede a algo como el yoga:
"Sería insensato, además de falso, decir que todo lo relacionado con este
movimiento es bueno, o que es malo todo lo que se refiere a él. No obstante,
dada la visión subyacente a la religiosidad de la Nueva Era, en términos
generales es difícil reconciliarla con la doctrina y la espiritualidad
cristianas". (#2)
Un estado de conciencia alterado
»Esta "visión subyacente" guarda un sorprendente parecido
con la cosmovisión hindú y muchos de los términos y conceptos utilizados dentro
del movimiento de la Nueva Era transmiten esencialmente la misma
realidad que constituye el objetivo del yoga: un estado de conciencia
alterado que es como un medio para una experiencia trascendente, espiritual. El
problema es que ese contexto es totalmente extraño a la concepción
cristiana sobre la naturaleza y propósitos de la oración, meditación y
experiencia mística. Más aún, la sola noción de seres humanos uniéndose con una
conciencia cósmica divina contradice lo que la iglesia afirma acerca de una
verdadera experiencia mística: "Para aproximarse a ese misterio de la
unión con Dios, que los Padres griegos llamaban divinización del hombre, y para
comprender con precisión las modalidades en que se realiza, es preciso ante
todo tener presente que el hombre es esencialmente criatura y como tal
permanece para siempre, de tal forma que nunca será posible una absorción del
yo humano en el Yo divino, ni siquiera en los más altos estados de
gracia". (Aspectos, #14; énfasis agregado)
¿Puede el yoga ayudar a rezar?
»Para aquellos cristianos que quizás deseen usar las técnicas de
meditación del yoga como una preparación o una ayuda para rezar, deberíamos
estar bien atentos a la verdadera naturaleza de toda actividad espiritual:
"la oración cristiana está siempre determinada por la estructura
de la fe cristiana, en la que resplandece la verdad mismas de Dios y de
la criatura. Por eso se configura, propiamente hablando, como un diálogo
personal, íntimo y profundo, entre el hombre y Dios. La oración cristiana
expresa, pues, la comunión de las criaturas redimidas con la vida íntima de las
Personas trinitarias". (Aspectos, #3)
»Debemos ser igualmente cuidadosos sobre la diferencia fundamental entre las
experiencias místicas cristiana e hindú: "Para los cristianos, la vida
espiritual consiste en una relación con Dios que se va haciendo cada
vez más profunda con la ayuda de la gracia, en un proceso que ilumina
también la relación con nuestros hermanos. La espiritualidad, para la
Nueva Era, significa experimentar estados de conciencia dominados por un
sentido de armonía y fusión con el Todo. Así, «mística » no se refiere
a un encuentro con el Dios trascendente en la plenitud del amor, sino a la experiencia
provocada por un volverse sobre sí mismo, un sentimiento exultante de
estar en comunión con el universo, de dejar que la propia individualidad se
hunda en el gran océano del Ser". (Portador, #3.4)
¿Hay otros peligros asociados con el yoga?
»Sí. Recuerde que Aspectos afirmaba que una discrepancia
entre una experiencia mística y el estado del alma de una persona, podía
derivar en "disturbios psíquicos". En otras palabras, una persona que
está experimentando realmente un fenómeno místico pero que no está
profundamente fundado en Cristo se enfrentará con algunas anomalías
espirituales serias. No debería entonces sorprendernos, el descubrir
que los fenómenos psíquicos son parte integrante de los "beneficios"
del yoga.
Poderes ocultos condenados por Dios
»Por ejemplo, Rammurti S. Mishra (citado anteriormente) afirma que a
través del yoga una persona puede "adquirir el poder de ver y conocer sin
la ayuda de otros sentidos…", "conocer acontecimientos pasados e
incidentes futuros…", "abrir en ti el tercer ojo, que es
llamado… [el] ‘ojo divino’", experimentar auras y cuerpos
astrales que "vienen a servirlo [al yogi]" y obtener poderes de
clariaudiencia y clarividencia. Uno sólo tiene que hojear las páginas del
Antiguo Testamento para ver que tales habilidades son realmente poderes
ocultos y que están condenados por Dios en la forma más inequívoca y
enérgica. (Lev. 19:26,31; Deut. 18:9-14; 2 Reyes 17:13-15, 17-18; 2 Crón.
33:1-2,6)
»De los cuatro maestros de yoga citados anteriormente, Mishra no es el único en
afirmar que el yoga puede desarrollar las capacidades psíquicas de una persona
o someterla a fenómenos psíquicos. Feuerstein y Bodian observan que las
experiencias posibles por medio del yoga incluyen "sueños lúcidos,
estados incorpóreos, clarividencia, y otras facultades psíquicas, como
así también éxtasis, estados místicos y, en el ápice de todas ellas,
alumbramiento".
»Silva, Mira y Shyam Mehta, en Yoga: The Iyengar Way, nos dicen que "Los
estados elevados de conciencia [en el yoga]…resultan en sabiduría espiritual.
También brindan varios logros supranormales (siddhis), de acuerdo con el
objetivo de la meditación. Algunos están dentro de la gama de las experiencias
humanas, como la clarividencia y la capacidad de leer las mentes".
Desarrollo de las capacidades psíquicas
»Dadas estas cándidas admisiones hechas por maestros de yoga, de que
su práctica tiene como una consecuencia inevitable el desarrollo de las
capacidades psíquicas -- en realidad, es su objetivo real – le queda al
cristiano creyente un serio dilema moral y espiritual: ¿Debe
desarrollar una actividad cuyo objetivo final es cultivar "poderes"
que Dios expresamente condena? No debe negarse el hecho que el yoga
fomenta estas capacidades y tampoco hay que ocultar el hecho que Dios nos dice
que ellas son espiritualmente dañinas para sus criaturas.
El yoga tiene una visión contraria al
cristianismo
»El yoga está inextricablemente fundado en una filosofía y en una
visión que son substancialmente contrarias a la fe cristiana. Su
propósito expreso es alcanzar estados alterados de la conciencia que conduzcan
a un "alumbramiento" espiritual. Quizás el peligro latente para los
cristianos que lo practican esté bien resumido en la honesta admisión de
Feuerstein y Bodian: "En verdad, muchos aspectos del yoga tienen
un sabor hindú, como los mantras sánscritos (sonidos sagrados) que los
practicantes deben recitar en voz alta o repetir mentalmente, o las ideas sobre
la retribución moral (karma) o la reencarnación…. Las personas de cualquier
creencia religiosa o espiritual, lo mismo que los mentalmente abiertos
agnósticos, pueden practicar el yoga con gran provecho. No obstante, ellos
tienden a tener tipos de experiencias yoguísticas que al final los llevan a
considerar, si no adoptar, las teorías ofrecidas por la tradición del
yoga" (énfasis agregado). ¡Oh! Y yo pensaba que el yoga era sólo
un ejercicio físico».
Fuente: Religión en Libertad