Imponer el IVA a los alimentos trae como consecuencia enfermedades y aumenta los gastos en el sistema de salubridad. La excención de IVA en ciertos alimentos, además puede estimular el consumo, favoreciendo a los más indigentes.
Las consecuencias de imposición del IVA a los alimentos resultan trágicas.
Una alimentación sana, y en especial comer verduras y frutas diariamente es un factor importante, que influye en la salud, y esto se ve impedido al incrementar en un 21% el precio de todos los alimentos, en especial de frutas y verduras.
A su vez, la Organización Mundial de la Salud divulgó que comer suficiente frutas y verduras podría salvar las vidas de más de 2.7 millones de seres humanos cada año en el mundo.
Una alimentación baja en verduras y frutas es uno de los diez factores que influyen en la muerte en todo el mundo y es responsable del 19% de enfermos de cáncer en el sistema digestivo, 31% en las enfermedades cardíacas y un 11% de apoplejía.
Una persona debe comer por lo menos cinco diferentes clases de frutas y verduras diarias, para que de ese modo pueda disminuir las posibilidades de contraer distintas clases de cáncer, enfermedades cardíacas y enfermedades crónicas adicionales.
Aplicando como hoy en nuestro país el impuesto del IVA a todos los alimentos, incluyendo las frutas y verduras, se disminuye su consumo, especialmente entre la gente de clase baja. Así sucede por ejemplo con la leche, cuya demanda debiera ser inelástica, y que en los últimos años ha mostrado caídas de consumo.
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