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viernes, 5 de noviembre de 2010

LA DESCOMPOSTURA DE CRISTINA FERNÁNDEZ WILHELM EN ENERO DE 2009

Cristina Kirchner loca

La descompostura de Cristina Fernández Wilhelm de enero de 2009 dejó muchas dudas flotando. Muchos hablaron en medio de los rumores del momento de una cuestión política, otros de una cuestión de salud, los hubo quienes alegaron una cuestión “estética”… e incluso quienes aclararon que se trataba de un problema psiquiátrico que la Presidente padece.

Un artículo publicado en Totalnews se titulaba “de la avispa de Menem a la lipotimia de Cristina”, a la vez que preguntaba “¿Qué le pasa a la Presidenta?” La motivación política para suspender un acto previsto había sido descartada.

Se aseguró que Luis Buonomo, médico presidencial, había diagnosticado a Cristina a 3 mil kilómetros de Olivos, lo cual no resulta creíble en caso de que se tratara de una cuestión de salud o estética donde se debe ver directamente a la persona. Por ello, la conclusión fue de que en realidad se trataba de un problema psicológico a raíz de un trastorno bipolar que padece la mandataria.

En Florencio Varela se la esperaba, pero nadie aviso de la descompensación de la presidente, mientras los helicópteros estuvieron andando horas por el perímetro donde se iba hacer el mitin. La gente estaba, y los colectivos se veían estacionados por cuadras. Todo estaba preparado para la llegada de la Presidente.

Llamaba además la atención en la zona, una gran humareda que se percibía como proveniente de la zona en que se hacia la reunión (se trataba de un piquete), a la vez que se oía el tronar de los bombos.

Hay analistas que sostienen que los primeros mandatarios del mundo enfrentan muy seguido síntomas de cansancio físico y psicológico, pero que igualmente asisten a cuanto acto se presente. Una baja de presión no los detiene, y así fue el destino final de Néstor Kirchner, a quien habían diagnosticado los médicos el reposo, que no hiciera actos públicos ni se tensionara. Néstor Kirchner desobedeció las indicaciones.

El motivo alegado por el cual la Presidente no asistió no resultaba convincente “¿En qué momento la Presidente -que oscila entre la quinta de Olivos equipada con aire acondicionado y el automóvil presidencial- estuvo expuesta a la alta temperatura de la húmeda Buenos Aires? Ni siquiera asiste a la Casa Rosada, dónde también hay refrigeración. ¿O es que en la lujosa quinta presidencial el aire acondicionado clavado en los 24º, como indica el Gobierno, no es suficiente para un organismo acostumbrado a los fríos del sur?”, preguntaba Urgente24 en una de sus notas referidas a este tema.

“Ni cirugía, ni Botox: no me hice nada. Puedo exhibir la falta de cicatrices. No digo que no me las haría si un día se me cae la cara y me veo horrible; seguro que en ese caso, sí. No critico a quien se las hace, cada uno es dueño de elegir su propia vida” , indicó en respuesta a quienes afirman que son notorios los cambios en su rostro desde que Kirchner asumió la Presidencia del país en 2003. Cada cirugía además, como las que realiza Cristina Fernández, cuesta entre 800 y 2.500 dólares.

¿Qué sucederá con la gobernabilidad del país? Es la pregunta que muchos se hacen hoy…

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