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viernes, 9 de julio de 2010

LA ESMA, MI ESMA (1963 - 1966)

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Relato de un Cabo Meteorólogo de la Armada, formado como "hombre de  bien", como otros miles, en la Escuela de Mecánica de la Armada.

El 29 de enero de 1980 un tren del "Roca" se llenó de muchachos  jóvenes de entre 15 y 21 años que intentaron abrazar una carrera como tantas  y a la vez como pocas.

Pero el Roca no era el único...lo mismo pasaba con el "Estrella del  Norte" que venía de Salta, de Tucumán, de Jujuy, de Santiago del  Estero...ocurría lo propio con el que venía del Litoral, de Cuyo y del  Sur... 10.000 jóvenes almas... 10.000 sueños, 10.000 miedos, 10.000  incertidumbres... 10.000 destinos convergiendo en una Buenos Aires conocida  solo por libros o por lo que otros relataban de la gran Capital.

Retiro y Constitución fueron el primer punto de encuentro... y de ahí a  Núñez... a cuatro cuadras del estadio de River.... me pregunto si 10 mil  padres como el mío, con el rostro emocionado y un puño cerrado y en alto... en gesto de “Fuerza” habrán despedido a sus hijos... me pregunto cuantas  madres como la mía ante la pregunta: se va tu hijo.... vos no lloras?

Habrán respondido: yo voy a llorar si vuelve... porque bancar una carrera universitaria iba a ser difícil...

El destino era la escuela de formación para aspirantes navales con que  contaba la Armada Argentina. Estábamos en Marina... algunos que se atrevían a hablar preguntaban: ¿qué quiere decir ARA? ...algunos sabíamos que el  significado de esa sigla era Armada de la República Argentina…pero la  respuesta fue otra... muy distinta.... e inquietante:

ARA significa Acá Reformamos Atorrantes...

Al poco tiempo de una muy rigurosa selección los 10.000 se transformaron en 6.500 y a los pocos días en 5.000 y así sucesivamente.

Los que quedábamos lamentábamos la ida de los amigos que no aguantaban...pero nuestro orgullo crecía de una manera inversamente proporcional. En  marzo cada uno de esos “atorrantes” tenía asignada una especialidad.

Electrónicos, electricistas, mecánicos de avión, maquinistas, oceanógrafos, hidrógrafos, meteorólogos se estaban formando como  profesionales, como personas y como soldados. Estábamos en la ESMA.

Qué era la ESMA?

Era una escuela técnica modelo en Sudamérica.

Cada curso tenía un edificio del tamaño del Inidep. Los principales  eran Máquinas, Operaciones, Electricidad, Aviación, Armas y Servicios.

Los alumnos internados teníamos de 8 a 10 horas de clase por día de  lunes a viernes a lo que se sumaba la parte militar.

Los profesores eran universitarios de vasta y probada trayectoria en  lo más selecto del ámbito académico nacional.

Todo aprendimos ahí....desde lo académico hasta lo social. Ahí  aprendimos a no decir jamás no puedo...aprendimos que siempre se  puede...siempre hay un resto...ahí aprendimos que no existe el cansancio ni  las excusas...que es la voluntad y no el músculo lo que establece el límite de la resistencia.....

En una oportunidad estando cursando el segundo año de tres que tenía mi especialidad....creí que ya no podía más...era tiempo de exámenes y el  entrenamiento militar era cada vez más exigente....dije algo tengo que  ser... y enfrenté a uno de los profesores. Justamente a uno de los que más me ha marcado en mi carrera.

Le dije: señor profesor (así había que dirigirse al profesor) a  nosotros nos gusta mucho su materia pero no se olvide que además de alumnos  también somos militares, con todas las exigencias físicas y mentales que eso  implica, y el tiempo no nos da para estudiar todo lo que Ud. nos pide para el  examen.

Me miró....comenzó a caminar conmigo, me puso una mano en el hombro y  me dijo...Mazza....pero que hace usted entre las 11 de la noche y las  cinco de la mañana?...ahí aprendí que la noche no solo era para dormir. Se  debía estudiar...pero en los baños porque en la sala mis compañeros dormían.

El negro Bulacio y el Charqui Bustos (tucumano y riojano  respectivamente) se quedaban conmigo enseñándome matemáticas porque ellos  entraron con 18 años y habían llegado con tercer año...yo tenía 15 y no  había pisado la secundaria...

Todos los viernes cuando estábamos a punto de salir de franco un  suboficial pasaba revista y ponía su zapato al lado del nuestro...si el suyo  brillaba más que el nuestro no podíamos salir...todos los viernes otro  suboficial nos pasaba por la cara el canto de una hoja de cuaderno...si  raspaba no estábamos bien afeitados y también nos quedábamos...todos los  viernes alguno de ellos nos decía: ojo con que yo vea alguno de mis hombres  viajar sentado en el colectivo habiendo un civil parado...

En la ESMA aprendimos que no hay que aletear para comer.... nos ponían  una servilleta debajo de cada brazo para mantener los brazos pegados al  cuerpo en la mesa...

En la ESMA aprendimos que el respeto por la sociedad civil es algo que  se debe respetar a ultranza.

De la ESMA salieron los que combatieron en Malvinas...ahí se formaron  los que murieron en el Sobral y en el Belgrano, pero también de la ESMA  salieron los que vivieron en el Sobral y en el Belgrano porque la disciplina  y el orden nos enseñó a sobrevivir...ahí estábamos los que esperábamos con  inocente calma el momento de entrar en combate.

Algunos con solo 17 años!! y qué hombres que nos sentíamos. Pero no  sólo eso...de las entrañas de la Esma salieron centenares de miles de  profesionales que caminan al lado tuyo por la calle...que trabajan en una  escuela técnica, en la industria, en los barcos, en las universidades....en  un taxi...

Por todos y cada uno de ellos, por el cabezón del Monte que murió en  el Sobral habiendo cumplido recién los 18 años, por el sanjuanino Sarmiento,  por el flaco Boyos, por el gordo Corvera que quedaron en el Belgrano.... y  por tantos otros con los que me formé en las aulas y los patios de esta  escuela, y con los que tuve el privilegio y el honor de derramar la sangre  más pura, el más genuino sudor y las mas sentidas lágrimas.

Por todo esto digo: que a aquellos delincuentes vestidos de uniforme que se los encuentre culpable: se los juzgue, condene y ejecute...pero que  a su vez se reivindique el nombre de Escuela de Suboficiales de Mecánica de  la Armada....para que cuando vos escuches esa sigla ESMA...sepas que están  hablando de una institución que fue: Cuna de Héroes y de Argentinos bien paridos que expresaron y expresan con lealtad y sacrificio supremo el amor  por nuestra patria.

NOTA: Ojala tuviéramos muchas ESMAS en nuestra patria, para axial poder  tener hoy en día, un lugar donde educar cientos de miles de jóvenes,  formadores del futuro de nuestra Patria, en lugar de vagos, drogones y  delincuentes. Gracias Democracia mal entendida, gracias memoria hemipléjica,  gracias Izquierdos humanos (Bah!, derechos), gracias viejas podridas de la  Plaza, gracias, abuelas de mierda, hoy en lugar de tener una escuela donde  capacitar a neutros jóvenes, tenemos un tenebroso museo...

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