La presidente Cristina Fernández de Kirchner aseguró que hay dos opciones "los que miran para afuera para que le digan que hacer, y los que creemos que tenemos que construir un modelo nacional, popular y democrático", al hablar en el acto por el Día de la Lealtad en el Teatro Argentino de La Plata.
"Esta ha sido y sigue siendo la verdadera discusión, y en este debate debemos proponer una construcción amplia, generosa, para incluir a los que piensen como nosotros", afirmó Cristina y agregó que "el peronismo nació como sentimiento, pero es una idea potente en cuanto a ideología que hemos tenido en toda nuestra historia".
“Agradezco su apoyo militante, no con esta mujer, sino con la historia, con el hecho de que es posible cambiar el curso del país, aún luchando con los más grandes intereses", aseguró Cristina Kirchner.
Cristina Fernández de Kirchner aseguró que "los pueblos necesitan saber que sólo desde la política se pueden hacer las grandes transformaciones" que necesitan nuestros países, haciendo una aplicación práctica del pensamiento de Antonio Gramsci al afirmar “todo es política”, frase con la que a la vez atacaba a la Iglesia Católica en crítica al poder de Dios y de la Fe Católica como motor de la vida personal y social.
"Creo que la gran lucha que debemos llevar adelante es instalar el debate de las ideas como eje central de la actividad política", afirmó y recordó que "el neoliberalismo económico produjo la gran trampa de dejar a los políticos el manejo del sistema institucional pero reservarse para sí el manejo de la economía”
La presidente agregó que "quienes agravian, descalifican o insultan, es porque no se les cae una sola idea para debatir como propuesta alternativa". "Por eso creo que uno de los desafíos más importantes es volver a discutir ideas", aseguró en el Teatro Argentino de La Plata.
“No se puede actuar en política sin utopías, sin convicciones y en esto nosotros hemos vivido una tradición de movimiento político proscripto, pero sin embargo a quienes acompañaron los golpes de Estado y nuestras proscripciones le amenazaron el gobierno, ahí estuvo Antonio Cafiero dando una mano" (en una alusión al Decreto de Aniquilamiento de la subversión que firmó Isabel Martínez de Perón junto con Italo Luder, Carlos Ruckauf y Antonio Cafiero)
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