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viernes, 22 de octubre de 2010

¿CUÁL ES NUESTRO FUTURO?

a Cosme Beccar Varela contrapicada

Por Cosme Beccar Varela

Buenos Aires, 22 de Octubre del año 2010 – 1006

Lo ocurrido el miércoles 20 de Octubre en Barracas es trágico, no sólo por el asesinato de Mariano Ferreyra, militante del Partido Obrero que participaba en un intento de cortar el tráfico de los trenes de pasajeros del ferrocarril Roca, sino porque es una señal de que la izquierda (que estaba de los dos lados del enfrentamiento) ha resuelto subir el grado de violencia que padece la sociedad desde hace diez años.

No me refiero al terrorismo de los años 70, otro despliegue de violencia inusitada efectuado por la izquierda (que estaba en todos lados) sino a la violencia piquetera iniciada en tiempos de de la Rúa, alentada por la permisividad cómplice de ese gobierno y los siguientes. Desde hace unos años se ha agregado a ésta la violencia sádica de los delincuentes comunes que por una par de zapatillas matan sin inhibiciones morales y a veces matan por matar, aunque no roben nada.  Inclusive he oído el rumor de que existe una organización que mata por encargo y por poca plata.

Esta escalada de la violencia es en beneficio de la izquierda, la oficialista y la que se finge opositora por ser más dura, y en perjuicio de la desarticulada, desamparada pero inmensamente mayoritaria sociedad civilizada de los argentinos que no participan del odio marxista o que directamente se le oponen. Por "civilizada" entiendo una sociedad que respeta un resto básico de la moral cristiana, trabaja honestamente o está desocupada muy a pesar suyo, ama a su familia y quiere paz (o sea, "tranquilidad en el orden") aunque, lamentablemente, no tiene quien la represente ni defienda, ni hay miras de que lo tenga.

Como la izquierda planea todo lo que hace, sus dirigentes están dedicados continuamente a destruir lo que queda de la civilización cristiana y saben cómo hacerlo porque estudian para eso y está intensamente motivada por un odio infernal contra todo lo que es bueno. Por eso, jamás supongo -y le sugiero que Ud. tampoco lo haga- que los hechos políticos ocurren por casualidad. Un viejo adagio español dice: "Piensa mal y acertarás".  El tonto hace lo contrario y se equivoca siempre.  

Entonces cabe preguntarse cuál es el objetivo de este "crescendo" de la violencia a la cual la tiranía kirchnerista le ha abierto ancho cauce desde que usurpó el poder?

* * *

La respuesta es obvia: aumentar el poder de la izquierda, destruir lo que aún queda de la Argentina tradicional y, si es posible, llegar hasta la implantación de un Estado comunista al que nadie pueda resistir y en el que no pueda surgir jamás una oposición auténtica con posibilidades de recuperar la Patria.

¿Cómo les sirve este incesante crecimiento de la violencia? Alguien podría creer que porque murió un acérrimo militante de izquierda, es ésta la que perdió el 20 de Octubre en Barracas.

No es así y tanto que hasta puede sospecharse que es un crimen cometido por alguno de ellos mismos. Para ellos, la vida de sus camaradas no significa nada. El primer postulado de la "moral" leninista es que todo lo que sirve a la Revolución es moral, es lícito y aún obligatorio. Todo absolutamente todo queda subordinado a ese objetivo, hasta la vida de sus corifeos y aún de algunos de sus jefes. ¿Se acuerdan de las famosas "purgas" de Stalin  (el asesinato de Trotzky entre otros), las de Fidel Castro en Cuba y las de todos los regímenes comunistas del mundo?

La violencia permanente, el clima de violencia, tiene, por lo menos, los siguientes efectos que le sirven tanto a la tiranía kischnerista como a los "duros" que los atacan porque quieren más:

* * *

1) Rebajar las posibilidades de vida de lo enemigos de la izquierda a un nivel mínimo. El agitador Ferreyra fue víctima no sólo de un disparo tal vez efectuado por alguien de sus propias filas, como ya ha ocurrido tantas veces, sino primero y ante todo, de un lavado de cerebro que, según la prensa, empezó cuando tenía apenas 14 años.  Quienes le lavaron el cerebro hasta conseguir que no estudiara, ni trabajara sino que se dedicara enteramente a la revolución social son tan culpables como los que decidieron matarlo.

Si los que lo mataron fueron matones sindicalistas de la Unión Ferroviaria es lo mismo porque el sindicalismo argentino es de izquierda porque es igualitario, ladrón y destructivo, sólo que menos "científico" que los marxistas duros que buscan reemplazarlos. Y por eso los atacan -un poco- mientras hacen creer que el sindicalismo marxista de la CTA es puro y con 200.000 afiliados convencidos, como alborozadamente lo anuncia "La Nación" en su edición de hoy 22/10/2010 (pag. 6, 6ta. columna).

Ese elogio a la CTA prueba, una vez más, que "La Nación" está muy lejos de ser un diario de "centro-derecha". Es un diario impregnado de ideología izquierdista, apenas disimulada por uno que otro Editorial que dice lo contrario y que es celebrado por los incautos sin querer ver que sus aplausos contribuyen a mantener el disfraz de ese diario nefasto, que tanto daño hace a los buenos.  

(Como dato curioso he visto que el "Clarín" de hoy informa que el lider de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, es un "ex-militante marxista" -pag. 4, recuadro-. Nunca se es "ex-marxista". El marxismo es un virus que no se cura jamás, sólo muta).

Con el cadáver del joven Ferreyra en su haber político, la izquierda puede matar a cualquiera de nosotros alegando que ese es el resultado de la violencia que cobró la vida de Ferreyra.

Cuando lo asesinaron a Calvo Sotelo, gran líder monárquico, en la España de 1936, sus asesinos, que dependían del gobierno izquierdista de Azaña, fueron justificados por toda la izquierda alegando que era la consecuencia inevitable del asesinato previo de un oficial de esa ideología llamado Castillo. Se olvidaban que la izquierda ya había matado varios sacerdotes y frailes, incendiado iglesias y cometido mil crímenes de todo tipo, sin que el gobierno de Azaña hiciera nada. España era un caos. En todo caso, Calvo Sotelo nada tenía que ver con la muerte de Castillo, pero eso era lo de menos…

* * *

2) Los agitadores han consolidado así su dominio de la calle, de las vías de tren, de subterráneo, de las rutas y de cualquier otro objetivo que quieran ocupar por medio de turbas organizadas. Ya nadie puede enfrentarlos.

La Policía, encargada natural de mantener el orden público, ha sido perseguida cada vez que intentó cumplir con su deber hasta quedar totalmente anulada y la sociedad, inerme.

La usurpadora presidencial dijo ayer: "Nuestra policía no lleva ningún tipo de armas de fuego, ni siquiera granadas, ni siquiera balas de goma cuando van a contener una movilización" ("Clarín", 22/10/2010, pag.6 recuadro). Y agregó, ratificando su política de no reprimir a esas turbas: "Prefiero pagar mil costos políticos por no reprimir antes que tener que lamentar la muerte de un argentino" (ibídem, 5ta. columna).

Lo que no dice es que los agitadores izquierdistas pueden matar (para eso llevan palos y máscaras) y van a empezar a matar a la luz del día o a traición, fingiendo un asalto común. Pero como en esos casos las víctimas no serán sus "camaradas", a la tiranía no le importa.

Como no le importó a Kirchner hace 4 años cuando fue asesinado con horrible crueldad por una banda de sindicalistas, el oficial de la policía de Santa Cruz Jorge Sayago y el mismo Kirchner criticó a la policía por sus enfrentamientos con agitadores y perturbadores en el pasado diciendo diciendo: "Por primera vez en muchísimos años no se puede decir que la policía es culpable." ("Clarín", 9/2/2006, pag. 8). (Ver el artículo de este periódico publicado el 23 de Febrero del año 2006, nro. 707, titulado "A 16 días de un crimen abyecto, impunidad y olvido"). Han pasado 4 años y 8 meses y el crimen permanece impune.

La Fiscal Caamaño, a cargo de la investigación del asesinato de Ferreyra es una izquierdista militante. "En su despacho de Paraguay al 1500, la fiscal tiene dos fotos que atesora con orgullo -comenta "La Nación" del 22/10/2010, pag. 8-. En una es abrazada por Fidel Castro, en otra, por el ministro de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Zaffaroni". Además, es "discípula de Righi" (Procurador General de la Nación hoy, luego de haber sido ministro del gobierno montonero de Cámpora que soltó a todos los terroristas presos en 1973) y enseña en la universidad de las madres de plaza de mayo. Una monada de Fiscal, que investiga un crimen pero admira al archicriminal del Caribe...

* * *

3) Entretanto, cada vez son menores las posibilidades de que un ciudadano común se defienda frente a una agresión de las turbas desatadas (que entre otras modalidades usan el llamado "escrache" para hostigar a cualquiera que se les ocurra y destruir sus bienes).

Se ha desarmado a la ciudadanía honesta y se la continúa desarmando por la acción conjunto del Poder Ejecutivo a través del RENAR y del Congreso que cada vez dificulta más la tenencia de armas y aumenta las penas de quienes las tengan. Hoy llega hasta 6 años la pena por tener un arma llamada "de guerra", o sea, un modesto revolver o pistola de cierto calibre medio, no registrada o cuyo registro esté vencido.

Si a esto le sumamos lo que acabo de decir, es decir, la anulación de la Policía, la indefensión de los ciudadanos honestos es total.

En caso de que la izquierda resolviera lanzar una agresión generalizada contra la sociedad para imponer un gobierno abiertamente marxista, tampoco hay FFAA que le resistan. Han sido destruidas, desarticuladas y desarmadas por la tiranía, empezando desde el tercer día en que Kirchner usurpó el poder en el 2003.

Y lo que resta de ellas, han resuelto no intervenir ni siquiera en caso de caos total y de asesinatos selectivos. Sólo lo harán –parece que están diciendo- después de que por las calles corran raudales de sangre. O sea, están decididos a no cumplir con el mandato constitucional de "afianzar la justicia y consolidar la paz interior" (Preámbulo) y de asegurar los "derechos y garantías que enumera la Constitución" y los que están implícitos (art. 33 de la CN). La tiranía los ha convencido de que la única legalidad consiste en dejar que los tiranos y sus secuaces hagan lo que quieran o, peor aún, prestarles el auxilio de la fuerza pública que creen monopolizar (lo cierto es que hay fuerzas irregulares de izquierda con un poder de fuego mayor que el de las FFAA).

Si eso fuera así, puede decirse que está todo perdido porque la sangre que correrá a raudales será la de ciudadanos inocentes, entre ellos y primeramente, la de los mejores argentinos, aquellos que se hayan hecho notar y figuren en las listas de los asesinos.

* * *

4) Esta situación creada por la izquierda puede disuadir a los buenos patriotas de entrar en la vida pública para enfrentar esta tiranía creciente. La política queda enteramente en manos de la tiranía y de sus cómplices de la falsa oposición, irreversiblemente.

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5) La prensa, aún la tenida por "centrista" se convirtió hoy en propagandista del acto realizado ayer, 21/10/2010 por toda la izquierda, incluyendo partidarios del propio gobierno, exagerando el número de los asistentes y silenciando la ferocidad de sus consignas.

"La Nación", por ejemplo, titula la noticia así: "Masiva marcha por la muerte de Ferreyra" y la crónica está plagada de frases que avalan la demostración dando por sentado que tiene razón: "La indignación y el dolor -empieza diciendo- los reunió a todos. Partidos de izquierda, organizaciones estudiantiles y sindicales combativas, grupos piqueteros antikirchneristas, el piquetero oficialista Luis D Elía y organismos de derechos humanos (N: estaban las madres de plaza de mayo, Quebracho, etc) para repudiar y reclamar justicia por la muerte de mariano Ferreyra, el joven militante del Partido Obrero asesinado ayer en Barracas por un grupo de individuos vinculados con el gremio de la Unión Ferroviaria". (loc. cit. pag. 6, 1ra. col.).

En el mismo tono y con la misma parcialidad están escritas todas las crónicas de ese diario y de "Clarín". Y exageran el número de los manifestantes contradiciendo lo que surge de las mismas fotos publicadas que muestran una concurrencia mucho menor, pero peligrosa.  Lo que queda claro es que el pueblo auténtico estuvo ausente.  El pueblo ya sabe de que se trata.

* * *

Sin dirigentes opositores auténticos, sin garantías individuales, sin Policía que mantenga el orden, bajo una tiranía pro-marxista dirigida desde las sombras, sin FFAA que garanticen condiciones mínimas de supervivencia y con una izquierda enardecida y sin escrúpulos con un cadáver como bandera, ¿cual es nuestro futuro?

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