Día de la RECONQUISTA
1806 - 12 de agosto -
2012
Recuerdo y Homenaje
“¡Estamos rodeados!”
“¡No los dejemos
escapar!”
Lunes 13 de agosto, 19.15 Hs.
Iglesia San Juan Bautista (Alsina y Piedras)
Ciudad de Santa María de los Buenos Aires
¿Por qué hay que
conmemorar la Reconquista y Defensa de Buenos Aires?
Porque a partir del rescate de la auténtica
"memoria" y alrededor de ella, debe movilizarse la búsqueda de la
"verdadera historia de la Patria".
Porque la Reconquista y Defensa de Buenos Aires, derrotando
al conquistador inglés, constituye el primer hecho histórico y fundacional del
nacimiento de la nueva Nación que luego adoptará la identidad de Argentina.
Porque tamaña epopeya no puede ser ignorada y borrada del
alma colectiva, como lo es hoy y desde hace varias décadas, por la acción cómplice
de la masonería, de sus cipayos y de sus
sirvientes nativos de turno.
Porque constituye el único punto referencia espiritual y
moral de nuestra historia que se explica por sí mismo, sin necesidad de
recurrir a argumentaciones adicionales, y sobre el cual se debe movilizar y llamar a reunión a los mejores
argentinos para "Reconquistar la
Patria" del espíritu entregador de los gobiernos de turno, de la
impudicia, de la corrupción y de la inmoralidad de los perdularios que están en
el poder o aspiran a ocuparlo; de la codicia de los enemigos de la Nación y,
también - es justo y necesario decirlo - del olvido, del desinterés y de la
indiferencia cómoda de los propios argentinos.
Por estas razones, una vez más - como lo hacemos
sistemáticamente todos los años desde 1994- los Centros Cívicos Patrióticos,
Patria Argentina y la Red Patriótica, asumimos la iniciativa de recordar y
rendir homenaje a dicha Epopeya y a los hombres que encarnaron las gestas de
1806 y 1807, a sus muertos, heridos y combatientes.
Con ello pretendemos, con todos los argentinos que
generosamente participen en esta humilde celebración, a unir nuestro homenaje
histórico en una única oración de agradecimiento y de ruego a Dios, Nuestro
Señor - y Señor de la Historia – y a su Santísima Madre, bajo las advocaciones
de la Virgen de Luján, del Rosario de la Reconquista y Defensa, de la Merced y
del Carmen, para que ese hecho histórico ejemplar se constituya en punto de
referencia y en un jalón que auxilie y guie a los argentinos que aún batallan,
a encontrar la unidad y el camino para la restauración de la Verdadera
Tradición Histórica-Cultural y Religiosa de la Patria y para una Nueva y
Definitiva Reconquista de la Nación Argentina para mayor Gloria de Dios.
Sabemos que las auténticas fuerzas de la tradición y del
nacionalismo han sido arrasadas por sus propios errores, su debilidad, la
defección de muchos y por las tentaciones populistas o liberales en que muchas
veces fueron entrampados y que a nada condujeron.
Sabemos, también, que a ello contribuyeron - en un contexto
de tremenda confusión - los vientos triunfantes del modernismo religioso y
cultural; las perversas ideas liberales y marxistas; las prácticas disolventes
de la masonería; las utopías progresistas, internacionalistas y mundialistas, y
los espejismos de la Globalización, del Nuevo Orden y la pretensión de
instaurar un Gobierno Mundial. Todas ellas no han sido otra cosa que
emanaciones del perverso poder del imperialismo internacional del dinero, real
entidad política-económica de alcance mundial, a pesar de que se niegue su
existencia.
Por estas razones, nos dirigimos especialmente a aquellos
argentinos que aún sobreviven, a los que no están quebrados ni quieren
rendirse, a los que se niegan a entregarse, a los que mantienen alto el
espíritu de sacrificio y voluntad de lucha, a los que no se venden ni se dejan
comprar, y para todos los que son conscientes de que en esta hora aciaga para
el mundo y, particularmente para la Patria, a que elevemos juntos nuestra
oración.
No obstante los obstáculos, las dificultades, la falta de
recursos y el miedo que inspira el “enemigo de Dios y de la humanidad”, es
necesario seguir las palabras de San Pablo: “Tomad, por eso, la armadura de
Dios, para que podáis resistir en el día malo y, habiendo cumplido todo, estar
en pie”. Es preciso mantener firme la Fe en que ¡Para Dios nada es imposible! y
¡Quién como Dios!
Esa fue la situación y el sentir que vivió el General Santiago
de Liniers, en la noche del 11 de agosto de 1806, cuando clandestinamente se
presentó para orar en la Iglesia del
Convento de las Monjas Clarisas (de clausura), oportunidad en la que les pidió
que rezaran durante toda la noche por el triunfo de la epopeya que emprendería
al día siguiente. Humanamente la expulsión de los ingleses era una empresa
imposible, dada la su gran superioridad militar y la no poca complicidad de
algunos sectores nativos "resignados" o “colaboracionistas con el
conquistador”. Sólo la ayuda de Dios
pudo hacer posible la Victoria.
Desde una perspectiva puramente humana, la ejemplaridad de
Santiago de Liniers es el paradigma del hombre, del héroe y del verdadero
católico, que necesariamente debe ser reivindicado, desagraviado e imitado,
pese a que la masonería lo condenó al olvido eterno.
¡Que somos pocos! ¡Muy pocos! Es cierto.
Que se trata de una "quijotada". También puede
ser, pero ya estamos curtidos - después de tantos años - de caminar al borde
del ridículo por la causa de Reconquistar la Patria. Pero la diferencia es que
hoy somos mucho más débiles que en 1806.
Todo eso es cierto. Además sabemos que ¡Estamos rodeados!
pero, a pesar de ello, tenemos la obligación de no “¡Dejarlos escapar!”
Lunes 13 de agosto, 19.15 Hs.
Iglesia San Juan Bautista
(Alsina y Piedras)