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jueves, 18 de marzo de 2010

NO TODO SE HA PERDIDO




por Carlos Alberto Falchi

“El duelo hace de cada uno de nosotros un poder independiente y fuerte; solo el castiga lo que las leyes no pueden castigar: el menosprecio y el insulto.”
“Todos aquellos que han hablado contra el duelo han sido unos cobardes o unos imbeciles”
J. JANIN.

El día de hoy, 16/03/10, nos encontramos con la noticia en “Urgente24”: “Insólito: Un concejal de PRO retó a duelo al presidente del Concejo Deliberante “Se trata del vicepresidente del PRO de Ensenada, Ángel Rodríguez, quien, para defender a una compañera, desafió públicamente a un duelo de armas al presidente del Concejo Deliberante, Luís Blasetti.”.
La noticia cita como fuente la publicación “DIARIO HOY”, de la localidad Bonaerense donde ocurre el incidente.

No obstante se debe tener en cuenta que conforme al Código de Honor Art. 10 inc. 1º) “De las ofensas inferidas por una dama responde su marido, pariente o representante natural. Cuando esta es la ofendida, a los nombrados corresponde promover el incidente caballeresco.”

Desconocemos si el incidente lo plantea en su carácter de integrante del bloque o de autoridad partidaria en cuyo caso seria de aplicación el inc. 3º del artículo citado, que legitimaría su intervención.

No comprendemos porque Angel Rodríguez invoca el Código Penal, en su nota de designación de padrinos, “, amparado en el art. 97 y concordante del Código Penal, reto a Luís Blasetti a duelo, siendo mis padrinos los Dres. Pablo Cuomo y Luís Giordano, que arreglaran las armas y condiciones del desafío”, presumo que lo hace a los efectos de que, oportunamente, se apliquen las penas atenuadas dispuestas en el mismo para caso de duelo regular.

Si bien el retador demuestra falta de conocimiento de las normas, del Código de Honor, corresponde resaltar su caballerosidad al asumir voluntariamente la representación de una mujer, Rosana Fernández, también integrante del mencionado consejo.

Sin embargo llaman la atención los comentarios y reacciones del presidente del cuerpo, de otros integrantes del mismo y de los opinologos políticamente correctos que, haciendo gala de “modernidad”, se cansaron de dar las mas disparatadas opiniones.

En principio, corresponde resaltar, que nuestra legislación Penal dispone penas atenuadas para las consecuencias de un duelo “regular”: “ARTICULO 97. - Los que se batieren en duelo, con intervención de dos o más padrinos, mayores de edad, que elijan las armas y arreglen las demás condiciones del desafío, serán reprimidos:
“1º Con prisión de uno a seis meses, al que no infiriere lesión a su adversario o sólo le causare una lesión de las determinadas en el artículo 89”. (en el que se establece de 1 mes a un año)
“2º Con prisión de uno a cuatro años, al que causare la muerte de su adversario o le infiriere lesión de las determinadas en los artículos 90 y 91. “(en lugar de los 8 a 25 años del homicidio o de 1 a 6 años de las lesiones del art.90 o los 3 a 10 años del art.91”)

Este trato benévolo de la legislación esta motivado en la tradición nacional con respecto al duelo, socialmente aceptado y obligatorio, en ciertas circunstancias, para los que integraron los ejércitos libertadores.

El código de Honor del Regimiento de Granaderos establecía: “Delitos por los cuales deben ser arrojados los Oficiales":
"1. Por cobardía en acción de guerra, en la que aún agachar la cabeza será reputado tal.2. Por no admitir un desafío, sea justo o injusto.3. Por no exigir satisfacción cuando se halle insultado.4. Por no defender a todo trance el honor del cuando lo ultrajen a su presencia o sepa ha sido ultrajado en otra parte……”

Encontramos numerosos ejemplos en nuestra historia, largo seria enumerarlos. no merece ser calificado de barbarie, de primitivismo ni otros calificativos, simplemente recordamos "El honor es a menudo lo que queda cuando se han perdido la fe, el amor y la esperanza".(J. Burckardt).

Como acertadamente apunta Denes Martos “No se me escapa que hablar de honor en los días que corren es casi algo así como un anacronismo. Decididamente, el honor no es algo que esté de moda. Es un valor que hemos olvidado casi por completo. La palabra “honor” ya casi ni se pronuncia. Sin embargo, es harto frecuente observar como muchas personas se llenan la boca perorando sobre “la dignidad humana”. Aparte de que que cada uno entiende esta dignidad a su manera – generalmente para exigir algún reclamo – nadie se toma tampoco el trabajo de explicar exactamente en qué consiste y cómo se fundamenta esa dignidad”(Martos, Denes, "Las Nueve nobles virtudes”, Bs. As. 2007, www.laeditorialvirtual.com.ar )

Las reacciones fueron inmediatas “Está totalmente loco”, fue lo primero que dijo un concejal del bloque oficialista, por su parte, el presidente del Concejo calificó la situación como “una ridiculez”.

Ante la respuesta del ofensor y de sus “compañeros”, me permito recordarle al retador “que el duelo no es razonable ni admisible sino entre iguales” y el ofensor no esta demostrando, precisamente su condición de caballero, en primer lugar por ofender una dama y en segundo lugar por su actitud frente al planteo caballeresco.

Por mi parte considero que en tanto en mi patria, exista al menos un pequeño grupo de ciudadanos capaces de defender su honor, o el de una dama ofendida, NO TODO SE HA PERDIDO.
Fuente: http://boletintizon.blogsptot.com

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