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jueves, 12 de noviembre de 2009

ANTIDISCRIMINACIÓN PERSEGUIDORA DE LOS HETEROSEXUALES

En la foto: Un cartel de España en que se insulta a mujeres honestas, blancos, hombres viriles no amanerados, católicos, nacionalistas y varones, en la nueva fórmula de los derechos inhumanos, o derechos antihumanos.


En España se están difundiendo carteles insultantes contra las mujeres honestas, los blancos, heterosexuales, católicos, nacionalistas o varones, como el preanuncio de una persecución.
Bajo la pregunta "¿diferentes?", el aviso responde: "El diferente eres tú, imbécil".
La reivindicación de lo antinatural o de lo inmoral, no es más que la instauración de los derechos inhumanos o derechos antihumanos.
Si se dijera "imbécil, el degenerado sos vos", se cometería un acto "discriminatorio" reprimido por ley. Pero no sucede lo mismo a la inversa, porque es una norma no universalizable, al parecer, donde todos son iguales, pero algunos son más iguales que "otros" (los "diferentes").
El cartel pertenece al Ayuntamiento de Guijon en el Principado de Asturias. El destinatario del cartel es toda persona no incluída en "puta, negro, marica, moro (en el sentido de mahometano por oposición al católico), sudaca o mujer", en cuyo caso sólo se puede ser un imbécil.
Hacia un rumbo semejante están conduciendo a la Argentina, desde la imposición de la "ideología de género" (o la ideología degeneró).
La alteración del sentido común está llevando a la discriminación del varón heterosexual (una redundancia que ahora parece que debe ser aclarada).
Por otra parte, si una mujer no es "puta" también sería considerada como "imbécil".
Las mujeres parecen sentirse complacidas en convertirse en una cosa, en venderse a cambio de dinero o de placer lujurioso (que es también venderse al fin).
La arbitraria discriminación a una persona es malo, y resulta insostenible desde todo punto de vista. Sin embargo, la justa discriminación es necesaria, porque su fuente es la misma naturaleza o el acto inmoral de la persona. El hecho de ser nacionalista, por ejemplo, no implica necesariamente el ser "xenófobo", y menos cuando el nacionalismo es el patriotismo en el marco de la Doctrina Social de la Iglesia.
La mezcla de condiciones naturales y morales en el cartel, hace que todo aquél que esté en favor de la naturaleza o de la moral sea vituperado.
Repudio de la virtud y sostenimiento del vicio. Tal la orientación europea actual.
¿Y en Argentina cuántes adolescentes y jóvenes se sienten casi desesperadas por ser objeto de la lujuria de los varones? ¿Cuántas mujeres han perdido su recato, su virtud, su moral? ¿A cuántas les importa todo esto?
Que como dice el Martín Fierro: "si la vergüenza se pierde, jamás se vuelve a encontrar". ¿Cuántas chicas han perdido la vergüenza? Y la consecuencia es casi matemática: la infelicidad a la cual se acostumbrará tras percibir que nada satisface las espirituales inquietudes femeninas.
Ser varón y ser mujer, ser un caballero y una dama... ¿Damas y caballeros? Parecen palabras sólo reservadas hoy a los toilettes.
El día que sean sacadas de allí para volver a instalarse en la sociedad, la pureza femineidad y la caballerosidad viril, empezará a vislumbrarse una mejora social que conducirá a la Felicidad.
Mientras eso no suceda, no habrá más que resignarse a la infelicidad social, a la cual muchos se han acostumbrado.
¿La solución? Vivir el Evangelio, considerándose como integrante de la familia de Noé en su tiempo, o como la familia de Abrahám en medio de Sodoma y Gomorra, perseverando en la virtud aun en medio de los mayores desastres morales que rodeen a la familia. Ser como una bella flor destinada a Dios, que nace en medio de tanto abono y defecación moral.

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