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lunes, 20 de septiembre de 2010

LA LISTA DE EMBAJADORES QUE QUIERE JUBILAR TIMERMAN

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El canciller, presionado por Néstor Kirchner, impulsa una jubilación masiva de embajadores que tiene un objetivo central: disimular el desplazamiento del odiado Sadous, el diplomático que reveló las coimas con Venezuela. La lista con los nombres que ya circulan por Cancillería. Qué dicen las leyes y el problema con los "embajadores tapón".

Entre twitter y twitter, el canciller Héctor Timerman viene demorando una decisión que seguramente le traiga más disgustos que el caso Papel Prensa y su pelea personal con Clarín.
Es que viene demorando la principal instrucción que le dio Néstor Kirchner cuando asumió el cargo: que instrumente una jubilación masiva de diplomáticos hasta "llegar" a Sadous, el odiado ex embajador en Venezuela que reveló las coimas del kirchnerismo a los empresarios que hicieron negocios con esa nación caribeña.
El plan es simple, disimular el despido del embajador y de paso terminar con esa casta de "conspiradores" que son los diplomáticos según la mirada del ex presidente.

El problema es que Timerman no quiere ser recordado como el mayor verdugo de la diplomacia argentina desde los tiempos de Domingo Cavallo y Guillermo Seita -actual asesor de Amado Boudou y Francisco de Narváez- cuando el inicio del menemismo instrumentaron una "limpieza" similar a la que pide Kirchner.

Por eso, Timerman le pasó el tema a su vicecanciller Alberto Dalotto, quien agradeció el gesto pero se lo transfirió al subsecretario Eduardo Villalba, a la sazón, jefe de personal de la Cancillería.

En principio, Timerman tiene la facultad de solicitar la baja del servicio de los ministros de segunda que hayan cumplido los 65 años, los ministros de primera que hayan alcanzado los 67 años y los embajadores que tengan 70 años. También tiene la facultad de hacer "excepciones" y mantenerlos en el servicio activo. Y no son pocos los que apuestan a ser beneficiarios de esas excepciones, así como también hay numerosos jóvenes que ponen su fichas para que se concrete la carnicería y así de una vez ascender a los cargos más atractivos.

Entre ellos, el propio Dalotto que viene tejiendo en silencio pero parejo con los radicales de la diplomacia porteña -el actual vicecanciller es radical- para ocupar las futuras embajadas. No por casualidad, Dalotto suele ser recibido con los mayores honores en el CARI por el ex canciller delarruista Adalberto Rodríguez Giavarini, que nunca dejó de recibir los fondos públicos que financian las actividades de esa prestigiosa institución.


La lista
Como sea, la lista que por estas horas circula en los despachos más importantes de la Cancillería, contiene los siguientes nombres -aunque según pasan las horas podría ingresar o salir alguno que otro-, con su fecha de nacimiento al margen:

Susana Ruiz Cerruti: ex canciller de destacada actuación durante el kirchnerismo en el juicio por las papeleras del tribunal internacional de La Haya (nacida en 1940).
Juan Carlos Sánchez Arnau, ex embajador en Rusia, nacido en 1941.

Horacio Basabe: a cargo del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (Isen), nacido en 1942.
Rogelio Pfirter: actual director general de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en La Haya y frustrado candidato a la presidencia de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), fue uno de los redactores del histórico Tratado de Tlatelolco contra la proliferación nuclear. Nació en 1948.

Victorio Taccetti: ex vicecanciller y flamante embajador en Alemania. Nació en 1943.
Jorge Hugo Herrera Vegas: ex embajador en Brasil entre otros importantes destinos, actual presidente del Consejo Superior de Embajadores. Nació en 1941.

Hernán Massini Ezcurra: actual embajador en Suecia. Nació en 1941.
Félix Córdoba Moyano: ex embajador en Guatemala, propuesto para la sede de Túnez. Nacido en 1944.

Alberto Davérède: actual presidente del sindicato de diplomáticos, la Asociación Profesional del Cuerpo Permanente del Servicio Exterior de la Nación. Nació en 1942.
Carlos Onís Vigil: fallido organizador de la Cumbre de las Américas, nacido en 1943.

Raúl Ricardes: actual embajador en Dinamarca.
Juan Carlos Kreckler: flamante director de Ceremonial, ex embajador en Dinamarca. Nació en 1944.

Pedro Herrera: embajador en Nueva Zelanda. Nació en 1941.
Eduardo Airaldi: actual embajador en Suiza, ex subsecretario de Política Exterior. Nació en 1941.

Horacio Chalian: ex embajador en Hungría. Nació en 1942.
José Pedro Pico: actual director de Africa del Norte y Medio Oriente, propuesto para la embajada de Marruecos. Nació en 1943.

Alfredo Chiaradía: uno de los mejores expertos en negociaciones internacionales de la Cancillería. Flamante embajador ante Estados Unidos. Nació en 1945.
María Ester Bondanza: embajadora en Irlanda. Nació 1942.

Juan Carlos Viglione: cónsul en Caracas. Nació en 1944.
Oscar Galie: director General de Integración Económica. Nació en 1946.

Vicente Espeche Gil: actual embajador ante la República Checa. Nació en 1943.
Orlando Rubén Rebagliati: representante Especial para Asuntos de Terrorismo y Delitos Conexos. Nació en 1942.

Luis Baqueriza: ex embajador en Ucrania, en su momento involucrado en un escándalo por gastar 600 mil dólares en la refacción de la sede de Kiev. Nació en 1948.
Julio Freyre: el ex subsecretario de Asuntos Latinoamericanos y actual secretario de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande. Nació en 1948.

Néstor Stancanelli: director Nacional de Negociaciones Económicas Internacionales. Nació en 1945.
Nora Jaureguiberry: ex embajadora en Panamá. Nació en 1942.

Juan Fleming: ex embajador en la República Checa. Nació en 1946.
José María Castellano: especialista en temas de fronteras. Nació en 1943.

Domingo Cullen: ex director de Organismos Internacionales en la Cancillería. Nació en 1944.
Y el último de la lista, pero en rigor el primero, Eduardo Sadous, ex embajador en Venezuela y motivo de la furia de Kirchner. Nació en 1945.


Los tapones
La lista es apenas la punta del iceberg, porque sólo incluye a los embajadores, pero la reestructuración es mucho más extensa si se tienen en cuenta los otros diplomáticos de menor rango que igual estarían en condiciones de jubilarse.

El problema, además de las eventuales acciones judiciales que entablen los diplomáticos, más el previsible escándalo mediático, es que si no se quiere exacerbar la impresión de una notoria arbitrariedad debería jubilarse a todos los que alcancen la edad del retiro. Y en esa franja hay importantes diplomáticos, recién ascendidos como Chiaradía, Kreckler y Taccetti, sólo por citar algunos de ellos.

Fuente: La política on line - 30.08.2010 08:12:00

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