Páginas

martes, 27 de julio de 2010

CARLOS PEDRO BLAQUIER: UN MILLONARIO VIEJO CONFIESA SUS TACHAS AL BORDE DEL OTRO MUNDO

a Cosme Beccar Varela contrapicada

Por Cosme Beccar Varela

E-mail: correo@labotellaalmar.com

Buenos Aires, 27 de Julio del año 2010 – 986

 

La antigua Grecia y los pueblos antiguos en general veneraban a los ancianos como una fuente insubstituible de sabiduría. En los tiempos modernos la palabra "anciano" ha sido substituida por la de "viejo"  y en vez de ser considerados modelos de sabiduría (palabra que no se usa ya sino para designar a los científicos que inventaron la bomba atómica o alguna otra cosa producida por la técnica) suelen ser tachados de "gagás", por su falta de tino y de discreción. 
Es como si haber vivido muchos años les autorizara a despreciar todo idealismo y todas las evidencias del sentido común. Es curioso este fenómeno porque los "viejos"  deberíamos ser muy serios y cuidar mucho lo que decimos o hacemos porque estamos al borde la muerte y de la eternidad en la cual tenemos sólo dos destinos finales: el cielo (la felicidad eterna), o el infierno (el fuego eterno). Cuando veo a un viejo decir frivolidades perversas es como si lo viera asomado al borde del abismo infernal con una inconsciencia infantil, pero de una infancia sin inocencia.
Esto es lo primero que se me ocurrió cuando leí el reportaje a Carlos Pedro Blaquier que publicó "La Nación" en su sección "Enfoques" el 25/7/2010.
No conozco personalmente al Sr. Blaquier pero me lo imaginaba más serio y mejor presentado. Las fotos del reportaje son tremendas. Son más elocuentes que las palabras incoherentes y que, pretendiendo ser graciosas, le dijo al periodista.
Por lo pronto, me enteré que no nació rico ni heredó el Ingenio Ledesma sino que empezó como empleado en 1952 y que en 1970, al morir su suegro Herminio Arrieta heredó la presidencia del Directorio. Diez años después se separó de su mujer, hija de su benefactor, pero ya tenía asegurada su fortuna.  Lo demás, es de terror.
Una cosa que la buena educación enseña es a no jactarse de ser rico y exitoso. Parece que el Sr. Blaquier no aprendió ese capítulo de su manual porque en todo el reportaje se ocupa de resaltar que es rico, riquísimo, hasta el extremo de ser propietario de siete veleros con tripulación a sueldo. Antes había oído decir que hay amarras permanentes para esos veleros en Punta del Este.
Como tiene cinco hijos es posible que cinco de esos veleros los usen ellos. O sea que el usa dos. Cómo hace para navegar con una pierna en cada barco es algo admirable. Requiere una agilidad que no es de presumir en una persona de 82 años. Más extraordinario sería que usara uno solo pero tuviera dos, lo cual revelaría una cómica ansia de jactarse de sus millones.
Según "La Nación" esos barcos le cuestan u$s 14.000.000, pero no dice si son mensuales o por año, o si eso es una tasación del valor de venta de las embarcaciones. En todo caso, es una grosería muy poco aristocrática.
Pero el hombre se define con más claridad en sus declaraciones. Mencionaré sólo algunas. Por ejemplo dijo:
"Mi pecado capital fue la lujuria y mi virtud capital es la constancia." (loc. cit. pag. 3, 1ra. col).  
Parece querer insinuar, en una broma de mal gusto, que su "virtud capital" fue la constancia en la lujuria. No se descarte que esa constancia persevere a los 82 años, aunque no su práctica; pero más adelante, otra vez con una comicidad de peor gusto, refiriéndose a los efectos afrodisíacos que la Sra. de Kirchner le adjudica a la carne cerdo -especie que Blaquier cría- dijo en un verso de su autoría que mandó entregar al periodista:
"Las propiedades del cerdo
eran para mí un enigma
desde hoy son un paradigma
y la vaca es un recuerdo.
Y por potenciar la cosa
como cerdo a toda hora
y gracias a la Señora
hoy tengo novia mimosa.
Por eso soy cristinista
y nada me hará cambiar
soy cristinista a rabiar
y un convencido activista."
Con estos malos versos el Sr. Blaquier revela, además de la constancia en su lujuria, a pesar de sus 82 años y de sus varios kilos de adiposidades, su adhesión a esta tiranía que, por supuesto, a él no lo afecta.
Al contrario, reconoce que lo favorece puesto que elogia su política económica diciendo que  "pocos gobiernos han defendido tanto la industria nacional como éste." (loc, cit. col 1ra.). "Nadie puede negar que este gobierno ha apoyado mucho a la industria nacional y la sigue apoyando". (loc. cit., 3ra. col.)  Entre esas industrias está la suya, por eso elogia también al vaciador de ojos y rompedor de espaldas, Guillermo Moreno, justificando aún su falsificación de los datos del INDEC, diciendo: "Moreno es complicado, pero es decente. No es coimero, como tantos otros".
¿Cómo sabe que no es coimero? Es claro que ese elogio que le tributa, esa inimputabilidad por el fraude del INDEC que le otorga, funcionan como una coima. Y el Sr. Blaquier lo sabe. De otras coimas, partiendo de la base que las coimas son secretas y por ellas no se otorgan recibos, el Sr. Blaquier no puede estar tan seguro de que no existen.  Por eso su declaración es pura adulonería, indigna de un millonario que tiene siete veleros y otras cosas…
Dice que a los 18 años era socialista. Es claro, todavía no se había casado con la heredera del Ingenio Ledesma y no tenía perspectivas de hacerse dueño de la gran empresa azucarera. Pero agrega una sandez clásica: "...el que a los 18 años no fue izquierdista, es que le faltó fuerza, sangre, pero el que a los 50 sigue siendo izquierdista quiere decir que es un bo...." (risas).
De esta frase se deducen algunas conclusiones:
1) Que ser izquierdista es cuestión de fuerza y no de inteligencia. Consecuentemente todos los boxeadores, levantadores de pesas, jugadores de rugby y atletas en general, deberían ser izquierdistas. Y él a los 18 tal vez era una Tarzán, aunque sospecho por las fotos del reportaje que siempre fue fofo como ahora, aunque con menos papadas.
2) Que todos los izquierdistas mayores de 50 años son unos idiotas, por ejemplo, Kirchner, la Sra. de Kirchner, Pino Solanas, Verbitzky, la Sra. Carrió, Chavez, etc.  (¿Cómo puede ser entonces que elogie a los dos primeros por su política económica? ¿Una política de idiotas es elogiable?)
3) Que quienes consideramos a los neo-marxistas como peligrosos somos más idiotas que ellos, por lo cual me considero personalmente agredido.
También se declaró peronista del 73, que visitó varias veces a Perón, que éste le regaló el bastón de mando y que le hizo confidencias acerca de su política, por ejemplo: "Mire, Blaquier, la política es como el violín, se toma con la izquierda, pero se toca con la derecha". (ibidem, col. 3 y 4).  
Así procedió el viejo malvado que fundó los Montoneros para volver al poder en el 73 y se hizo así co-responsable de las numerosas víctimas de esa organización terrorista y después montó la parodia de su expulsión de la Plaza de Mayo que muchos bobos siguen considerando como un gesto "derechista" del finado tirano.    
Para terminar, preguntado qué opina de "homonomio" responde el viejo: "Que se casen; que se jo..." (ibidem, col 4ta.). Eso es todo.
Eso revela que no es contrario al aberrante connubio y también cuál es su opinión sobre el matrimonio. Antes había dicho, refiriéndose a su separación de la Sra. Nelly Arrieta (a la que le debe agradecer ser dueño del Ingenio Ledesma) que nunca se divorció "porque las macanas hay que hacerlas una sola vez en al vida". (Ibídem, 1ra. col). O sea, el matrimonio para Blaquier es una “macana”….
En resumen, un lamentable reportaje de un lamentable personaje. Y lo que es más lamentable, es que ese señor es admirado por las más altas "clases cultas" del país: porque es rico, porque es cínico, porque está del lado que el sol más calienta.
Hasta leer el reportaje, lo respetaba porque era tío de un amigo mío muy apreciado y porque creí que había tenido un gesto de mecenazgo que me parecía loable (del cual ahora dudo). Ahora, lo considero un enemigo de la Patria porque contribuye a consolidar esta tiranía que ha enfeudado el país al bloque neo-marxista de Rusia-China-Cuba-Venezuela, etc., que ha destruido las FFAA, ha violado la Constitución en su división de poderes y en sus garantías individuales, mantiene 600 prisioneros políticos de los cuales ya han muerto 80 en la cárcel, soborna al pueblo abusando de su poder, pero aún así mantiene un 30% de argentinos en la miseria, incluyendo a los jubilados, todos sus corifeos se han enriquecido ilícitamente en el gobierno y por muchas otras razones que he explicado cien veces en estas páginas.
Y lo peor es que lo hace con un aire juguetón, como si no fuera nada. Es mucho, es ridículo, pero sobre todo, es condenable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los mensajes son moderados antes de su publicación. No se publican improperios. Escriba con respeto, aunque disienta, y será publicado y respondido su comentario. Modérese Usted mismo, y su aporte será publicado.