ESTIMADOS AMIGOS:
INVITAMOS A PARTICIPAR DE LA CONFERENCIA "ACCION DE LOS COMANDOS EN MALVINAS" QUE SERA OFICIADA POR EL MAYOR (RE) RUBEN FIGUEROA, EL DIA 13 DE ABRIL A LAS 19.30 HS.
LA MISMA SE REALIZARA EN LA CALLE 44 N° 830 E/ 11 Y 12, EN LA CIUDAD DE LA PLATA.
ESPERAMOS CONTAR CON VUESTRA PRESENCIA Y QUE SE HAGA EXTENSIVA ESTA INVITACION.
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viernes, 13 de abril de 2012
“ACCIÓN DE LOS COMANDOS EN MALVINAS” CONFERENCIA DEL MAYOR (RE) RUBEN FIGUEROA EN LA PLATA
LOS “PACTOS DE LA MONCLOA” NO SON EJEMPLO DE UNA CONCORDIA ACEPTABLE
Por Cosme Beccar Varela
Buenos Aires, 12 de marzo del año 2012 - 1098
El 10 de Abril ppdo. mi amigo Alberto Solanet, dirigente católico y descendiente directo de Santiago de Liniers y de José Manuel Estrada, los dos máximos héroes de nuestra historia, publicó un artículo en "La Nación" titulado: "La política oficial de derechos humanos".
Alberto Solanet, que fuera presidente de la Corporación de Abogados Católicos, hoy es conocido por ser el Presidente de la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, organización que reúne a casi 500 abogados y que trata de conseguir que se respete el Derecho con respecto a los militares y civiles secuestrados por el régimen tiránico kirchnerista del cual es cómplice el Poder Judicial, encabezado por la Corte Suprema. Esos abogados cumplen, además, lo que no es poca cosa, la obra de misericordia de visitar a los presos con admirable sacrificio.
Yo no integro esa Asociación -aunque he publicado todas sus declaraciones-, porque no estoy de acuerdo con el objetivo "pacifista" que incluye en su designación: "Concordia".
Les he dicho a mis amigos que la dirigen que debería llamarse "Asociación de Abogados en Lucha por la Justicia", puesto que de eso se trata, y porque es inútil proponerles "concordia" a los enemigos irreconciliables de la Justicia, como lo son los integrantes del régimen tiránico que nos oprime que están movidos por un odio rabioso contra todo lo que hay de bueno en nuestras tradiciones católicas e hispanas y varios de los cuales son personalmente responsables de crímenes terroristas. Todos ellos contribuyen a que se cometan las aberraciones jurídicas que enumera claramente Alberto Solanet en el artículo mencionado: Esa idea es una utopía perniciosa porque supone que esa banda de facinerosos alguna vez podría renunciar a sus objetivos criminales, teniendo como tienen todo el poder en la mano y menos aún abjurar de sus siniestros errores de raíz marxista y atea.
Aún en la remotísima hipótesis de que dijeran que están dispuestos a hacerlo, con decirlo no bastaría, sino que deberían abandonar el poder absoluto que ejercen, terminar con el sistema de enriquecerse y financiarse políticamente mediante la corrupción impune más escandalosa de todos los tiempos, reconocer que han sido injustos en su persecución de los militares, liberarlos inmediatamente, revocar las sentencias inicuas que ha dictado la Corte Suprema y entregar una parte decisiva del poder ejecutivo y legislativo a quienes nos oponemos a la tiranía, terminando con el sistema fraudulento de sucederse a sí mismos sin dejar espacio alguna de poder en manos de verdaderos opositores.
Menos que esto, nunca sería una "concordia" seria y confiable. En el mejor de los casos sería una tregua graciosamente concedida por nuestros enemigos que podría ser revocada en cualquier momento con cualquier excusa y que sería aplicada del modo que les parezca menos perjudicial para sus pésimos planes e intenciones.
Digo que esta propuesta de una concordia ilusoria es perniciosa porque contribuye a desmovilizar a los verdaderos opositores de esta tiranía y le da a ésta la tranquilidad de que esos verdaderos opositores dejarán de serlo, sumándose, aunque no lo quieran, a la tropa de falsos opositores formada por los partidos de la "dirigencia" corrupta e inepta.
Hombres y mujeres valientes e inteligentes como ellos quedan así políticamente neutralizados y convertidos en una especie de Ejército de Salvación dedicado a visitar los presos y a protestar por las violaciones del Derecho, pero sin representar una amenaza real al poder tiránico.
O sea, pasan a ser una nada política, sin poder alguno ni intenciones serias de tenerlo, por lo cual no conseguirán jamás su objetivo principal, que es el restablecimiento de la Justicia en el país, ni la liberación inmediata de los secuestrados políticos, de los cuales no han liberado a ninguno y sí han visto morir en la cárcel a casi 200 de ellos.
Parece que no supieran que frente a ellos no hay un gobierno razonable dispuesto a oír razones sino una caterva de canallas, ladrones y fanáticos marxistas que se ríen de las razones así como se ríen de la Constitución Nacional que violan todos los días descaradamente..
Y no solamente son neutralizados los 500 integrantes de la Asociación sino muchos otros que podrían sumarse a la lucha contra la tiranía si esos 500 les dieran un ejemplo de combatividad política. La Asociación funciona como una especie de aspiradora de buenos argentinos, enemigos de la tiranía, que tranquilizan sus conciencias adhiriendo a aquella sin riesgo de verse obligados a dar batalla en el plano político.
Me dirán que gracias a esa blandura política son 500 puesto que si no serían apenas 10, como ocurre con la Asociación Patriótica que intenté fundar hace tres años. Es muy posible, pero si es así, salvo para visitar a los presos (que ni siquiera son los 500 quienes lo hacen) ¿para que sirven los otros 490?
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Lo peor del asunto es que ahora Alberto Solanet acaba de explicitar en el artículo de "La Nación" cual es su "modelo de concordia". Es nada menos que los Pactos de la Moncloa, firmados en 1977, en España.
Quisiera recordar cómo se gestaron y qué fueron esos famosos Pactos.
Después de la muerte de Franco, toda la izquierda se lanzó sobre España como los buitres sobre la carroña. Y los acomodaticios que habían hecho carrera bajo la dictadura, como Adolfo Suarez, tomaron la posta y abrieron la puerta del infierno del cual salieron todos los malos espíritus morales, ideológicos y políticos.
Fue el famoso "destape español", una especie de furia obscena desatada; fue la admisión en la legalidad del partido comunista con el asesino Santiago Carrillo a la cabeza, del partido socialista, con ese invento mediático llamado Felipe Gonzalez y varios otros partidos de izquierda, fue el triunfo del progresismo en el clero, fue el aplastamiento de los verdaderos españoles que habían creído aquello que dijo Franco de que dejaba "todo atado y bien atado" y que falsamente tranquilizados, creían eso los eximía de cualquier resistencia organizada contra la ola infernal que se le vino encima.
Franco murió el 20 de Noviembre de 1975 y el partido de centro de Adolfo Suarez ganó las primeras elecciones en Junio de 1977. Formó gobierno e inmediatamente se puso a conversar nada menos que con Santiago Carrillo, jefe del partido comunista y asesino de miles de católicos en Paracuellos del Jarama y con Felipe Gonzalez, catapultado a la jefatura del partido socialista en pocos meses, tal vez porque era el peor de todos. Con ellos y con los demás partidos de izquierda Suarez firmó los Pactos de la Moncloa el 27/10/1977 a los cuales adhirieron después los sindicatos de izquierda.
La excusa para ese acuerdo era la situación económica de España que se decía que era mala (en el tiempo de Franco esa crisis económica no existía) y que la inflación crecía. Por eso los Pactos consisten en una larga cháchara de temas económicos que ocultan su verdadero significado.
El verdadero significado de los Pactos de la Moncloa fue convertir a la España católica en una España distinta y contraria, con el sello de la izquierda atea e inmoral, habilitando la reforma agraria, la despenalización del adulterio y la legalización del concubinato, el “destape moral” camino al aborto, la consolidación del poder sindical, el triunfo del democratismo, la liberación total de la prensa (léase el permiso para la pornografía) y el aplastamiento del catolicismo y de las FFAA. Si Ud. tiene paciencia y está dispuesto a leer entre líneas puede encontrar los Pactos por entero en Internet. Pero desde ya le advierto que se componen de un 95% de cháchara económica y de un 5% de novedades a favor de la izquierda democratista y atea.
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¿Esto es lo que Alberto Solanet considera como modelo para la concordia"? Además, él se olvida que esos Pactos fueron posibles y no fueron peores porque el poder lo tenía el centrista Suarez y debía fingir cierta adhesión a la España tradicional. Los izquierdistas tuvieron que pactar con él,porque era él quien tenía el gobierno. Pero en este país, donde la izquierda tiene todo el poder y lo usa para tiranizar a todos, ¿por qué motivo puede creerse que estarían dispuestos a limitar ese poder frente a una "oposición" traidora y a una Asociación pacifista que no se lo disputa sino que suplica una tregua?
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El otro ejemplo que pone Solanet para su propuesta de concordia es Mandela. Sin embargo, cuando Mandela subió al poder si lo ejerció en forma moderada es porque los blancos, que lo habían entregado por presiones internacionales irresistibles, tenían una enorme fuerza en Sudáfrica. Mandela hubiera sido un suicida si hubiera pretendido aplicar un revanchismo represivo contra esa enorme y poderosa minoría.
Aquí no hay nada ni que se parezca a ese partido de los blancos en Sudáfrica. ¿Qué freno puede sentir la tiranía, viendo la mansedumbre de sus "opositores", para no seguir con su revanchismo y su proyecto de mantener un poder total para implantar un Estado marxista-leninista?
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Alberto Solanet también menciona a Adenauer. Pero no tiene nada que ver con la situación argentina. Adenauer era un católico que formó un poderoso partido político y que con genio de estadista supo hacer respetar a la Alemania derrotada y culpable de la monstruosa guerra de 1939-1945, ocupada por las potencias vencedoras que incluían a la URSS, consiguió libertad para su patria y una recuperación económica asombrosa. Si Adenauer se hubiera limitado a predicar concordia, sin construir fuerza política, nunca hubiera conseguido eso.
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En fin, he escrito este artículo con la esperanza de que Alberto Solanet y sus compañeros de la Asociación reflexionen y cambien de proyecto. Hay que enfrentar la tiranía, tratar de reunir fuerza política pero por fuera de la falsa "oposición", hay que mostrar el puño y no un ramo de olivo que a los tiranos sólo les causa risa y desprecio. No se engañen por el número de sus adherentes ni por la buena prensa de que gozan. Eso suele ser señal de que uno no está realmente combatiendo el buen combate.
Cosme Beccar Varela
e-mail: correo@labotellaalmar.com