Por Emilio Nazar Kasbo
Vivimos en una sociedad donde las
mujeres hacen cosas de hombres, y los hombres de mujeres. Las mujeres imponen
al varón que haga cosas de mujeres... sometiendo al varón y convirtiendo al
matrimonio (en caso de que haya uno) en un barco sin timón. Hombres andróginos,
mujeres machonas… sociedad de invertidos
DESORDEN ANTINATURAL
Dios castiga el desorden
antinatural. Así de simple. El modelo para la familia, es la Sagrada Familia. Solo
hay que mirar a San José, a la Virgen María, cómo San José habrá conducido a la
Virgen María a visitar a la prima, Santa Isabel, porque se ayudaban entre las
mujeres cuando estaban a punto de dar a luz... eso ya no existe.
¿A qué se dedicó la Virgen María
cuando Jesús ya era grande? ¿A hacer dinero? No, se dedicó a la vida
contemplativa y de oración, en lo cual indudablemente colaboró en la obra
expansiva de la Fe Católica en los primeros años del cristianismo, ya que su
oración habrá valido tanto como sus dolores.
El desconocimiento del sentido de
la vida humana lleva a errores de apreciación, como por ejemplo, el trabajo
fuera del hogar como “entretenimiento”, cuando la persona ha sido creada para
amar y alabar a Dios, en lo cual halla sentido su vida en este mundo. Las
personas que no conocen la realidad de Dios, indudablemente se “aburren”,
porque les falta oración y Sacramentos.
LIBERALES
Es el liberalismo el que lleva a
ridiculizar el modelo de la Sagrada Familia. Es el liberalismo, fruto de la
ambición calvinista, el que ha marcado con un sello la explotación del hombre
por el hombre, sin el freno de los gremios medievales a los cuales disolvió,
atomizando la familia y dejándola desamparada. Es el liberalismo el que tacha
de “fundamentalista” a toda protección de la familia y de las entidades
intermedias, en particular de los gremios, así como a todo intento de que la
espiritualidad católica ilumine las realidades temporales. Cuando en la Edad
Media los Caballeros juraban defender a los pobres, a las viudas, a los
desamparados y necesitados, llega el liberalismo con sus burlas para sostener
el individualismo, de modo que una viuda que queda a cargo de 8 hijos debe
salir a trabajar para mantenerlos, porque la sociedad y las instituciones miran
para otro lado. Lo mismo la descomposición familiar, que impulsa a mujeres o
varones a abandonar a su propio cónyuge para ir detrás de aventuras, porque el
matrimonio no se fundaba en las virtudes ni en Cristo, sino en intereses
personales o en mera lujuria, muy distante del ideal católico de matrimonio. La
injusticia social trae la desgracia familiar cuando la familia no sabe
resistirla recreando los cuerpos intermedios dañados.
Por el otro lado, el
resentimiento producido por el liberalismo acaba en la “lucha de clases”
marxista, que es llevada al campo cultural por la Escuela de Frankfurt. Lo que
en el liberalismo parece “voluntario”, en el comunismo es forzado.
Efectivamente, la tiranía comunista extirpaba a los bebés de su núcleo familiar
para “educarlos” a su medida, mientras que el mundo liberal produce la “obligación”
de la mujer de estar fuera de su hogar (imposible para ella evitarlo), y por
ello “voluntariamente” abandona desde los 45 días a sus hijos en manos ajenas
para su crianza. Ambos modelos coinciden.
El liberalismo lleva a decir que “cada
familia es diferente, y tienen situaciones distintas y no por eso se les debe
juzgar de malos católicos”. Efectivamente, confunden el análisis moral general
con el caso particular que depende de un buen director espiritual bien formado.
La atomización casuística del concepto de familia, es utilizada como estrategia
para atacar la naturaleza de la familia, tergiversar su definición de modo que la
misma pueda ser desnaturalizada por una confusión intelectual, que llevará a un
obrar acorde a tal confusión.
LA SAGRADA FAMILIA
El “católico” liberal, en realidad,
no es católico, ya que el liberalismo ha sido condenado por el Magisterio y es
una herejía. Por ejemplo, tales modernistas herejes que pretenden estar dentro
de la Iglesia Católica, alabarán a la Sagrada Familia, la elogiarán para luego
destrozarla como modelo.
Veamos un ejemplo: “La Sagrada
Familia es el ejemplo más perfecto de familia que existe, y debemos imitarla,
pero eso no significa tengamos que hacerlo de manera literal o fundamentalista,
sino ninguna familia tendría hijos. Se le imita en su fe, su oración, su amor,
sus valores y virtudes que tanto la Santísima Virgen como San José poseían, y
que los convirtieron en ejemplo para todos los católicos”.
¿Es eso lo único que ofrece la
Sagrada Familia como modelo para los católicos? Existen quienes han afirmado
que San José, para su dignísima misión como padre adoptivo del Hijo de Dios,
también ha sido preservado del Pecado Original. Por otra parte, la Sagrada
Familia no es sólo un modelo de piedad, o de “valores” (que cambian con las
épocas), sino de Virtudes naturales y Sobrenaturales, han sido ejemplo de
noviazgo, de matrimonio (que en este caso particular estaba centrado en
Jesucristo), y de paternidad y maternidad.
El modelo de la Sagrada Familia
es una muestra de la oración y de la Providencia en el descubrimiento del
cónyuge. Además, es modelo de castidad en el noviazgo. Muestra cómo el
matrimonio (cada matrimonio) tiene una misión confiada por Dios, sobre todo en
la educación de los hijos (propios o adoptivos) que luego podrán llegar. El modelo
de la Sagrada Familia descarta las uniones entre dos hombres o entre dos
mujeres como si fuesen un “matrimonio. El modelo de la Sagrada Familia señala
además cómo debe ser la célula básica de la sociedad, porque la familia es la
unidad de la cual surgen por su unión otras entidades intermedias, elaborando
el tejido social. La Sagrada Familia es un modelo de interacción personal y
social, es un modelo en el modo de vestir, en la humildad, en el modelo de
mujer aportado por la Virgen María, y en el modelo de varón señalado por San
José, de modo que los hijos sean criados equilibradamente al contemplar a
ambos. Podría seguir señalando numerosos ejemplos de cómo es modelo la Sagrada
Familia, pero nos desviaríamos del tema. Resumiendo: la Sagrada Familia es
modelo del orden natural y del orden Sobrenatural, integrados en la realidad
temporal.
Efectivamente, a la Sagrada
Familia se la imita en el Orden Natural y Sobrenatural que ha vivido. El
fundamentalista es, por tanto, el liberal que critica. La sociedad hoy vive un
orden invertido en la familia, de ahí las consecuencias sociales. El Diablo en
esta sociedad no ha dejado de tentar, como lo hizo con Adán y Eva: "no
moriréis"... El liberal llama “interpretación no fundamentalista” a la “interpretación
modernista” del Evangelio, de la Biblia, de la Tradición, del Magisterio y de
la Liturgia, pretendiendo que son algo simbólico, algo desactualizado e
inaplicable hoy. Por ejemplo, dirá que ya no existe la sociedad en que
Jesucristo nació, y que por tanto los elementos culturales deben ser
descartados, quedando solamente una "tradición” de lo que sucedió en
aquellos tiempos, como historia remota relatada para niños, incompatible con
una “fe de adultos”, “científica”, “racional”, que no cree ni en Milagros ni en
la intervención de Dios en el mundo y en la Historia. Los argumentos van hasta
la burla: “¿acaso pretendes que hoy vistamos como San José y como la Virgen
María?” (que por otra parte, lo que dicen en burla si se tomara en serio podría
ser de gran valor moral, sobre todo en una sociedad donde las mujeres que andan
por la calle con “calzas” mostrando sus intimidades mientras creen que están
vestidas del modo más decente y pudoroso).
PECADO DEL DESORDEN ANTINATURAL
El desorden antinatural es
pecado. Y el diablo dice: "peca, que no morirás" (arrastrando a todos
los que van tras de ti). La responsabilidad por el pecado es tanto por los
hechos propios, como de las consecuencias de dicho pecado respecto de terceros,
en una dimensión social y en una dimensión histórica.
Una vez, un imprudente que
conozco dijo que se iba a dedicar a "administrar campos" haciendo
"trabajos de chacra". Cualquiera que sabe algo de manejo de campos,
sabe lo que es una UTA (Unidad de Trabajo Agrupecuario), cuyo valor se obtiene
en base al costo del combustible. Una vez, le pregunté al susodicho desordenado
cuál era el valor de la UTA, y me respondió: "cada campo es distinto, no
se puede dar un valor generalizado de las labores agrícolas, porque algunos
tienen más zonas bajas que otros, y tienen distintas características, y por
tanto, el precio se fija en base a cada campo". Es decir, tiró por la
borda la base del conocimiento científico, para convertirlo todo en un
conocimiento empírico puramente experimental de cada caso concreto de modo
casuístico. ¿Por qué el imprudente que afirmaba ser "administrador
agropecuario" afirmaba que no podía poner precio a la UTA? Simple: para no
rendir cuentas. A río revuelto, ganancia de pescador, y a convulsión familiar,
ganancia de Satanás. El principio individualista liberal, borra de un plumazo
todo principio general, y EL LIBERALISMO ES PECADO, porque se basa en el
individualismo. Una sociedad desquiciada, sólo sirve al pecado de quienes
buscan vivir así. Precisamente, en base a tal criterio, se dedicó a ESTAFAR a
ciertas personas que confiaban en él. Decir "cada familia es un caso
especial", es despreciar el Orden Natural (que vale para todas y cada una
de las familias), y el Orden Sobrenatural (que ha de servir, al final, sólo a
quienes se salvarán, que no son "todos", sino MUCHOS).
Allí donde está tu corazón, está
tu tesoro, y las familias hoy tienen su corazón puesto en el dinero, tal como
lo exige la sociedad liberal. Sin embargo, la Doctrina Social de la Iglesia es
absolutamente clara. Y LA SAGRADA FAMILIA ES EL MODELO DE TODA FAMILIA
CATÓLICA, Y POR TANTO ES EL MODELO DE FAMILIA A IMITAR.
ARGUMENTO CASUISTA
Alegar que "cada familia es
un caso particular", es abrir la puerta a la anarquía, y a negar todo
principio de ejemplaridad, a negar el Orden Natural y Sobrenatural que Dios ha
dispuesto para la sociedad y para cada persona, fuera del cual sólo se halla
INFELICIDAD. Y en el Cielo, ante Dios, NO HAY INFELICES.
Lo dicho nada tiene que ver de
modo principal, sino accesorio, con el trabajo de la mujer fuera del hogar. Nada
tiene que ver con el descuido de la mujer de una adecuada formación espiritual
e intelectual, tal como han sido muchas de las grandes santas de la Edad Media.
Además, la misma familia es
reducida a una cuestión de "modas", de modo que en cualquier momento
aparecerán los varones en minifalda, afirmando que siempre fue masculino, y que
ello se demuestra con los escoceses. La Virgen María vivió y murió por y para
Jesucristo, no se hizo "rabina" ni se dedicó a ser
"albañila". Se dedicó a la oración y a la vida contemplativa, habiendo
sido encomendada a San Juan Evangelista, y vivió como vivían todas las mujeres
de su tiempo en una sociedad algo más ordenada que esta, cuando además había
sido ilustrada de modo particular por la Revelación del Verbo Encarnado.
El argumento liberal de que
"no podemos conocer las situaciones de otros matrimonios", alude a
que es "fundamentalista" el matrimonio de un hombre con una mujer,
para toda la vida, para engendrar y educar a los hijos en una comunidad de
vida, como una institución que es elevada a Sacramento, donde el varón tiene
sus obligaciones y la mujer las propias (y en cumplimiento de lo que San Pablo
afirmaba). La Sagrada Familia es el modelo a imitar, y la Edad Media se basó en
ello, desde la forma de vida social hasta las modas en el vestir de la época.
Ahora muchos pretenden que es tan pudorosa una exhibicionista de playa que hace
"topless" o "nudismo" públicamente, como Isabel la
Católica, y que las prostitutas entrarán al Cielo (como prostitutas)... porque
sólo es cuestión de "modas".
RELATIVISMO HISTÓRICO-CULTURAL
Hay un argumento que además
sostiene que “los tiempos cambian y la mujer puede trabajar, y es decisión de
ella si quiere o no hacerlo, eso no le resta santidad siempre y cuando priorice
a su familia”. En realidad, esto no es más que el relativismo cultural aplicado
al matrimonio, a la familia, y a la naturaleza del hombre y de la mujer.
Negada la naturaleza viril del
varón y la naturaleza femenina de la mujer, todo se convierte en un acto
cultural, una especie de “moda” que puede cambiar, de modo que la operación
sigue al ser, y deformada la definición el obrar será tan deforme tanto cuanto
haya sido deformada la definición.
Erradicado lo propio masculino y
lo propio femenino, todos pueden realizar las actividades propias del sexo
opuesto, de donde surge una pretendida igualdad inexistente en la realidad,
puesto que no se trata más que de una deformación. Una mujer, hombreando bolsas
en el puerto, no realiza tareas femeninas, pero no deja de ser mujer por realizar
tales tareas, en lo cual salta la contradicción. ¿Cuántas bolsas puede llevar
una mujer sobre sus hombros, y cuántas un varón? ¿Cuál es el sentido de que una
mujer pretenda realizar la misma tarea de un varón, cuando su misma naturaleza,
por más fortachona que sea, indica que no podrá igualar al varón en la labor? Del
mismo modo, exigir delicadeza femenina al varón, sólo contribuye a amanerarlo,
a adquirir modales de los cuales carece por naturaleza. Fuerza y delicadeza se
contraponen, son complementarios cuando el varón actúa con fuerza y la mujer
con delicadeza, y son una desnaturalización del varón cuando éste actúa con
delicadeza femenina, y una desnaturalización de la mujer cuando ésta actúa con
fuerza masculina. Y esto ya se dijo desde el principio de la nota: vivimos en
una sociedad de hombres andróginos, de mujeres machonas, en una sociedad de
invertidos.
El hombre verdaderamente hombre,
y la mujer verdaderamente mujer, prácticamente han desaparecido de las grandes
ciudades, y tal vez quede algún resabio en algún campo alejado donde aún no
haya llegado la TV Satelital o Internet, pero poco tiempo quedará hasta que los
sitios más recónditos reciban la penetración cultural.
“TODOS LO HACEN”
Sí, existe un deber de
colaboración mutua en el hogar, pero eso no implica suplir el hombre a la
mujer, o la mujer al hombre.
El otro argumento, es el de la
imposición social, el de que “todos lo hacen”, la imposición del número sobre
el Orden natural. Veamos el argumento: “por si no los sabes, la mayoría de las
mujeres y esposas de las personas casadas que conoces trabajan, y con lo que
afirmas les estas diciendo indirectamente a ellos que eres mejor y ellos son invertidos,
apúrales entonces, y diles que renuncien a sus trabajos”. Tal argumento, es a todas
luces falso. El hecho de que “todos” o “la mayoría” de las mujeres trabajen, no
comunica con la verdad, ni implica una realidad moral. Hoy está asumido
socialmente por toda mujer que debe estudiar y trabajar como si fuese un varón,
y eso se asume “voluntariamente” por cada una. Hay mujeres que por terapia
pueden requerir alguna labor fuera del hogar, otras por ciertas realidades
económicas, pero el hecho de que todas las mujeres abandonen su domicilio (su
barrio) para dirigirse a otro sitio, ha producido un daño directo a las
relaciones de vecindad. No hay niños en las calles, en los barrios, ni en los
pueblos: todos se encuentran “internados” en guarderías, jardines de infantes,
escuelas, colegios, universidades, instituciones culturales, deportivas, y
hasta con esos fines se utiliza el Catecismo y los grupos parroquiales (lejos
de su finalidad espiritual, se convierten en un modo de “deshacerse” de los
hijos). ¿Era esta la finalidad? La mujer hoy desprecia ser madre, y ser ejemplo
en el hogar para sus hijos, ya que por el tiempo que los hijos están junto a la
mamá, es ella a quien imitan (o a quien la personalidad de los niños varones se
contrapone), para formar su identidad. Sin la madre y el padre en el hogar, los
modelos a imitar serán otros, aportados por una niñera, por quien toque en la
institución donde se depositan los niños, o por los medios de (in)comunicación.
Reitero que la cuestión del trabajo fuera del hogar es una cuestión accesoria a
la central: la virilidad del hombre, y la femineidad de la mujer como esencia
de su respectiva naturaleza. Por ello, el hecho de que una mujer renuncie o no
a un trabajo, es una cuestión de prudencia… ya que la decisión, si existiera un
Orden Social Justo, sería mucho más simple de la que se adopta en medio de un
sistema liberal y de bombardeo cultural antinatural con falsos argumentos.
EL ABANDONO Y LAS NOVELAS
La frecuente pregunta: “¿Y qué
pasa si te casas y luego te abandonan?”, sólo se realiza para justificar que la
mujer trabaje o estudie fuera del hogar, que dude de su propio cónyuge, y que
por tanto además al casarse no preste atención a los deberes en la casa, de
modo que lógicamente producirá un choque con su cónyuge, del cual desde el
principio desconfía. Ese no es el matrimonio católico.
Se promueve el camino de las
novelas: infidelidades, rupturas, personas casadas que se fugan con otras,
choque de intereses, la ira permanente en el hogar y tantos malos ejemplos que
a veces hasta involucran a sacerdotes en el guión para poner un toque de “moralidad”...
¿ese es el modelo de vida que tienen las mujeres en la actualidad? Diría que
muchas sí.
Las casas en "horario
laboral" estén todas vacías, u ocupadas por sirvientas (personal
doméstico).
ORDEN O DESORDEN
En una sociedad ordenada, las
mujeres se ayudan entre sí en cosas de mujeres, y la vecindad es un importante
elemento de esa ayuda. El hombre trabaja y sostiene su única familia, y la
mujer en el hogar dispone todo lo que corresponde a la casa.
En una sociedad desordenada, el
hombre y la mujer trabajan en busca de más dinero, evalúan las decisiones
familiares en base a la disponibilidad de dinero existente, ninguno está
permanente en el hogar, los hijos son puestos en guarderías o instituciones
escolares y actividades deportivas o culturales para llenar su tiempo y crecen
prácticamente sin contacto con sus propios padres.
En una sociedad desordenada, las
cosas del hogar las hace una sirvienta, y si la mujer está embarazada ninguna
vecina ayudará. En una sociedad desordenada, el hombre regresa del trabajo, no
hay nadie en la casa, hace su comida y se va a dormir... todos generan dinero,
y la distancia es cada vez mayor, se ven un rato por la noche, a la madrugada,
y los fines de semana... ¿Misa y espiritualidad? ¿De qué sirven? ...y después
se preguntan ¿qué falló?
FEMINISMO… ¿CATÓLICO?
¿Qué afirma una “feminista
católica” (contradicción en los términos, si los hay)? Dirá: “Una mujer que
trabaja no siempre es para generar más dinero, sino lo hace para sentirse más
útil en la sociedad porque no vivimos en cuatro paredes y solo para el marido,
también tenemos derecho a participar en labores encomiables como la medicina,
la justicia, la educación, etc.” Ahora bien, si San Pablo enseña que la cabeza
de la mujer es el varón, y que la cabeza del varón ha de ser para Cristo, y que
en ese marco la mujer ha de ser sumisa al varón para poder criar a los hijos
cristianamente y en el amor ¿existe algo más importante que la familia para la
mujer?
Formar a los hijos
espiritualmente en el Catolicismo para que luego ellos lo asuman con discernimiento
y puedan fundamentar la Fe, sólo es una parte de la vida, ya que la mujer es
para su marido, y su marido ha de amar a su esposa del mismo modo, en un
proyecto conjunto de ellos en vistas al Plan de Dios en sus vidas. ¿Es más
importante que el marido la medicina, la justicia, la educación o qué cosa…?
Siempre que el esposo no induzca
a pecar, la mujer ha de someterse a él, y él ha de ser lo más importante para
ella como medio para cumplir con la vocación que Dios mismo le ha dado. De lo
contrario ¿para qué se ha casado?
Si la profesión o su actividad es
más importante que su familia, y que su esposo, ¿por qué no se dedica de modo
absoluto a lo más importante, en vez y de tener hijos y de casarse con un ser “inferiores”
a tales intereses?
INFELICIDAD Y TASAS DE SUICIDIO
Las tasas de suicidio son cada
vez más crecientes, porque las personas nacen y crecen abandonadas ¿y luego
afirman que esta sociedad es normal y que no hay que tratar de cambiar una
sociedad desordenada?
Si 12 apóstoles estaban solos en
Pentecostés junto con la Virgen María, eran una minoría, pues esa minoría
cambió el mundo (y debiera contabilizarse el porcentaje de los apóstoles sobre
la población mundial…) La sociedad debe estar ordenada para Dios, y los
liberales (junto con el Diablo), se oponen a eso. ¿Qué saben de la Edad Media
sus críticos? ¿Con qué título hablan de la Edad Media? ¿Cuál es su fuente de
información?
Por otra parte, las “feministas”
hablan de destruir el “patriarcado”, es decir, buscan desarticular la
naturaleza del hombre y su acción en la sociedad. Quieren eliminar a Jesucristo
como verdadero hombre en su naturaleza humana, y omitir que Dios es Padre (con
un amor mayor que el de una madre humana, por supuesto). Quieren
"eliminarlos"... algo antiteológico, algo apocalíptico.
En el debate (discusión) entre
María y Marta, Jesús mismo dijo que Marta se equivocaba en su valoración de las
actividades operativas humanas…
MI ERROR… PIDO DISCULPAS
Sin embargo, mientras escribía
estas líneas descubrí mi error, el cual debo reconocer. NO HAY DIFERENCIA
ALGUNA ENTRE HOMBRE Y MUJER, AMBOS SON ABSOLUTAMENTE IGUALES DESDE TODO PUNTO
DE VISTA ¿VERDAD?
CONSECUENCIA: ambos hacen las
mismas cosas porque son aptos para ello, ya que las diferencias que han
existido en todo tiempo son solamente culturales (y ¡qué porquería esa Edad
Media oscurantista donde la Iglesia oprimió a la sociedad por mil años
pretendiendo que hay un Cielo para el cual la gente se preparaba!).
Siendo ambos iguales, la
homosexualidad (en cualquiera de sus pretendidas formas) también es equiparada,
porque ¿qué es sino la inversión sexual, la cual existe porque ambos son
iguales, pueden hacer las mismas cosas y no hay diferencia alguna? Así que
pronto veremos a quienes sostienen semejante aberración, en este corrimiento
mundano.
Aceptado el principio, se aceptan
todas las consecuencias. Quien afirma lo que se encuentra resaltado en
mayúsculas, acaba aceptando la imposición social de la homosexualidad como un
bien...
Decía Aristóteles: pequeño error
al principio, grave error al final ¡Qué no sucederá cuando hay un grave error
al principio! SE HA PERDIDO EL SENTIDO COMÚN: si todos (varones y mujeres)
hacen lo mismo, no hay complementariedad. La mujer acaba no como
"igual" sino imponiéndose al varón (la condena Bíblica de la mujer
que se será sometida al varón tras el Pecado Original y la recomendación
cristiana de San Pablo de que la mujer se subordine al varón, quedan entonces derogadas).
El varón, en ese contexto, se
convierte en un pollerudo que es arrastrado donde la mujer le ordene, como si
fuese un robot, falto de personalidad alguna. Y la mujer se convierte en un
varón... sin bigotes. ¡FELICIDADES! ¡Has descubierto quién eres! La operación
sigue al ser, se afirma en Filosofía (porque es la naturaleza del ser).
A pesar de todo, de las
negaciones y de los invertidos y de la infiltración de las ideas de la Escuela
de Frankfurt en la sociedad, el varón siempre será varón y la mujer siempre
será mujer. Porque si así no fuese, y lo digo a toda persona que pretenda
criticar, y se lo digo con toda humildad verdadera: ¿podrías enumerar las
diferencias que existen entre un varón y una mujer, y la consecuencia de esas
diferencias? ¿O hay diferencias que no tienen consecuencia alguna?
LA BASE ES EL RESPETO
Efectivamente, la mujer que se
convierte en un hombre sin bigotes, que en nada se diferencia de un varón, que
no sabe cuál es la diferencia de la actividad de una esposa y madre en una
familia respecto de la actividad del esposo y padre en una familia: ESTÁ
CONDENADA A LA INFELICIDAD, porque su felicidad no reside en lograr lo que
produce humanas alegrías al hombre... ella es MUJER, y siempre lo será.
La felicidad humana de la mujer
(elevada a lo Sobrenatural por el Sacramento del Matrimonio), está en el bien
de su esposo y de los hijos, en un ambiente de amor y afecto, pero fundado en
el primordial respeto que permite que ellos fructifiquen.
No hay posibilidad de amor,
amistad o afecto, donde no hay respeto. Y hoy, las mujeres carecen de respeto
por todo… excepto por el estudio y el trabajo.
Algo falla cuando se pretende
ingresar un cuadrado en un círculo en esos juegos infantiles. Del mismo modo,
la personalidad de una mujer no cuaja con las ambiciones masculinas. Casi el ciento
por ciento de las mujeres no lo entienden. El problema no está en
"trabajar o no" fuera del hogar (como si el trabajo en el hogar no
fuese trabajo, que por otra parte es más digno que el otro), o por estudio vs
analfabetismo. Parece que muchos no entienden lo que dicen los Papas, que ni
leen la encíclica Mulieris dignitatem de Juan Pablo II, y todos opinan con
autoridad de Magisterio por su juicio propio o por lo que dicen los diarios...
pretendiendo de intérpretes de la Iglesia Católica.
¿FELICIDAD EXTRAHOGAREÑA?
La cuestión de la mujer
trabajando fuera del hogar (porque dentro del hogar no hay dudas que trabaja),
es secundaria y accesoria en lo general de lo que se está afirmando. Hubo una
acción psicológica de reivindicación de una falsa felicidad femenina
extrahogareña para que VOLUNTARIAMENTE las mujeres la busquen donde jamás la
hallarán. La mujer que pretende que su felicidad está en todo lo que hace feliz
a un varón, SE EQUIVOCA, y al final de su vida se encontrará con las manos
vacías (pero algo peor que eso: hallará VACÍO su corazón)...
El espíritu que ilumina las
Encíclicas, es el mismo de San Pedro y de todo el Magisterio continuo de la
Iglesia. En lo que hace a la relación hombre-mujer, es el mismo de San Pablo,
porque la Iglesia no predica otra cosa, y no puede predicar otra cosa. LA
NATURALEZA DEL HOMBRE NO CAMBIA, y el modo general de salvar el alma tampoco,
más allá de lo único e irrepetible de la propia vida y del carisma de cada uno.
De hecho, el “género” no existe:
existe el varón y la mujer, junto con una particular clase de personas que
nacen con defectos biológicos (hermafroditas). El “género” aplicado a lo
masculino y a lo femenino, es gramatical (que incorpora al “neutro”
gramatical), y es un eufemismo que se puede utilizar por razones prácticas,
pero que goza de la imprecisión funcional a la invasión cultural.
AURIONS-NOUS PU
Ya se ha pronunciado sobre el
tema el papa Pío XII en su Alocución Alocución Aurions-nous pu, del 20-9-1949 (es
muy difícil de conseguir, no se encuentra en Internet, ni en la Página del
Vaticano).
Separar la letra de su
interpretación, y de la claridad con que todos los Papas se pronunciaron hasta
Juan XXIII (en que empezaron a utilizarse eufemismos como “método pastoral”),
podría llevar a graves problemas, porque la Tradición consiste precisamente en
interpretar lo que SIEMPRE ha sostenido la Iglesia, y no otra cosa.
De lo contrario, caeríamos en la
“libre interpretación” de Lutero (cuyas consecuencias muchos protestantes aún
hoy no las ven, aunque las tienen a la vista en su propia atomización).
¿Qué es
“machismo”? ¿Es “patriarcal”? ¿Dios Padre es “machismo”? ¿Jesús con naturaleza
de verdadero hombre, es “machismo”? ¿Ser hombre o ser mujer es una cuestión
“cultural”? Interpretar las Sagradas Escrituras y el Magisterio como siempre se
hizo ¿es juzgar con espíritu mundano que cae en el “extremo” del “machismo”?
REALIZACIÓN COMO MUJER
Repito: no estoy hablando de “la
felicidad en el matrimonio”, sino de que la mujer cree que su felicidad como
mujer está en una realización “plena” idéntica a la del varón, cuando esa es
una vía que atenta contra su propia naturaleza femenina, que por tanto es
antinatural, y por tanto desvía a la mujer del camino hacia la santidad. La
cuestión de “trabajo fuera del hogar”, o del “matrimonio” como realización de
su vocación, REPITO, es accesoria.
Ahora: ¿para qué el matrimonio,
si no estará ella nunca en el hogar, él tampoco, y los hijos serán criados por
instituciones estatales o privadas y por personas ajenas al propio núcleo
familiar?
Esa es la familia que hoy existe:
ella sale tempranito a sus labores cotidianas, él también, y se turnan para
depositar a su hijo en la cadena de guarderías, escolaridad, y academias
extracurriculares, para volver a reencontrarse a las 20.30 todos en el hogar,
completamente agotados, y sin nada que cenar (con suerte, algunos almorzarán en
su casa, haciéndose su propia comida en tanto los horarios les permitan la
alegre coincidencia), y así, no hay un alma en el barrio más que algunas
empleadas domésticas, ya que los ingresos del “matrimonio” dan para ciertas
“comodidades”.
Ellos, todos, se convierten en
extraños conviviendo nocturnamente, agotados, en un mismo domicilio,
eventualmente, se verán sábado y domingo (o de a ratos en ese espacio), y con
muchísima suerte irán todos a Misa. Todos son extraños… y después preguntan ¿en
qué me equivoqué, por qué fracasó nuestro matrimonio? Y luego… “tengo derecho a
‘rehacer’ mi vida ¡GRAN FELICIDAD DE LA SOCIEDAD! ¿Esto predicó San Pablo, San
Pedro, y todo el Magisterio cada vez que se ha referido a la familia? La
inserción de la Iglesia en el mundo era para su conversión, no para mundanizar
a la Iglesia (lo cual acabó sucediendo). Una palabra define todo esto:
AUSENCIA… ya nadie sabe qué era un HOMBRE y qué era una MUJER hace sólo 200
años...
COMPLEMENTARIEDAD
En sí, lo que digo es que la
mujer no está actuando conforme a su propia naturaleza en la sociedad actual. Y
quien no responde a su propia naturaleza, no puede ser feliz. Desnaturalizada
la mujer, necesariamente se desnaturaliza el hombre, y no puede desarrollar
normalmente su naturaleza, y por tanto tampoco puede ser feliz. "Ahora las
cosas se hacen así", es la respuesta insuficiente... porque si
"así" es contra la naturaleza, se está señalando un pecado. ¿Qué dice
el sacerdote o la persona que asesora espiritualmente, en su caso?
Hubo una campaña
modernista-materialista para hacer creer a las mujeres que
"libremente" eligen ser "iguales" al varón, y que el varón
debe "adaptarse" a ello... (no olvidemos que el Pecado Original tuvo
como protagonista a la mujer entrando en diálogo con el Diablo, y es así
supongo por la naturaleza femenina que sabe lo que NO QUIERE, pero NO SABE lo
que quiere). Ya no hay vecindario porque no hay vecinos... y mientras más crece
una ciudad menos vecinos tiene... se logró desnaturalizar la sociedad, desde la
desnaturalización de la mujer y de la familia. Llegar al hogar... sin que nadie
que reciba al varón con afecto, una casa vacía... y la mujer que regresa a su
casa con la misma sensación… y los hijos también. ¿Esta es la “felicidad”?
Refugiados en sus actividades cotidianas para no dar respuesta al profundo
interrogante del abismo personal que se abre intrafamiliarmente
Si en la sociedad todos fueran
zapateros... algo funciona mal porque no hay complementariedad de actividades y
de funciones. Y si en una familia ambos están tras el dinero, o tras una
"vocación" (humana) que es inferior a la vocación como
"padres", también hay un desvío, hay un desquicio... hay algo que
funciona MAL, porque NO HAY COMPLEMENTARIEDAD...
Podría escribir mucho más, porque
hay mucho para aclarar, mucho queda en el tintero.
NOTA: Sólo se admitirán críticas racionales y críticas teológicas
para su respuesta.