Colaboración: "Se quebró el modelo sindical argentino"

Se quebró el modelo sindical argentino

Por Alberto Buela (*)

Estando en España nos llega la noticia que la Corte Suprema de Justicia de la Nación falló a favor de gremios adheridos a la CTA (Confederación de trabajadores argentinos) para que puedan ser delegados de fábrica incluso aquellos que no se encuentren adheridos a ningún gremio con personería gremial.

 

Esto es una puñalada en el corazón del Modelo sindical argentino inaugurado por Perón el 2 de octubre de 1945 con el decreto ley del General Farell número 23.852 que establece por norma de la suficiente representatividad  de un solo gremio por rama, actividad o servicio. Gremios no solo con inscripción gremial sino también con personería con delegados que les pertenecen.

Esta medida del gobierno de los KK viene a coincidir en el espíritu y en la letra con las tomadas por los gobiernos y dictaduras militares. Todos de corte político liberal.  Así en 1956 el decreto 9.270 y en 1979 la ley 20.615. Acá no hay nada que hacer, el mismo ministro Tomada le comentó a quien esto escribe, en ocasión de su cumpleaños, que la CTA tiene que ser reconocida.

Hace ya muchos años que venimos escribiendo sobre qué es y cómo se instrumenta el “modelo sindical argentino” de modo que escribir más es al ñudo. Todos los sindicalistas de la CGT, así como los de la “azul y blanco” y la CTA saben de qué se trata. No hay que abundar sobre lo que se sabe.

El asunto hoy es un tema político en donde el gobierno de los KK jugó en contra de la CGT y esta no supo que responder o respondió con el “políticamente correcto” abogado Recalde, con lo cual entregó toda su defensa a “nadie”. Todas las disquisiciones jurídicas no alcanzan para remediar el entuerto. Estamos asistiendo al espectáculo de ver como la actual conducción de la CGT (que en su época fuera la CGT que lucha ¡qué ironía!) entrega el modelo sindical argentino al mundo liberal-empresario socio del gobierno de los KK. Y para ello los KK utilizan a los “progre” de la CTA y de la Corte Suprema. Una tenaza de la cual la CGT no puede zafar sino a través de una “huelga general revolucionaria”. Que lo haga o no lo haga es una decisión de la actual cúpula cegetista.  Eso es todo. Así de fácil. No hay nada más que agregar. El resto es todo verso para engrupir a la gilada.

(*) alberto.buela@gmail.com.ar