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jueves, 16 de julio de 2009

EL GOBIERNO ARGENTINO DEBE SER DENUNCIADO POR CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD

La población está siendo sujeta a un gran genocidio económico, ya que desde principios del Siglo XXI dos tercios de la población argentina se encuentra sumida en la miseria, sin posibilidad de salir de tal condición. De la mano, va el genocidio por inseguridad, ya que se han multiplicado los delitos que no son esclarecidos, los delincuentes que no reciben justa sanción, o que detenidos salen inmediatamente, causando además un pánico en la sociedad que no vive tranquila.

Mientras tanto, se está imponiendo un plan en todos los ámbitos gubernamentales de promoción de abortos masivos, de imposición de la cultura antinatural de “género”, asesinando niños en el vientre materno, aplicando un plan antinatalista, obligando a que toda institución de salud tenga un sector para efectuar abortos (que son reprimidos en el Código Penal).

Según denuncias efectuadas a este medio, militares acusados de crímenes de “lesa humanidad”, con o sin sentencia, están siendo sujetos a vejaciones, torturas e incluso a suspensión de tratamientos médicos, provocando su muerte “natural”, en lo cual organismos dependientes de la Justicia y del Ejecutivo son los brazos ejecutores. Aunque fuesen autores de los hechos y condenados, su condición no habilita a que se les dispense tratos inhumanos, provocando sufrimientos, atentando contra su salud física y mental, porque se debe imponer la Justicia, no la venganza.

Por su parte, la persecución anticatólica resulta evidente, en todas las actitudes, gestos y tratos a miembros de la Iglesia Católica y sus principios. Atentando contra el Orden Natural, se ataca también a los Diez Mandamientos que Dios entregara a Moisés, y a la Iglesia Católica. Culturalmente, se pretende extirpar la base cristiana de la población, para convertir a los ciudadanos en contribuyentes de vida inmanentista.

El Estatuto de Roma, que estableció la Corte Penal Internacional, comprende acciones humanas como asesinato, exterminio, deportación o desplazamiento forzoso, encarcelación, tortura, violación, prostitución forzada, esterilización forzada, persecución por motivos políticos, religiosos, ideológicos, raciales, étnicos u otros definidos expresamente, desaparición forzada, secuestro o cualesquiera actos inhumanos que causen graves sufrimientos o atenten contra la salud mental o física de quien los sufre, siempre que dichas conductas se cometan como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque.

Los delitos referidos pueden ser cometidos por el Estado o por una “organización política”, dispone el referido Estatuto, por lo que abarca organizaciones terroristas o guerrilleras. Tales delitos deben ser generalizados o sistemáticos, por lo cual actos aislados o cometidos eventualmente no pueden ser incluídos como delitos de lesa humanidad.

Enumeramos los delitos, con el respectivo comentario de algunos ejemplos que pueden ser ampliados, exhibiendo cómo el régimen kirchnerista puede ser acusado desde numerosos frentes como responsable de crímenes de lesa humanidad:

I- Reiteración de homicidios: la generalización de abortos, por ejemplo, o de omisión de asistencia a enfermos que se encuentran detenidos provocando su muerte

II- Exterminio: el cual puede efectuarse de muchas maneras, y que puede abarcar incluso la imposición intencional de condiciones de subsistencia que conducen a la muerte de grandes poblaciones, por ejemplo

III) Reducción a la esclavitud: por ejemplo en el caso de la prostitución, que es utilizada en los medios masivos de comunicación en que a cambio de dinero se realizan exhibiciones impúdicas, o el establecimiento de salarios indignos en relación al trabajo efectuado

IV- Deportacion o traslado forzoso de la población: verbigracia las condiciones indignas de vida en el país produce forzadamente emigrados políticos y económicos

V- Encarcelamiento u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales: como los presos políticos actuales, quienes son detenidos en violación de amnistías y de leyes de pacificación

VI- Tortura: que es la provocación de dolor y sufrimientos graves, físicos o mentales, que conforme hechos denunciados, están padeciendo tales delitos los presos políticos del régimen kirchnerista

VII- Violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada u otros abusos sexuales de gravedad comparable: desde el Estado se promueve una cultura de promiscuidad como “liberación”, perspectiva desde la cual el “sexo seguro” es impuesto, provocando socialmente “embarazos forzados” que son lógica consecuencia de una sexualidad irresponsable practicada fuera del matrimonio, para inducir luego el asesinato masivo de los concebidos, y conduciendo con falsa información a muchas mujeres y hombres a que a causa su ignorancia son engañados

VIII- Persecución de un grupo o colectividad con identidad propia por motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos o de género o por otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional, en conexión con cualquier crimen comprendido en el Estatuto: asistimos a una persecución, privando de derechos fundamentales generalizados a toda la población, ya que se persigue todo lo que no sea aceptación de la esquizofrenia de los invertidos, la socialdemocracia (régimen “democrático” con economía liberal y cultura marxista materialista inmanentista), imponiendo el “género” invertido con sus psicosis y neurosis por sobre las personas normales en una actitud discriminatoria de la Verdad, el Bien y la Belleza, atentando contra el mismo ser nacional argentino y su identidad, agrediendo a la Iglesia Católica por el hecho de ser la Religión imperante en la Argentina y fundamentalmente por ser la verdadera fuera de la cual no hay salvación; tal persecución es de índole económica, jurídica y política, aislando y omitiendo a quienes no sustenten los nuevos “dogmas” antinaturales, anticatólicos y antiargentinos. Se priva así de derechos fundamentales en razón de la identidad de un grupo o colectividad tan amplio, que pone en peligro la subsistencia misma de la Argentina, ya que los ciudadanos no tienen opciones ante los atropellos.

IX- Todo acto que constituya un crimen de lesa humanidad, un crimen de guerra o un genocidio: Tal como se viene afirmando, la impunidad de la dirigencia política de sentirse dueños del poder en vez de servidores de Jesucristo y del Bien Común, los lleva a imponer un plan que está masacrando a bebés concebidos no nacidos y de los pobres sumidos en la indigencia

X- Desaparición forzada de personas: Implica la detención o secuestro de personas por un Estado o con su autorización, consentimiento o aquiescencia, o por organizaciones políticas no estatales, junto con la negativa de reconocer la privación de libertad o proporcionar información sobre la suerte de los “desaparecidos”, con intención de privarlos de la protección legal durante un largo período; y tal es lo que sucede actualmente con los presos políticos.

Crimen de apartheid: actos inhumanos cometidos en el contexto de un régimen institucionalizado de opresión y dominación sistemáticas de un grupo racial por otro con la intención de mantener ese régimen.

XI- Otros actos inhumanos similares que causen intencionadamente grandes sufrimientos o atenten contra la integridad física o la salud mental de las personas: La gran conmoción nacional se acredita con la cantidad de personas que acaban padeciendo enfermedades psicológicas a causa de la imposición de un modo de vida antinatural, con un número que va en crecimiento. La indignación, el sentimiento de impotencia, en medio de discursos grandilocuentes de que se busca una “justa distribución social de riquezas”, de que se está aplicando “justicia”, de que se “defiende la vida” cuando se efectúa en la realidad lo contrario, con un pueblo sumido en la miseria (desocupados que viven de planes sociales, sub-ocupados y ocupados con salarios de miseria, mientras se falsean los índices que marcan las necesidades económicas mínimas para subsistir), la incultura o la anticultura (imposición de una cultura invertida homosexual), padeciendo la injusticia e inseguridad (presos políticos), y en que se privilegia la muerte (anticonceptivos, abortos, el falso “sexo seguro”, eutanasia), con persecución a la Iglesia Católica y a los católicos en particular, marcan muchos frentes en que el régimen kirchnerista debiera ser declarado genocida.

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