Por Tcnl José Javier de
la Cuesta Ávila (LMGSM 1 / CMN 73)
Existe una gran duda sobre cómo lograr aprovechar las ventajas de
la evolución ante su aceleración y
cambio. Pareciera ser que la innovación es la regla pero,
en la realidad concreta, aun ella parece tornarse obsoleta en un
tiempo demasiado corto. Esta situación impone a aquellos que
necesitan estar actualizados por sus tareas,
responsabilidad o misión, encontrar la manera de lograrlo. En el
siglo, pasado, los cursos postgrado eran la respuesta. En nuestro tiempo se presenta la oferta de
cursos online (a distancia) y todo lo que se refiere a los mismos debe ser de
nuestro interés.
El diario
LA NACIÓN (0806-2014) publica
una noticia originada en Nueva York sobre las
"Opciones para tomar un curso online desde la tableta o
el teléfono" (Kit Eaton) que señala que "los cursos
online abiertos masivos - conocidos por la sigla en inglés MOC
- son una revolución creciente en el mundo de
la educación. Miles de cursos de algunas de las
mejores instituciones del mundo están disponibles en
forma gratuita online y cubren una gran amplitud de temas. Para cada curso, los
estudiantes, que a veces son miles, participan
desde sus casas, donde ven vídeos de clases, hacen exámenes y presentan
ensayos a través de una interfaz de la red." Lo novedoso de
la noticia es que aquello que ya era común desde una
computadora, ahora es también accesible desde una tableta o
un teléfono celular. En realidad, este avance no
se debe a la oferta educacional, sino que proviene del
desarrollo de los soportes que la tecnología nos está ofreciendo.
La evolución en el hardware y la creatividad en el software
están entregando un real torrente de nuevas aplicaciones en los más
variados campos y actividades humanas, entre ellas,
la educación.
El real
dilema es la falta de aprovechamiento de estas ventajas o beneficios en
la educación presencial. El docente aún no ha logrado
incorporar en su actividad de enseñar a los medios cibernéticos entre él y sus estudiantes,
es decir, simplemente "poner entre ambos
la computación". El tema alcanza, lógicamente, al estudiante
y, consecuentemente, su capacidad de discernimiento, lo que
hace que el docente sea quien le enseña o el alumno sea el que
aprende. En otras palabras, el que lleva el
"peso educacional", es el docente o
el estudiante.
La cuestión está
ya resuelta en la educación online (a distancia),
ya que ella es del estudiante que
no tan solo elige lo que va a
aprender, sino el tiempo y lugar desde donde
lo hará. A medida que avancen las posibilidades de enlace cibernético, crecerán las
capacidades de acceso al sistema y, con ello, el vínculo de relación. Ya
existen en nuestro país la educación a distancia aplicada de manera presencial
que se muestra promisoria y ventajosa, pero aún está sólo en muy contadas
organizaciones educativas.
La implementación es relativamente simple, ya que se están remplazando las
clases directas de un maestro por un soporte digital realizado sobre el
tema. La ventaja es que el soporte digital
tiene mayores posibilidades de "mostrar" que
las clásicas que se tenía frente a un pizarrón. El docente
señala el tema a tratar e indica a los estudiantes cómo lo "cargarán"
y, luego, queda en cada uno cómo accederán al mismo.
Se "evalúa" al requerir a cada estudiante un
"resumen" (escrito a mano) que puede, si hay tiempo,
ser leído por alguno a la totalidad del aula. Lógicamente, deben
ser "preparados" los temas en un "laboratorio"
que podrá ser inicialmente de
cada organización y, luego, por parte de la autoridad
educacional.
De esta
manera, el educador se convierte en el acompañante del alumno en una
tarea que será tan intensa como menor capacidad tenga el mismo, lo que
hace que las clases dejen de ser masivas y se logre una manera
individual de educación.
Es posible
que existan al principio problemas económicos para ciertos grupos sociales que
"deberán" ser atendidos por las autoridades, como ya lo han hecho en
algunas comunas con éxito. El sistema proporcionara entrenamiento educacional a
los estudiantes que podrán luego ellos de por sí, acceder a los ya enunciados
cursos online, conforme a lo que necesiten aprender, para cumplir o actuar en
su vida laboral real.