LA FALACIA DE LOS DISCURSOS

Por Marcos Attias

A nivel mundial nos miran con envidia, han contratado expertos en escenarios y discursos para poder igualar o superar los de argentina.

Sí, señores ciudadanos, después de haber batido record en viajes presidenciales, ahora también lo somos en pronunciar discursos a toda hora, en cualquier lugar, y por cualquier asunto, el tema es conducir cantidades de personas para que nos aplaudan en el monólogo. (El silencio de los inocentes)

No importa si ya lo inauguramos varias veces, tampoco se trata saber de qué, ni para qué. Lo único importante es dar un discurso, el qué y para qué, eso que lo piensen otros, no hay tiempo que perder, pensando, discutiendo, debatiendo, no… solo es importante dar el discurso.

El que es adicto al discurso, por lo general no piensa, le siente terror a todo aquello en que la materia gris tenga que funcionar.

Hay mucha plata, pero como la oposición nos quiso ganar de mano, le vetamos el 82 % móvil.

Para fin de año, damos un señor discurso, de “felices fiestas”, le tiramos unas moneditas a los jubilados, a ver si de una vez por todas y por todos, se dejan de joder, que la plata la precisamos para la reelección.-