Cada día surgen nuevos elementos
sobre la complicada filtración de documentos reservados del Papa. Y cada vez
hay más errores.
Cada día surgen nuevos elementos
sobre la complicada filtración de documentos reservados del Papa. Y cada vez
hay más errores. Para que usted no se pierda, ahí van los siete errores más
repetidos sobre Vatileaks.
PRIMER ERROR: “Los documentos filtrados son escandalosos”.
No. Se trata de un centenar de
“documentos reservados”. Incluyen contenidos incómodos, pero no escandalosos,
ya que sus autores explican fríamente al Papa problemas reales de la Iglesia,
como decisiones de gobierno que consideran equivocadas.
También hay peticiones de
encuentros con el Papa, informes reservados y propuestas dirigidas a Benedicto
XVI. Los documentos van al grano y no siguen grandes protocolos porque piensan
que sólo el Papa los leería.
SEGUNDO ERROR. “Los documentos atacan la imagen del Papa”.
No. La imagen que dan del Papa es
positiva. De las filtraciones se deduce que reflexiona y pide opinión a muchos
colaboradores antes de tomar cada decisión.
Los documentos sí dañan al Papa
en el sentido de que constituyen una violación de su privacidad.
TERCER ERROR. “El Vaticano es un campo de batalla entre dos facciones”.
No. No hay unidad entre los
documentos: se refieren a una gran variedad de temas y a muchos departamentos.
Uno de los objetivos de la filtración es desestabilizar al secretario de
Estado, el cardenal Tarcisio Bertone y al secretario del Papa, monseñor Georg
Gaenswein.
Como en otras burocracias,
también en el Vaticano hay “muchas” corrientes de opinión. Pero no deben
confundirse las diferencias de opiniones con la hostilidad.
CUARTO ERROR. “Los cardenales no pueden ser juzgados”
Los tribunales pueden ser
juzgados por el Tribunal Supremo del Vaticano. Se trata de un tribunal formado
por los cardenales Raymond Burke, Jean-Louis Tauran y Paolo Sardi.
QUINTO ERROR. “El mayordomo será juzgado por un tribunal de la
Iglesia”.
No. El mayordomo y otros posibles implicados
serán juzgados por un tribunal civil del Estado de la Ciudad del Vaticano. Sus
jueces no son sacerdotes sino laicos, profesores de universidades italianas.
No hay que confundir la Santa
Sede, que se encarga del gobierno de la Iglesia católica; y el Estado Ciudad
del Vaticano, un territorio en el que reside el Papa.
SEXTO ERROR. “El mayordomo será juzgado con un proceso secreto”.
No. El juez ha decretado el
secreto de sumario para la fase instructoria. Si decide enviarlo a juicio, será
juzgado con un proceso público. En todas las fases el mayordomo está asistido
por sus dos abogados.
SÉPTIMO ERROR. “El Papa concederá el indulto al mayordomo”.
Más que un error, es sólo una
hipótesis. Obviamente, si Juan Pablo II indultó a Ali Agca, es muy probable que
Benedicto XVI indulte a Paolo Gabriele. Pero es sólo una posibilidad.
En cualquier caso, no es
verosímil que lo haga hasta que se haya resuelto el caso.
Recopilado por Ricardo Díaz de “Religión en Libertad”
NOTAS DEL DIRECTOR DE DIARIO PREGÓN DE LA PLATA:
Siete consideraciones sobre los “Vatileaks”:
1) Los “vatileaks” no son
imaginarios, son ciertos, y se trata de filtraciones de información reservada
que es hecha pública, con diversas posiciones en temas de actualidad que no
deben ser difundidas.
2) No son “escandalosos”, sino
que el escándalo es la filtración;
3) El listado precedente,
menciona al juzgamiento de Cardenales, y cabe señalar que el principal
implicado y sospechoso como cabeza de estas “operaciones de contrainteligencia” sería el Cardenal Tarsicio Bertone;
4) El exorcista P. Amorth denunció
que hay sectas satánicas que están desarrollando actividades en el Vaticano,
que si bien no involucran al Papa, afectan al Estado Vaticano en el orden
espiritual;
5) El modernismo masónico
pretende continuar con sus escaladas para vaciar la Fe de contenido, y
precisamente es ese modernismo masónico el que ve a la Iglesia como un ámbito
de poder donde todos pujan por alcanzar el máximo puesto que corresponde al
Papa, excluyendo la acción e intervención del Espíritu Santo;
6) Episcopados enteros se
declaran en rebeldía contra el Papa; las “dos facciones” existirán mientras el
Papa mantenga en la ambigüedad a los herejes modernistas y su falso ecumenismo como
integrando a la Iglesia Católica a la cual no pertenecen espiritualmente, ya
que sólo en la Tradición está la Unidad de la Iglesia;
7) Es al Papa Benedicto XVI (no hay otro) a quien corresponde
poner las cosas en orden en el Vaticano y en la Iglesia Católica en su
integridad, frenando la acción disolvente del modernismo que se ha expandido
por todas partes.
Por Emilio Nazar Kasbo