Por Alejandro Pérez Unzner
Viernes 26 de febrero de 2010, a las 8 hs.
En una semana cuyo final coincide con el de febrero, se nota la acción de un conjunto de variables pesando, y cómo, en los negocios, y casi todas bajistas. Se está observando favorablemente la marcha del clima en Sudamérica, aunque necesitamos que las próximas tres semanas sean relativamente secas, como para ir definiendo rindes en soja, cuya cosecha argentina ya se proyecta por encima de los 52 mill./t, incluso en hasta 55 millones. Una producción que podría estar dando ingresos por exportaciones del orden de u$s 18.000 millones, al menos y de no modificarse demasiado los precios que se están manejando.
No obstante, como vinimos señalando en cuanto a aprovechar las ofertas “de temporada” antes del recorte de precios, éste parece haber llegado aun antes de arrancar marzo. Sin que nos olvidemos de los excesos de humedad que se notan en ciertas áreas del Medio Oeste de EE.UU., dato que podría retrasar siembras y sustentar alguna suba en Chicago.
Vivimos un “jueves negro” en el que volvieron a inlfuir los datos macroeconómicos, tanto de ese país como de Grecia, cuya crisis no deja de preocupar a nivel global. Insistimos: la crisis no va a terminar así nomás o, al menos, sus coletazos seguirán doliendo. En tal contexto, afinar la puntería sigue siendo vital.
Chicago se sumó a la caída de los diversos mercados y queda como que no tiene demasiado aire para subir, al menos de manera marcada.
CIG, Bolsas, AFIP, ONCCA y demás
Último jueves de mes, habitual informe del Consejo Internacional de Granos y el dato: una idea de cosecha argentina de maíz del orden de 21 mill./t, factor ciertamente bajista. La Bolsa de Cereales local habla ya no de 19,3 sino de 20,2 mill./t. Agregaríamos, dado el episodio frío de esta semana, prestar atención a la chance de heladas tempranas, sobre todo de la RN 5 hacia el Sur.
El forrajero sigue con una capacidad teórica de pago superior al precio concreto: 115-117 dólares no son 122, eso está casi tan claro como que no es gratis para el productor el tener que anticipar pagos de retenciones los exportadores. Un rubro que le está dando frutos significativos, en lo numérico, al fisco.
En operatoria comercial, los anhelados anuncios que mañana efectuaría en Leones, Córdoba, en el marco de la 54ª. Fiesta Nacional del Trigo el ministro Domínguez, sobre que se agilizaría la gestión de los CTG para fletes de corta distancia y que desde marzo (en serio, afirman) se reintegrarían retenciones a pequeños productores del cereal, son aire fresco para el ánimo del mercado. Un ánimo que, como ya dijimos, se recalentó cuando pareció que el maíz quedaba incluido en la normativa de la resolución 561/10 de la ONCCA. Esperemos que, finalmente, no sea así.
Trigo querido, qué falta me hacés
La asamblea de Necochea arrojó peticiones nítidas en cuanto a normalización del mercado triguero, a más de la que sugiere la colaboración de los productores sojeros en eso de vender de a poco y así acompañar, de alguna manera, a los golpeados chacareros para quienes el trigo está vez no fue la “caja” tan necesaria en cualquier comienzo de año.
Esta menor liquidez se siente en varias zonas agrícolas y los contratistas están probablemente entre quienes más lo están notando, aunque sus cálculos son en general optimistas, dadas las perspectivas de cosecha del maíz y de la soja en ciernes.
Una soja que en disponible de cosecha vieja rompió el piso de los 900 pesos y se situó ayer en 880, provocando la huida de los vendedores. Con un escenario externo que no ayuda, ahora se ve más difícil que se den picos de precio y menos si se confirma la supercosecha. El temido bajón, aun antes de marzo, y que también se dio en soja nueva, con los 215 u$s/t vistos. Un dato para seguir atentamente.
El girasol, de golpe, dejó de exhibir precios en dólares para quedarse quietito en torno a los 940 pesos. Mientras espera que se intensifique su cosecha, en medio de temores acerca de eventuales conjeturas sobre casos de alto grado de vaneo en semillas, por las condiciones que rodearon al cultivo esta temporada.
Como siempre, el consejo de afirmarse en los canales de confianza habituales y saber emplear las distintas herramientas que los mercados ofrecen. Sin perder de vista que lo mejor no es hacer “el” negocio sino saber mirar a largo plazo y aprovechar los resultados de varios negocios, dado cada uno en función de las variables oportunamente vigentes.
Viernes 26 de febrero de 2010, a las 8 hs.
En una semana cuyo final coincide con el de febrero, se nota la acción de un conjunto de variables pesando, y cómo, en los negocios, y casi todas bajistas. Se está observando favorablemente la marcha del clima en Sudamérica, aunque necesitamos que las próximas tres semanas sean relativamente secas, como para ir definiendo rindes en soja, cuya cosecha argentina ya se proyecta por encima de los 52 mill./t, incluso en hasta 55 millones. Una producción que podría estar dando ingresos por exportaciones del orden de u$s 18.000 millones, al menos y de no modificarse demasiado los precios que se están manejando.
No obstante, como vinimos señalando en cuanto a aprovechar las ofertas “de temporada” antes del recorte de precios, éste parece haber llegado aun antes de arrancar marzo. Sin que nos olvidemos de los excesos de humedad que se notan en ciertas áreas del Medio Oeste de EE.UU., dato que podría retrasar siembras y sustentar alguna suba en Chicago.
Vivimos un “jueves negro” en el que volvieron a inlfuir los datos macroeconómicos, tanto de ese país como de Grecia, cuya crisis no deja de preocupar a nivel global. Insistimos: la crisis no va a terminar así nomás o, al menos, sus coletazos seguirán doliendo. En tal contexto, afinar la puntería sigue siendo vital.
Chicago se sumó a la caída de los diversos mercados y queda como que no tiene demasiado aire para subir, al menos de manera marcada.
CIG, Bolsas, AFIP, ONCCA y demás
Último jueves de mes, habitual informe del Consejo Internacional de Granos y el dato: una idea de cosecha argentina de maíz del orden de 21 mill./t, factor ciertamente bajista. La Bolsa de Cereales local habla ya no de 19,3 sino de 20,2 mill./t. Agregaríamos, dado el episodio frío de esta semana, prestar atención a la chance de heladas tempranas, sobre todo de la RN 5 hacia el Sur.
El forrajero sigue con una capacidad teórica de pago superior al precio concreto: 115-117 dólares no son 122, eso está casi tan claro como que no es gratis para el productor el tener que anticipar pagos de retenciones los exportadores. Un rubro que le está dando frutos significativos, en lo numérico, al fisco.
En operatoria comercial, los anhelados anuncios que mañana efectuaría en Leones, Córdoba, en el marco de la 54ª. Fiesta Nacional del Trigo el ministro Domínguez, sobre que se agilizaría la gestión de los CTG para fletes de corta distancia y que desde marzo (en serio, afirman) se reintegrarían retenciones a pequeños productores del cereal, son aire fresco para el ánimo del mercado. Un ánimo que, como ya dijimos, se recalentó cuando pareció que el maíz quedaba incluido en la normativa de la resolución 561/10 de la ONCCA. Esperemos que, finalmente, no sea así.
Trigo querido, qué falta me hacés
La asamblea de Necochea arrojó peticiones nítidas en cuanto a normalización del mercado triguero, a más de la que sugiere la colaboración de los productores sojeros en eso de vender de a poco y así acompañar, de alguna manera, a los golpeados chacareros para quienes el trigo está vez no fue la “caja” tan necesaria en cualquier comienzo de año.
Esta menor liquidez se siente en varias zonas agrícolas y los contratistas están probablemente entre quienes más lo están notando, aunque sus cálculos son en general optimistas, dadas las perspectivas de cosecha del maíz y de la soja en ciernes.
Una soja que en disponible de cosecha vieja rompió el piso de los 900 pesos y se situó ayer en 880, provocando la huida de los vendedores. Con un escenario externo que no ayuda, ahora se ve más difícil que se den picos de precio y menos si se confirma la supercosecha. El temido bajón, aun antes de marzo, y que también se dio en soja nueva, con los 215 u$s/t vistos. Un dato para seguir atentamente.
El girasol, de golpe, dejó de exhibir precios en dólares para quedarse quietito en torno a los 940 pesos. Mientras espera que se intensifique su cosecha, en medio de temores acerca de eventuales conjeturas sobre casos de alto grado de vaneo en semillas, por las condiciones que rodearon al cultivo esta temporada.
Como siempre, el consejo de afirmarse en los canales de confianza habituales y saber emplear las distintas herramientas que los mercados ofrecen. Sin perder de vista que lo mejor no es hacer “el” negocio sino saber mirar a largo plazo y aprovechar los resultados de varios negocios, dado cada uno en función de las variables oportunamente vigentes.
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