Reflexión: El perdón en la familia

El perdón en la familia

Tu esposo o esposa, tus padres, hijos, tíos, sobrinos... tus familiares no son perfectos. Pero tampoco puedes decir que tú lo seas. 

Todos somos criaturas imperfectas que vamos a cometer errores, muy a pesar nuestro. 

Pero es preferible perdonar que vivir llenos de ira. El perdón significa que logras entender que cuando alguien comete un error, y a pesar de ello, aun guardas amor hacia esa persona y logras demostrarlo. 

Pero tampoco se trata de cometer errores todo el tiempo y disculparse, y justificarse a cada momento. No somos perfectos, pero somos perfectibles: podemos mejorar.

Cuando hay malas actitudes o malas formas de enfrentar la relación que no se quieren cambiar, y no querer progresar como seres humanos, nos topamos con el cinismo.

Por eso, no se debe ver el perdón como una justificación de los males, sino como una oportunidad para enmendarse, corregirse, para mejorar.

Así, en nuestra familia habrá una mayor armonía, paz, y si hay una visión trascendente, nos llevaremos socialmente bien incluso en lo espiritual: Jesucristo estará en medio de la familia, pues allí habrá dos o más reunidos en su nombre de forma permanente, indisolublemente y para siempre.