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lunes, 12 de octubre de 2009

MONS. HECTOR AGUER LLAMÓ A UNA “GRAN CONVERSIÓN NACIONAL”



En su reflexión televisiva semanal en el programa “Claves para un Mundo Mejor” (AMÉRICA TV), Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, dijo que al ver “la situación que vive la Argentina de hoy” se observa “una especie de crispación, de malestar generalizado, de incomodidad, de queja, de fastidio, de resentimiento… Parece como que somos víctimas de una especie de enfermedad social” y por eso “hay que orar” y pidió “apelar a una especie de gran conversión nacional, que todos nos volviéramos a Dios para salir de esta situación”.

Al recordar que el mes de octubre es el mes del Rosario se preguntó: “¿Este clima de tanta crispación, de tanta incomodidad, de tanta protesta, no se podrá aliviar un poco si nos abrimos a Dios, si recurrimos a la Virgen?”.

El prelado explicó que “el Rosario es una oración admirable, serena, calma, que nos da paz” por eso consideró que “tenemos que aprovechar este mes de octubre” pues “hay muchas necesidades concretas que claman en la vida argentina y que, al parecer, no podemos resolver, no las estamos resolviendo. No quiero decir que no tengamos que poner todo el empeño, toda la lucidez, la racionalidad necesaria sino que debemos contar con todo eso, pero también contemos con la ayuda de Dios”.

Y culminó sugiriendo que “en este mes de octubre yo sugeriría tomar el rosario en mano y todos los días rezar el Rosario a la Santísima Virgen por nosotros, por la patria y por la paz en la sociedad argentina.”.

Transcribimos el texto completo de la alocución televisiva de Mons. Héctor Aguer:

“La crítica tradicional de la religión ha descalificado la actitud del hombre que se vincula con Dios porque pensaba que lo hacía siempre movido por una necesidad, como que Dios era una especie de tapa agujeros de las necesidades del hombre, sin advertir que el hombre s naturalmente religioso y que no se puede amputar esa dimensión trascendente que hace a la integridad de la persona”.

“Esto tiene mucho que ver con el recurso natural a la oración del cual todos disponemos y, de manera especial, en los momentos difíciles. Pero es verdad también que la gente no sólo reza para pedirle cosas Dios sino que reza para darle gracias”.

“Vale la pena notar que en las grandes concentraciones religiosas, en las peregrinaciones, cuando uno le pregunta a los participantes por qué va, hay muchos que señalan que van a pedir trabajo o por la salud de un ser querido; pero hay muchos, que dicen que van a dar gracias a Dios. Esta gente es la que reconoce que todo lo que somos y tenemos viene de Él”.

“Me parece que esto es interesante para advertir que tenemos que rezar pidiendo por las necesidades concretas que afectan a la vida nuestra y de los demás. Por ejemplo: la situación que vive la Argentina de hoy. Esta especie de crispación, de malestar generalizado, de incomodidad, de queja, de fastidio, de resentimiento… Parece como que somos víctimas de una especie de enfermedad social. Por eso hay que orar”.

“Claro que la oración no va necesariamente y de modo automático, cuasi mágico a resolver todos los problemas que enfrentamos cada día. Habría que apelar a una especie de gran conversión nacional, que todos nos volviéramos a Dios para salir de esta situación”.

“Y quiero insistir en esto porque estamos en el mes de octubre que es, tradicionalmente, en la Iglesia, el Mes del Rosario”

“Por eso digo: ¿este clima de tanta crispación, de tanta incomodidad, de tanta protesta, no se podrá aliviar un poco si nos abrimos a Dios, si recurrimos a la Virgen?”.

“El Rosario es una oración admirable, serena, calma, que nos da paz porque nos permite recorrer todos los misterios de la vida de Jesús y de su Madre y en ese lento discurrir de las Avemarías, con el Padrenuestro, con el Gloria, nos hace elevar nuestro corazón a Dios”.

“Yo creo que tenemos que aprovechar este mes de octubre. Hay muchas necesidades concretas que claman en la vida argentina y que, al parecer, no podemos resolver, no las estamos resolviendo. No quiero decir que no tengamos que poner todo el empeño, toda la lucidez, la racionalidad necesaria sino que debemos contar con todo eso, pero también contemos con la ayuda de Dios”.

“La oración y sobre todo la oración de súplica es una especie de inclusión del hombre en el orden de la Providencia de Dios, nos confiamos al orden de la Providencia de Dios que ha determinado ciertas cosas, concedernos ciertas gracias si se las pedimos y porque se las pedimos”.

“Por eso en este mes de octubre yo sugeriría tomar el rosario en mano y todos los días rezar el Rosario a la Santísima Virgen por nosotros, por la patria y por la paz en la sociedad argentina. Hasta la semana próxima”.

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