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miércoles, 1 de diciembre de 2010

“LA BOTELLA AL MAR”, ¿ES PURA CHÁCHARA?

Cosme Beccar Varela leyendo

Por Cosme Beccar Varela

e-mail: correo@labotellaalmar.com

Buenos Aires, 01 de Diciembre del año 2010 – 1015

INTRODUCCIÓN: He recibido una carta del Sr. Tomás Dalma que me da oportunidad de responder a una objeción contra “La botella al mar” que yo mismo me hago en los momentos de tristeza (que no son pocos, y tantos que de los otros casi no hay). Como el tema es de interés general, nuevamente incluyo una carta y su respuesta como artículo de fondo del número 1015. Me interesaría saber la opinión de los demás lectores.

Cosme Beccar Varela

1/12/2010
Estimado Sr. Cosme Beccar Varela:

He leído detenidamente su respuesta (al Sr. Butler, nro 1014 del 30/11/2010) como así mismo me llegan sus comentarios generalizados sobre el estado de Nuestra querida Argentina.
En general coincido con su diagnóstico, pero lamentablemente, hasta ahora no encontré NADA que salga de la órbita de la filosofía y expresiones de buenos deseos, pero nada de acción o ideas concretas para revertir esta dramática situación.

¿Será que no sé leer detrás de sus líneas el fondo de la cuestión o es que no hay nada en el fondo?
Lo saluda muy atentamente
Tomás Dalma


CONTESTACIÓN
1/12/2010
Estimado Sr. Dalma:

Agradezco su carta de hoy sobre mi respuesta al Sr. Butler y la sinceridad con que objeta esa respuesta y, en general, los artículos de "La botella al mar".  Muchas veces pienso algo parecido a lo que Ud. dice sólo que no considero que la filosofía y las expresiones de buenos deseos sean sinónimo de NADA.

La filosofía es el conocimiento de la realidad por sus causas. Es supremamente ALGO porque no conocer las causas de un efecto es lo mismo que ser ciego. Por ejemplo, si alguien no ve y siente un golpe en la cabeza no sabe si es que tropezó con algo o si recibió un palazo de un anónimo al que no ve. En esa triste situación, el ciego no puede defenderse ni evitar que le den otro palazo y tal vez otro hasta dejarlo muerto.

Cuando analizo la situación política del país veo desgracia, sufrimiento, error, ignorancia y falta de un futuro mejor. La deshonestidad reina en todas partes, el desaliento de los buenos, la soberbia de los malos, la impunidad de los criminales y, lo que es peor, su absoluta libertad de matar y robar sin que nadie se lo impida son cosa de todos los días. Si por casualidad, alguno de esos miserables es castigado por un delito ya cometido, es raro, en cambio, o no ocurre, el caso de que al canalla se le impida cometer un crimen a pesar de que es esta la principal misión de la Policía y el más vehemente deseo de las víctimas potenciales.

Veo la mentira de los falsos opositores y su connivencia descarada con la tiranía; veo la apostasía del clero superior y de una inmensa porción del inferior y veo la deserción de los "ricos" que abandonan a sus compatriotas menos afortunados a su suerte.
Viendo todo eso, no puedo sino preguntarme por la causa de semejante horror. ¿Por qué pasa todo esto? ¿Por qué sigue cada día peor? ¿Por qué no hay ninguna esperanza fundada de que esto termine alguna vez? ¿Es necesario que esto ocurra? ¿Existen en la Argentina fuerzas capaces de parar este torrente de perversidades? ¿Es que la Argentina se ha degenerado tanto que todo esto es ahora la normalidad que no cambiará nunca más?

¿Pensar sobre estas cosas es lo que Ud. llama "filosofar"? Si es así, no veo cómo puede un argentino que tenga un mínimo de patriotismo y de inteligencia no "filosofar".  No hacerlo es lo mismo que desinteresarse por nuestra Patria.

Tal vez Ud. responda que ese ejercicio es un mero entretenimiento porque no nos ayuda en nada. Se equivocaría porque si consiguiéramos encontrar la causa de tantos males ya tendríamos la parte más importante de la solución.  Un enfermo empieza a curarse cuando el médico descubre la causa de su enfermedad. ¿Qué diríamos de un médico que no busca la causa del malestar del enfermo y se limita a darle aspirinas?

Sufrir sin buscar la causa del sufrimiento es lo que les pasa a los animales irracionales que responden instintivamente a un golpe. con una patada o un mordisco; a un peligro, huyendo; al hambre, comiendo; al entrenamiento, repitiendo el truco que aprende a golpes, etc.

El primer logro del filosofar es conocer la realidad tal cual es,  descartando ilusiones y palabreríos huecos. El discernimiento certero de la realidad es fruto del hábito filosófico de ver claramente y sin engaños.

Ud. dice que coincide con mi análisis o sea que Ud, también filosofa, pero deja de filosofar cuando descarta mis propuestas como una mera expresión de "buenos deseos" "pero nada de acción o ideas concretas para revertir esta dramática situación. ¿Será que no sé leer detrás de sus líneas el fondo de la cuestión o es que no hay nada en el fondo?"

Cuando Ud. dice que en mis artículos no hay "nada de acción o  ideas concretas", ¿qué quiere decir? Sigamos filosofando. "Acción", diría Perogrullo, es hacer algo. Como Ud. dice que de eso no hay nada en "La botella al mar" deberíamos concluir que Ud. considera que aquí no hay nada hecho.

¿Es que Ud. cree que "La botella al mar" no existe o que se hace sola? ¿Hace diez años que estamos viendo sólo un espejismo y que los 1014 artículos de fondo más las 3384 cartas en respuesta a lectores son pura ilusión óptica o que son producto de una extraña generación espontánea?

Lamento disentir y aunque no es buen juez el que juzga en causa propia, creo poder decirle que esto es acción, difusión de ideas, crítica a los políticos de la "dirigencia" corrupta e inepta, al "establishment", al clero absentista o colaboracionista con el régimen, polémica contra todas las falsedades del periodismo, etc.

Suponiendo que alguien difundiera esas ideas, estaría actuando también y contribuyendo a formar opinión. Y formar opinión es una manera eficiente de actuar contra la tiranía, tan es así que en toda la Historia todos los tiranos han tratado de impedir que se difundan ideas contra su dominación.

Esas acciones son concretas, no son meramente contemplativas, porque están ahí afuera, en el público, y tienen la posibilidad de movilizar a muchos.

Es claro que si Ud. considera "concreto" sólo un cañón o un palo, es verdad que "La botella al mar" no tiene ni palos ni cañones ni convoca a quienes los tienen por varias razones, entre ellas, porque los únicos que los tienen son cómplices de la tiranía y otra porque los cañones o cualquier otra arma sólo sirven para el bien si el que los usa tiene buenos principios y buena filosofía. Y de eso no hay nada, por ahora, por lo cual uno de los objetivos de “La botella al mar” al filosofar, es tratar de que otros hagan buena filosofía.  

Si Ud. cree que "en el fondo", o hay cañones AHORA o no hay nada, entonces tiene razón: en el fondo de "La botella al mar" no hay nada de eso. Sólo que no estoy de acuerdo con esa tesis.

Yo creo que "en el fondo", como decía el General Foch en la frase que cité al responder al Sr. Butler, "la victoria no depende de las armas, ni del material de guerra, ni del dinero, sino de *del hombre, con sus facultades, morales, intelectuales y psíquicas*." Por eso es que propongo que cada uno de nosotros se convierta en ese hombre decidido a derrotar la tiranía que es el alma de toda ACCIÓN CONCRETA y sin la cual ninguna acción concreta puede existir.

Si me hubiera objetado que mi propuesta es ilusoria porque NO HAY hombres en la Argentina que sean capaces de tomar esa decisión con la seriedad y el heroísmo necesarios y que, por lo tanto, le estoy hablando a muertos que parecen  vivos y que eso es lo mismo que NADA, tal vez hubiera coincidido con Ud.

Y tanto que luego de los reiterados fracasos que he sufrido en mis intentos de convocar a los patriotas estoy empezando a creer que no hay manera de salir del pantano hediondo en que nos ha metido la tiranía porque no hay hombres que de veras quieran salir.

La más reciente excusa para eludir la decisión personal de luchar por la Patria que ha llegado a mi conocimiento es la que Ud. acaba de oponer en su carta y que podría parafrasearse así: "Ud. no me convence porque no propone nada práctico y concreto. Luego no tengo por qué decidir nada. Seguiré como hasta ahora, no haciendo nada pero nadie podrá decirme que propongo algo. Estoy abierta y declaradamente en la NADA".

¿No será hora de que yo reconozca filosóficamente esta realidad y me olvide de esta argentina que parece viva pero está muerta?

Le saluda muy atte.
Cosme Beccar Varela  

NOTA. En la Sección "Documentos", que puede abrirse marcando esa palabra en la barra inferior de la portada de "La botella al mar", ya está publicado en su integridad el siniestro decreto 1086/2005 y su Anexo. Ese es el plan para destruir la Argentina que esta tiranía está llevando a cabo inexorablemente.

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