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viernes, 11 de septiembre de 2009

RP. ALFREDO SÁENZ PIDIÓ SANTOS OBISPOS Y BUENOS SEMINARIOS EN LA EXPOSICIÓN DEL LIBRO CATÓLICO



En la foto: el R.P. Dr. Alfredo Sáenz SJ, disertando en la Exposición del Libro Católico, cuyo lema es "Toma y lee el buen libro", sobre "La fisonomía espiritual del Sacerdote de Cristo"

El día 10 de septiembre pasado, en el marco de la XXI Exposición del Libro Católico en Buenos Aires promovida por Manuel Outeda Blanco, el R.P. Dr. Alfredo Sáenz S.J., Miembro de la Junta de Historia Eclesiástica Argentina, brindó una charla sobre el tema "In Persona Christi. La fisonomía espiritual del Sacerdote de Cristo”.

La conferencia fue realizada en adhesión al Año Sacerdotal proclamado por el Papa Benedicto XVI al conmemorarse el 150 años de la partida a la Casa del Padre de San Juan María de Vianney (Santo Cura de Ars).

En dicha oportunidad, el P. Sáenz dijo que es propio del Buen Pastor dar la vida por sus ovejas, y que por ello los sacerdotes tienen un rebaño espiritual y deben tener la disposición de hasta dar la vida en martirio cruento por la salvación de la vida espiritual de sus ovejas.

El sacerdote debe hacerse pan para sus fieles, debe hacerse “pan comido”, pero no todos los que parecen sacerdotes lo son en realidad, expresó citando antiguos autores católicos.

Sólo quien apacienta y defiende a sus ovejas es pastor, quien no apacienta y no defiende, no es pastor ni les da el pasto de la Doctrina Verdadera. Estos últimos son los pastores mercenarios. San Gregorio afirmaba que en tiempo normal el mercenario atiende a la grey, pero cuando viene el lobo se nota cómo en realidad la desatiende. Hay un lobo que arrebata y disgrega el rebaño, que es el Diablo. Ante ello, el mercenario es frío, no se enciende. Cuando el pastor teme corregir las culpas, halaga la maldad, y enmudece.

Por eso San Gregorio decía: “no busque el pastor que los súbditos le amen a él más que a la Verdad”. A quienes son fieles y fuertes, estos pastores mercenarios sí los amonestan, pues son débiles con los fuertes y fuertes con los débiles.

San Agustín definía al mercenario como aquél que viendo venir al lobo, huye. Y huye quien calla con su silencio indebido.

Por su parte, San Bernardo los decía que no temía tanto a los pastores mercenarios como a aquellos que se convierten incluso en lobos de sus hermanos. Aquellos al menos en alguna oportunidad cumplen con su función que le es propia, en tanto que quienes se convierten en lobos destruyen a la grey.

Al respecto, el P. Sáenz dijo que Benedicto XVI realizó dos afirmaciones muy duras. La primera es que la nave de Pedro hace agua por todos lados; y la segunda que hay más cizaña que trigo en la Iglesia. De ello se concluye que hay quienes quieren destruir a la Iglesia desde dentro, incluso manos sacerdotales. Si el sacerdocio fuese íntegro, toda la Fe florecería, pero si no fuese íntegro la Fe se marchita. Por ello, la destrucción de la sociedad muchas veces empieza por la destrucción del sacerdocio.

¿Qué hacer ante estas realidades? La respuesta es Santos Obispos y buenos seminarios.

Este año la XXI Exposición del Libro Católico en la “Casa de la Empleada - Obra de Monseñor Miguel de Andrea”, ubicada en calle Sarmiento 1272 de Capital Federal, se abrió desde el 31 de agosto hasta el domingo 13 de Septiembre, realizándose la clausura con la Santa Misa a las 19 hs presidida por Su Emcia. Revma. Cardenal Jorge Mario Bergoglio S.J., Arzobispo de Buenos Aires y Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. Este año, la intención de la Misa de clausura es "Por las vocaciones sacerdotales, para que su entrega al servicio del Evangelio transmitiendo el misterio salvífico de Cristo Eucaristía, den frutos abundantes para la Santa Madre Iglesia.”

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