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martes, 25 de agosto de 2009

NUEVE AÑOS DE "LA BOTELLA AL MAR"


En la foto: Horacio Verbitsky

Por Cosme Beccar Varela

25 de Agosto del año 2009 - 922


Hoy se cumple el noveno aniversario de "La botella al mar". Empezó el 25 de Agosto del 2000, durante el frustrado gobierno de de la Rúa. Los desastres que hizo ese politico de poca monta, pero ambicioso y audaz, puede encontrarlos resumidos en el artículo nro. 671, del 25 de Agosto del año 2005 en el cual esbocé la historia de los primeros cinco años de "La botella al mar".

De la era de Menem, nefasta y corrupta hasta lo inimaginable, no tengo registro en este periódico pero sí en los varios artículos en que lo ataqué y que fueron publicados por "La Nación" (antes de que los Saguier -parientes de "Clarín"-, se hicieran cargo de ella y me pusieran en la "lista negra") y "La Nueva Provincia". Durante la era de los militares del 76 y de Alfonsin, mis críticas aparecieron en la revista "Pregón de la TFP".

Todos esos regímenes fueron malos y en grado creciente de maldad. Todos contribuyeron a la demolición de la Argentina tradicional, de distinta manera, pero todos rompieron algo que, por el contrario, debió atesorarse para construir una Nación en la que el pueblo se sintiera amparado por una Autoridad justa al servicio del bien común. Sin embargo, cada uno de ellos se dedicó, con una unidad de criterio mortal aunque con distintos alegatos ideológicos, a demoler nuestra Patria. Soy testigo de que en ningún momento (y no sólo desde 1976 sino desde mucho antes, sobre todo desde que Perón se encaramó al poder), hubo algún gobernante que nos hubiera dado esperanzas de vivir en una Argentina fiel a sus tradiciones cristianas, justa y próspera.

Llegamos así al 25 de Mayo del 2003, en que la banda delictiva que usa a los Kirchner como figuras visibles usurpó el poder. Desde entonces no he dejado de atacar a los usurpadores ni de intentar el desemascaramiento de los falsos "opositores" para convocar a una verdadera batalla contra la tiranía kirchnerista.

Casi diría que la más importante de estas dos tareas es la segunda, porque como dice el refrán castizo: "de las aguas mansas líbreme Dios, que de las bravas me libro yo".

O sea, la tiranía es tan obviamente nefasta que no hay casi nadie con dos dedos de frente que deje de entender que debe ser destituida. Hasta la prensa, vendida o intimidada, por más que tiene simpatía ideológica con el izquierdismo de la tiranía, la critica continuamente, aunque (¡por supuesto!) con un calibre menor que no hace mella a su continuidad.

Estas son las "aguas bravas", porque los tiranos tienen el poder de dañar gravemente, como puede verse por los 500 secuestrados que yacen en las cárceles del régimen, por el empobrecimiento de toda la población (menos los detentores y los amigos del régimen que son cada vez más ricos y descarados y el 40% del pueblo que ha caído en la miseria). Es de suponer que no hace falta demasiada argumentacíón para mover a los argentinos contra esta lacra. Por eso se le aplica el refrán que da como factible ese combate.

En cambio, la falsa oposición, léase Macri, el "peronismo disidente", Carrió, Lopez Murphy y todos los que se visten la librea de "centristas", hacen un daño enorme y mucho más dificil de percibir.

Ellos son como la muralla defensiva del régimen contra la cual se apagan los dardos de la indiganción de los buenos patriotas. Ellos se encargan de que las críticas no se conviertan jamás en una voluntad decidida y efectiva de acabar con los tiranos; ellos galopan al costado del carro vencedor de los usurpadores y hasta adhieren a sus intenciones más odiosas. Por ejemplo, a los planes de corrupción moral (aborto, educación sexual, "salud reproductiva", homosexualismo, lucha de clases, exclusión del catolicismo, etc.) y al aniquilamiento de las Instituciones. No hubo ninguna oposición a la ignominiosa destrucción de las FFAA, ni al secuestro "sine die" de 500 oficiales y suboficiales, ni a la destitución de los Ministros de la Corte Suprema con el sometimiento total del Poder Judicial, ni a la ideología de izquierda que flota sobre todo el ambiente político y en las relaciones exteriores del país, ni a la participación de numerosos terroristas en altos cargos de gobierno. La falsa oposición sólo quiere cambiar algo para que nada cambie.

Ahora bien, todo este escenario está tan bien montado que ni aún los argentinos cultos se dan cuenta de lo que pasa y mantienen ciegamente una constante e inútil esperanza de que alguno de esos "opositores" nos sacará las castañas del fuego. Es una falsa convicción arraigada y fomentada por toda la prensa.

Estas son las "aguas mansas" en que nos estamos ahogando sin darnos cuenta. Contra ese peligro se levanta "La botella al mar" tenazmente, cosa que indigna al "moderado", o sea, al ciudadano que no quiere pensar sino de acuerdo con lo que a cada momento considere como "politically correct" y que, sobre todo, no quiere arriesgar nada para oponerse a la tiranía que cada día se muestra más peligrosa y más astuta.

Es claro que no es Kirchner quien elucubra esas astucias. Como dije cien veces, ni él ni la mujer son capaces de excogitar una sola de las sutiles maniobras demoledoras que la tiranía está realizando cadenciosa e inexorablemente desde hace seis años. Atrás de ellos hay un "think tank" perverso, probablemente encabezado por Verbitzky e integrado por individuos que han aprendido el arte de tomar, mantener y ejercer el poder para destruir lo que queda de la civilización cristiana. Lo han aprendido en los centros mundiales de la revolución marxista y son maestros en ese arte diabólico.

Para sólo citar los artículos más antiguos en que intenté denunciar a la falsa oposición, menciono los nros. 474, 489, 659, 679, 691,719,748, 753, 783 y 793 de este periódico, todos del 2003 al 2005. Puede llegar rápidamente a ellos buscando en el índice por "épocas" que está en la Portada.

Al mismo tiempo, y para no ser sólo un crítico, intenté promover desde "La botella al mar" la reunión de los "buenos patriotas". Convoqué a una Asamblea por la Patria para debatir cual podía ser la salida del atolladero en que estamos. No prosperó. Ahora estoy tratando de ayudar al surgimiento de la "Asociación Patriótica". Por ahora va bien.

Entretanto, hoy cumplimos nueve años y empezamos el décimo año de vida. Doy gracias Dios y pido a la Santísima Virgen de Luján, Patrona de la Argentina y al gran rey San Luis de Francia bajo cuyo ausipico inicié esta obra, que nos ayuden y protejan de las insidias de los enemigos. Cuento con sus oraciones, estimado lector.

PD: Mañana publicaré una nota sobre ese gran héroe argentino que fue el Coronel Juan Francisco Guevara, fallecido hace cuatro días.

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