Eduardo Verastegui da testimonio de su conversión y cuenta de que manera para mantenerse casto, ejemplo de virilidad como este han de ser los referentes de la juventud actual y futura.
Vemos a un hombre en la plenitud de sus días, lucido, sano, practicante de las virtudes cristianas, devoto de la Santísima Virgen, coherente en su decir y actuar, de confesión y comunión frecuente, misa y rosario diario, lleno de caridad para con el prójimo y con el claro objetivo de salvar su alma y ayudar a muchos a hacer lo propio, con ese objetivo es que se ha vinculado a muchas organizaciones pro vida, transformándose en un importante referente en el difícil e ingrato combate en contra del asesinato selectivo de niños sin bautizar comúnmente llamado aborto.
Recemos por este Hombre (si, con mayúscula), para que los ataques del enemigo no diezmen sus santos propósitos y persevere en lo que le queda de vida y en la hora de su muerte .
Gladius
Fuente: Crux et Gladius
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