ESTAMOS EN GUERRA, Y PUEDE SER ARMADA

Por Emilio Nazar Kasbo

Algunos refieren que el gobierno kirchnerista tiene problemas políticos y económicos, y observan todo desde el punto de vista materialista, económico, sociológico o de intereses políticos y culturales. Y si bien es cierto que toda esa basura se halla en la superficie, en lo profundo siempre ha quedado humus preparado para que la buena semilla germine.

MÍSTICA CATÓLICA
Analizan el accionar argentino como si fuese una pugna de intereses, igual que lo hicieron en las invasiones inglesas de principios del Siglo XIX o en 1982, y ese error les costó muy caro.
La Argentina es nacionalista, pero tiene una mística que no es materialista ni sustenta falsos mesianismos políticos.
La mística del nacionalismo argentino es católica, y de allí obtiene la Fortaleza elevada a virtud sobrenatural en la Caridad hacia Dios y por la Patria en la cual se encuentran los hermanos más próximos.

NUEVO AVASALLAMIENTO
El vicecanciller argentino Victorio Taccetti denunció la decisión “unilateral e ilegítima” británica de explotar recursos naturales argentinos, precisa que defenderá su causa “por medios pacíficos” ante la ONU. “Lo bélico está excluido de nuestro horizonte”, insistió Taccetti.
No habrá una segunda guerra de las Malvinas, porque continúa en los mismos términos de cuando se rindió la plaza de Puerto Argentino, sin que afecte a la cuestión bélica la firma de una declaración conjunta entre Carlos Menem, Domingo Cavallo y Gran Bretaña, y que compromete al Estado inglés en su declaración pero sólo personalmente a Menem y Cavallo por no hallarse facultados constitucionalmente para su firma.
Estamos en guerra, y que no se equivoquen los analistas al mirar la superficie de lo que parece un pantano estancado... y que en realidad puede guardar cristalinas aguas que pueden emerger cuando se saque toda la basura que anda flotando.
Una simple chispa es suficiente para que se encienda el fuego del ánimo nacionalista que responde a la identidad católica de la Patria.

NACIONALISMO CATÓLICO
El Nacionalismo Católico no es xenófobo, pero sí respeta la Justicia y busca hacer imperar el Derecho. El Nacionalismo Católico predica la justa convivencia de las Naciones en mutua colaboración y solidaridad.
Pero cuando un desviado, condenado y herético nacionalismo, exacerbado en el chauvinismo de sus intereses materialistas, pretende apropiarse de lo que no es suyo, cuando ese nacionalismo es invasor e imperialista, produce un agravio a la Nación que es su víctima.
La Guerra Justa es la consecuencia y la respuesta a semejantes nacionalismos avasalladores de ajenas Soberanías. Y cada argentino patriota es plenamente consciente de que Malvinas es una Causa Justa. El resto son los traidores de siempre.


LA GUERRA
Algunos evalúan la imposibilidad del Gobierno argentino de iniciar un conflicto bélico basándose en el distanciamiento político con las Fuerzas Armadas y por el desmantelamiento y sudesaprovisionamiento logístico iniciado en épocas menemistas y rematado en tiempos kirchneristas ¿Puede enfrentar la Argentina al "poderoso" ejército británico?
La respuesta unánime ha de ser: SÍ.
Porque nos han llevado a una situación similar a la que existía al momento de las invasiones inglesas. Y hasta Juan Manuel de Rosas con 14 años participó del rechazo a los invasores, mientras el Virrey Sobremonte huyó a Córdoba con el Tesoro, evitando que los ingleses lo llevaran como botín de guerra.
Y fue allí cuando de la mano de un católico, descendiente de víctimas del genocidio de los revolucionarios franceses en Lavandée, como lo fue Santiago de Liniers, junto a Martín de Álzaga y Cornelio Saavedra, Manuel Belgrano, Chacho Peñaloza, Facundo Quiroga, Martín de Güemes y José de San Martín, surgieron las Fuerzas Armadas Nacionales y por sobre todo llenas de la mística católica.