Por Juan Gasparini
@juangasparini, Ginebra,
noviembre de 2012.
El juez de instrucción de Ginebra, Jean-Bernard Schmid, resolvió entregar
a la Argentina la cuenta en la UBS del ex presidente Carlos Menem (1989-1999), dando satisfacción a un exhorto del juez
federal de Buenos Aires, Norberto
Oyarbide, según fuentes judiciales. Los abogados de Menem pueden todavía recurrir la decisión ante el Tribunal Penal
Federal de Bellinzona, equivalente a la Cámara Nacional de Casación Penal de la
Argentina.
La comisión rogatoria de Oyarbide fue cursada hace más de un año. Se basó en el delito de
“defraudación en perjuicio de una administración pública”, supuestamente
cometido por Menem, quien mediante
un decreto avaló la firma de un contrato desfavorable para el Estado con la
filial argentina de la empresa francesa Thales, por la concesión del espacio
radioeléctrico nacional.
La localización de la cuenta de Menem en la UBS de Ginebra fue
denunciada por la Oficina Anticorrupción del gobierno argentino, que solicitó
en agosto de 2010 al juez Oyarbide
que requiriera a Suiza su comunicación, bajo sospecha que el ex presidente
“hubiera resultado beneficiado económicamente por las decisiones adoptadas en
favor de la entonces empresa adjudicataria”. Menem cerró esa cuenta en 2004, llevándose un saldo de alrededor de
1 millón y medio de dólares, cuyo destino se desconoce.
Varios funcionarios públicos del gobierno de Menem y directivos del grupo francés
involucrado fueron inculpados en las diligencias penales, entre ellos el
intermediario (lobista) Jorge Neuss.
También el abogado Alberto Gabrielli,
personaje que otorgó la concesión del espectro celeste a Thales, investido por
la Comisión Nacional de Comunicaciones argentina, aunque de acuerdo con fuentes
cercanas a la investigación sería en la cuenta de su mujer, Juana Tomassi de Gabrielli (28/6/1938)
-en el mismo banco que su marido, la sucursal Ginebra del establecimiento
francés CIC (Crédit Mutuel-Crédit Industriel et Commercial)- por donde habrían
transitado los fondos de los sobornos.
Thales (anteriormente denominada Thomson CSF)
ganó, al fin del mandato de Menem en
1997, una licitación inusual y sin competidores, que convirtió a Argentina en
el único país del mundo en ceder el control de su espacio radioeléctrico a una
sociedad privada de origen extranjero. Otro procedimiento penal contra el grupo
Thales relativo a estas operaciones es instruido desde mayo de 2006 en Francia
por los jueces Renaud van Ruymbeke y
Xavière Siméoni.
El contrato de este escándalo fue anulado en el
2004 por el presidente Néstor Kirchner.
En 2008, el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a
Inversiones (CIADI), institución del Banco Mundial encargada de arbitrar
conflictos entre Estados e inversores foráneos, rechazó una demanda de
indemnización de Thales contra Argentina debida a este litigio por 600 millones
de dólares.
Tras la repatriación a la Argentina en 2009 y
2010 de los extractos de las cuentas suizas de Jorge Neuss, y la de Alberto
Gabrielli, ambos presuntos delincuentes consiguieron el archivo del sumario
por sentencia de la Cámara Nacional de Casación Penal, pero la Oficina
Anticorrupción la apeló ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que aún
no se ha pronunciado.
De profesión abogado, Gabrielli participó en la compañía que producía la naranjada Crush,
cobrando mayor notoriedad por haber sido empresario de Radio del Plata, y de la
revista Primera Plana, que terminaron en quiebra. Incombustible, se hizo
conocer a través del programa televisivo de Bernardo Neustadt y Mariano
Grondona, Tiempo Nuevo.
Inoxidable, supo además presumir de banquero en
el First National Bank, de Miami, y pasó una temporada en la cárcel por la
caída de Argentaria, banco del que fue presidente, arruinado por maniobras
dolosas en perjuicio del Banco Central de la Argentina, aparentemente
propulsadas por el cabecilla de los represores de la ESMA, el otrora capitán de
corbeta Jorge Tigre Acosta.
Impune, en representación oficial de Argentina,
Gabrielli cumplió funciones
desplazándose espasmódicamente a Ginebra de 1998 a 2004, donde presidió un
"grupo de estudio" en la "Oficina de Desarrollo" de la
Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), la agencia de la ONU
competente en la materia.
Coimas en torno a 25 millones de dólares
vinculadas a este caso fueron oportunamente confesadas por el agente fiduciario
francés Lionel Queudot, quien las
triangulara con base en Ginebra. En su testimonio penal, el arrepentido relató
que "en 1998 fue invitado a una cena en París a la que asistieron Neuss y el presidente Menem, quien le fue presentado por Neuss, del mismo modo que otras
personas que ocupaban altos cargos en Thales y que a raíz de ello reforzó su
idea que existía un acuerdo entre Thales y el gobierno de Menem". En 1999, Jorge Neuss
recibió la Legión de Honor de Francia con el grado de oficial.