EN LOS SISTEMAS TOTALITARIOS, LA CÁRCEL ES LA TRINCHERA DE LOS HOMBRES LIBRES

 

Por el Lic. Jorge P. Mones Ruiz (*)

En los sistemas totalitarios, la cárcel es la trinchera de los hombres libres, de aquellos líderes que luchan por la libertad de sus pueblos. Constituye un testimonio duro, valiente, y quizás necesario, para aspirar a partir de la Pasión, alcanzar los dinteles de la Gloria: el triunfo del Bien y la Verdad sobre el mal y las mentiras de los verdugos de la República, y lograr mediante el sacrificio el Bien Común de nuestras sociedades.

El Socialismo del Siglo XXI, las histéricas y desmesuradas actitudes y reacciones de “caudillejos” retrógrados como Chávez y sus seguidores en América latina, los falsos “progresismos” declamados por políticos corruptos y demagogos, comienzan a mostrar sus debilidades intrínsecas cuando agudizan sus persecuciones y acuden a trampas, a “sembrar” pruebas, a crear “testigos falsos” para acallar y pretender someter las voluntades de los ciudadanos probos.

Centenares de presos políticos del continente, civiles y militares, constituyen pruebas evidentes del accionar arbitrario y despótico de estos regímenes antidemocráticos, basados en la doctrina del “terrorismo jurídico”, que no es más que la venganza disfrazada de los que otrora fueron violentos y que hoy, malversando la democracia y prostituyendo la república, encuentran en la Justicia a los cómplices de sus delirantes proyectos.

Alejandro Peña Esclusa (foto), Presidente de la Unión de Organizaciones Democráticas de América -  UnoAmérica, es una víctima más de lo señalado. Su testimonio y ejemplo, se suma a los de otros, marcando la senda en cada una de nuestras Patrias, para que los verdaderos hijos de América no cedan ante las adversidades de la lucha y las ínfulas de los tiranos, siguiendo sin pausa su derrotero hacia el reencuentro de nuestros pueblos con sus más altos y sublimes principios, valores y tradiciones históricas.

Devolverle a la Patria su dignidad es un imperativo inclaudicable. Alcanzar su destino de grandeza, nos compromete a todos y cada uno de nosotros.

(*) Delegado de UnoAmérica en la Argentina