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miércoles, 29 de octubre de 2008

Correo de lectores: Sin odios ni rencores

SIN ODIOS NI RENCORES

Por Silvio H. Coppola

            El cardenal Bergoglio pronunció las palabras del título, al apoyar a los hijos del asesinado José Ignacio Rucci, en el pedido que hicieran estos a las autoridades correspondientes, para que se investigue a fondo el atentado que costara la vida a su padre. Distinguió enseguida este pedido de justicia por un asesinato que conmovió al país y desató sin límites una serie de atentados y muertes de todos contra todos, de aquellos que buscan también su justicia, con “odios y rencores”. Los que tienen sólo una verdad y en que en ella, al costo que sea, quieren incluir a todos los argentinos, en una perfecta nueva historia oficial, donde será tan peligroso oponerse a ella, como lo fue a la historia oficial liberal del siglo XIX. Sabios conceptos, donde la justicia debe de ser para todos y donde no puede dejarse de lado la memoria y la verdad , que nunca puede ser renga.

 

            Para lograr que se reanude y prospere la investigación, sería necesario que tal crimen fuera declarado de lesa humanidad o sea que por sus particulares características, adquiera la categoría de imprescriptible. Si bien en primera instancia se lleva adelante el procedimiento, seguramente no va a terminar ahí la cuestión de la imprescriptibilidad y se puede estimar que llegará incluso a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En cuyo caso es fácil predecir que dada la integración de esta, habrá pronunciamiento en el sentido de que el delito no es de lo definidos como de lesa humanidad, siendo por consiguiente que la acción penal estaría prescripta.  La moraleja al final va a ser, que los mismos delitos, serán castigados o no, según quiénes sean los victimarios y según quiénes sean las víctimas, sin importar que todas las características sean las mismas. Es que como siempre, la Justicia no es para todos.

LA PLATA, octubre 22 de 2008.

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