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sábado, 2 de enero de 2010

VERBITSKY ANTES LO CONDUCIA A KIRCHNER, AHORA CONDUCE LA LLAMADA "OPOSICION" ¡VIVA EL CAOS!


En la foto: Horacio Verbitsky, intelectual del oficialismo opositor en el marco del mismo sistema "democrático".
Néstor Kirchner conduce por intermedio de Horacio Verbitsky a la llamada "oposición" dentro del sistema, lo cual es muy lamentable para quienes aun no lo han percibido.
Mas que temerle a Néstor Kirchner, hay que advertir la existencia de un pacto continuista, que no es más que una continuidad en tomar decisiones en cualquier sentido, siempre que atenten contra el Ser Nacional y la identidad de la Patria.
Solamente hay que analizar cómo se aborda el problema de la inseguridad, las estrategias para su solución, así como el tema de la enorme exclusión y la erradicación del clientelismo de los dependientes de planes sociales como "voto cautivo", como "mano de obra" sin compromiso laboral, y como para sumar número en movilizaciones (que se declama pero que persiste); o el problema de combatir el narcotráfico, los desarmaderos de autos, la jerarquización a Fuerzas de Seguridad de Excelencia... o el problema de cómo se restaura la confianza de la ciudadanía en el sistema judicial.
Y mientras los ciudadanos viven asustados pidiendo la "mano dura policial", desde otros ámbitos se reinstala el abolicionismo y el garantismo como parte vital del sistema que nos rige (¿sistema democrático capaz de abandonar a los ciudadanos a su suerte ante el delito, e incapaz de traer dignidad laboral a sus ciudadanos?). Y en tanto el debate continúa, nada cambia.
Por eso, se percibe que los opositores en el sistema (como Felipe Solá, Ricardo Alfonsín o Elisa Carrió), intencionalmente o no, siguen los dictados y la orientación de Verbitsky, el verdadero mentor intelectual del oficialismo y la oposición en todo aquello que tienen en común: la partidocracia que hace perdurar los problemas irresueltos de forma indefinida en el tiempo y en el espacio, mientras los problemas se extienden hasta el pueblo más recóndito del país en que empiezan a verse alteraciones que antes eran impensables.
La palabra "orden" es hoy una malapalabra... lo mismo que "justicia social" o "dignidad del trabajo". A esto se llama desorden, caos, anarquía... y revolución. El caos es revolucionario.
Y así se vislumbra el futuro de los argentinos: la auténtica decadencia en un caos revolucionario cada vez mayor, que acabará con la extinción de la integridad como país... de lo cual sólo la Oración y un Milagro de conversión colectiva nacional y latinoamericana puede salvarnos. Recemos por estas intenciones.

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