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domingo, 21 de febrero de 2010

CUATRO CRISTIANOS ASESINADOS EN CUATRO DIAS EN IRAK


En la foto: El patriarca vicario caldeo Shleimun Warduni pide ayuda a la comunidad internacional por la matanza de cristianos en Irak. Los cristianos son una comunidad autóctona con casi dos mil años de existencia en la región, fruto de la conversión de los paganos zoroastristas.


Esta semana, cuatro cristianos fueron asesinados a sangre fría en cuatro días en Mosul; “la situación es trágica”, alertó el patriarca vicario caldeo, monseñor Shleimun Warduni.

Tras hablar personalmente de la situación en la ciudad iraquí con el obispo de Mosul, monseñor Amil Shamaaoun Nona, el patriarca vicario caldeo declaró al blog Bagdadhope que “el gobierno local, pero sobre todo el Gobierno nacional iraquí no está haciendo nada para acabar con esta masacre”.

Por eso, monseñor Warduni pidió “a toda la comunidad internacional que haga presión sobre sus propios gobiernos y que a su vez éstos, cuanto puedan, la hagan sobre el Gobierno iraquí”.

El último cristiano asesinado en la ciudad era Zaiya Toma Soro, un joven que estudiaba en la Universidad de Mosul para ser profesor.

El miércoles fue interceptado por dos hombres que decían pertenecer a las fuerzas del orden, y que le dispararon, causándole la muerte.

Según un testigo, policías que se encontraban cerca del lugar del crimen no intervinieron rápidamente para evitar el asesinato.

Su funeral se celebró este jueves en el extremo norte iraquí. Precedido por una delegación de scouts, el féretro atravesó las calles de la ciudad para el funeral.

El obispo de la Iglesia Asiria del Este, Mar Isaac Yousip, estuvo presente en el entierro.

“La comunidad iraquí cristiana no debe morir -dijo monseñor Warduni-. Todos lo dicen en el mundo”.

Y añadió: “Entonces, ¡ayudadnos a vivir y a continuar no sólo para dar testimonio del Evangelio como hemos hecho desde hace siglos, sino también para seguir siendo lo que somos: iraquíes!”.

El patriarca vicario caldeo destacó que “nosotros los cristianos somos inocentes, no hemos hecho daño a nadie, sólo queremos vivir en paz en nuestro país”.

“Si no nos quieren aquí, si quieren erradicarnos de nuestra tierra, que lo digan -dijo-. Si no, que nos dejen en paz”.

También se dirigió particularmente a la comunidad iraquí cristiana que vive en los Estados Unidos y que sufre por lo que está sucediendo en su país.

“Escribid a vuestros delegados en el Congreso -les animó-. Informad al Gobierno de los Estados Unidos de nuestra petición de ayuda”.

Mosul, sobre el rio Tigris, está considerada la patria del cristianismo en Iraq, y es la ciudad que por tradición acoge al número más alto de fieles del país.

A causa de la creciente influencia de Al Qaeda y de la actividad de otros extremistas en la región, los cristianos han ido abandonando la zona, preocupados también al ser un objetivo fácil en los enfrentamientos entre curdos y árabes en la ciudad.
MOSUL, viernes 19 de febrero de 2010 (ZENIT.org).-

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