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lunes, 20 de septiembre de 2010

“CRISTINA, DE LEGISLADORA COMBATIVA A PRESIDENTA FASHION”, NUEVA BIOGRAFÍA DEL MATRIMONIO PRESIDENCIAL

Cristina Kirchner loca satanica

La última biografía de Cristina Fernández Wilhelm de Kirchner ofrece la imagen frívola presidencial, acusando a Néstor Kirchner de maltratador. La historia oculta de la presidente, demoledora y sin concesiones, se publica en Argentina. La biografía, «Cristina, de legisladora combativa a presidenta fashion», de Sylvina Walger, ofrece el retrato descarnado de una mujer déspota, caprichosa, infiel, enamorada del lujo y, a los 57 años, obsesionada con su apariencia.

El libro describe a la presidente como un personaje vacío de poder real, que vive sometido al maltrato de un marido autoritario. A Néstor Kirchner lo retrata como un «mezquino, tacaño, vengativo, envidioso» y delator durante la dictadura (1976-83). Un hombre, también infiel, al que la ira le lleva, al menos en una ocasión, a «pegarle una trompada (puñetazo)» a la jefa del Estado por no cumplir sus órdenes.

«No los une el amor sino el dinero y algunos secretos atroces. De ese matrimonio sólo queda una fortuna para dividir», asegura Walger. Autora de «Pizza con champán», best-seller sobre el mandato de Carlos Menem, la periodista y socióloga describe peronismo oficialista, celos, frivolidad y ambiciones infinitas. «La bandera de los derechos humanos —reitera— la usan para amasar poder y dinero».

a Cristina y Nestor Kirchner asuncion

El que lleva los pantalones, el verdadero presidente, es Néstor Kirchner. “Él toma las decisiones importantes. La idea de que ambos tienen el mismo peso y forman una sociedad igualitaria es falsa”, asegura Walger.

El 17 de julio de 2008, el Senado acabó con las aspiraciones de Cristina Kirchner de mantener las retenciones al sector agropecuario. Ese día perdió la primera gran batalla. Un desatado Néstor Kirchner le pidió la dimisión. «Ella se negó, le insultó y le espetó que se marchara. El presidente paralelo —como lo llama Walger— le propinó una sonora trompada. El golpe fue serio y hubo que trasladarla para que la atendieran los médicos». La escena está recogida en un libro de casi 200 páginas (Ediciones B).

La «alborotada relación matrimonial» marca una gestión «con el objetivo de quedarse 16 años». Sin embargo, la autora asegura que «están de salida». La intimidad de la familia es un tabú que queda roto en el relato. A ella le atribuye aventuras «con un senador, un banquero, un gobernador y hasta su jefe de escoltas». A él, «ser amante de María Angela Girometti», una empresaria patagónica.

a Los Locos Kirchner una familia muy normal

Corrupción

Otro terreno prohibido que aborda el libro es una palabra que «Cristina no ha pronunciado una vez desde que llegó a la Presidencia en 2007: corrupción».

En la biografía están minuciosamente analizadas las intervenciones públicas de la jefa de Estado así como una lista de los vínculos del matrimonio presidencial con la palabra maldita. Entre éstos, «la fortuna inocultable —8.500.000 de euros—, con 19 casas, 14 departamentos, 6 terrenos y 2 locales; la consultora Chapelco para asesorar financieramente a inversores locales y extranjeros, el destino desconocido de más de 600 millones de euros de la provincia de Santa Cruz y el descomunal enriquecimiento de sus secretarios privados».

La debilidad por las joyas y su colección de bolsos son señas de identidad de la presidenta, según Walger. «Comenzó con Vuitton y ahora son Hermes. De éstos sus preferidos son, en cocodrilo o lagarto, la Kelly bag, diseñada en honor de Grace Kelly, y la Birkin bag, en homenaje a Jane Birkin. Sólo se venden por encargo y su precio se acerca a los 40.000 euros». «Para Cristina —continúa— no hay crisis. Se cambia, por lo menos, tres veces al día y en uno solo, en la campaña 2007, llevaba encima 50.000 dólares en alhajas. Pero, ya lo había advertido entonces: para ser buena política no tengo que disfrazarme de pobre».

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Estética kirchnerista aparte, la biografía de Walger ahonda en los tiempos de la dictadura militar (1976-83). Años de plomo guerrillero y metralla militar, recuerda que Néstor Kirchner estuvo detenido con un amigo apenas dos días. Breve plazo que se explicaría «porque entregaron direcciones, teléfonos, informaciones varias que desembocarían en numerosas detenciones». Una frase suya la termina definiendo: «Yo no soy progre, soy peronista».

a nestor kirchner corrupto

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