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jueves, 24 de septiembre de 2009

LA FALTA DE AGUA, LEJOS DE HABER TERMINADO


Por Alejandro Pérez Unzner

Otro miércoles “de ley”, y entonces se conoció el ya habitual reporte semanal de cultivos emitido por la Bolsa de Cereales local. Mientras Chicago y los otros mercados de Norteamérica se hacían eco de la ausencia de pronósticos de heladas tempranas, aquí la entidad madre del comercio granario señaló que las recientes lluvias (ayer hablábamos de las sonrisas que trajeron dicha lluvias) “refuerzan las posibilidades productivas” del trigo en Entre Ríos, Buenos Aires, Santa Fe y el sur de Córdoba, como para evitar mayores daños en los cultivos; nada más: todavía mucho margen para ser optimistas con el cereal no hay, y menos si no llueve pronto en el centro-norte de Córdoba y el sureste bonaerense.

Del maíz, dijo que se implantó el 14,5% de la superficie proyectada tentativamente en 1.875.000 ha, es decir 270.000 ha, con un adelanto de 7,7 puntos-% sobre 2008. La cebada marcha aceptablemente, pero pide lluvias con mayor regularidad, dada su creciente demanda de agua. Y el girasol, en parte desalentados los productores por sus bajos precios, exige más agua en el N pampeano y el NE del país, zonas en las que se está en el momento natural de siembra, como para no complicar los rindes potenciales.

Volviendo al trigo, una reunión al máximo nivel ministerial y de responsables del comercio exterior en Brasil mandó un mensaje claro: nuevamente, se propone aumentar el AEC, del 10% al 35%, para acomodar las cuentas del rubro, en plena cosecha allá. Con stocks razonables, Brasil sigue proyectando importar de 6 a 7 mill./t, pero la Argentina con suerte lo proveería de 2 millones.

Los funcionarios indican que “no puede entrar al país demasiado trigo porque eso va a perjudicar al productor brasileño, pero tampoco puede dejar de entrar menos del necesario y que eso afecte las necesidades de abastecimiento”. A nivel político, cualquier parecido con nuestra realidad…

Mientras se abre el abanico de candidatos para ocupar la conducción del palacio de avenida Paseo Colón al 900, cuestión que la presidente Cristina Fernández definirá ni bien regrese, ahí está el tema de los tributos bonaerenses y sus efectos indeseados (“¿Daños colaterales?”) y también, los precios chatos, que no terminan de convencer a la oferta.

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