Por el Dr. Francisco Bénard *
El gran escritor Jorge Luis Borges dejó escritos muchísimos libros que revelan sus condiciones para haber obtenido el Premio Nobel de Literatura, pero más allá de ello, dijo una frase que nunca olvidare "Me olvide de ser feliz"
En definitiva lo que nos quiso decir, era que la "felicidad era lo más importante". No hace mucho tiempo leí el libro de un filósofo alemán cuyo nombre no recuerdo y que se refería en varios capítulos a los distintos sentidos: Caminar, Oír, Hablar, Gustar, etc. Son simples cosas, casi cotidiana para la mayoría de las personas, que casi no valoramos en su verdadera dimensión sino hasta el momento en que nos vemos afectados por la pérdida de uno de esos sentidos. Seguro que en ese momento daríamos cualquier cosa por solucionar el problema. Ahora si serían importantes.
Regreso de noche a mi casa. En la puerta hay una pequeña escalinata que suele servir de refugio a algunos "vecinos de la calle" que hoy están y mañana no los encontramos. En invierno con esos "fríos polares" están allí acurrucados y sufriendo a la intemperie. Llega la hora de dormir en mi cama bien abrigado y con calefacción. Nada podremos hacer quizás, o si, llevarles una frazada. Es un deber agradecer a Dios lo que nos da.
La formula para encontrar la "felicidad" radica en valorar todo lo que tenemos y no quejarnos de lo que no tenemos. No debemos pensar en si otros tienen más que nosotros porque este es un hecho de la realidad que debemos asumir como tal. Siempre habrá seres más grandes que nosotros y seres más pequeños que nosotros. Son todas apreciaciones relativas. Hay que vivir el día a día, gozando de lo que Dios nos regala ya que no sabemos con exactitud cual es el día final de nuestra existencia terrenal. Gozar a cada minuto, de cada segundo, de cada una de las oportunidades que la vida nos regala. Ofrezcamos nuestros sufrimientos a Dios y eso nos calmara, nos tranquilizara. Él los ayudará se los aseguro. Si algo creen uds, que les falta para lograr la felicidad pongan esfuerzo y trabajo y encomiéndense al Señor que Él sabrá guiarlos. Dios es el camino de la felicidad terrena y eterna-
* Abogado y Periodista
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