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sábado, 2 de enero de 2010

EL CAPITAN ASTIZ, SIN ABOGADO, ENFRENTO A LOS JUECES QUE DICTARON SU SENTENCIA


Por el Alcaide (R) Nelson D. CREMADES *


El Sr. Oficial de la Armada Alfredo Astiz, ha tomado, lo que a mi criterio es, una sana decisión: no quiere abogado que lo defienda en una corte sin jurisdicción ni competencia.
Aprovechando la angustia que provoca en los detenidos políticos y sus familiares, los jueces federales, siguen adelante con sus causas virtuales, saben que cometen un delito, pero creen que lo que importa es el hoy, no creen ser alcanzados mañana. Así que le pondrán de oficio un defensor oficial y tratarán de seguir contra viento y marea en esta fantochada tratando de convencer a un pueblo ignorante, que se están realizando juicios verdaderos, siendo que son falsos.
En las audiencias y debates, los van a hallar culpables y por lo tanto a todos los testigos de la defensa, los acusarán de falso testimonio.
Es una técnica para amedrentar y encubrir lo único verdadero: en su mayoría los imputados de hoy, han cumplido ordenes del estado argentino, ordenes provenientes de sus mandos naturales y con las reglas de la justicia militar, es decir hombres movilizados en un verdadero conflicto armado enmarcado en la lucha contra la agresión armada de ejércitos armados, organizados militarmente, con jerarquías y conducción organizada.
Se que no serán muchos los que se animarán a rechazar la última oportunidad que les queda para defenderse de alguna manera de la venganza y tratarán de esgrimir alguna defensa. Pero tal como se verá, la sentencias condenatorias ya están escritas antes del circo judicial.
No serán los jueces civiles, en tiempo de paz, que puedan disfrazar un juzgamiento a militares en tiempo de guerra que eran regidos por el Código de Justicia Militar. La comunidad nacional e internacional debe entender que se está llevando a cabo un a venganza política y no un juicio verdadero. Es una mentira con las apariencias de un proceso judicial.
Astiz, sabe que las cartas están echadas y que defenderse ante jueces que no son sus juzgadores naturales, es convalidar y consentir con esta puesta en escena.
De pie, con las manos pegadas a los muslos, saludo al señor Capitán Astiz y su actitud frente a la horda vengadora.
Dios es testigo y nosotros también, el tiempo de la paz llegará con la justicia, hasta tanto, aquí hay un estado de ardiente e impaciente vigilia, esperando que todo esto se termine, para que el devenir coloque a nuestros héroes al sitial de honor que les corresponde.
* La nota es de fecha jueves 10 de diciembre de 2009, en la cual se adelantaba el resultado de la sentencia, acreditando la sospecha de prejuzgamiento.

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