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miércoles, 1 de septiembre de 2010

¿CUÁL ES EL CLAMOR IMPLÍCITO DE LA HUELGA DE HAMBRE INICIADA EN EL CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE MARCOS PAZ?

a Cosme Beccar Varela contrapicada

Por Cosme Beccar Varela *

Buenos Aires, 01 de Septiembre del año 2010 – 997

e-mail: correo@labotellaalmar.com

El Padre Christian von Wernich informa, en carta del 30 de Agosto, que él y varios militares secuestrados en el Penal de Marcos Paz, han iniciado una huelga de hambre, agotados todos los recursos para conseguir que se les haga Justicia y que se los libere y que, entretanto, se los trate con las mínima decencia que corresponde a seres humanos, han iniciado.

Recibí, junto con la triste noticia, una lista de los reclamos que efectúan que revelan el estado de confusa angustia que padecen esas víctimas de la tiranía, porque se limitan a exigir derechos elementales, como lo son la razonable atención médica de sus enfermedades (casi todos ellos son ancianos y enfermos) y la comparecencia de los jueces prevaricadores que los ignoran. Eso revela el terror en que viven de "ofender" a los carceleros con sus reclamos, para no empeorar su situación.

Quienes estamos todavía fuera de las mazmorras de la tiranía podemos interpretar el clamor mudo que se desprende de esa medida extrema, que es la huelga de hambre. Es la que aplican las víctimas de las tiranías de Cuba y de Venezuela. Hace poco murió Orlando Zapata en una huelga de hambre en Cuba pidiendo la libertad de los presos políticos. Ayer murió en Caracas Franklin Brito (“La Nación”, 1/8/2010), también por una huelga de hambre contra la tiranía de Chávez. Ahora empieza una huelga de hambre contra la tiranía de los Kirchner y sus secuaces,de más de 30 secuestrados en el campo de concentración de Marcos Paz, entre ellos, el Padre Christian von Wernich..  

Es evidente que no pueden esperar justicia de los tribunales sectarios de la tiranía. Es evidente que sus camaradas en actividad no los ayudarán y los retirados se limitan a protestar un poco, pero sin atreverse a organizar un movimiento político, enteramente conforme al derecho constitucional, que haga caer la tiranía. ¿Qué otro recurso les queda a esas víctimas que intentar lanzar un pedido de auxilio firmado con sus vidas?  

Como digo, los reclamos son tan tímidos que no condicen con la audacia heroica de la acción. Por eso me considero en el deber de traducir el clamor silencioso de ese gesto, en palabras que expliciten lo que en él está implícito.

* * *

Creo que los que inician la huelga de hambre están diciendo lo siguiente:       

"Nos dirigimos a todo el pueblo argentino y a la comunidad internacional, en especial a quienes tengan posibilidad de modificar la situación oprobiosa que vivimos bajo un gobierno que no podemos calificar sino como tiránico, tal es su desprecio absoluto por la Justicia y la forma despiadada con que nos trata.
"Estamos enjaulados en las prisiones de este régimen contra todo Derecho. La mayor parte de nosotros sufre prisión preventiva por más de 7 años, contrariando la ley 24.390, reformada por la ley 25.450, que establece un plazo máximo de dos años, prorrogable por un año más mediante resolución fundada.
"Otros hemos sido víctimas de parodias judiciales en las que jueces parciales y cargados de odio o temblando de miedo, a órdenes del poder ejecutivo, con testigos falsos, en audiencias asistidas por "linchadores" feroces que insultaban a los "procesados" presionando a los supuestos jueces con sus exigencias de condena y con una prensa enemiga dedicada a difamarnos diariamente para condicionar a la opinión pública en contra nuestra y presionar a los jueces. De esos "juicios" resultaron sentencias condenatorias nulas de nulidad absoluta que ningún país civilizado puede sino repudiar, como se repudiaron los "tribunales populares" de Cuba y los falsos jueces del stalinismo y del nazismo.

"Casi todos nosotros estamos secuestrados -esa es la palabra y no "presos", ya que ésta sólo se aplica a la privación legítima de la libertad-  desde hace más de seis años, algunos por más de ocho, todos sin causa legal alguna. El único fundamento de esa brutalidad es el odio atizado por quienes detentan el poder contra quienes acusan de haber combatido el terrorismo de los años 70. Y decimos "acusan" porque eso es todo lo que hay: meras acusaciones sin otro fundamento que ser militar y pertenecer a las FFAA que en su conjunto y por orden del gobierno de ese entonces, cumplieron su deber.

No ha sido probada la culpa  individual de ninguno de nosotros en ningún acto ilegal. Se trata de un odio genérico a una institución constitucional cuales son las FFAA de la Nación Argentina y al gobierno que estas asumieron en 1976. Está fuera de juzgamiento si esa asunción del gobierno fue justificada o no. El sólo hecho de haber tenido un cargo o un grado militar en ese tiempo es suficiente para que esta tiranía nos mantenga encerrados sin respetar el principio mínimo del derecho penal que exige haber probado la comisión personal de un delito para ser objeto de pena.

"No podemos esperar ninguna clase de imparcialidad de parte de los jueces que supuestamente nos "juzgan" puesto que todos ellos están procediendo con una arbitrariedad manifiesta y un absoluto desprecio del Derecho. Incluyendo la Corte Suprema, cinco de cuyos siete miembros fueron designados por esta tiranía luego de la destitución ilegal de los anteriores ministros.

"Somos tratados como fieras y no como seres humanos. Sufrimos toda clase de vejaciones. Los médicos encargados de nuestra salud -casi todos nosotros somos ancianos y enfermos más o menos graves- parecen dedicados a exterminarnos, cual nuevas versiones del tétrico Dr. Mengele de las campos nazis de concentración. Los remedios que nos mandan nuestras familias son retenidos y entregados tardíamente. La comida es intragable y entregada a horas absurdas.  

No nos permiten ser tratados en sanatorios confiables. No nos otorgan el beneficio de la "prisión domiciliaria" a pesar de que el art. 33 de la ley Nº 24.660 establece: "El condenado mayor de setenta años o el que padezca una enfermedad incurable con periodo terminal podrá cumplir la pena impuesta en detención domiciliaria, por resolución del juez de ejecución o juez competente, cuando mediare pedido de un familiar, persona o institución responsable que asuma su cuidado, previo informe médico, psicológico y social que fundadamente lo justifique.”

"Suponiendo que fuéramos realmente sospechosos de algún delito -cosa que negamos enfáticamente- aún así nos correspondería este beneficio ya que casi todos nosotros pasamos los setenta años hace rato y casi todos estamos gravemente enfermos. Sin embargo, los supuestos jueces de quienes dependemos ignoran olímpicamente este derecho y nos mantienen en mazmorras de presos comunes adonde están los criminales, ladrones, estafadores y toda laya de delincuentes.

"El art. 18 de la Constitución Nacional dispone: "Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias y, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquella exija hará responsable al Juez que lo autorice".

"Estas cárceles no son ni sanas ni limpias porque nos privan sin derecho de nuestra libertad, lo cual constituye una tortura intolerable y porque los jefes médicos que hay en ellas no cumplen con su deber.
"Los  jueces que nos deniegan el derecho a estar en nuestros domicilios son culpables de violar el art. 18 de la CN y la ley 24.660, entre otras violaciones y vejámenes que cometen diariamente. Violan también la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, aprobada por las Naciones Unidas el 4 de Febrero del 1984, ratificada por ley 23.338; el art. 5 de la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas del 10 de Diciembre de 1948 y los arts. 7, 8 y 9 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos de San José de Costa Rica del 22 de Noviembre de 1969, todos ellos incorporados ahora con rango constitucional a la Constitución Nacional por la reforma de 1994.

"Ya han muerto 107 de nosotros a causa de esos malos tratos, vejámenes y falta de atención médica. En los diversos campos de concentración de la tiranía quedamos casi 900 secuestrados amenazados de la misma suerte. Hemos peticionado de muchas maneras que se respeten nuestra libertad y nuestras vidas, pero se nos ha respondido con desprecio del Derecho y con ferocidad de sectarios hasta que al día de hoy nos ha quedado meridianamente claro que no se trata de retenernos en la cárcel para juzgar si somos culpables o no de algún delito sino para que muramos en ella.

"A todo esto debe agregarse el sufrimiento de nuestras familias que nos quieren y que nos ven padecer y padecen ellas mismas con cada una de las visitas que nos hacen a través de vejaciones perpetradas por nuestros carceleros.

"Parecería que nuestros compatriotas se han olvidado de nosotros y lo más que recibimos de unos pocos de ellos es alguna que otra muestra de compasión sin que parezcan darse cuenta de que esto es una tiranía y que lo que hoy sufrimos nosotros mañana pueden soportarlo ellos. La Patria está en peligro grave y queremos alertar al pueblo argentino y  lanzar un clamor a todo el mundo para que se sepa que en la Argentina no hay libertad ni Justicia.
"Por todas estas razones exigimos:

"1) Nuestra inmediata liberación, anulando todas las sentencias que hayan sido dictadas por ser arbitrarias y fruto del odio y no del cumplimiento del Derecho, restableciendo la vigencia del principio de la cosa juzgada, de la irretroactividad de las leyes penales y de las amnistías e indultos inconstitucionalmente anulados por la tiranía.

2) Sin perjuicio de eso y mientras esa liberación ocurra sin tardanza, la inmediata remoción de los médicos culpables de abandono de persona, de mala atención, de incumplimiento de su deber y el traslado a sanatorios adecuados o a sus domicilios de todos los ancianos y enfermos que hay entre nosotros porque nuevas muertes pueden ocurrir tal vez en las próximas horas.

"3) El apartamiento de los jueces que hasta ahora se han ocupado de nuestros casos por manifiesta parcialidad y trato perverso y ser puestos a cargo de jueces imparciales que se guíen por el Derecho y la Justicia.

"4) La solidaridad de nuestros camaradas de armas en actividad que hasta ahora pretenden ignorar la injusticia que se comete con nosotros.

"5) La enérgica actuación en nuestra defensa por parte de nuestros Obispos que también nos ignoran, como si no fuéramos almas redimidas por la Sangre Preciosísima de Nuestro Señor Jesucristo y confiadas a su cuidado paternal.

"Hasta tanto estas medidas no sean adoptadas, iniciamos una HUELGA DE HAMBRE no con una intención suicida sino como el último recurso que nos deja la tiranía para hacer valer nuestros derechos. Seguimos el ejemplo de los presos políticos de Cuba, cuyos tiranos son el modelo de los que oprimen a nuestra Patria.

"Si llegáramos a morir, no será por una voluntad suicida sino como víctimas de sendos asesinatos cometidos por el odio y el empecinamiento criminal de los tiranos de nuestra Patria y por el despiadado olvido de aquellos que deberían ser nuestros defensores.  

* * *

Este es el clamor que creo oír en el silencio de esa espantosa huelga de hambre de los abandonados. Pienso que si ellos no lo explicitan es por el fundado temor de empeorar su situación. Por eso he pensado ponerlo en blanco y negro, con claridad meridiana, para que nadie se engañe acerca de por qué se juegan lo que les queda de vida esas víctimas de la tiranía y de nuestra indiferencia.

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