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jueves, 7 de enero de 2010

LA DEUDA, SIEMPRE LA DEUDA


Por Silvio H. Coppola


Escándalo matutino, con versiones encontradas. Comunica la Jefatura de Gabinete, que la señora Presidenta ha aceptado la renuncia de Martín Redrado a su cargo de presidente del Banco Central. En fuentes allegadas a este, se manifiesta que no lo ha hecho y que sigue en sus funciones. Entonces y para agregar más pimienta e incertidumbre a la cuestión, Aníbal Fernández manifiesta que Redrado siempre ha tenido a disposición de la presidencia de la República su renuncia. Con lo que estaría aceptando la versión de que esta no ha sido presentada concretamente y menos aún por escrito. Como es de conocimiento público el presidente del Banco Central, nombrado por procedimiento legislativo, es inamovible en sus funciones mientras cumpla el término de su mandato. Es más aún, tiene una especie de bill de indemnidad por responsabilidades inherentes a su cargo, lo que lo hace una especie de funcionario privilegiado y sin preocupaciones por procesos y mucho menos por condenas. Y como no es tanto de conocimiento público, Martín Redrado es un cuasi representante de la banca internacional y más particularmente de los organismos internacionales de crédito, celosos de las obligaciones que pueda tomar cualquier país y mucho más de las posibilidades de pago de sus obligaciones. Y además, miembro de la Banca Morgan, lo que posibilitó con el beneplácito de los acreedores de la Argentina de todo el mundo, su acceso al Banco Central.

¿Y qué es lo que pasa ahora? Por un decreto de necesidad y urgencia (DNU) el PE dispuso tomar de las reservas del Banco Central (48.010 MD a diciembre de 2009), la cantidad de 6.569 MD, según sus considerandos debido al aumento de las mismas y que las perspectivas para 2010 serían de un mejoramiento sostenido. Entre los antecedentes se cita el pago que hiciera NK al FMI en 2005, con un DNU similar, que como se recordará fueron moneda diaria en la presidencia del Innombrable para vender al país. Con ello se evitaba y se evita cualquier discusión o cambio de ideas en el ámbito adecuado para eso, que es desde luego, el Poder Legislativo. Soslayado siempre en cuestiones de verdadera importancia, con el beneplácito culpable de la mayoría de los miembros del oficialismo y la no marcada preocupación del resto del elenco. Y ahora volvemos a otro DNU, aprovechando el receso del PL y estando prácticamente el país al borde de la cesación de pagos, agotados ya los recursos proporcionados por el ANSES, las AFJP, el Banco Nación y lo que pueda restar del presupuesto. Este nuevo decreto, mira a los fondos tomados, como “ahorro excedente” de todo el país y por consiguiente, dignos de tener otro destino que el dado por el Banco Central de sostener la moneda y controlar el circulante. O sea, ese ahorro excedente tendría que pasar a tener un destino mejor, como será el “. . .pago de obligaciones contraídas con organismos financieros internacionales y al pago de servicios de la deuda pública del Estado Nacional”. Claro, obligándose sin embargo el Estado, con la emisión de letras a favor del Banco Central. Y sin que ni siquiera se tenga en cuenta la obligación constitucional de que corresponde al Congreso “arreglar” todo lo relativo a la deuda pública (art.75 inc.4 CN).

Esta disposición de las reservas, no conlleva la obligación que imponía el DNU de 2005, de no tener efectos monetarios. Por consiguiente y esa posibilidad, bien cierta de cualquier manera, puede que haya sido la cuestión principal en la disputa Boudou-Redrado y la renuncia verdadera o falsa de este último. Recordemos sin embargo que el Banco Central en nada se opuso cuando en 2005 se pagaran al FMI casi 10.000 MD. ¿Y ahora porqué de esa oposición? ¿Será porque aquél pago se hizo a un organismo internacional, control de las economías algo más que provinciales de los países sub-desarrollados y ahora se hará seguramente, a los pobrísimo acreedores fuera del canje? Claro que no todos son tan pobrísimos, ya que tenemos a los créditos en poder de los llamados fondos buitres y consiguientemente a sus acciones legales ante tribunales extranjeros, donde han solicitado toda clases de medidas contra el gobierno y generalizando contra la República Argentina, esperando incluso embargar para el pago de la deuda externa fuera del canje de Dubai, los fondos depositados en la banca extranjera, inclusive los pertenecientes al Banco Central. ¿Será por eso la oposición de Redrado, declarado partidario de los pagos relativos a la deuda externa?

Ya hizo conocer el ministro Boudou que hará una propuesta de arreglo a los hold outs o sea a los acreedores que no aceptaron el arreglo de Dubai de 2005. Y que arreglará la deuda con el Club de París, contraída en época de la dictadura y cercana a los 7.000 MD. Y que refinanciará la deuda externa a vencer en 2010. Y que pagará o refinanciará los intereses a vencer en este año, etc.etc. Para todo esto, se necesita hacer buena letra internacionalmente, para conseguir los préstamos necesarios y poder seguir tirando. Y para todo eso, hay que empezar pagando lo que se pueda. De ahí la necesidad a falta de otros recursos, de recurrir a estas reservas del Banco Central. Por eso a Boudou ya se le habían trasmitido los elogios de directivos del FMI “. . .por la reapertura del canje con los tenedores de bonos que siguen en default”. Y lo que es curioso, es que el ahora enfrentado Redrado, le trasmitiera personalmente dichos elogios. Pero se trata de pagar y al fin de cuentas, lo único que parece estar a mano, son estas reservas del Banco Central.

En definitiva, se pagará, para poder seguir pagando. O si se prefiere, se pagará para que los próximos bonos que emita el país a fin de evitar un nuevo default como en 2001, sean aceptados por eventuales tomadores extranjeros, de cualquier raza, sexo o religión. Parafraseando a Alejandro Olmos, si algún día nuestra situación no cambia, viviremos pagando para morir debiendo.

LA PLATA, enero 6 de 2010.



SILVIO H. COPPOLA

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