El Arte y la Cultura, con mayúsculas, conducen a la belleza y elevan el alma hacia la Belleza infinita que sólo puede encontrarse en Dios. Por el contrario, la contracultura y la inhabilidad en hacer algo como manifestación del vicio.
Se ha realizado una “adaptación libre” del libro de Federico García Lorca titulado “La casa de Bernarda Alba”. A dicha obra, se le ha cambiado incluso el nombre, y pasó a llamarse “Bernarda Alba al desnudo”, y convertida en pieza de teatro, quienes asistan deberán llevar un bolso para guardar su indumentaria, ya que deberán quitarse toda la ropa en una habitación antes de entrar a la sala, debiendo también llevar una toalla para poner sobre las butacas por cuestiones “de higiene”. Y a esto se le llama “arte”.
El marco de la obra, que tendrá una única función, es el teatro Arlequino de Buenos Aires. La obra tiene desnudos en su puesta en escena, pero esta vez obligarán a los asistentes a quitarse las prendas, promoviendo el nudismo y la lujuria. El pudor y la vergüenza son cambiados por una sinvergüenzada.
"Va a ser un experimento interesante, nunca vimos tanta gente desnuda junta en un teatro. Ver a las chicas vestidas de negro de pies a cabeza y a los chicos desnudos ya es impresionante. Si le sumamos al público (desnudo) será mucho más", dijo el ¿actor o pornógrafo? Ricardo Casine, uno de los “protagonistas” de la obra, dirigida por Germán Akis y Raúl Baroni.
En un coctel al término de la obra, los organizadores lanzarán la primera radio nudista por internet que comenzará a transmitir en junio.
El nudismo es una psicopatología exhibicionista, que atenta contra la vergüenza y el pudor, y obviamente contra la castidad. La visión del ser humano como un mero animal instintivo implica conductas como las referidas. La psicopatología se pretende extender a nivel social, para su aceptación por los que se dejan arrastrar por la lujuria.
No todo es arte, no todo es cultura. En la “era K”, esto es el “arte K”... o el “K-arte”, que buscan moverse en una sociedad de sinvergüenzas.
En la foto: El diputado bonaerense Alfredo Antonuccio. 
