Por Emilio
Nazar Kasbo
En base a un trabajo difundido por la Unión de
Oficiales de Reserva de las Fuerzas Armadas de la Nación (UNOR), titulado “Inteligencia
Estratégica para la Política Mundial Norteamericana” elaborado por el Tcnl. C
(Res) José M. Condomí Alcorta, se
estructura el presente informe.
REELABORACIÓN
El trabajo del Tcnl (Res) Condomí Alcorta se ha basado en el libro “Inteligencia Estratégica
para la Política Exterior Norteamericana”, elaborado por Sherman Kent, escrito en un intervalo previo a su entrada a la CIA
en noviembre de 1950. Sherman Kent
fue responsable entre 1952 y 1967 del “Borrad of Nacional Estimates”, máximo
organismo de análisis de la CIA.
La labor desarrollada ha consistido en otorgar
una redacción propia al escrito divulgado, quitando la particularidad
estadounidense del original para universalizar el conocimiento, permitiendo la
aplicación al Estado argentino en particular. Se han realizado cambios en el
vocabulario que facilitan la identificación de las partes intervinientes.
Se han agregado ejemplos, así como una
cosmovisión que no es afín al pragmatismo que impera en la política
internacional globalizada. El pragmatismo y efectismo propio de los
estadounidenses no responde a la conformación argentina ni latinoamericana. Es
más, llegan a presentar a la Iglesia Católica como un Estado al cual se debe
enfrentar el gobierno norteamericano, marcando un grave error de política
internacional de su parte.
INFORMACIÓN Y PODER
La Información es conocimiento, y el
conocimiento es poder, es decir, la facultad o capacidad para tomar decisiones.
Con el conocimiento adecuado, de lo intelectual se pasa fácilmente a la acción
acertada.
El medio para evitar los desórdenes del
presente, implica un diagnóstico del pasado que confluye en la actualidad, e
implica acciones a futuro. En cambio, existe una palabra que designa el
conocimiento anticipado de hechos que sucederán: prognosis. Este conocimiento
anticipado implica tener un cierto don de ciencia o en cierto modo de profecía.
Anticipar estos sucesos permite tomar decisiones adecuadas en el presente para
prevenir desastres próximos, o para alentar sucesos positivos.
En sí, todo esto es una tarea de Inteligencia
cuando se habla de intereses geoestratégicos y geopolíticos. Sin embargo, la
labor referida exige un tipo de Inteligencia profesionalizada y científica, no
ideológica.
INTELIGENCIA IDEOLÓGICA
Como es fácil reconocer, la ideología tiñe con
la óptica propia los datos recabados, de tal modo que los resultados acaban
siendo tendenciosos; tomar datos con base ideológica implica un falso
diagnóstico, lo cual arrojará falsos lineamientos de acción que jamás
solucionarán los problemas planteados.
Esto motiva a que este tipo de Inteligencia
profesionalizada deba tener bases en el realismo filosófico como principio
inicial de su labor intelectual. Cabe destacar a su vez, que el realismo
filosófico dista abismalmente del realismo materialista.
Esto no significa que se logre una
“infalibilidad” en las labores, sino la aptitud para aprovechar los errores que
eventualmente y seguramente se producen para convertirlos en experiencias
útiles tanto para que no se repitan como de enseñanza de la actividad.
INTELIGENCIA Y
COSMOVISIÓN
Es falsa la afirmación de que existe una “Inteligencia
neutra” en materia de cosmovisión. La neutralidad que se alega, es una postura
asumida ante los problemas que se abordan.
El descarte de la visión ideológica, implica
asumir una postura ante determinada ideología, considerando el propio
pensamiento como el adecuado. El abordaje ascéptico de tipo agnóstico en materia religiosa, también
implica asumir esta postura ante todo tipo de religión, sin importar que puedan
ser falsas o verdaderas.
El elemento ideológico o el elemento religioso
en la composición de un Estado, o por parte del mismo personal que realiza el
trabajo de Información, debe ser aclarado de forma previa.
Por otra parte, existe un doble tipo de
abordaje de estas cuestiones: bajo la óptica del Orden Público, y bajo la óptica
estrictamente religiosa, y en esta última ha de ser tenida en cuenta la
particularidad de la Iglesia Católica, cuya característica es la obediencia
universal al Papa, y que posee una Doctrina amplia en materia moral y social,
en particular la Doctrina Social de la Iglesia, en el marco de la Tradición que
busca legar intacta al futuro desde Jesucristo mismo. El mismo Estado Vaticano
ha de tener su estructura de Inteligencia Estratégica.
No existe posición neutral en estas temáticas,
y por tanto deben quedar esclarecidas desde el principio, a efectos de que no
se brinde un informe con posiciones supuestas pero no explícitas.
Desde la Fe Católica, Jesucristo es la Verdad
en sí mismo, y desde allí se estructura el conocimiento. Dentro de la Iglesia
Católica, el recurrir a metodologías que impliquen la comisión de un pecado es
un mal, y por tanto se encuentran prohibidas tales conductas no sólo en público,
sino más aun en privado, ya que quien comete tales actos incurre en pecado
mortal, comprometiendo el destino final de su propia alma. Para una mayor
profundización de esto, se recomienda la lectura del opúsculo “Inteligencia
para Cristo” de Jean Ousset. Queda
clara, por tanto, la conducta que el católico ha de tener y mantener en este
tipo de cuestiones.
INTELIGENCIA Y
ESPIONAJE
Lo peor que se puede hacer, es una Inteligencia
basada en el espionaje bobo y estéril, fundado en intereses ideológicos. La
profesionalización de los analistas de la Inteligencia estratégica, implica que
quienes habitualmente siguen y analizan los acontecimientos relacionados con un
determinado campo de la vida pública de una sociedad posean una calificación
personal que los habilite a tales efectos.
Los analistas ideológicos, por sus fantasías
propias, no resultan útiles para el desarrollo de planes ni para el
establecimiento de estrategias, aunque puedan ser efectivos en alguna faz
táctica.
La efectividad táctica en la labor de Inteligencia
lleva al desastre final en los resultados, ya que al carecer de un plan y por
basarse en objetivos de muy corto plazo, resulta imposible la previsión de
ciertos hechos futuros que el ideólogo niega y que el realista sabe reconocer.
PROFESIONALES
De hecho, los analistas profesionales deben ser
de variada índole, y han de realizar sus labores interactuando, cruzando
conocimientos a los efectos de potenciar las conclusiones.
Pero es necesario reiterar que estos trabajos
no son de “espionaje”, sino de una Inteligencia creativa y proyectiva, que en
uso de los conocimientos provistos por la ciencia de mayor avance permiten el
trazado de un plan a largo plazo (en lo posible permanente) y el
establecimiento de objetivos estratégicos. Estos son los datos que diferencian
la Inteligencia profesional de la Inteligencia ideológica de tipo táctico (cuyo
rasgo predominante, contrariamente a la anterior, es el espionaje).
Efectivamente, el trazado de un plan en el área
abordada por los analistas profesionales que fuesen, implica un análisis
sistémico e integral de los problemas estratégicos. Los problemas estratégicos,
además, no agotan el análisis referido, y por tanto acaban siendo elementos a
tener en cuenta en el trazado de un plan, ya que la detección de problemas no
es suficiente para hacer avanzar de modo integral el análisis. Efectivamente,
un organismo es un todo, y tomar el organismo desde los problemas que presenta
impedirá el abordaje holístico del área analizada.
¿Qué es lo que permite la profesionalización de
la Inteligencia? Es fácil la respuesta: la precisión conceptual, una
organización de los conocimientos y de las personas adecuada a las tareas que
se deben desarrollar, sumado a una metodología basada en criterios científicos.
AUTONOMÍA Y POLÍTICA
EXTERIOR
Es lógico, además, que el desarrollo de la Inteligencia
en el sentido descripto lleva a una autonomía nacional e independencia de otros
Estados, a la vez que permite establecer un liderazgo por sobre Estados
regionales o extraregionales.
Así, la Inteligencia estratégica profesional
debe ser un hilo conductor de la política exterior, que en el caso de Argentina
es la neutralidad (o debe serlo).
De no contar en el área de política exterior
con esta Inteligencia nacional, se acaba con la subordinación a terceros
Estados que pretenden influir en mayor o menor medidas sobre todas las Naciones
del mundo para alcanzar por su intermedio a cada uno de sus habitantes.
El desarrollo de una política exterior
nacional, depende de la decisión sobre los analistas que el Estado adopta
(profesionales realistas o ideólogos fantasiosos, o incluso ideólogos
internacionalistas que responden a intereses extrajeros). Por otro lado, el
establecimiento de analistas profesionales de carácter realista en una Nación,
se convierte en un freno y en una valla a las “políticas activas” de intereses
“globales” que los Estados que influyen en el mundo promueven (de los cuales
señalamos como paradigmáticos a Estados Unidos, China, Arabia Saudita e
Israel).
CONCEPTOS, ACTITUDES Y
PROCESOS
En un parangón pedagógico, se puede decir que
existe una base teórica de la Información que corresponde a los contenidos
conceptuales; que existe una base humana de la Inteligencia que se constituye
en una estructura u organización de personas; en tercer lugar, existe una base
de actividad, método o procedimiento para el desarrollo de la Inteligencia; y
por último, que es un elemento no muy abordado, la Inteligencia implica una
actitud en el sentido de disposición de ánimo.
Efectivamente, el conocimiento y la aptitud
deben ser elementos a considerar para el establecimiento de una meritocracia,
ya sea civil o militar, que permita a los más aptos ocupar cargos elevados, lo
cual permite salvaguardar la Soberanía y resguardar la Independencia Nacional.
El conocimiento científico sin aptitud personal, desprovisto de Caridad, es una
Inteligencia fría y diabólica que no puede admitirse bajo ningún punto de
vista. No se puede admitir conocimiento sin virtudes, ya que la aptitud está
íntimamente ligada con éstas.
Evidentemente, existen conocimientos vitales
para la Soberanía Nacional y para su continuidad en el tiempo, ya que el patrimonio
heredado ha de ser entregado en Tradición a las futuras generaciones. Basta
como simple ejemplo la disolución del Instituto Geográfico Militar como
organismo que determina límites territoriales y aprueba mapas oficiales, para
caer en una institución “cultural” que tiene por consecuencia la
indeterminación limítrofe.
IDENTIDAD Y
CONTRAESPIONAJE
Las consecuencias de las decisiones gubernamentales
que se adoptan, sólo son comprobadas a muy largo plazo en su integridad,
mientras que la imprevisión del presente lleva a desestimar la fuerza y las
intenciones de terceros Estados así como sus probables respuestas a las
acciones que pudieran emprenderse. Tales acciones pueden implicar, en las
relaciones exteriores, acciones de guerra o acciones en el marco de la paz, con
la definición previa de naciones amigas, aliadas o enemigas.
Es necesario conocer cómo se manejan otros
Estados, analizar esa Información y clasificarla para la toma de decisiones.
Previo a ello, es preciso conocer cómo se maneja el propio Estado, su
identidad, sus raíces, su Tradición, puesto que en realidad de éstos factores
dependerán las acciones a desarrollar en el marco de la diplomacia.
Especialistas estadounidenses en Inteligencia como
Sherman Kent, afirman que la Información
sobre terceros Estados no debe basarse en ContraInformación y contraespionaje,
ni debe incluir Información operativa y táctica, aunque tal Información debe
ser obtenida en parte por “medios clandestinos”, y obtener mediante
investigaciones abiertas y directas la mayor parte de esa Información.
DESCRIPCIÓN BÁSICA
La Información de terceros Estados debe
clasificarse por su elemento descriptivo básico, por su elemento informativo
corriente y por el elemento especulativo y evaluativo.
La Información básica que permite describir el
Estado son sus características físicas naturales y las que el hombre ha
añadido; su población, cantidad y calidad de sus habitantes, datos demográficos
y centros de concentración poblacional, entre otros; también su cultura, las
artes del país, ciencias y técnicas locales, y el estado de las Fuerzas
Armadas; y finalmente la organización del sistema político, sus economías,
grupos sociales, códigos morales e interrelaciones dinámicas entre ellos.
La descripción básica incluye el estado de las
Fuerzas Armadas, indudablemente, porque es un elemento clave en la defensa de
los demás, que tendrán alcance dentro del país o incluso al exterior de las
fronteras en tanto posea una fuerza militar que los respalde.
INFORMACIÓN CORRIENTE
La Información corriente se vincula al proceso
de cambios a que todas las actividades humanas son sometidas. Tales cambios
deben ser analizados en la dirección en que se producen, las razones que lo
impulsan y su intensidad.
A título de ejemplo práctico aplicado a la
Argentina en este año 2012, la imposición homosexual en Argentina se basa en un
influjo de dinero en medios de comunicación, a la vez que en la aprobación de
leyes sin precedentes ni sustento social en el país; de modo que se trata de
una creación artificial que hasta puede lograr un cierto grado de aceptación en
algún estrato ideológico sumado a la sensibilización de elementos emocionales
en ciertos estratos sociales.
Esta clase de Información resulta importante
para la anticipación del cambio y el análisis de sus consecuencias.
CLASES DE INFORMACIÓN
CORRIENTE
En el análisis del cambio, se abarcan:
personalidades, elementos geográficos, militares, económicos, políticos,
sociales, morales y elementos científico-técnicos.
Personalidades. Se trata de ubicar a funcionarios
con poder de decisión, ya sean civiles, militares, políticos, etc., limitados
en su cantidad y elegidos por su influencia. También deben ser clasificados los
candidatos potenciales, con un seguimiento de la evolución de sus carreras. La
personalidad de todos ellos, su carácter, fortalezas y debilidades, también han
de ser incluidos en los informes, ya que al debilitarse un funcionario en
ejercicio efectivo del poder, se fortalece la evolución a posiciones de
liderazgo de quienes aparecían como segunda o tercera línea. Estos análisis
permiten conocer la dirección que adoptará el potencial dirigente una vez en
ejercicio efectivo del poder.
Geográficos. Implica el análisis de cambios
introducidos por el hombre en el medioambiente, en los descubrimientos en
geodesia, geología, hidrografía, y recursos naturales.
Militares. La legislación que modifica la
situación, los presupuestos, cambios en la doctrina o educación en las Fuerzas
Armadas, en la moral y también en su grado de lealtad a su gobierno. También
han de clasificarse las informaciones sobre cambios en las FFAA en su
orientación religiosa, política, filosófica, regional, etc.
Económicos. Han de tomarse en cuenta el
nacimiento de nuevas doctrinas y teorías económicas, los ciclos económicos del
país, el cambio en la política comercial externa y en las relaciones exteriores
en materia económica, la regionalización, los pactos y alianzas económicas.
También los cambios tecnológicos y el modo en que afectarán a la economía.
Políticos. Abarca recabar Información sobre
los cambios constitucionales, las elecciones, los cambios en las organizaciones
no gubernamentales (asociaciones intermedias), así como en los partidos
políticos y en los liderazgos políticos. Aquí se debe agregar la ideología y el
grado de ideologización del país.
Sociales. Se trata de cambios vinculados a
la población, como su aumento, disminución, promedios, edades, ocupaciones,
educación, estructura social, migraciones, movilidad social, religión,
vivienda, asociaciones, etc. Esta faceta no es la demográfica, sino la que
estudia el impacto desde el punto de vista social.
Morales. Análisis de cambios realizados en
la religiosidad, patriotismo, nacionalismo, confianza en el orden reinante, en
las instituciones, en los líderes, en el futuro, en la economía, en la
seguridad jurídica, en la cosmovisión de las virtudes, de la honestidad, y del
ambientalismo, etc.
Científico-técnicos. Se trata de desarrollos
significativos en áreas sensibles como las económicas, de aplicación militar,
salud, etc.
No siempre es necesario mantener todos los aspectos
bajo observación, y deben ser merituados cuáles son los datos que merecen
seguimiento. Se debe prestar particular atención a los elementos que pudieran
producir cambios que afectan de alguna manera los intereses propios. La
profundidad y el detalle del seguimiento deben ser acordes a la gravedad con
que pueden afectar los propios intereses, qué intereses podrían afectar y el
plazo en que serían afectados.
ELEMENTO ESPECULATIVO
Y EVALUATIVO
Toda la Información que se recabe, ha de llevar
al elemento especulativo y evaluativo, ya que se refiere al futuro. Se trata de
posibilidades y probabilidades que permiten conocer escenarios futuros y el
modo en que un país podría organizar sus fuerzas internas al servicio de su
política y estrategia exterior, afectando o favoreciendo los propios intereses
en el proceso.
Es importante realizar los análisis no sólo en
lo que hace a la política exterior, referida a terceros Estados, sino también
sobre el propio país, ya que de ese modo se tendrá el elemento indispensable de
la propia identidad y recursos de su defensa.
Un Estado acerca de otro (o de sí mismo) debe estar
prevenido, tratando de tener un cierto conocimiento sobre el futuro de otros
estados y tomar previsiones sobre diversas hipótesis alternativas.
Conocer la estatura
estratégica del Estado. Se trata de investigar el grado de influencia que podría ejercer el
Estado en una situación en la cual exista algún interés estratégico en juego.
La influencia puede ser ejercida por medios de persuasión o de guerra, y se
deben catalogar la suma de los medios disponibles, la voluntad y la pericia en
su eventual uso.
Conocer
vulnerabilidades específicas del Estado. Se deben clasificar los puntos débiles de
todo orden, los cuales brindan resultados desproporcionados respecto al
esfuerzo de conseguir los datos.
El conocimiento de la estatura estratégica y de
las vulnerabilidades específicas del Estado, permite determinar qué cursos de
acción podría dicho Estado iniciar por sí mismo, o adoptar en respuesta a
cursos de acción iniciados en cualquier otro lugar.
A su vez, según Sherman Kent, la precisión de
la predicción se puede aumentar con dos conocimientos más, adicionales a los
precedentes:
Prognosis de esquema
político. Se trata
de determinar desde la historia política del Estado el esquema al cual
adherirá. Implica establecer si las líneas políticas seguidas por el mismo se
convirtieron en fuertes tradiciones, si posee un Estado amigo o aliado con el
que jamás romperá relaciones, y si el Estado estaría dispuesto a romper con sus
tradiciones.
La propia estatura
estratégica. Se
trata de determinar el modo en que los habitantes de otro Estado perciben su
propia “estatura estratégica”.
El conjunto de esta Información permitiría
hacer “sutiles suposiciones” o apreciaciones sobre las acciones que el Estado
podría emprender en cualquier circunstancia determinada. El valor de tales
apreciaciones y la prognosis no es absoluto y final, y la estimación puede no
ser exacta ni segura. De no contar con esta Información, si las vidas individuales
y la seguridad nacional se hallan en juego siempre será necesario recurrir a
los índices de estatura estratégica, de vulnerabilidad específica y de
probables cursos de acción determinados por la Inteligencia estratégica. La
alternativa a ello son los índices de única alternativa sobre especulaciones
abstractas o ideológicas, sin base ni sustento en elementos y datos concretos.
ORGANIZACIÓN DE LA INTELIGENCIA
Solo las personas humanas tienen capacidad de
organizarse de modo voluntario. El sentido gregario humano dista
cualitativamente de la organización en un hormiguero o en un panal, que surgen
de los meros instintos animales: entre ellos no existen ni instituciones ni
contratos.
En sí, la Inteligencia no es organización, sino
una cosmovisión de la organización. La Inteligencia puede organizar los datos,
pero éstos responden (o deben responder) a datos objetivos que el analista sabe
recolectar. Confundir Inteligencia con organización, es confundir la
gnoseología con la ontología.
En todo lo que hace a la vida social humana,
ésta es simultánea con la concepción del analista que se ve afectado por la
sociedad en que vive, ya sea para entender su propia sociedad o entender las
ajenas. La Inteligencia de las organizaciones facilita su constitución (o su destrucción).
El trabajo de Inteligencia implica una
organización de personas que buscan como fin una clase especial de
conocimiento. Esta organización debe estar preparada para la planificación
nacional, y también para poner a países extranjeros bajo vigilancia u
observación, a la vez que debe estar preparada para explicar el pasado, el
presente y predecir probables futuros.
INTELIGENCIA CENTRAL
La concentración de actividades de Inteligencia
constituye una Inteligencia Central.
Organizar la Inteligencia Central es una tarea
que debe responder a las particularidades del Estado. No existe una norma que
pueda universalizarse a tales efectos.
La Inteligencia Central debe tener una
coordinación con los diversos departamentos y organismos estatales, y sus
tareas y responsabilidades, sus atribuciones y capacidades, deben ser reguladas
por el sistema jurídico nacional.
La coordinación referida, a su vez, puede tener
diversas modalidades, según las conveniencias del Estado.
Existe además una Inteligencia Militar, en cada
una de las Fuerzas Armadas, y es sobre esta Inteligencia que ha de
estructurarse el sistema estatal. Pero es el Estado el que debe indicar la
función de cada una de las divisiones o departamentos, la estructura y los
recursos humanos a utilizar.
ESTRUCTURA DE INTELIGENCIA
La estructura general de los organismos de Inteligencia
puede ser centralizada o descentralizada, unitaria o regional. Esto debe ser
evaluado por cada Estado, en tanto que pueden existir figuras eclécticas entre
ellas, o la aplicación de diversos criterios según las áreas que se aborden.
Existen asuntos que exceden la labor de una
estructura regional de Inteligencia, tales como los organismos estatales
internacionales (ONU), o las ONGs globales. Para tales casos, debieran
planificarse y desarrollarse ciertas organizaciones funcionales para estas
situaciones. Con respecto a la Iglesia Católica, ha de respetarse su autonomía,
y se requieren especialistas altamente entendidos en ella para realizar su
análisis.
Cuando el organismo de Inteligencia no
proporciona un supervisor o coordinador nacional de tiempo completo para los
problemas de naturaleza multinacional, la labor ha de desarrollarse sobre
personal “ad hoc” específicamente asignado a la labor.
Toda misión debe tener a su vez un control
efectivo de la misma que no perjudique a su vez la actividad que se desarrolle.
Toda operación exitosa, exige severidad, una particular disciplina que los
expertos encuentran por lo general desagradable e insoportable. La
descentralización favorece en estos casos la división de responsabilidades, y
por tanto una reducción de áreas de control en referencia a cada una de las
áreas descentralizadas, a la vez que se mantiene el control general y de
coordinación, necesario para la exitosa conclusión.
Existen tareas de Inteligencia que se
desarrollan en el exterior, que exigen una fuerza de campaña propia. Las
acciones en el exterior se pueden clasificar en públicas, secretas,
descubiertas, clandestinas, o acciones que resultan de diversas combinaciones
entre ellas. Estas acciones implican dificultades de coordinación y cierta
pérdida de sentido del contexto habitual de labor, según las distintas
dependencias del personal destacado a semejantes misiones.
RECOPILACIÓN
Existe una función de clasificación de la Información
en toda organización de Inteligencia estratégica. Esta función implica la
adquisición, clasificación, guarda, recepción de requerimientos y distribución
del material en cuestión. La clasificación implica criterios generales de
orden, que luego se aplicarán a los trabajos e informes desarrollados. Se
constituye una especie de biblioteca ordenada donde pueden hallarse los
materiales completos de las diversas materias abordadas por el personal. El
área encargada de tal recopilación debe ser la encargada de la reunión y
difusión del material.
A su vez, debe realizarse una función de Inteligencia
biográfica, en el seguimiento de las diversas personalidades que son dirigentes
actuales o potenciales. Más allá de tareas regionales, esta Información debe ser
centralizada, para tener un equilibrado panorama estratégico de conjunto,
puesto que la Información regional siempre resulta insuficiente debido a su más
reducido contexto.
También debe existir una mapoteca, con
características de centralización del área de mapas y autonomía administrativa.
Finalmente, el equipo profesional competente
debe estar dispuesto a trabajar en condiciones normales y bajo condiciones de
restricciones presupuestarias, que implican reducciones de personal. Lo ideal,
además, es tener un régimen especial para estos casos.
INTELIGENCIA Y ACTITUD
El grupo humano que constituye una organización
de Inteligencia debe ser variado, y cada uno de sus integrantes ha de tener
aptitudes para la investigación y el pensamiento riguroso. Sin embargo, ante
personalidades extrañas o excéntricas que pudieran gozar de algún talento,
éstos han de ser supervisados, y se les debe llamar la atención a los efectos
de que sin desmerecer su talento puedan desarrollar su actividad. Es decir, la
organización además debe resultar útil para el mejoramiento de su personal,
colaborando en su equilibrio integral. De modo que no resulta útil directamente
a una organización de Inteligencia la presencia o actividad de “estorbos”. La
libertad académica de consulta debe tener la suficiente amplitud para disponer
el lugar adecuado a los que acaban siendo “personajes”, que no han de estar
ligados de forma directa sino en sitios aledaños, utilizando la Información que
pudieran aportar como consulta, pero no en puestos de toma de decisión.
La principal actitud del personal de Inteligencia
ha de ser la admiración, como característica impulsora de la innovación y el
cruzamiento de la Información
No es la tolerancia absoluta (incluso de lo
intolerable) la característica mayor del personal de Inteligencia, sino la
capacidad creativa que permite el avance de los conocimientos.
Ante los yerros que siempre se darán, debe
existir una actitud de Caridad, pero ésta implica el reconocimiento de los
errores y la prevención de los futuros, impidiendo la reiteración de errores
por malos hábitos de la persona en cuestión. Ciertos errores podrán ser
reconocidos sólo internamente, aunque incluso en algún momento pudieran salir a
la luz pública. Es decir, mantener malos hábitos peligrosos atentan contra la
libertad y el ambiente de trabajo.
La actitud pluralista ha de aplicarse en el
sentido de poder recabar información cierta de fuentes ajenas. El modo directo
de investigar un sistema de vida ajeno es mediante el contacto directo con el
mismo, o con las personas que viven imbuidas en él, de donde se obtendrán los
datos para evaluar.
LA INTELIGENCIA COMO
ACTIVIDAD
El conocimiento que se busca por los organismos
de Inteligencia estratégica debe ser completo, seguro y oportuno, además de ser
aplicable a un problema producido o a punto de producirse. Es decir, no se
busca Información inaplicable con significado para el presente o para el futuro
inmediato. La Información que no encuadra en estas exigencias, es calificada de
inútil. Sin embargo, la evaluación de consecuencias a largo plazo no debe ser
excluida de los análisis.
Esto plantea el proceso de labor que implica
problemas metodológicos que se deben afrontar.
La Inteligencia estratégica tiene un proceso
que se inicia con la investigación, cuyo motor se impulsa desde el sistema
político y sus funcionarios, o desde la propia observación sistemática y
continua de lo que sucede en el exterior.
EN EL EXTRANJERO
Existe además una observación desarrollada en
el extranjero, que se produce al ser ejecutada para deliberadamente dar un
sentido a la Información, y estar alertas ante las diversas alternativas que
pudieran plantearse. Esta actividad debe ser completada, cuando existan
aspectos de los cuales resulta difícil obtener Información abierta o pública, mediante
las actividades encubiertas desarrolladas por agentes secretos.
La observación en territorio extranjero debe
complementarse con la desarrollada desde un puesto de observación en el país.
Esta complementación entre la central del país
y quienes ejecutan acciones en el extranjero se realiza por conveniencia, por
las dificultades propias de la operación en el exterior, pero principalmente
por las medidas de contraInteligencia que el observado desplegará.
La observación, desarrollada en el exterior o
en el interior del país, ya sea clandestina o abierta, es útil para detectar
cuando un tercero realiza actividades que pueden dañar intereses nacionales. La
actividad estimula el conocimiento defensivo-protector, y es útil para conducir
la propia política exterior activa.
La observación debe reunir las cualidades de
ser vigorosa y agresiva. Debe cubrir la mayor parte del terreno posible, la
mayor cantidad de fenómenos, y han de realizarse todos los esfuerzos necesarios
para investigar las impresiones surgidas de la observación.
Se debe comprobar la seguridad y exactitud de
la fuente de procedencia de la Información, comparando relatos divergentes,
ampliando perspectivas, así como el campo de investigación y el hallazgo de
nuevos conductos. El significado de las observaciones debe ser extraído con empeño
sistemático, pues de lo contrario se producirá una Información esporádica y
superficial.
7 ETAPAS
El trabajo tiene siete etapas que deben
cumplirse para lograr los resultados esperados:
1- Aparición del problema, al cual se aplicará
la atención de un equipo de Inteligencia estratégica
2- Análisis del problema. Implica determinar si
el problema constituye un riesgo, y cuáles son las líneas de aproximación que
serán útiles a los funcionarios del Gobierno que solicitan la Información.
3- Recolección de datos, que ha de responder a
criterios científicos
4- Evaluación crítica de los datos para
formular una hipótesis
5- Estudio y análisis de los datos para la
formulación de la hipótesis
6. Nueva recolección de datos en base a las
hipótesis más importantes, a fin de confirmarlas o rechazarlas.
7- Establecer una o más hipótesis como las más
acertadas para ser presentadas como informe.
PROBLEMAS DE INTELIGENCIA
Los problemas en el trabajo de Inteligencia
pueden surgir de la aplicación del método, o de la temática que se analiza.
Cada problema tiene su correlato en la solución que ha de aplicarse. El
problema sustantivo es aquél que hace a la sustancia efectiva de la Inteligencia
estratégica. En el caso de problemas que no son de procedimiento o
metodológicos sino de fondo, es decir, sustantivos, surgen de tres fuentes:
- Prognosis.
Reflexiones de un empleado para anticipar los problemas. Este personal se hace
preguntas significativas cuyas respuestas son capaces de anticiparse al
problema.
- Detectar
algo extraño. El observador reconoce un desarrollo de algo poco común, o
insólito, que puede convertirse en un problema sustantivo.
- Disposición
de una autoridad. Por encargo del solicitante de la Información.
Establecido el problema sustantivo que debe ser
analizado, se le debe dar a éste una forma necesaria para que la solución
buscada sea directamente aplicable a las necesidades de quien ha solicitado la Información.
Personal de observación e investigación se
centran en el problema sustantivo para hallar las vías de abordaje más
productivo, que requerirá de una cierta guía o dirección. Tal orientación puede
obtenerse de la propia experiencia, o de aquellos que han demandado los
servicios. Cuando se recibe la orden de realizar una determinada labor de quien
encarga el servicio, se debe requerir inicialmente Información de cómo realizar
el abordaje de la tarea y el objeto que se persigue con la misma. La respuesta
precisa a tales preguntas redunda en una mayor utilidad práctica del trabajo,
ya que éste podrá orientarse específicamente a los fines pretendidos por quien
ha encargado el servicio. La formulación del problema sustantivo es afectada en
mayor medida cuanto más ignorancia haya en la organización de Inteligencia
estratégica en la materia y dirección del trabajo.
REUNIÓN DE DATOS
Cualquier organización de Inteligencia no puede
existir hasta tanto efectúe una amplia y sistemática labor de reunión de la Información
y de coordinación del equipo de trabajo.
El observador se enfrentará a dificultades en
el acceso a materiales que complementen o se relacionen con el que ya posee
sobre el tema que lo ocupa. El problema es aun mayor cuando el material se
encuentra en poder de otras agencias u organismos gubernamentales de Inteligencia
de terceros Estados.
Aun mayores dificultades se hallarán cuando el
pedido debe ser realizado a un equipo en el exterior, y más complicado todavía
será cuando el tema sea ajeno al receptor del pedido.
Finalmente, las informaciones que deban ser
obtenidas en forma clandestina son consideradas secretos de Estado. Quien
alcance tales informaciones, deberá afrontar problemas derivados de las
precauciones y el disimulo con que deberá operar la organización para obtener
la Información.
Otro de los peligros, son los problemas de
segregación con los que la organización debe operar, que a veces provoca un
alejamiento de las líneas guías encargadas por quien solicita la Información, o
por vías indirectas. Este peligro particular deriva de que quien encarga el
trabajo solicita cosas que la organización no está capacitada para entregar, o
pedir en exceso y sobreocupar la organización durante tiempos prolongados, o
por desconocimiento exigir algo que no merece el esfuerzo. Esto puede llevar a
que la organización tenga que reunir Información innecesaria o equivocada, y a
dejar de obtener la apropiada. Estos casos pueden darse principalmente cuando
una ideología ciega la cosmovisión de quien encarga la labor.
CRÍTICA DE DATOS Y
ENTREGA
Los datos obtenidos en el proceso de
investigación del problema sustantivo, deben ser sometidos a una crítica antes
de convertirlos en una hipótesis. La crítica experta de la comprensión del
problema, expresada con libertad, permite llegar a la apreciación de datos. A
eso se reduce en áreas de Inteligencia estratégica el problema metodológico.
La forma en que se presenta el producto de la Información
a quien lo ha encargado, es parte también del problema metodológico.
La presentación puede ser mediante la
recopilación periódica que llega a manos del crítico, que otorga base y sentido
a la misma, elevándola de modo directo a quien ha efectuado el encargo.
Otra forma de presentar la Información, es
mediante un intermediario que protegerá la fuente de origen, enmascarándola y
evaluándola.
La evaluación de la presentación se materializa
en un código en el cual se especifica el grado de confianza que merece la
fuente. La fuente se califica con letras que van de la “A” a la “D”, mientras
que el contenido se califica con números que van del “1” al “4”.
La clasificación de datos provenientes de
documentos o periódicos designados como “documental”, impide la evaluación de
la fuente de origen, que puede ser de gran valor para el destinatario. Es
decir, se exige una precisión en la clasificación de las fuentes, que a su vez
son de diverso tenor, ya que un documento (público o privado) tiene distinto
valor que una publicación periodística que puede contener errores.
FORMULACIÓN DE LAS
HIPÓTESIS
El paso siguiente es la formulación de
hipótesis, que deben servir de interpretación de los datos tanto en su cantidad
como su calidad. Deben contener inferencias o conceptos fundamentados en una
amplia base de elementos que sirvan además para producir nuevos conceptos.
Para ello se debe contar con profesionales de
alto nivel y acceso a todos los datos necesarios para su labor. La organización
de Inteligencia estratégica debe reclutar su personal profesional entre los más
favorecidos de la Nación no producirá buenas hipótesis, a no ser que tengan
acceso a todos los datos pertinentes y necesarios.
La presentación de la hipótesis se realiza en
forma breve y clara con los debidos fundamentos que la respaldan con
coherencia, distinguiendo la opinión (doxa) de la episteme (ciencia). Es decir,
la hipótesis puede basarse en datos que pueden ser de un modo u otro (opinión),
y en datos que son verdades contundentes (ciencia), que deben ser distinguidos,
tanto en los fundamentos como en las conclusiones.
Muchas veces los informes son extensos, y quien
los encarga por lo general prefiere resúmenes abreviados. El modo de resolver
la cuestión es mediante el análisis global del informe para extraer de él las
frases más relevantes que han de ser guías para la elaboración del resumen
final. Es más, pueden elaborarse las presentaciones en tres niveles: a) el
completo, más abarcativo, que incluye la documentación y las referencias
integrales; b) el intermedio que resumirá lo más relevante de la Información;
c) el sintético, que muy brevemente explicará las hipótesis.
En cuanto a las notas al pie de página, las
mismas si son breves es preferible que integren el texto, o que sean puestas
entre paréntesis; en cambio, si son extensas, pueden integrar el texto con una
tipografía más pequeña, o formar parte de un apéndice. Las investigaciones que
son predeterminadas por una orientación ideológica, carecerán por lo general de
la cita de las fuentes. Muchas veces, la falta de referencia encierra malas
producciones informativas, o consideraciones peligrosas aseveraciones.
SOLICITANTE Y
PRODUCTOR DE INFORMACIÓN
Existen dos extremos en el proceso de la
elaboración de informes estratégicos: el solicitante y el productor de Información.
La relación entre la Inteligencia y el
solicitante de Información, no se da naturalmente, y requiere de importantes
esfuerzos para lograr un resultado aceptable, ya que se trata de relaciones con
carácter de extrema delicadeza.
La cercanía entre el solicitante y el productor
de Inteligencia implica la posibilidad de perder objetividad e integridad de
juicio, predeterminando la labor o reconfigurando los resultados a la medida
deseada por el solicitante. Por otra parte, la excesiva distancia entre el
solicitante y el productor, puede implicar una falta de claridad y precisión en
el encargo de la labor, que al final quedará librada al criterio del productor de
Inteligencia, sin saber si específicamente responde a los requerimientos del
solicitante.
De hecho, lo que se denomina Inteligencia es un
conocimiento destinado a la práctica, a su aplicación, y ha de formar parte de
un sentido de formada prudencia, asesorada e informada adecuadamente en cuanto
a las posibles consecuencias de acciones futuras a emprender, o de las
consecuencias de que tales acciones no se lleven a cabo. Se trata de un
conocimiento exigido por el hecho práctico de emprender una acción determinada.
Es necesaria una dirección o guía de las
actividades de Inteligencia, para la producción de Inteligencia, ya que si el
personal que ha de desarrollar los informes se encuentra separado de la
realidad, el conocimiento fruto de su trabajo carecerá de utilidad.
Debe existir un protocolo que determine los
intereses comunes y el entendimiento entre el solicitante de Información y
quien la producirá, a fin de que el solicitante obtenga precisamente el
producto que requiere. La Inteligencia es auxiliar del solicitante, y éste debe
cuidar que el personal esté bien informado, brindándole la ayuda que necesite,
llamando su atención hacia hechos o datos importantes, y eventualmente
analizando cursos alternativos de acción.
Además, la Inteligencia debe conocer la
personalidad de quienes efectúan los pedidos, a la vez que deben ser
merecedores de su confianza. Tal confianza se logra con la misma guía y
dirección de cualquier profesional respecto de su cliente. El problema de no
conocer la personalidad del solicitante, puede llevar a que el resultado no sea
aplicable a las necesidades del mismo, ya sea por tardío, incompleto o
inseguro.
DESACUERDO ENTRE
SOLICITANTE Y PRODUCTOR
Existen numerosas causas de desacuerdo entre
los productores y los solicitantes de Información:
- El solicitante rechaza por natural tendencia
a rechazar la necesidad de recurrir a fuentes de Inteligencia
- Razones de seguridad que impulsan a la
reserva y el secreto en el tratamiento de ciertas cuestiones de Estado, pueden
provocar dudas e incertidumbres en el solicitante respecto del conocimiento
aportado por la organización de Inteligencia. La duda se incrementa en la
medida en que se contradiga la base de conocimientos que el solicitante tiene
establecida, el cual generalmente se encuentra imbuido de prejuicios
ideológicos. El solicitante que además tiene el propósito de no revelar el
conocimiento particular que necesita, pide un informe mucho más general que muy
probablemente lo contenga. Debe establecerse alguna metodología o protocolo a
los efectos de que entre el solicitante y el productor de Información puedan
recurrir a todos los medios permisibles para ayudarse unos a otros por el éxito
de la tarea común que se emprende.
- El solicitante puede rechazar
comprensiblemente el embarcarse en empresas riesgosas basadas en opiniones
ajenas.
- Un excesivo acercamiento entre el solicitante
y el productor de Información, puede derivar en la desaparición de barreras
administrativas entre ambos, lo cual permite que la Inteligencia sea separada
de su tarea habitual para dedicarse a los temas que se le encomienden de forma
directa, que incluso pueden carecer absolutamente de importancia. También está
el riesgo de atomizar el personal de Inteligencia entre los diversos organismos
y agencias. Finalmente, otro riesgo es la absorción política e ideológica de la
organización de Inteligencia, que le hará perder objetividad y rumbo.
INTELIGENCIA Y
POLÍTICA
La Información debe ser parte de la formulación
de políticas, aunque cometa errores, que deben ser detectados lo antes posible
y neutralizados.
Los riesgos que corren los solicitantes de Información
al aceptar los análisis sobre alternativas, son mucho menores de los que correrán
si, sistemáticamente, los ignoran.
Los productores de Información desean que sus
análisis sean tomados siempre en consideración, pero no existe ninguna ley que
obligue a los funcionarios solicitantes a hacerlo.
Cuando los hallazgos, hipótesis o trabajos de Inteligencia
son regularmente ignorados por los solicitantes, debido a que confían en su
propia intuición o cosmovisión, debería reconocer que omite dos importantes
instrumentos del avance científico: la razón ordenada por la lógica y la
ontología, y el método científico.
CLASES DE INFORMACIÓN
Existen diversas clases de Información:
- Información de seguridad
- Información positiva
- Información extranjera o local
- Información nacional, regional y global
- Información de largo, medio y corto alcance
ACTUALIZAR LA
ESTRUCTURA
Es necesario preguntarse:
- Si la estructura de las ramas de la Inteligencia
responde a los requerimientos actuales
- Si se ajusta a la realidad el significado de
cada una de las numerosas ramas de la Inteligencia incluidas en los
organigramas
- Si cada una de las ramas posee su propia
existencia independiente.
CONCLUSIÓN
El desarrollo de la Inteligencia Estratégica
implica el armado de una estructura acorde a las ramas que serán abordadas en
las labores a investigar. Desde el inicio, esta labor de Inteligencia Estratégica
debe definir su cosmovisión propia, así como su posicionamiento ideológico.
La adecuada posición realista no puede chocar
con el espiritualismo, y a la vez ha de señalarse el posicionamiento del equipo
y de la labor ante el fenómeno religioso, y en particular debe aclarar su
actitud ante la Iglesia Católica.
En el marco de la Iglesia Católica quedan
descartadas de plano todo tipo de acciones que puedan ser inmorales o viciosas,
que pudieran implicar la comisión de pecados que comprometen el destino final
del alma.
La labor de Inteligencia Estratégica depende de
quién formula el encargo, es decir, del solicitante, pero el trabajo a
desarrollar debe ser imparcial e independiente, siendo las principales
funciones las de recolección de datos, su ordenamiento y esquematización, con
la finalidad de establecer hipótesis en el marco de una prognosis.
Los contenidos de la Inteligencia Estratégica
deben ser aportados por profesionales idóneos en la materia que se trate,
garantizando el contenido científico de los antecedentes y una mayor certeza en
cuanto a las probables hipótesis.
El procedimiento en la elaboración de informes
debe ser riguroso y metódico, a los efectos de disminuir la posibilidad de
error.
La Inteligencia Estratégica resulta
indispensable para marcar el plano de situación actual, así como para la
proyección del futuro inmediato. Además permite el reconocimiento de las
características del propio Estado y de sus dirigentes actuales o potenciales,
así como el reconocimiento de características de otros Estados para estar
prevenidos acerca de sus futuras acciones, o de posibles reacciones de los
mismos ante medidas que se adopten.
La Inteligencia Estratégica es una herramienta
de consulta para funcionarios gubernamentales, aunque los mismos no se
encuentran obligados a acatar los dictámenes, ni a considerar como válidas
todas o algunas de las hipótesis informadas.
Finalmente, la Inteligencia Estratégica implica
una actitud ante la Verdad. En este marco, existe una dimensión religiosa de la
Inteligencia que no puede ni debe ser omitida.