Por Emilio Nazar Kasbo
La unión sexual extra-matrimonial
es un pecado grave, que se agrava por el uso de anticonceptivos. Es doctrina
largamente tradicional que el pecado de la fornicación se agrava cuando el acto
sexual se realiza contra la naturaleza, es decir, haciendo imposible la
procreación (Santo Tomás, STh II-II, 154,1 y 12). Pero ahora, parece que los
divorciados vueltos a casar pueden comulgar… prácticamente sin distinción y sin
límites, y eso según el juicio propio de cada Obispo.
¿Hay cambios en el magisterio del
documento sobre la Comunión de los divorciados, la exhortación del Papa
Francisco sobre la familia, Amoris Laetitia?
"Se trata de una simple
reflexión personal", afirma el Cardenal Raymond Burke despreciando dicha
exhortación papal: al afirmar que "No es un texto magisterial", es
decir que no atañe el Magisterio de la Iglesia, pese a que la exhortación
firmada por el pontífice es el fruto de dos consultas a los obispos de todo el
mundo, recalca indignado el purpurado. Es “música para piano” esa exhortación,
como diría un conocido sacerdote argentino.
CASTIDAD
El matrimonio civil es
considerado un concubinato para la Iglesia, ya que no han recibido el
Sacramento, y además es un pecado grave. Sin embargo, al aceptar la Iglesia el
matrimonio civil, se introduce el problema antes inexistente de “dos clases de
matrimonio”, cuando la Iglesia siempre se guió antes de modo exclusivo por su
propia legislación. Es decir, la Iglesia siempre legisló para el católico en
Comunión con la Iglesia, no para quienes rechazan el Evangelio, asumiendo las
consecuencias.
Fornicación, adulterio,
concubinato, matrimonio civil, son pecados y también son vicios. El Matrimonio
Civil es pecado en las condiciones en que es legislado, puesto que no reconoce
el Sacramento de la Iglesia, pero en el tiempo la Iglesia lo terminó asumiendo,
y muchos subordinan el Sacramento a que los contrayentes antes se casen por
civil, porque de lo contrario no otorgan el Sacramento.
El tema en el fondo, en una parte
del problema, es la castidad que enseña la Iglesia. Están pretendiendo que el
escándalo público y el mal ejemplo se solucionan con la castidad. Pero eso
produce un desastre "pastoral", sobre todo en adolescentes y jóvenes.
MAL EJEMPLO Y ESCÁNDALO
Con la castidad se soluciona el
problema personal, de quien vive en una situación irregular. Pero tomar
públicamente la Comunión en ese caso, está señalando que es posible ser un
picaflor o una adúltera y luego "tras un discernimiento" tomar la
Comunión… tal vez para luego reincidir.
El otro problema, viene también
del divorcio civil, provocado ello porque es aceptado el matrimonio civil, y en
este caso se trata del divorciado inocente y que no "rehace su vida",
sino que permanece fiel al Sacramento.
TODO ESTO VIENE POR ACEPTAR EL
MATRIMONIO CIVIL EN ESTAS CONDICIONES. Los Obispos hoy se sujetan a la Ley
Civil en materia de Matrimonio, de Familia, y de Educación. NINGÚN OBISPO Y
REPITO, NINGUNO, SE RIGE EXCLUSIVAMENTE POR LA LEY QUE LE CORRESPONDE: EL CÓDIGO
DE DERECHO CANÓNICO.
Los Obispos en la práctica viven como en la herejía de la "doble verdad" (teológica y racional), pero en el ámbito legal, como si hubiese dos legislaciones independientes y válidas recíprocamente entre sí, la legislación del Estado, y el Código de Derecho Canónico, siendo además privilegiado el Estado por sobre la Ley Canónica. Y esto involucra además una postura ante la Fe, una postura ante la Gracia que indudablemente debe ser revisada por sus graves carencias.
Aceptado el primer principio falso,
que es el matrimonio civil, lo demás es una consecuencia, como puede ser el
matrimonio entre homosexuales ajeno al Derecho Canónico. Veamos: ¿un homosexual
casado por civil con otro que se divorcia, puede comulgar?
Respuesta pastoral no magisterial
ni dogmática del Papa: "¿quién soy yo para juzgar?”. El problema es que
esta “respuesta pastoral no magisterial”, confunde y atenta contra el “sí sí,
no no”, atenta contra la claridad del mensaje del Evangelio, es decir, atenta
contra Jesucristo.
HEREJÍA PASTORAL ECLESIAL
El texto lo que hace es atentar
contra el Magisterio del Papa, en contra del Concilio Vaticano I. Es decir, la
autoridad en esta materia ya no es el Papa, sino el Obispo, cada Obispo, por lo
cual se producirá una anarquía y habrá Obispos que dirán que pueden comulgar
hasta los incestuosamente “casados”, o los “casados” con animales porque los “aman”
donde estas posibilidades sean admitidas, que ya están comenzando a serlo… porque
"todo es amor" ¿verdad?
Y el problema está ahí. El
problema es doble: atenta contra el Amor de Dios, y atenta contra la única
Iglesia fundada por Jesucristo.
Eclesialmente, no es puntualmente
la herejía del "Conciliarismo", sino la herejía de la
"Sinodalidad", que es un derivado de aquélla, ya que si un Concilio
tiene autoridad sobre el Papa (excepto en el caso del Papa hereje, Antipapa, siendo
esta una cuestión debatida), el Concilio manejado por una
"sub-Iglesia" de Episcopados conformados por Sínodos nacionales
individuales y Regionales o Universales convocados, también estarán por sobre
la autoridad del Papa. Esto no es "humildad", esto es degradación de
la Autoridad de Cristo puesta en cabeza del Papa.
Se trata de un atentado a la
unidad de la Iglesia, pretendiendo una inadmisible “democratización” que
atomiza a la unidad orgánica que es la Iglesia unida a su Cabeza que es
Jesucristo mismo y cuyo Vicario es el Papa. Hay una "herejía Pastoral", que es "no dogmática" ni forma parte del Magisterio, y que por tanto debe ser rechazada.