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jueves, 7 de enero de 2010

_EL PRECIO DE LA LECHE Y EL AUTOABASTECIMIENTO LACTEO





Con un supuesto acuerdo con el Gobierno por el valor de la leche firmado en diciembre, en que el precio permanece en blanco, la cadena terminó 2009 sin certezas. Lo único claro es que este año ya no existirán las compensaciones de $0,20 por litro que se les pagaba a los tambos con una producción menor a 12 mil litros, que de todos modos no se pagan desde setiembre.
Sin ese extra, los ingresos de los tambos dependen sólo de lo que les paguen las empresas lácteas, pero éstas no pueden decidir sus precios libremente por temor al secretario de Comercio, Guillermo Moreno.
Así las cosas, el CIL, que nuclea a 36 lácteas de las mayores, comunicó que podría pagar, en promedio, $1,05 por litro a los tamberos en enero. Algunos pagarán más, como La Serenísima, con fuertes exportaciones, que prometió entre $1,12 y $1,14 por litro para este mes.
Lejos de eso están las pymes lácteas nucleadas en Apymel, que dicen que no pueden pagar más que $0,95 el litro. Algunas culpan a los intermediarios (mayoristas y supermercados), que se quedan con el margen mientras ellas no pueden aumentar, y los acusan de estar cartelizados.
En tanto, algunos tamberos dicen que la cartelizada es la industria, que en realidad puede pagar de $1,20 a $1,30 en función de los precios internos e internacionales.
Para Manuel Ocampo, de la agrupación tambera APL, “hay gran distorsión en el sistema de comercialización. Al pequeño productor lo ahorcaron, le sacaron lo central, que es el precio”.
Esta situación se complica más con la caída de los precios internacionales. En la licitación de la láctea neozelandesa Fonterra, que se usa como parámetro, el valor de la tonelada de leche en polvo entera cayó entre 6,8% y 8,1%, a entre US$ 3,282 y US$ 3,255, cortando una racha ascendente iniciada en julio pasado.
La preocupante continuidad del cierre de tambos es indefectible a causa de costos que no cierran y de precios insuficientes. En un contexto antiproductivo, la Argentina no podrá autoabastecerse de leche, y pronto tendrá que importar... en un país "agroproductor".
IGUAL QUE EN 2001
Alfredo Curiotti, titular de Sucesores de Alfredo Williner, confirmó en declaraciones periodísticas que la expansión en producción de la lechería en el 2009 fue del dos por ciento, comparado con 2008, mientras que se exportó más volumen, pero a menor precio.
El Plan Estratégico de la Lechería marca seguir creciendo en litros producidos, dato que según Curiotti es del dos por ciento. "Si bien este aumento de la producción puede considerárselo como positivo, no debemos dejar de tener en cuenta que en el año 2009, en nuestro país, se produjeron los mismos litros de leche que en el año 2001. Este importante detalle nos debe llevar a reflexionar y a trabajar para lograr -como cadena- políticas, programas y estrategias de afianzamiento y crecimiento anuales razonables y sustentables de nuestra lechería".
Al referido dato, se le debe sumar el crecimiento demográfico en el país, por lo cual existiendo un estancamiento productivo lechero, el autoabastecimiento se hace difícil en las actuales condiciones de producción.
Respecto del precio que esta industria láctea paga al productor, su marco se ha dado en medio de un alza de costos de producción en los tambos que se suman a la inflación general y la necesidad de mayor suplementación para alimentar el ganado.

"Medido de punta a punta -enero/diciembre 2009- la industria recompuso el precio liquidado al productor en alrededor del 35 por ciento y si a ello le adicionamos, como es lógico, los 'aportes no reintegrables' liquidados y a liquidar hasta diciembre de 2009 por el Estado, esa recomposición punta a punta alcanza a alrededor del 65 por ciento", manifestó Curiotti.
"El valor global por litro de leche que hoy recibe un productor que trabaja con un razonable y lograble nivel de eficiencia y eficacia de manejo; y con condiciones climáticas que contribuyan positivamente se puede considerar como un interesante y ventajoso retorno económico de su explotación", a lo que agrega el titular de la firma cuya marca fuerte es Ilolay que "hay un reciente estudio de evaluación productiva -económica hecho por técnicos del INTA Rafaela sobre el modelo "Tambo Roca" que es demostrativo de lo que comentamos. Pero tampoco debemos dejar de tener en cuenta que fundamentalmente el precio de leche al productor estuvo, está y estará siempre atado, como cualquier bien productivo primario, a la respuesta de los mercados consumidores", lo que explica los frenos en los aportes y el pico negativo que se dio en plena crisis.
25% PARA EXPORTACIÓN
Más allá de lo que pasó en el mundo "el mercado interno demandó entre el 70 y el 75 por ciento de la leche producida, manteniendo el alto nivel de consumo per-cápita anual y con porcentajes de inflación de sus valores en góndola controlados y por debajo de los porcentajes de la evolución de los precios de la leche al productor y de los incrementos de los costos de los procesos industriales-comerciales de nuestras empresas", dice uno de los integrantes esenciales del Centro de la Industria Lechera, que engloba a las plantas más importantes de lácteos a nivel nacional.
"La conocida crisis financiera-económica mundial y el negativo episodio ocurrido en China con la adulteración de leche con melamina, provocaron primero una estrepitosa caída de los precios internacionales de todos los lácteos; seguido luego por un rebote con determinada recuperación.
La volatilidad de los mercados internacionales, que en algún momento deberán encontrar su nivel de estabilidad, generaron que en 2009 la Argentina exportara más cantidad de toneladas de lácteos pero a menos precio promedio que en el 2008", continúa su análisis, sobre lo que se puede intuir un impacto lógico sobre el desarrollo de mercados, productos y avances para la industria y por consiguiente para los tambos.

IR MAS ALLA

Curiotti se adelanta mínimamente y expone que "para hablar del futuro de la lechería argentina hay que hacerlo sobre contextos-marco distintos, el futuro inmediato, que comenzó el 1° de enero de 2010 dominado seguramente por la volatilidad, la incertidumbre, los vaivenes de la actividad que se puedan generar camino al logro de la meta que todos los actores lecheros argentinos deseamos se produzca; y que no es otra cosa que el tan necesario equilibrio de esta cadena productiva". En este sentido "para transitar este camino y llegar a esa meta es necesario reconstruir la institucionalidad, superar la crisis dirigencial, trabajar intensamente en construir confianza entre los componentes de los distintos eslabones de la cadena, dejar de lado intereses espurios para pensar y actuar en conjunto; hay herramientas ya elaboradas, con intenso trabajo, tiempo -más de tres años- y pasión de muchos que coincidimos en la necesidad del cambio y ordenamiento de nuestra lechería, esa herramienta no es otra cosa que las bases para el Plan Estratégico de la Cadena Láctea Argentina, un sueño posible y la base-guía de cualquier ley de lechería nacional o provincial, de cualquier decisión política, de toda investigación o trabajo científico, socio-económico y ambiental que se relacionen con la producción, la industrialización, la comercialización y el consumo de este prodigioso alimento".


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