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lunes, 18 de mayo de 2009

FRANCIA ANTINATURAL: PROMOVERÁN LA TRANSEXUALIDAD

Por Emilio Nazar Kasbo

La transexualidad ya no será considerada enfermedad en Francia, según indican recientes noticias.

La transexualidad dejará de ser considerada una enfermedad mental en Francia, según informan medios franceses que citan a la ministra de Salud, Roselyne Bachelot, del supuesto gobierno supuestamente “conservador” de Sarkozy.

Se trata de una iniciativa para dar una "clara señal" con motivo del “Día Internacional contra la Homofobia”. Lo que se pretende es mostrar una actitud “políticamente correcta” del Gobierno, pero que atenta contra el Orden Natural y contra la salud de quien se creerá sano, cuando en realidad padece de trastornos.

Varias asociaciones de homosexuales saludaron como un "paso en la dirección correcta" a la errónea decisión de ordenar a las autoridades sanitarias que dejen de considerar la transexualidad de los invertidos como una enfermedad mental.


Un portavoz de un colectivo contra la homofobia pidió además en una radio francesa que también la Organización Mundial de la Salud (OMS) se sume a esa posición. "Ahora es necesario reducir la discriminación en el día a día y liberalizar las normas para el cambio de sexo", agregó.

Personalidades conocidas como la austriaca Elfriede Jelinek, premio Nobel de Literatura, y el francés Luc Montagnier, Nobel de Medicina, así como el conocido parlamentario verde Daniel Cohn-Bendit se unieron a un llamado del diario "Le Monde" en su edición de hoy para hacer frente a la homofobia.



El problema

Según la Wikipedia, “una persona transexual encuentra que su identidad sexual está en conflicto con su anatomía sexual. Es decir, se produce una disconformidad entre su sexo biológico y su sexo social y el sexo psicológico”. Esto es una falsedad absoluta, ya que los seres humanos nacemos varones o mujeres, con excepción del hermafroditismo que es una enfermedad de nacimiento, donde no se encuentran plenamente desarrollados los órganos biológicos, siendo esto una rara excepción.

La escisión de lo biológico, lo “social” y lo “psicológico” resulta una esquizofrenia absoluta, e implica una múltiple personalidad. La unidad de la persona en lo biológico, lo psicológico y lo espiritual hace a su salud, a su integridad y unicidad. La ruptura de tal unidad es una enfermedad.

Una mujer transexual es aquella que nace con anatomía masculina y un hombre transexual es el que nace con anatomía femenina”, sostiene Wikipedia en una contradicción que atenta contra el sentido común. Se nace varón o mujer, y los seres humanos solamente podemos concebir seres humanos, que ya desde la concepción viene determinada la carga genética e incluso existe un alma humana. Antes de nacer, el bebé concebido tiene la capacidad de sentir, y todo ello de modo acorde con su sexualidad asumida dese su estado.

La enfermedad psicológica queda determinada por la definición de Wikipedia (al 18/5/2009): “Es decir, se les designa por el sexo con el que se sienten identificados y no por el sexo al que al nacer corresponden, por ejemplo, sus genitales”. Los rasgos biológicos de la virilidad y la femineidad se encuentran tan marcados, que el varón que pretende hacer de mujer solamente puede convertirse en un grotesco femenino, y lo mismo sucede con la mujer que pretende ser varón: se convierte en un grotesco de lo masculino. Las fuertes actitudes viriles nada tienen que ver con la delicadeza femenina, y esto hace a la unidad misma de la persona.

Continúa Wikipedia con su descripción afirmando que “En estas personas suelen darse el deseo de modificar las características sexuales que no se corresponden con el sexo con el que se sienten identificados. Por eso, algunas de estas personas suelen pasar por un proceso de reasignación de sexo, que puede incluir o no una cirugía de reconstrucción genital, mal llamada operación de "cambio de sexo".” Esto, en sí, resulta un grave daño a la integridad de la persona, a su unicidad. El agregado o cercenamiento de órganos convierten al paciente en la obra de un Dr. Frankestein: órganos que carecen de vida, con apariencia externa pero sin funcionalidad real, incapaces de engendrar o concebir.

Considerar a quien padece tal enfermedad como una persona sana, sería equivalente a decir que el SIDA no es una enfermedad, y que por tanto se ha solucionado el problema. El grave trastorno sicológico de quien escinde su identidad, en realidad es una esquizofrenia sexual de quien siendo de un sexo, pretende ser de otro, en lo cual solamente un exceso de imaginación llevada a la aceptación de lo antinatural puede otorgarle la razón.

Semejantes “avances” son en realidad “retrocesos”. La no discriminación de la persona que padece semejantes trastornos y el merecimiento de ser objeto de la Caridad católica, no significa la aceptación de sus obras ni de la enfermedad que padecen, que debe ser tratada para que pueda asumir su propia identidad, ya sea como varón o como mujer, tal cual Dios ha querido que nacieran, con su particular vocación.

La llamada "terapia de reasignación de sexo" no es otra cosa que ocultar el problema. El inconformismo interno, los sentimientos contradictorios de tales personas que se someten a una operación, no se soluciona de ese modo, y la técnica resulta inefectiva. Y ello de la mano del desprecio de la moral católica, que indica que quienes son solteros deben guardar la castidad.

Quienes nacen ya con hermafroditismo, también deben vivir la castidad, y cumplir con los Diez Mandamientos, y pueden realizarse ciertas operaciones para aproximarlos al sexo más desarrollado, sabiendo que no podrán engendrar.

El resto, son personas que padecen un trastorno psicológico, y que ninguna operación podrá solucionar. Sin asumir, desde las nuevas terapias de la psicología aristotélica, la práctica de las virtudes, y sin asumir la identidad que como tal poseen desde su misma concepción, jamás podrán solucionar su problema. La homosexualidad es, en realidad, una enfermedad que puede ser tratada y curada.

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