Por el Dr. Cosme Beccar Varela
Buenos Aires, 17 de Julio del año
2012 - 1116
Hay quienes dicen que esta
tiranía tiene los días contados porque la crisis económica se está agravando y
que cuando la gente empiece a tener hambre, habrá un levantamiento popular que
acabará con aquella. Lamento decir que opino lo contrario.
Cuando una crisis económica
ocurre a pesar de los esfuerzos de un gobierno normal para contrarrestarla, es
posible que el pueblo se indigne contra el gobierno y haya, además una crisis
política, como vemos en España en donde Rajoy
está asediado por el derrumbe de la economía española, se empeña por evitarla y
precisamente por eso es el blanco del odio de casi todos, atizado por la
izquierda.
Sin embargo, cuando la crisis es
causada por el propio gobierno porque es marxista y quiere imponer su ideología
y su dominio absoluto, como en Cuba, entonces la crisis no sólo no lo debilita
sino que lo fortalece.
La prueba de eso es que Cuba gime
bajo la tiranía comunista desde hace 53 años, padece la más espantosa miseria
desde hace la misma cantidad de años pero esa hambruna ni siquiera ha servido
para obligar a la camarilla de malvados que oprime a ese pueblo hermano a
cambiar al máximo culpable, que como todos saben, es Fidel Castro. Y cuando al parecer Dios mismo acabó con él (porque
yo creo que está muerto desde hace años y el que aparece en las fotos es uno de
los varios "dobles" que usaba en vida), ni siquiera entonces la gente
tiene ánimo para discutir a su valetudinario hermano como sucesor.
Y conste que el pueblo cubano es
ejemplarmente valiente puesto que para imponerse el comunismo en la isla,
fusiló miles de cubanos y aún así hubo levantamientos heroicos durante tres o
cuatro años después de que Castro se declaró marxista-leninista.
* * *
¿Y por qué lo fortalece? Por tres
razones, fundamentalmente:
1) Porque la miseria hace que la
gente no piense en política sino en sobrevivir cada uno como puede y los pocos
héroes que todavía resisten, no tienen eco en la población y son eliminados o
encarcelados. Y los que están en la miseria son fácilmente sobornables, como lo
hace esta tiranía, con un subsidio y hasta con un “sandwich” y una botella de
alguna bebida.
2) Porque en todo gobierno
estatista, como lo es el comunismo, la riqueza del país se concentra en los
funcionarios deshonestos del régimen, en sus amigos, en los ricos consentidos
(porque colaboran) y en una clase media (empresarios medios, profesionales,
artistas, periodistas, sindicalistas entre otros) que apoya al régimen porque
goza de un bienestar económico relacionado con ese apoyo. En este momento,
mucha gente de campo, la que goza de los altos precios de la soja, integra con
entusiasmo esta clase de privilegiados.
Esa capa superior de un país comunista o pre-comunista es un sólido sostén
de la tiranía.
3) Porque el comunismo además de
una ideología es una "praxis" revolucionaria, que ha estudiado y
usado siempre el arte de destruir las instituciones y las clases que podrían
resistirlo.
La crisis económica facilita la
rebaja de sueldos a los oficiales de las FFAA, de la Justicia y de la
Administración pública y la precarización de esos cargos. Quienes los ocupan
viven al día y tan preocupados por sí y por sus familias que no quieren
arriesgar lo poco que les queda resistiendo al régimen.
Al depreciarse la moneda y
crearse un tipo de cambio oficial completamente irreal, los ahorros de las
personas mayores, generalmente más conservadoras, se evaporan y su situación
también se precariza disuadiéndolas de hacer cualquier clase de oposición
efectiva. Se limitan a refunfuñar, lo que no disminuye en nada el poder de la
tiranía.
La crisis económica, además, le
da al clero la excusa perfecta para dejar de lado su deber de combatir el
comunismo para dedicarse a una obra de filantropía que alivia en algo la
miseria, pero que no discute el dominio político de la izquierda. Esa
neutralidad de la casi totalidad del clero es un inestimable apoyo para la
tiranía.
* * *
Este país (la ex-Argentina) está
bajando rápidamente por esa rampa que conduce a la miseria y que ya existe en
grandes sectores. Los más pobres y los más débiles, que todavía no cayeron en
la miseria, van rodando en dirección a ella y mientras tanto, padecen los mil
inconvenientes de un país miserable gobernado por miserables.
La delincuencia se cobra cada día
varias víctimas, los servicios públicos (policía, enseñanza, orden en las
calles, transporte, hospitales, limpieza de las ciudades, seguridad, justicia,
moneda, electricidad, agua, cloacas, política, impuestos, etc.) son cada día
peores y causan cada vez más sufrimiento.
La roña lo invade todo. El
cansancio de lidiar con la carencia de servicios y con la prepotencia de los
funcionarios va quebrando el espíritu de la gente y los jóvenes, más
resistentes a las incomodidades, sin embargo, se van haciendo cada vez más
cínicos y más inmorales. "Carpe diem" (aprovechemos cada día) parece
ser el lema de la juventud que trata de gozar cada día como si fuera el único,
sabiendo que el futuro es más que dudoso. Sus modelos son los delincuentes
exitosos y los ricos famosos, no los héroes ni los santos.
Esta situación hace que los
"ciudadanos" se desinteresen cada vez más por una "patria"
que no es ya una madre sino una madrastra perversa que nos persigue y esquilma.
Por eso es que no hay patriotismo a no ser para apoyar al equipo de
"foot-ball" nacional, que como fiel reflejo de lo que es el país,
cada día juega peor, aunque los jugadores argentinos sean estrellas en el
exterior.
Y por eso los empecinados como yo
que insisten en clamar por una reacción contra la tiranía, son voces que claman
en el desierto, donde nadie oye.
¿Hay posibilidades de revertir
este proceso siniestro? Creo que todavía las hay, pero cada vez menos. De ahí
que diga que quienes creen que la crisis económica hará caer esta tiranía, se
equivocan. Podrá irse la Sra. de Kirchner,
pero el sistema de poder montado por la secta marxista-leninista que gobierna
desde las sombras, ese seguirá con cualquier otro u otra hasta acabar con lo
que queda de la Argentina tradicional, si no reaccionamos a tiempo.
Cosme Beccar Varela
e-mail: correo@labotellaalmar.com